En una noche, de repente, la puerta de la sala de prensa de
la KBS se abrió de golpe.
El líder, Sunggyu, entró primero, con pasos firmes y fuertes
dejando pasar tras él uno a uno a los demás miembros del grupo. No podía pensar
en nada, la rabia y la vergüenza hacían que mantuviese su mente completamente
en blanco.
Los demás miembros pasaron, cada uno con sus cosas en la
cabeza, pero todos con el mismo sentimiento de decepción.
Una vez se encontraban ya dentro, Sunggyu se apoyó en la
puerta y dejó salir un suspiro de su boca antes de darle un fuerte golpe a ésta
con el puño cerrado, haciendo que todos los demás levantasen la mirada hacia
él.