Comisaría
central de Policía. Seúl.
- Los
creadores de perfiles están aquí e instalándose, Señora Lee. - Un policía se
acercó a anunciarles la noticia, y los tres asintieron suavemente sin despegar
la vista de la pantalla.
- Espero que
ellos puedan hacer que la cosa se acelere. - Musitó Eunjung.- Ya hemos perdido
a uno de los chavales, no podemos dejar que mueran más.
- Las fans
se pondrán histéricas. Habrá suicidios. - Eunjung y Donghwan miraron a Changmin,
que no apartaba la lista de la imagen en la que dos de los jóvenes lloraban
arrodillados al lado del cuerpo ensangrentado de su compañero.
- Un
comentario de lo más apropiado para el momento, Kang.- Masculló Donghwan, que
había llegado en mitad de la matanza, sin poder creerse lo que acababa de
escuchar. Kang Changmin nunca había sido un tipo particularmente sensible, pero
no podía dejar de asombrarle lo sociópata que podía llegar a ser.
Cuando ambos
lograron escapar de las torturas a los que les había sometido, al menos a él,
aquel loco perturbado, tuvo que precisar de ayuda psicológica, medicación para
las crisis nerviosas y, sobre todo, guardar luto por sus compañeros. Sin
embargo, Changmin al día siguiente quería ir al trabajo con una sonrisa en el
rostro.
Una cosa es
no ser sensible o empático, y otra lo del inspector Kang.
Donghwan
miró de reojo a Eunjung, que fruncía el ceño. Estaba seguro de que ella también
empezaba a ver algo en su compañero de lo más extraño. Decidió que cuando
tuviesen la oportunidad, le diría que de la carpeta del caso de Kim habían
desaparecido pruebas forenses, y de la su propio caso, más todavía. Algo no
encajaba en aquel puzzle.
- Buenos
días. Somos la unidad de análisis de conducta del gobierno. - Un grupo de cuatro
hombres y una mujer, vestidos completamente de negro, entraron en la sala donde
todos estaban pendientes de la pantalla. Las miradas inmediatamente se
centraron en ellos, pero ellos caminaron perfectamente coordinados hasta
colocarse al lado de la pizarra que se había preparado con todas las pruebas
por los agentes de policía.
- Hemos
estado analizando los casos anteriores de este asesino y estamos bastante
seguros de que no se trata de un imitador, así que tacharemos esto. - Comentó
con firmeza la mujer, sacando un rotulador del bolsillo de su chaqueta y
dibujando una cruz roja encima del apartado “¿imitador?”.
- ¿Cómo
están ustedes tan seguros? - Espetó Changmin desde algún lugar de la sala.
Donghwan le miró a través del reflejo de la ventana con el ceño fruncido. Había
algo extraño en él.
- Primero:
La victimología encaja.
- No estoy
de acuerdo. - Espetó esta vez Donghwan. Los analistas resoplaron y le miraron
con frustración, pero éste no se dejó amedrentar. Iba a resolver este caso.- Yo
mismo me vi bajo las trampas de este asesino, y otro compañero mío también.
Ambos pasamos ya de los treinta y cinco años, al igual que nuestros otros tres
compañeros fallecidos. Dos de ellas, mujeres.
- Si nos
hubiese dejado acabar, podría haberse ahorrado la pregunta. - Espetó un hombre
extranjero con acento alemán. - A lo que nos referimos es que el sujeto siempre
escoge a grupos de siete personas por lo que él cree que es una razón justa, en
su imaginación se ve como una especie de Dios que ha de liberarnos del pecado.
- ¿Cómo lo
saben? - Preguntó uno de los agentes que antes había derramado lágrimas al ver
la atrocidad que le habían hecho a aquel niño.
- Escoge a
siete personas, eso tiene un significado religioso: Los siete pecados capitales
que se citan en la biblia del cristianismo católico. - Aclaró otro de los
analistas, este más menudo.
- Además, se
cree el mesías que nos ha liberar de ellos, que quiere que se imparta justicia,
por eso dibuja en todos sus cuerpos el ideograma del que se habla. Creemos que
se trata de un fanático religioso, obsesionado con ejercer la justicia.
- Pero… En
el caso del cantante Kim Hyunjoong no fueron siete personas, sino una sola.
¿Qué quiere decir eso?
- Ahí
queríamos llegar. Ese solamente ha sido un imitador. De las trampas del sujeto
siempre tienen una oportunidad de salvarse siempre y cuando hagan lo que él
diga y se organicen, sin embargo, la trampa en la que el cantante fue
asesinado, no había forma posible de liberarse o de sobrevivir.
- Entonces
tenemos a dos perturbados sueltos por Seúl. Maravilloso. - Masculló una agente
de policía.
- Creemos
que se trata de un hombre joven, de veintisiete a treinta y dos años.
