28 de octubre de 2013

EXO Collection: Episode 6 [HunHan]


Sehun POV. Idol Star Athletic Championships

Tomé su mano mientras le miraba a los ojos, mostrándole esa sonrisa que nunca solía mostrarle a nadie más, entrelacé mis dedos con los suyos y me acerqué a su mejilla, depositando un beso suave, casi imperceptible, casi como un roce de mis labios con su perfecta piel. Luhan rió y me apartó suavemente, mirando de reojo a los demás miembros que jugaban entre ellos esperando a que llegase el turno de alguno para participar en algo. Agudicé el oído para escuchar el murmullo de las fans, algunas chillaban emocionadas, otras de horror, otras exigían que Baekhyun y Chanyeol hiciesen lo mismo y otras simplemente se mantenían en silencio comprobando si sus cámaras habían captado bien el momento para los FanMade MV.
- ¿Qué estás haciendo? - Murmuró Luhan sin soltar mi mano, consciente de los cientos de ojos que teníamos sobre nosotros. Le volví a dedicar mi mejor sonrisa y rodeándole por los hombros, nos sentamos con el resto de nuestros compañeros.
- Nada, fanservice. - Respondí en otro murmuro mientras apoyaba mi cabeza en su hombro, cerrando los ojos y sin pode ocultar una leve sonrisa. Me encantaba el olor de Luhan. Era muy suave, muy acogedor. A pesar de que ese espantoso chándal de color azul verdoso que se nos había asignado no olía tan bien como solía oler su ropa, no me podía quejar en absoluto. Podía notar las miradas de reojo, extrañadas, de los otros grupos a nuestro alrededor. A estas alturas ya no nos afectaba; dentro del mundillo al que nos dedicábamos ya éramos conocidos como el grupo de las parejas. Todos teníamos una asignada, y supongo que el hecho de que seamos pares no ayudaba mucho a la disolución de los rumores. Yo la verdad es que jamás me había molestado en ocultar mis sentimientos por mi mejor amigo. No era mi estilo. No me importaba que el mundo lo supiese, pero a Luhan... Siempre que me había confesado, él me había rechazado sin darme razón alguna. "Somos amigos, Sehun.", ese era su slogan. Pero para mí hacía mucho tiempo que era más que un amigo, mucho más.

Abrí los ojos al escuchar los altavoces del enorme pabellón.
- En salto de altura: EXO, Tao. - Luhan se levantó, dejando a mi cabeza sin soporte y a mí de morros. Suho también se incorporó inmediatamente; desde que tenía ese complejo de madre estaba insoportable. Por suerte, yo me había librado y le había regalado todas las "ventajas" de ser el hijo pequeño del líder a Tao.
- Lo va a hacer genial, ¡ya veréis! - Cruzó los brazos, orgulloso, mientras le miraba con ese brillo maternal en los ojos. - Ha entrenado muy duro.
- Hombre... Que yo sepa no ha hecho salto de altura en su vida, pero bueno... - Rió Xiumin.
- Es Ninja, le irá bien. - Añadió escuetamente Kris.
Luhan asentía en silencio mientras todos esperábamos el primer salto del maknae de M. Le miré de reojo, es obvio que él lo notó, pero no se molestó en devolverme la mirada. Entrelacé un brazo con el suyo, y entonces obtuve su atención. Primero miró nuestros brazos, después me miró a mí, a los ojos, con una mirada frustrada. Admito que estaba jugando sucio... Estaba utilizando a las cámaras, a las fans y a los demás grupos para que Luhan no pudiese alejarse de mí como siempre solía hacerlo cuando estábamos a solas. Mi comportamiento era poco más que patético, pero... ¿Qué le iba a hacer? Estaba desesperado.
Salí de mi ensueño cuando escuché una oleada de aplausos y chillidos a mi espalda. Tao lo estaba haciendo bien.

