Abrí los ojos al sentir la luz del sol sobre ellos y un sonido poco familiar… Me dí la vuelta en la cama del hotel y observé a Kangin durmiendo con la boca abierta y roncando de una forma tan ruidosa que no entiendo como no me desperté hace rato…
Me estiré sintiendo un dolor en el cuello debido al vuelo de dos horas a Jeju Island de ayer. Empecé a recordar todo desde la cama, la espera en el aeropuerto, el viaje en avión y la ansiosa llegada al hotel, donde los profesores decidieron nuestros compañeros de cuarto… La verdad es que eso me había desilusionado bastante, yo esperaba tener a Kyuhyun en la habitación para llevar a cabo mi plan, pero nunca habría imaginado que acabaría durmiendo con el bruto de Kangin…
Suspiré y recordé con envidia la felicidad de Ryeowook, Donghae y Heechul, a los cuales los profesores con una puntería pésima habían puesto en las habitaciones con sus respectivas parejas, Leeteuk, Siwon y Hangeng. No quiero imaginarme el estado en el que debían de estar esas habitaciones hoy por la mañana…
Me estiré de la cama y me asomé a la ventana observando el mar azul y la cresta de las olas blanca bajo un cielo también azul. Aquello era el paraíso de Corea.
Fui al baño para refrescarme, el vuelo había sido duro, y al haber elegido el mas barato no había ni aire acondicionado, por lo que estaba dolorido y sudado. Me metí en la ducha y empecé a planear el día, no sabía como, pero tenía exactamente hoy y mañana para cumplir mi plan, porque pasado mañana volveríamos al colegio.
No pude evitar sonrojarme al pensar en eso… De verdad iba a hacerlo en este viaje? Cómo lo haría? Lo primero era hablar con Kibum para que me cambiase la habitación, cosa que no veía fácil al todos saber la forma tan particular de dormir de nuestro querido Kangin… Pero esperaba poder convencerle…
Lo demás era planear la velada perfectamente, había investigado en Internet, y no había mucho que me convenciese, la mayoría de los artículos que había leído que hablaban sobre la perfecta primera vez solo hablaban de velas, pétalos de rosa y cosas así, y yo no veía a Kyuhyun muy compatible con esas cosas… -Debería hacerlo natural, como en las comedias de la tele, salir de la ducha con una toalla, con el pelo mojado…- Mientras pensaba estas cosas, Kangin se había despertado y aporreaba la puerta con fuerza.
- Venga Sungmin! Eres un lento! Me voy a mear en los pantalones!- Salí de la ducha riendo al escucharle… Este hombre es todo delicadeza…
Me tapé con uno de los albornoces del hotel y abrí la puerta dejándole pasar como un toro en dirección al váter.
Salí de allí apurado para dejarle hacer su trabajo a solas y abrí la maleta en busca de algo que ponerme. Empecé a sacar camisetas y más camisetas. Me había llevado un montón porque no sabía que elegir que le gustase a Kyuhyun, y como soy listo, en vez d preguntárselo preferí cargar con una maleta de 35 Kg. hasta Jeju Island… “Bien Sungmin…” Pensé para mi mismo mientras seguía sacando camisetas.
Entre dos camisetas encontré las cajas de preservativos que me había traído, sí, cajas en plural, no sabía por qué había tantos tipos, y me daba vergüenza preguntar a alguien de la droguería, así que simplemente cogí una de cada y pagué ante la sorprendida mirada de la cajera y las risitas nerviosas de sus compañeras… -definitivamente, la próxima vez yo no los compraré… Si quiere sexo que lo compre él…- Murmuré antes de tapar las cajas con la pernera de unos vaqueros, sobresaltado al oír a Kangin detrás mía.
- Por qué traes tantas cosas? Sólo serán dos días y tres noches…- Suspiré aliviado al ver que no había visto las coloridas cajas.
- Mejor prevenir que curar Hyung.- Cerré la maleta y me vestí rápidamente.
Iba a secarme el pelo cuando llamaron a la puerta del hotel. Era el profesor, que nos daba diez minutos para estar en recepción y decirnos la agenda para hoy.