- Ven aquí. - Masculló entre dientes el líder, arrancándome de los hermosos brazos a los que yo estaba aferrado y llevándome a una esquina detrás de las cámaras. Me recoloqué la chaqueta del chándal y le miré con rencor.
- ¿De qué vas? - Le espeté.
- Hey, tranquilito. Un poquito más de respeto a tus mayores, ¿vale? - Parecía enfadado. No lo entendía, hace unos segundos era una amorosa madre orgullosa de que su pequeño fuese a traer una medalla a casa para colgarla en el salón.
Resoplé como única respuesta. Y entonces, tras unos segundos de silencio, su mirada pasó de mirarme con enfado a contemplarme con tristeza y comprensión.
- Sehun... ¿Qué estás haciendo? - Bajé la mirada. No soportaba ese tono de compasión, me hacía sentirme aún más patético. Sabía perfectamente a lo que se refería. - ¿Es así como quieres llamar la atención de Luhan? ¿Obligándole a que te haga caso por la fuerza para no dañar su reputación? Así no vas a conseguir que te quiera, Sehunnie, solo vas a conseguir que te aleje más de él.
La voz suave de Suho me impedía levantar la mirada de mis zapatillas azules. Noté su mano en mi hombro, dándome suaves palmaditas y mis piernas no lo soportaron, cayendo de rodillas al suelo de parqué.
- Hyung... ¿Qué he de hacer entonces? - Susurré lo suficientemente alto como para que sólo él me escuchase. Mi voz estaba tan triste que no quería salir. - Luhan solamente me ve como amigo, y ya sabes, todos sabéis, que hace mucho que no le veo como amigo. ¿Cuántos años me lo guardé dentro todo? ¿Y cuántos años llevo esperando pacientemente a que me diga un "te quiero" que no sea por compasión? Demasiados, Hyung... - Noté la mano de Suho sobre mi cabeza, acariciándome el pelo suavemente para, a continuación, sentarse enfrente mía, mirándome a los ojos con una sonrisa tranquila.
- Escucha, Sehun. - Susurró sin borrar su sonrisa. - Luhan es más mayor que tú, ha vivido más que tú, tiene experiencias en la vida que tú aún no has tenido... Luhan ha tenido novias, ha viajado, ha vivido en más países... Lo que quiero decir es que es más maduro que tú, ha crecido más como persona adulta, y por eso es lo suficientemente consciente de sus decisiones. Si él te ve solo como amigo, tendrás que respetarlo, no te pido que lo aceptes de inmediato, pero a la larga tendrás que vivir con ello. Eres muy joven, vendrán más personas, volverás a enamorarte. - Le miré con los ojos humedecidos y el asintió en silencio. Apreté los labios, conteniendo mi enfado. No soy una persona que suele aceptar los consejos fácilmente. - No puedes obligar a alguien a que te quiera, Sehun... - Cuando dijo esta última frase, algo en mi interior explotó.
De un zarpazo retiré su mano de mi cabeza y me sequé una lágrima de rabia que amenazaba con caer en breves. Suho me miró, claramente sorprendido.
- Tú no sabes nada. - Le espeté. - Claro, tu vida es muy fácil, ¿no? Tienes al pequeño Tao para cuidarle y creerte que eres la mamá, tienes al grupo entero para hacer el idiota, y así cualquiera es feliz, ¿no? ¿Pues sabes qué? ¡Mi vida no es tan sencilla! ¡Es la primera vez que me enamoro! Yo también he tenido novias, ¡y jamás había sentido esto! ¡Quiero que me quiera! ¡O al menos tener la ilusión de que lo hace! Porque es la única manera que tengo de no sentir frío a pesar de que sea verano, de no sentirme solo en una casa de doce personas, de tener hambre, de tener sed, de sentirme vivo, Hyung... ¿No lo entiendes? ¡Me da igual que sea más maduro, que sea más mayor o que sea más lo que sea! Hoy es la única oportunidad que tengo para comportarme como si realmente fuésemos pareja... De poder tomarle la mano y que me sonría, aunque sea de mentira. De poder darle un beso en la mejilla sin que me aparte de un empujón. De sentarme a su lado y apoyar la cabeza en su hombro sin que me mire con frustración... ¡Es mi única oportunidad!
Respiraba agitadamente. Me dolía la garganta. No me había dado cuenta de que le estaba gritando a Suho, quien me miraba con lástima en la mirada, aún sentado en el suelo donde minutos antes me había acompañado.
- Te entiendo, Sehun, claro que te entiendo... Pero esto es lo que se llama un amor no correspondido... De esta forma lo único que vas a lograr es hacerte aún más daño del que ya te estás haciendo.
Me rasqué la cabeza con fuerza, frustrado. Me dolía el pecho. Suho se incorporó y me secó con la manga azul verdosa la cara. Sin darme cuenta, había empezado a llorar de frustración.
- Hyung... Odio esto. - Sollocé.
- Lo sé, pequeño... Pero hay que aprender a manejar estas situaciones, ¿sí? - Me miraba con comprensión mientras me acariciaba el rostro. Quizás sí que fuese como una madre.
- Siento todo lo que te he dicho... - Murmuré, y obtuve una sonrisa como respuesta. Suho siempre lo perdonaba todo. Era el cojín anti estrés de EXO. - Hyung, voy a hacer una cosa... Cuando el día de hoy acabe, acabemos de grabar y se apaguen los focos... Terminaré con esto. - Pude notar la sorpresa en sus ojos, al mismo tiempo que orgullo por mi madura decisión. - Me rendiré de una vez. Lo superaré y miraré hacia adelante en lugar de seguir estancado.
Me abrazó y me sonrió con alegría. - Me alegro mucho, Sehun. Se nota que ya eres un adulto. - Me guiñó un ojo y se encaminó a donde estaban los demás, animando a Tao que ya estaba semifinalista.
Miré desde lejos a Luhan, sonriendo con alegría a Xiumin mientras agitaban unas banderitas con el nombre de Tao escrito. Definitivamente, a mí nunca me sonreía así. Suspiré y esforzándome por sacar una sonrisa a duras fuerzas, me encaminé con mis compañeros.

- ¿Dónde estabas? ¡Eres un vago, enano! - Kai me recibió con una sonrisa y se la devolví.
Estábamos todos animando a Tao cuando, antes de que pudiese darme cuenta de qué estaba pasando, observé cómo Suho y Kris salían disparados hacia la colchoneta donde Tao estaba tirado sin moverse.
- ¡Dios mío! - Chilló Lay, corriendo detrás de los dos líderes. Kris cogió a Tao y se lo llevó corriendo a enfermería, con Suho detrás.
Los demás, cuando pudimos reaccionar, salimos también detrás.
- ¿Qué ha pasado? - Pregunté a Baekhyun.
- Se dio con la barra... Y además un tirón muscular... Nada grave. - Sonrió, claramente aliviado. Suspiré, también aliviado y observé a Tao en la camilla con gesto de dolor, a Kris tomándole la mano firmemente mientras Lay le observaba con expresión oscura y a Suho llorando como una magdalena a su lado.
- ¡Hyung, te han dicho ya todos los médicos que no es nada! Spray para lesiones y reposo! - Le reprochaba Tao, cansado de que le mojase el chándal.
- ¡Pero me he asustado mucho! - Sollozaba el líder, agotando las existencias de pañuelos de papel de todos los que se acercaban a preguntar qué tal estaba nuestro amigo.
Tao resopló, incorporándose con ayuda de Kris y yendo a calmar a las fans, que estaban a punto de entrar en pánico.