Kangin se duchó rápidamente mientras yo me secaba el pelo y me lo arreglaba con nerviosismo. Hoy tenía que estar todo perfecto, yo incluido, pero había un par de mechones de pelo que no parecían dispuestos a cumplir mis deseos y que se ponían de punta haciendo que yo pareciese Piolín.
Para cuando conseguí domarlos, Kangin ya estaba vestido, limpio y riéndose de mí.
- Qué cara de concentración Sungminnie! Ya podías ponerla en clase… - Rió escandalosamente y yo le saqué la lengua saliendo por la puerta y él detrás de mí.
Abajo ya estaban todos los demás menos Heechul y Hangeng, a los cuales nadie se ofreció a ir a buscar, por qué sería? Todos los esperaban con risas y murmullos, yo tardé en pillarlo, hasta que fui al lado de Kyuhyun y escuché a Yesung, que estaba en la habitación de al lado, contar lo mal que había dormido, que había necesitado tapones para los oídos por culpa del ruido que habían hecho.
Kyuhyun rió disimuladamente por las quejas de Yesung, quien tenía unas ojeras que corroboraban sus comentarios. Kyuhyun me miró y me sonrió.
- Dormiste bien? – Me preguntó mientras me hacía sitio a su lado para que me sentase.
- Sí, aunque me duele un poco el cuello por el viaje…- Me senté sonriéndole mientras me frotaba el cuello aún dolorido.
- Quieres un masaje? – Empezó a frotarme el cuello sin esperar respuesta y yo sonreí colorado como un tomate ante el suave tacto de sus siempre frías manos.
Poco después llegaron Heechul y Hangeng, ambos sonriendo y causando quejas y comentarios por parte de todos, acompañadas de silbidos y comentarios que yo abrí los ojos como platos al escuchar. Pero qué obscenos que son mis Hyungs a veces, por dios…
Los profesores nos informaron de la agenda, debido a que posiblemente estaríamos aún cansados por el vuelo, hoy por la mañana tendríamos tiempo libre. Nos entregaron mapas y un poco de dinero a cada uno, el suficiente para comer y beber algo.
Nos fuimos los trece juntos, Ryeowook iba subido encima de Leeteuk, quien lo cargaba en su espalda con una sonrisa de oreja a oreja… Teniendo en cuenta que en Jeju Island son casi todas las calles empinadas, no entiendo por qué iba tan feliz… Aunque yo sentí posiblemente esa misma felicidad cuando Kyuhyun vino por detrás y me abrazó apoyando su cabeza en mi hombro.
- Qué comeremos hoy? – Yo apenas podía hablar al sentir su aliento en mi cuello… Y tenía miedo de que si seguía así mi querido amiguito de ahí abajo despertase, así que puse todo mi poder de concentración en no excitarme demasiado y en contestar sin tartamudear.
- No sé. Ya miraremos, aún es temprano…
Miré a Kibum, quien iba más adelante con Yesung hablando de algo con entusiasmo… Tenía que hablar con él.
Mi oportunidad se presentó cuando Shindong quiso entrar en una tienda de alimentos típicos de Jeju.
Entramos todos menos Kibum y yo, que me quedé fuera mientras Kyuhyun entraba a por algo para sus padres.
- Qué tal en la habitación con Kyuhyun? – Pregunté desinteresadamente causando que Kyuhyun sonriera y me mirase.
- Celoso? – En serio, este hombre siempre hacía lo mismo… Si le preguntabas algo te contestaba con otra pregunta…
- No. Por qué? Debería? – Sí, estaba celoso. Si Leeteuk, Heechul y Siwon podían estar con sus novios, por qué yo no? Me sentía discriminado.
- Tú que crees? – Otra vez. En serio… Quiero mucho a Kibum Hyung, pero me saca de quicio.
- Oye… en realidad… quería pedirte un favor… - Bajé la mirada avergonzado ante lo que estaba a punto de hacer y me puse a contar las piedras del suelo mientras me armaba de valor.- Me cambiarías la habitación?
- Para qué? – Sonrió socarronamente y me miró fijamente.
- Por que quiero dormir con Kyuhyun…- En total decir esto me había costado treinta segundos y cuarenta y dos piedras contadas.
- Por qué? Para molestar a los de la habitación de al lado? – Se apoyó en la pared y me miró de reojo.
- No vamos a molestar… Tú solo cámbiamela, por favor. – Levanté la mirada y le miré.
- Está bien, te la cambio, pero si pides un favor a alguien y no quieres que piense mal no deberías de ponerte tan colorado Sungmin, ahora ya sé por qué quieres el cambio…-
Iba a contestar alguna excusa posiblemente muy poco creíble, pero los demás empezaron a salir con caras satisfechas de dentro del local y Kyuhyun se acercó a enseñarme unos pasteles de arroz para su madre.
Entre compras, visitas, fotografías de recuerdo y los descansos de Shindong, la mañana se nos pasó volando. Comimos en un sitio bastante barato, porque con el dinero que nos habían dado para comida no había mucho más... Y entonces fue cuando yo fui a hablar con Siwon aprovechando que Donghae y Kyuhyun no estaban.
- Hyung, comiste bien?
- Sí, la verdad es que será barata, pero la comida tradicional está bastante bien… - Se limpió la salsa de los bordes de la boca y me miró satisfecho.
- La verdad es que te quería pedir un favor, Hyung… - Sonreí con toda la dulzura que pude y le miré.
- Qué quieres? – Me miró con mirada sospechosa y una ceja enarcada. Parecía que siempre que iba a él era porque quería algo…
- Verás, me da vergüenza decirte esto, pero hoy por la noche tengo planeado que sea LA noche con Kyuhyun, pero necesito prepararlo todo, y me preguntaba si tú podrías distraer a Kyuhyun esta tarde, para que yo pudiera organizarlo todo bien y tal… -Bajé la mirada intentando esconder mi cara que ardía y debía de estar colorada.
- Claro! No te preocupes… si es por el bien de tu primera vez yo ayudo! – Le indiqué que se callase inmediatamente, porque lo había dicho en un tono demasiado alto y no me apetecía que se enterase toda la isla de lo de aquella noche. Pero él no pudo evitar reír y me dio unas palmaditas en el hombro. – No te preocupes, confía en mí. Yo le entretengo.
- Hyung… te puedo preguntar otra cosa? – Me miró curioso mientras bebía por la pajita de su refresco.- La primera vez… Ya sabes… Duele? – fui bajando el tono de voz hasta que la última palabra casi fue susurrada, pero el pareció oírme perfectamente por como empezó a toser y casi atragantarse con el Sprite.
Cuando se recuperó y ya podía respirar con normalidad me miró aún con la cara roja, no sé si porque casi se ahoga o porque lo que le había preguntado era demasiado incómodo. – Hombre… No sé que contestarte… Si te soy sincero, sí, suele doler… Pero depende de lo relajado que estés… Tú no te preocupes y déjate llevar, de acuerdo?-
Asentí un poco preocupado… Lo había buscado en Internet, pero solamente me salían páginas porno, de las que había tenido que estudiarme varias para saber un poco de qué iba el tema…
Después de comer yo me escabullí de nuevo al hotel con la excusa de que no me encontraba muy bien y de que estaba cansado del vuelo, pero Kyuhyun quería venir conmigo, cuando mi salvador Siwon entró en escena.
- Kyuhyun Ah, por qué no vienes con nosotros? Vamos a ir a ver una película al cine de aire libre, va a estar bien! – Sin esperar respuesta Siwon secuestró con él a mi novio llevándoselo a rastras mientras él intentaba librarse para venir conmigo.
Cogí un taxi y le enseñé al taxista la tarjeta del hotel para que me llevase. Una vez allí fui a mi habitación a preparar las cosas para el cambio de habitaciones. Según lo planeado con Kibum le debería de dejar la llave de la mía en recepción para que el cuando volviese no se quedase durmiendo en el pasillo, lógico.