- Qué susto, ¿no? - Me senté al lado de Luhan, que estaba en el suelo con la cara entre las manos.
- Pues sí... Al ver que no se movía casi me da algo. - Levantó la mirada con los ojos enrojecidos. Parecía ser que Suho no era el único llorón de por aquí. No pude evitar reír y revolverle el pelo, obteniendo una mirada dulce por su parte y una sonrisa que hicieron que mi corazón volviese a dolerme.
- Sois unos exagerados. - Dije, retirándole la mirada por primera vez desde que tengo memoria. - Tao es inmortal, no le puede pasar nada, y mucho menos por darse un golpe con una barra.
- Tienes razón. - Rió, dándose golpecitos en las mejillas para animarse a sí mismo.
- ¿Te acuerdas de cuando nos enseño sus vídeos de prácticas? ¿De cuando estaba aprendiendo artes marciales? - Ambos rompimos a reír al recordar a aquel pequeño Tao correteando por un tatami huyendo de patadas y golpes varios.
- Cuando estaba aprendiendo a dar volteretas... - Volvimos a reír.
- Pobrecito... - Respiré, sujetándome el estómago que me dolía de reírme.
- Ya... - Resopló, dejándose caer hacia atrás. - Viste cómo estaba mirando Lay a Kris?
Asentí, poniendo una exagerada expresión de miedo.
- Intuyo que cuando volvamos al dormitorio va a haber bronca...
- Lay Hyung es muy celoso... Cualquiera lo diría.
- Hombre, es lógico... Si fuese con otro en lugar de Tao no creo que se pusiese tan celoso, pero es él.
- ¿Y?
Me miró y puso tono de tertuliano. - No sabes los rumores del dormitorio de EXO-M, amigo mío. Hay rumores de que Kris está indeciso entre ellos dos, por mucho que lo niegue, siempre le hace más caso a Tao y los trata de una forma muy distinta... Los dos tienen un trato demasiado especial.
Asentí y enarqué una ceja. - Interesante... - Nos miramos y volvimos a reír.
- El que va a estar insoportable va a ser Suho. - Dije, obteniendo de nuevo la atención de Luhan. - Su predilecto ha tenido un accidente, va a vivir en la histeria absoluta hasta que le vea hacer mortales otra vez.
- ¿Por qué tendrá esa obsesión con Tao? - Murmuró.
- Quién sabe... Quizás sea porque es el único de nosotros que está dispuesto a dejarse mimar las veinticuatro horas del día... ¿No?
Luhan se encogió de hombros, asintiendo. - Debe ser por eso...

- ¡Gente! - Kai aterrizó entre nosotros dos con muy poca delicadeza.
- Qué bruto es... - Se quejó Luhan, acariciándose el costado donde había recibido un golpe.
- La ceremonia final está a punto de empezar, así que vamos a la fila y, por favor, ¡vayámonos ya a casa!
- ¡Sí, que ya empiezo a sentir la claustrofobia! - Luhan se incorporó de un salto y me tendió la mano, sorprendiéndome. La rechacé con una sonrisa y me levanté por mi cuenta, dejándole con una expresión confusa. No podría soportar tomar de nuevo su mano...
Los tres nos unimos a nuestros compañeros en la fila y en breves ya estábamos despidiéndonos de los demás grupos, deseándonos buena suerte en el futuro y esas cosas que en realidad sólo se dicen por cumplir.

Luhan POV

- ¡Me pido primer en la ducha! - Kai salió escopeteado hacia el baño, deleitándonos con su exhibicionismo habitual de camino al baño. Kyungsoo bajó la mirada inmediatamente, rojo como un tomate y provocando las burlas de los demás. - Hyung! - Kai se asomó por la puerta de la ducha, mirándole a él. - ¿Vienes? Hay que ahorrar agua... - D.O abrió, aún más si cabe, los ojos y asintió, huyendo de las burlas mientras corría a refugiarse en los brazos del famoso bailarín son una sonrisa brillante en el rostro. Sonreí también; los envidiaba tanto... Ellos podían llevar una relación "normal", dentro de lo que cabe, y tenían la suficiente fuerza como para soportar los contratiempos. "Yo no sería capaz..." Miré a Sehun de reojo y metí las manos en los bolsillos mientras le seguía a nuestro cuarto. Sonreí cuando recordé a Sehun sonrojado preguntándome si quería compartir cuarto con él.

- Me voy a duchar, Luhan. - Me dijo, tomando la toalla y saliendo por la puerta.
"Cuándo dejó de llamarme Hyung? ¿Cuándo dejó los formalismos?" Me tiré en la cama en plancha, suspirando y recordando el día. El sólo recuerdo de Sehun sonriéndome mientras me tomaba la mano hacía que el corazón se me sobrecogiese. Yo no era como él, yo jamás había dejado que nadie supiese de mis verdaderos sentimientos hacia él, no tenía ese valor de mirar al mundo entero y decirle quién era la persona a la que amaba. Me odiaba por eso.