Entré en mi habitación y empecé a meter la montaña de camisetas que había dejado sobre la cama de nuevo en la maleta. No sé como me las arreglo, que siempre que voy de viaje en la maleta me cabe todo perfectamente, pero cuando la quiero volver a hacer después de deshacerla parece que es la mitad de grande porque no me entra nada.
Después de sentarme sobre ella conseguí cerrarla, no sin esfuerzo, y me dirigí a recepción de dejar la llave. Me dí un buen paseíto por el hotel, ya que posteriormente volví otra vez a las habitaciones y entré en la habitación de Kyuhyun.
Podía saberse perfectamente de quién era cada cama. La de Kibum estaba hecha un lío, todas las cosas tiradas por todas partes, y la de Kyuhyun perfectamente hecha, sin una sola arruga en su colcha.
Sonreí y me tumbé con cuidado sobre su cama, hundiendo la cara en su almohada y respirando profundamente mientras apreciaba el olor de su cabello del cual ésta estaba impregnada.
Después de acosar a su cama por todas partes me puse manos a la obra. Lo primero que hice fue juntar las camas, que me dejé sangre, sudor y lágrimas en ello, ya que ignorando el hecho de que yo soy la ley de la mínima fuerza, las camas eran de madera maciza y pesaban lo suyo. Después saqué de la maleta todas mis cosas, empecé a sacar una a una las siete cajas de preservativos y después de sentarme en el suelo, empecé a buscar en mi portátil para qué servía cada uno. Había unos de caja roja que servían para sentir más, y entonces yo me pregunté que para qué va a comprar alguien unos normales si con esos disfrutas más, pero bueno…
Luego había otros que servían para sexo oral, cosa que cuando descubrí lo que era hizo que cerrase el portátil de golpe y me tapara la cara con un cojín.
- Cómo vas a hacer tú eso Sungmin? Si ni siquiera sabes besar bien! – Me dí un cabezazo contra la pared al gesticular mientras me reñía a mi mismo, y armándome de valor volví a abrir el portátil para salir de esa imagen que no tenía intención de volver a mirar por el momento. – Si eso, ya la próxima vez… - Cerré esa pestaña aún avergonzado por lo que acababa de ver y seguí con mi estudio sobre las distintas posibilidades de lo que podía hacer esa noche.
Cuando me dí cuenta ya había anochecido. – Debería de lavarme los dientes…- Fui al baño cepillo y crema en mano y cerré la puerta. Mientras me lavaba los dientes me miraba en el espejo y me daba ánimos y apoyo a mí mismo. – Sungmin, esto es lo que tú querías, nadie te está obligando, así que ahora no tienes derecho a echarte atrás… Todas las parejas lo hacen, es normal, es algo natural y tú le quieres.- Asentía ante mis propias palabras mientras seguía mirándome en el espejo. – Sungmin, Fighting! – Escupí el agua con la que me estaba enjuagando y salí del baño quedándome de piedra mientras miraba fijamente a mi portátil, al cual Kyuhyun sujetaba entre sus manos con los ojos abiertos como platos ante la imagen de dos hombres en plena faena en la pantalla. Yo solamente la había buscado para saber que posición debía tener, pero esa no me parecía una excusa demasiado buena…
Kyuhyun dirigió su mirada hacia mí, cerrando la boca y dejando con suavidad el portátil encima de la mesilla de noche.
- Yo… Vine antes porque estaba preocupado… Kibum me dijo que estarías aquí así que… Bueno… Vine… Y… eso…- Kyuhyun me miraba y posiblemente intentaba hablar como una persona, a pesar de que no lo estaba consiguiendo…
Yo en ese momento no podía decir nada… Eso no era lo que yo había planeado, yo me había imaginado recibirle con un beso y luego ya dejarnos llevar, no que pensase que soy un depravado que se dedica a ver pornografía y justo después de va al baño…
No sé de qué color era mi cara en ese momento, no sé si era blanca como la tiza debido al pánico o si era roja como el fuego por la vergüenza…
- Yo… no es lo que parece…- Bravo Sungmin, pero qué original que eres…
Kyuhyun se acercó a mí y me sonrió. – No te preocupes, no pasa nada…- Yo bajé la mirada muerto de la vergüenza y me acerqué con furia a cerrar el ordenador y desenchufándolo con rabia.
- Sungmin, de verdad, no te preocupes…- Kyuhyun me miraba desde mi anterior posición aún con una sonrisa compresiva.
- Sí que pasa! Esto no tenía que haber salido así! Me he pasado una semana comiéndome la cabeza para nada! – Creo que estaba gritando, no estoy seguro… Pero Kyuhyun dirigió su mirada a las camas, después a mí, después a las cajas de preservativos variados tiradas por el suelo y después de que una bombilla se encendiera en su cabeza volvió a mirarme a mí, esta vez con una clara expresión de confusión en la cara.
- Querías que lo hiciéramos?
- Sí! Pero no tenía que salir así! – Bajé la mirada apretando los puños con fuerza. De verdad, esto me daba una rabia enorme, a la mierda todas mis fantasías…
Levanté la mirada al escuchar a Kyuhyun reír y mirarme sonriente.
- Idiota, qué querías? Flores y velas? – Tragué saliva. Menos mal que no las había puesto, aunque la verdad es que había llegado a planteármelo…- Sungmin, sabes que me gustas, que te quiero, si querías que lo hiciésemos no tenías más que decírmelo!
- Sí, hubiese sido precioso: Kyuhyun, quiero sexo. Puff, voy a llorar de la emotividad… - Yo generalmente no suelo ser irónico, pero de verdad que estaba enfadado.
- Hombre, no así, pero qué te crees? Que yo no quiero? Que no te deseo? Que no me he estado aguantando desde aquella vez? – Por alguna razón que desconozco Kyuhyun se iba acercando lentamente mirándome a los ojos absolutamente serio, pero había un brillo diferente en esos ojos oscuros esta vez…
Fui retrocediendo de espaldas mientras Kyuhyun se acercaba furtivo a mí, no me preguntéis por qué retrocedía si yo me lo había buscado, por que no lo sé, solamente sé que en el momento en el que caí sobre la cama, la sonrisa satisfactoria de Kyuhyun fue la cosa más excitante que jamás me había pasado… Al menos hasta aquel momento claro.
Kyuhyun se tumbó con cuidado encima mía mirándome a los ojos y yo hundiéndome poco a poco en el colchón, o al menos esa era mi impresión hasta el momento en el que se acercó tanto a mí que cerré los ojos y él empezó a besarme lentamente. Sus besos eran lentos, suaves, no estaba siendo para nada violento y yo empezaba a notar sus caricias por debajo de mi camiseta. Aquellas manos frías en contacto con mi piel, que en esos momentos ardía, me producía un cosquilleo que llevaba esperando desde hace mucho. Poco a poco los labios de Kyuhyun se hicieron un sitio entre los míos, y nuestras lenguas empezaron a jugar juntas antes de que Kyuhyun empezase a bajar por mi cuello, con besos dados con más fuerza y con pequeños mordiscos ocasionales que no dolían, simplemente hacían que yo cerrase los ojos con más fuerza mientras le acariciaba la nuca y dejaba salir suspiros periódicos de mi boca.
Me quitó con cuidado la camiseta y me empezó a acariciar con lentitud todo el torso, mientras acompañaba a las caricias con besos por todo mi cuerpo. Nunca había llegado a aquel punto de excitación, cada roce, cada beso, cada mirada era una sensación nueva, indescriptible.
Se colocó alrededor de mi cintura con sus piernas y se liberó rápidamente de su cazadora y de su camiseta, dejándome apreciar aquel cuerpo blanco, que parecía de mármol, la perfección que no pueden imitar ni las mejores obras de arte del mundo y volvió a besarme, esta vez también le acariciaba yo, su cuerpo desprendía tanto calor como el mío y su piel suave se estremecía con cada caricia de las mías.