- Luhan. - Suho entró por la puerta, con su flamante sonrisa en el rostro y se la devolví.
- ¿Sí?
- Hablé con Sehun, tal y como me pediste.
- Ah, ¿y bien?
- Bueno, de alguna manera se convenció a sí mismo de que tenía que olvidarse de ti, así que creo que lo hice bien. - Me levantó el pulgar, guiñándome un ojo. Yo no fui capaz de devolverle el entusiasmo. ¿Sehun se iba a olvidar de mí? ¿Lo había decidido él solo? - ¿Qué ocurre? ¿No era eso lo que querías?
Asentí en silencio, bajando la mirada hasta mis propias rodillas.
- ¿Y lo decidió él solo? - Pregunté por fin.
- Sí, fue muy maduro la verdad... Bueno, después de un berrinche bastante gordo, al final se dio cuenta de que así no iba a ninguna parte.
- Ah... Pues que fácil se rindió, menos mal. - En el fondo, esto es lo que quería, quería que Sehun dejase de sufrir porque yo no era capaz de corresponderle, pero por otro lado me sentía triste de que se hubiese rendido tan fácilmente.
- Voy a ir a ayudar a Kyungsoo con la cena. No parece poder moverse tan bien como antes... - Resopló y negó con la cabeza, ocultando una sonrisa traviesa. - Voy a tener que darle algo a JongIn para que se esté más tranquilito... - Murmuró saliendo de mi cuarto y dejándome solo con mi desilusión sin sentido.

- Bueno... Esto es lo que querías, Luhan. No tienes ningún derecho a quejarte. - Murmuré, abriendo el armario para buscar mi muda.  La puerta se abrió en ese mismo momento.
- Date prisa en ir a ducharte o esos buitres te agotarán el agua caliente. - Sehun entró con el torso descubierto mientras se secaba el pelo con una toalla. Tragué saliva y asentí con una sonrisa fingida. Me dirigí a mi cama para coger mis toallas, dobladas encima con olor a suavizante por cortesía de Kyungsoo.
- Perdona por mi comportamiento de hoy. - Dijo a mi espalda en voz bajita, tan bajita que apenas era audible. Me giré, mirándole sorprendido.
- No pasa nada... Está bien. - Murmuré. No podía dejar de mirarle, sus ojos marrones me habían hipnotizado.
- Luhan... - Me derretí al escuchar su nombre de esos labios con los que tantas noches había soñado. - Te lo voy a preguntar por última vez. Esta será de verdad la última, te lo prometo. Jamás volver a sacar el tema, lo juro... Pero... Por favor, sal conmigo.
Algo se rompió en mi interior en ese momento. Retiré la mirada de sus ojos, hermosos como ellos solos, y cogí mis toallas, dirigiéndome a la puerta.
- Imposible, Sehun. Somos amigos. - Iba a abrir la puerta, pero su brazo desde mi espalda me lo impidió.
- Esta vez no voy a aceptar esa razón. Dame una de verdad. Dime que no me quieres, que no te gusto, que no soy tu tipo o que amas a otra persona... Pero no me digas que es porque somos amigos. - Mantenía baja mi cabeza, mirando la moqueta de color crema.
- Porque no. - Le escuché resoplar a mi espalda.
- Luhan... Mira, ya lo sabes, te quiero desde hace más de dos años, desde hace dos años te he visto solamente a ti, solamente has sido tú, ¿por qué no eres capaz de aceptarme? ¿No soy lo suficientemente bueno? Todos dicen que soy guapo, ¿no lo soy para ti? Quiero un motivo al cual me pueda aferrar para no volver a observarte dormir en la cama de al lado sin pensar que quizás mañana pueda por fin llenar ese espacio vacío a tu lado, entre la pared y tu. - Tragué saliva. La voz de Sehun sonaba pausada, suave, grave, llena de dolor... Por mi culpa.
Me giré, tirando las toallas al suelo y, sacando valor de donde no lo hay, le encaré.
- Sehun, no es que no te quiera... Lo hago, y lo sabes, te atesoro más que a nadie, pero... ¡Eres un crío! ¿Cuántos años tienes? ¿Dieciocho? No funcionaría y nos arrastraríamos a ambos a romper la amistad que tenemos. Tienes mucho por vivir, tienes muchas cosas que experimentar antes de poder decidir qué quieres o a quién quieres... No soy lo suficientemente bueno para ti, Sehun. No te merezco, no merezco tu inocencia o tu pureza. No merezco que me quieras de esta forma, incansable, incesante. Además... ¿Cómo crees que sería nuestra relación? No creo que pudiésemos compaginar la vida de idol con la romántica. Es muy duro.
- Chanyeol lo hace bien, y Kyungsoo también. - Sonreí, sabía que me sacaría eso en cara. Negué con la cabeza.
- Ellos viven juntos. Tienen las noches para ellos, los trayectos en furgoneta, los días libres... Pero yo en breves volveré a China, con los demás miembros, y los de K os quedaréis aquí. ¿Qué harás entonces? ¿Qué haría yo? ¿Tres meses como mínimo sin vernos?
- Hoy en día las relaciones a distancia son mucho más fáciles de llevar... Existe internet y... - Le corté.
- No. No, Sehun. Soy una persona adulta, espero más de una relación que un "Buenas noches" antes de irme a dormir, ¿sabes? - Ya me estaba poniendo en mi papel de "Hyung malvado" que tenía que sacar en los momentos como este.
- ¿Qué quieres de mí que sepas que no puedo darte? Puedo dártelo todo, Hyung... - "Hyung!?" Sehun con una sola palabra logró derribar una de mis barreras. Me llevé la mano al pecho instintivamente. Dolía.
Bajé la mirada. No tenía respuesta para aquello. Sehun me había borrado todas las excusas, que al fin y al cabo era lo que le estaba dando, excusas baratas. Le quería demasiado como para hacer que su primera relación fuese de esta forma tan fría y distante como sería la nuestra.