Sin darme cuenta, su nombre se me escapó por los labios con un suspiro, que él enseguida calló con un beso profundo y ya sin ninguna timidez, parecía que quería devorarme los labios, y no iba a ser yo el que se lo impidiese. Noté sus manos bajar acariciando todo mi torso en dirección a los pantalones, que ya eran tremendamente molestos, pues había algo que hacía presión debajo de ellos y que estaba tremendamente incómodo. Creo que Kyuhyun debió de notarlo, porque mientras me besaba, una sonrisa se le escapó y me liberó de mis pantalones y de los suyos. Le rodeé el cuello con los brazos para acercarle más a mí y cuando una de sus manos rozó, no sé si accidentalmente o a propósito, mi erección, creí que me moría. Lo quería, lo quería pero ya, ese lado mío me asustaba pero realmente quería hacerle mío de una vez, no aguantaría mucho más.
Kyuhyun coló una mano por debajo de mi ropa interior, acariciándome y haciendo que unos gemidos saliesen por mi boca, provocándole una sonrisa y haciendo que él me liberase de mi ropa interior.
Seguía acariciándome, todo mi cuerpo se retorcía bajo el suyo con cada movimiento que él realizaba, nunca había sentido nada igual, y ya todo mi cuerpo necesitaba lo que se le estaba ofreciendo, lo necesitaba a él.
Bajé mis manos por toda su espalda haciendo que su piel se erizase y le liberé con timidez también a él se sus también obviamente molestos slips, dejando ese perfecto cuerpo absolutamente desnudo.
Kyuhyun estiró una mano y cogió una de las cajas de preservativos, ahí fue cuando yo vi práctica mi investigación.
- Kyuhyun, esos son normales, pero los rojos son para sentir más, y los naranjas son para… bueno… para sexo… oral…- Kyuhyun me calló con un beso mientras no podía evitar reírse.
- Te veo informado…- Dejó esa caja y cogió la roja sacando uno y colocándoselo.- Pero lo siento mucho, en estos momentos las clases sobre condones no me interesan.-
Con un movimiento rápido hizo le rodease la cintura con mis piernas, quedándome completamente a su merced y mirándonos a los ojos.
- Estás listo? – Me miró sonriendo a los ojos.
- Sí. Lo estoy.- Mentira. No lo estaba. Estaba nervioso, muy nervioso, podría decirse que histérico, pero mi miedo se peleaba en mi interior con el deseo, con la excitación y por las ganas que tenía de hacerle aún más mío.
Hundió sus labios en los míos mientras poco a poco y con cuidado, empezaba a entrar dentro de mí. Un grito de dolor se escapó por mi boca haciéndole parar, quedándose quieto dentro de mí.
- Sé que duele, pero sólo será esta vez, poco a poco te acostumbrarás…- Me lo susurró al oído mientras limpiaba con un beso las lágrimas que salían por mis ojos. Realmente aquello era doloroso, sentía como si me estuviesen partiendo en dos, pero poco a poco, al sentirle dentro, mi cuerpo de fue acostumbrando y el dolor lentamente empezó a convertirse en lo que ambos buscábamos, que era un placer que no se puede conseguir de ninguna otra forma.
Kyuhyun, quien obviamente estaba pendiente de mis expresiones para saber cuando seguir, sonrió al ver el cambio en mi cara y empezó a moverse con lentitud, poco a poco, mientras yo me peleaba conmigo mismo por no hacer ningún ruido que le resultase extraño, a pesar de que, a medida de que él iba aumentando el ritmo y yo me iba acomodando a él, los gemidos y los suspiros empezaban a hacerse incontrolables.
Los besos, las caricias, todo lo que Kyuhyun hacía sobre mí, iba haciéndome sentir cada vez más, era un éxtasis, no hay nada parecido.
Kyuhyun se movía ya con más velocidad, ya absolutamente cómodo y cada vez que me besaba, yo le retiraba esos mechones de pelo que se le pegaban a la frente por el sudor, apreciando su hermoso rostro, su expresión… lo adoraba todo, lo amaba tanto que no podía decirlo con palabras, nos necesitábamos tanto el uno al otro, que esta era la única forma de desahogar nuestra necesidad.
Kyuhyun llegó al éxtasis al mismo tiempo que yo, yo arqueé la espalda al sentirlo, dejando que aquel líquido corriera por mi cuerpo y Kyuhyun se desplomase sobre mí agotado, pero aún así, sonriendo felizmente.
Salió de mí y recostándose a mi lado, me besó en la frente, mientras yo, aún con los ojos cerrados intentaba poner en orden mi cerebro, que aún no reaccionaba y mi respiración era incapaz de normalizarse de nuevo.
Cuando abrí los ojos, vi a Kyuhyun mirándome con dulzura, una sonrisa en su rostro colorado, posiblemente por el esfuerzo físico que acababa de hacer. Se acercó a mí y me abrazó por la cintura, apoyando su cabeza en mi pecho y yo acariciándole el pelo sin dejar de sonreír. No se podía alcanzar mayor estado de felicidad que la mía en aquel momento, me dolía todo, pero al mismo tiempo, un sentimiento cálido y cogedor me invadía por dentro.
- Te quiero.- Le susurré al oído haciendo que él, con los ojos cerrados y posiblemente a punto de dormirse, sonriera con ternura.
- Y yo te amo.- Una sonrisa aún más amplia se formó en mi cara y me pasé el resto de la noche hasta que me dormí, mirando a ese dormido Kyuhyun, como un ángel, durmiendo sobre mi pecho mientras su cabeza se elevaba y descendía al ritmo de mi respiración.
A la mañana siguiente todo fue perfecto, ambos nos sentíamos mucho más cercanos, era como si nos quisiéramos más, a pesar de que yo no podía sentarme en sitios sin cojines.
Los siguientes dos días pasaron volando, los dos días restantes de clase también, y llegó el sábado, el día de la ceremonia de cierre del curso, es decir, el último día de clase antes de casi tres meses de vacaciones.
Generalmente este es un día feliz, de celebración, sobre todo para los profesores porque no tienen que vernos hasta el curso siguiente, pero yo ese día no podía estar feliz, era el último día con Kyuhyun.
Le miré desde la puerta del baño donde él estaba lavándose los dientes.
No iba a poder soportar dos meses y medio sin verle, no podía ni soportar una hora, cómo iba a hacerlo?
Me acerqué a él y le abracé por detrás apoyando mi cabeza en su espalda con los ojos cerrados.
- Qué te pasa? – Me miró por el reflejo del espejo con cara preocupada al ver mis lágrimas que en algún momento habían empezado a salir.
- Te voy a echar de menos…- Hundí más mi cara en su camiseta del pijama.
- Bobo… No te preocupes, te prometo que te llamaré todos los días, a todas horas si es necesario, pero no te voy a permitir que estés triste, me oyes? – Mientras me decía esto, se había dado la vuelta y me abrazaba acunándome entre sus brazos intentando consolarme.
Levanté la cabeza y le miré.- Me lo prometes?
- Te lo juro. – Me besó en la frente y se rió.- Mírate que cara tienes ya por la mañana, los ojos hinchados y moqueando… Qué voy a hacer contigo?- Me miré al espejo y vi que era cierto, mi cara era deprimente ya de mañana.- Anda, ve a lavarte, que tenemos que ir a la ceremonia.
Asentí y me dejó solo en el baño, eso es normal, siempre se utiliza el baño individualmente, pero esta vez, la sensación no fue la misma… Por algún motivo, en el momento en el que Kyuhyun dejó de rodearme con sus brazos, me sentí más solo y vacío que nunca…
Después de lavarme la cara, peinarme y todo el aseo normal matutino, salí de la habitación y me vestí con el uniforme. Kyuhyun ya estaba listo y me estaba esperando en la puerta, con una sonrisa leve en su rostro y mirándome.
Me vestí y salimos juntos de la habitación, el equipaje ya estaba hecho desde la noche anterior, así que nuestra habitación estaba vacía, y parecía más grande de lo normal, pero eso a mí no me gustó.
Nos juntamos con los otros once y nos dirigimos a la ceremonia.