- Luhan... - Su mano me tomó el mentón, levantándome el rostro hasta encontrarme cara a cara con él. - Hyung... No soy un niño, sé perfectamente que una relación entre nosotros sería dura, muy dura... Pero... ¿No crees que el hecho de que me esfuerce tanto en tenerla sea porque puedo enfrentarme a ella? Si tengo que esperar tres meses por ti, lo haré. He esperado una vida entera para encontrarte, ¿qué son dos meses o tres en comparación? Apenas minutos. Te extrañaría, por supuesto, pero eso solo significaría que cada vez tendría más ganas de verte. - Tragué saliva. Mis barreras estaban muy debilitadas... Ya apenas eran de papel. Más aún cuando los labios de Sehun se posaron suavemente sobre los míos, acariciándolos como si fuesen de delicado cristal, con cuidado, muy despacio... Ya no existían barreras. - Hyung... - Susurró sobre mi boca. - Por favor, sé mi primero y mi último... Quiero que seas tú, jamás he estado tan seguro de algo en mi vida...
Sus suplicas derribaron hasta la última de mis débiles defensas, ya no me quedaba nada más que lanzarme a sus brazos como si no hubiese mañana. Asentí lentamente.
- Está bien, Sehun. Tú sabrás a lo que te enfrentas... Pero esta vez no seré yo el que te frene. - Sus ojos brillaron como jamás los había visto brillar. Se humedecían de una forma adorable. Le sonreí con suavidad.
- Me... ¿Me quieres? - Preguntó con la voz entrecortada. Asentí. Jamás creí que le vería con esa expresión. Era un enorme peluche lleno de ternura. Hermoso como nadie. Perfecto. Y era mío.

Me sorprendió cuando se abalanzó sobre mis labios. Rodeó mi cintura con sus largos brazos, tomándome por completo y pegándome a su cuerpo. Solo en ese momento caí en que aún no llevaba camiseta, y la verdad, en esos momentos lo agradecía. Subí mis manos para rodearle el cuello, aprovechando de paso para acariciar esos brazos, suaves. Muy suaves. Sus labios sabían muy bien, eran tiernos, se acomodaban perfectamente a los míos y me hacía gracia cómo se le notaba la inexperiencia, cuando movía sus manos nerviosas por todo mi cuerpo, demasiado rápidas, y sus labios demasiado lentos... Sonreí sobre su boca y antes de que ambos pudiésemos darnos cuenta, ya habíamos aterrizado en mi colchón.
No pude evitar reír al ver la cara de Sehun al vernos en esa situación. Se separó de mí inmediatamente y ocultó el sonrojo de su rostro entre sus manos.
- Perdona, me he dejado llevar. - Negué con la cabeza y me acerqué a él. Era adorable. Le acaricié el cuello con los labios, haciendo que abriese los ojos como platos y me mirase, claramente asustado. - Hyung...
- Sehun... - Le miré con dulzura. Sabía que él lo deseaba tanto como yo, pero le traicionaban los miedos... - Está bien... Ven aquí... - Abrí mis brazos, recibiéndole casi de inmediato y volví a recostarme, dejándole a él encima para que tuviese menos miedo. - Yo puedo enseñarte. - Le sonreí y le besé con ternura, siendo correspondiendo inmediatamente. Podía notar su erección contra mi estómago, pero también cómo temblaban sus manos, que me acariciaban muy despacio por encima de la ropa. Sonreí; sí que era inocente... Y pensar que siempre se hacía el mayor...