El discurso del director no fue distinto al de los otros años, nunca se molestaba en escribir uno nuevo, siempre decía lo mismo, y podía resumirse en un par de frases:
Chicos, espero que para el curso que viene, pongáis el mismo esfuerzo y dedicación que en este o más. Espero que os lo paséis bien en las vacaciones y que no olvidéis que lo más importante no son las calificaciones escolares, si no vuestro corazón.
Sí, muy bonito, pero muy poco creíble.
A la salida del discurso no tocaba nada más que las despedidas. Un montón de taxis esperaban en la entrada del colegio a sus respectivos demandantes, también padres esperaban a sus hijos y para los más ricos, chóferes.
En nuestro grupo no hubo muchas lágrimas, ya todos sabríamos que nos veríamos el curso que viene, pero aún así, no era fácil decirse adiós.
Leeteuk y Ryeowook habían decidido pasar el verano juntos, no se iban a separar, Donghae no vivía lejos de Siwon, así que se verían a menudo, Heechul iba a viajar a china con Hangeng, pero Kyuhyun volvía a los Estados Unidos, donde vivía, y yo no podía acompañarle tan lejos.
Después de que todos los Hyungs se fueran cada uno en sus respectivos coches, solamente quedábamos en la entrada del colegio Kyuhyun, yo, un taxista para mí y su chófer.
- Prometiste llamar, no lo olvides.
- No lo prometí, lo juré, y pienso cumplirlo.
Los ojos se me inundaron de lágrimas y bajé la cabeza antes de sentir su cálido abrazo.
- Tengo miedo de que te olvides de mí…- dije entre sollozos.
- No podría olvidarme de ti ni aunque quisiese. Eres lo más precioso que tengo, lo más valioso, y jamás me desprendería de algo así.
Levanté la mirada para ver que él también tenía lágrimas corriendo por sus mejillas. Levanté una mano para limpiárselas, acariciándole todo el rostro de paso y él cerrando sus ojos ante mi roce.
Tomó una de mis manos, aún con los ojos cerrados y la mantuvo sobre su mejilla mientras frotaba con suavidad su rostro sobre ésta.
- Te quiero, lo sabes, verdad? – me dijo antes de abrir los ojos.
- Lo sé, y tú sabes que yo a ti, no? – Sonrió y bajó la cabeza escondiendo su rostro.
Oímos de fondo un pitido de coche que indicaba que el chófer se impacientaba. Kyuhyun miró la hora y después me miró a mí.
- Si no me voy perderé el avión.
- Pues entonces ve…- Sonreí de la forma más alegre que puse, aunque malditas las ganas que tenía de hacerlo…
Kyuhyun tomó mi cara entre sus manos y me besó con dulzura en los labios. Un dulce beso para un adiós tan amargo… Qué crueldad…
Bajó la mirada mordiéndose el labio inferior.
- Adiós Sungmin.
No fui capaz de decirle adiós, era demasiado desgarrador, y ya sentía como mi corazón se iba haciendo trozos con cada paso que él daba.
Subió al coche negro de cristales tintados dedicándome una última mirada antes de que el chófer cerrase la puerta y pusiese el coche en marcha.
Nunca sentí un dolor tan terrible como cuando vi a ese coche desaparecer en el horizonte. Me subí al taxi y le indiqué la dirección de la estación de tren.
Bajé la ventanilla del asiento trasero y apoyé mi cabeza allí sintiendo el viento en el pelo.
Lo último que recuerdo de aquel trayecto en taxi antes de subirme al tren fue el sonido del viento, mis ojos cerrarse y las lágrimas empaparme la cara de nuevo.
Un último pensamiento? “Te quiero, no lo olvides… No me olvides.”
-Fin-
buenisimo como siempre antu-chan, esperando por la segunda temporada, un besito
ResponderEliminarMuchas gracias! ^^
EliminarLa fan más fiel que tenemos... Gracias por seguir al blog desde el principio!
yo también lo seguí desde el principio nada mas que mi celu no funciona bien y no quiere mandar review pero me encanta el kyumin y sobre todo lo escriben genial gracias por escribir
ResponderEliminarOh! Me alegra mucho saberlo <3
EliminarGracias a ti por leer <3
Me encanto
EliminarComo te puedo seguir
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