Me incorporé un poco, quitándome la camiseta y riendo al ver que él apartaba la mirada inmediatamente. - Tonto... Mírame... - Le susurré, recibiendo encantado a sus ojos, que me escaneaban como si jamás me hubiese visto. Sonreí y le besé de nuevo, llevando por mí mismo sus manos hasta mi torso, para que supiese lo que había que hacer. Me mordí el labio inferior. No era nada malo con las manos...
El resto lo supo hacer perfectamente. Mi pequeño aprendía rápidamente. Unos minutos después, estábamos ambos completamente desnudos, sudando, retorciéndonos por las caricias mutuas, pero yo quería más.
- Sehun... Vamos... - Le apremié, hablando entrecortadamente. Definitivamente, era bueno. De nuevo, su expresión nerviosa apareció, aunque esta vez era más de histeria.
- ¿Seguro? - Preguntó, mirándome con indecisión. Sonreí y le acerqué a mí, abriendo más las piernas para hacerle el camino más fácil. Asentí y él asintió también.
Cerré los ojos, mordiéndome el labio con fuerza cuando empecé a notar su intromisión. Escuchaba su respiración al lado de mi oído, ahogaba sus gemidos con suspiros y por fin, después de unos segundos interminables, logró entrar por completo. Me miró con expresión preocupada.
- ¿Estás bien? - Murmuró. Asentí y él me besó el cuello. Me sorprendí de que supiese lo que tenía que hacer para relajarme el cuerpo. No tuve ni que decirle cuándo estaba listo para seguir, lo supo él solo. Estaba muy orgulloso. Se movía deliciosamente dentro de mí, me acariciaba todo el cuerpo con la boca, despertando en mí cosas que no creí que pudiese sentir. Sus manos me recorrían, entero, por toda mi anatomía, arrancándome gemidos demasiado vergonzosos pero que por suerte no pareció apreciar.

No tardamos en llegar ambos. Sehun se dejó caer encima mía, extasiado, y sacándome un gemido. Pesaba más de lo que me esperaba, pero no me importaba. Había sido delicioso. Me miró, avergonzado, esperando algún comentario por mi parte. Le sonreí y le besé, abrazándome a él, que se había dejado caer a mi lado para evitar amanecer con un cadáver debajo.
- Has sido genial... - Le dije, besando su pecho. Sonrió, orgulloso.
- ¿En serio? - Asentí y me abrazó con fuerza.
- De hecho... Creo que nunca me había gustado tanto... - Murmuré, encontrándome con su mirada sorprendida.
- Eso es porque me quieres, y seguro que me quieres a mí más de lo que has querido a nadie. Dicen que cuando lo haces con quien tu quieres, es lo mejor. - Le miré con expresión divertida. ¿De dónde había sacado toda esa confianza de repente? No pude evitar reír.
- Si tú lo dices... Te creeré. - Puso morros, enfadado por mi desconfianza. - Sabes qué, Sehunnie? - Se sonrojó al escucharme llamarle así. - Puede que sí que sea porque te quiero más de lo que he querido a nadie... - Susurré sobre su oído, dibujando automáticamente una sonrisa de oreja a oreja en su rostro. Se giró y me abrazó con fuerza, besándome con ansias. Reí sobre sus labios. Era terriblemente feliz. Ojalá hubiese dejado a un lado mis inseguridades antes, y así habría podido abrirme del todo a la montaña de sentimientos que Sehun me ofrecía y nunca se cansó de recordarme que ahí estaban, esperándome.

- Sehun... - Murmuré, observándole dormir frente a mí. - Sé mi último...


-FIN-

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