Probablemente sea extranjero, pero haya vivido en la zona por un gran periodo
de tiempo de su vida. Tendrá un complejo de inferioridad que hará que desee que
su palabra se escuche en todo momento, pero debido a que no se le suele
escuchar, desata su rabia contra estas personas.
- No tienen
que ser necesariamente las que le han hecho sentir inferior, sino con que haya
un cierto parecido será suficiente para que él sienta que ha de atacar. -
Retomó la analista, anotando cada dato en la pizarra.
- Estará en
forma, debido a que las trampas que construye requieren de agilidad y fuerza
física. Además, tendrá conocimientos de electrónica, carpintería y
probablemente química.
- Es
probable que tenga un puesto de trabajo que se cree que es inferior a lo que él
se merece, pero al mismo tiempo es importante. Puede ser en cadenas de
televisión, radio, relacionado con la música… Algún lugar donde tenga muy cerca
un público, pero al que por su posición laboral no pueda dirigirse.
Donghwan
miró entonces de reojo a la jefa de departamento, Lee Eunjung, que escuchaba
con los ojos como platos y el rostro blanco como la tiza.
- ¿Te
encuentras bien? - Le preguntó, extrañado. Ella parpadeó, y le miró asustada,
como si hubiese visto un fantasma. - ¿Quieres un poco de agua?
- Estoy
bien. - Susurró ella, pero sus manos, temblorosas no decían lo mismo.
- ¿Puede
servirnos de algo el ideograma de justicia para buscarlo? - Preguntó Donghwan,
sin quitarle el ojo de encima a Eunjung. Algo fallaba en el caso, y parecía que
todos tenían algo que ocultar en él.
- Debido al
fanatismo que el sujeto muestra hacia el símbolo es probable que lo quiera
expresar con todo su ser. Puede ser una pegatina en el coche, una chapa, un
parche en la chaqueta o mochila, o incluso un tatuaje.
- Dios mío.
- Susurró Eunjung, incorporándose de la mesa donde estaba sentada y temblando
de pies a cabeza.
- ¿Señora Lee?
- La llamó uno de los analistas, el que todavía no había dicho nada y se había
dedicado a observar a todos los agentes con lupa durante la charla, leyendo
reacciones y movimientos involuntarios.
- ¿Sí? -
Respondió ella, mirándole, asustada.
- ¿Se encuentra
usted bien? - Ella miró a la enorme pantalla, en la cual los dos últimos chicos
quedaban en la habitación se gritaban, histéricos.
- Solo
estoy… Algo nerviosa. Me iré a lavar la cara cuando terminen y me pondré bien.
- Respondió, con voz entrecortada y las manos sudorosas. El analista enarcó una
ceja y asintió.
La analista
de la pizarra terminó de anotar todo, cerró el rotulador y miró a su público.
- Hemos
terminado. Por favor, pónganse a investigar de inmediato.
No tuvieron
que decirlo dos veces y Eunjung ya había salido disparada de inmediato al
lavabo, bajo la atenta mirada de Donghwan y de Changmin.
- Dios mío…
No puede ser…
- Gracias
por acompañarme, Eunjung. - Jaebum le sonrió, mientras caminaban de la mano por
un distrito poco concurrido de la ciudad.
- ¿Cómo
no iba a venir? Sé que te hace ilusión, aunque en mi opinión es una horterada.
- Pues
siempre que estamos en la cama los acaricias.
- ¡Porque
no hay ninguna zona de tu piel que pueda acariciar que no esté impregnada de
tinta!- Protestó ella, entre risas. Jaebum también rió, dándole un beso en la
mejilla.- ¿Qué tal en el trabajo? - Le preguntó, y el rostro del hombre se
tornó oscuro de repente. La sonrisa de Eunjung también se borró y le miró,
preocupada.- ¿Ha pasado algo malo?
- Nada…
Mi jefe, que es un gilipollas.
- Oh…
¿Cuál de ellos?
- El más
feo de todos. ¿Quién se cree que es para mangonear a todo el mundo como si
fuésemos marionetas? Algún día se hará justicia, y los inocentes como yo les
pisaremos y aplastaremos a todos los que ahora se creen los reyes del universo.
- Eunjung frunció el ceño.
- ¿Estás
bien? Pareces realmente enfadado…
- Se me
pasará. Dios sabe lo que hace.- Eunjung sonrió suavemente y asintió. Había
conocido a Jaebum en una reunión semanal de la iglesia de su barrio, habían
tomado café un par de veces y simplemente la cosa iba bien entre ellos. Él
trabajaba como instructor de danza y coreógrafo para varias agencias de
entretenimiento y televisión, y era cinco años más joven que ella. El sueño de
toda mujer soltera a los treinta y uno.
- Y… ¿Ya
sabes lo que te vas a tatuar? - Dijo, intentando cambiar de tema. La expresión
de Jaebum se iluminó de repente, y asintió con energía.
- Te va a
encantar, y más aún por ser policía. - Eunjung rió y le miró, extrañada.
- ¿Qué
es?
-
Adivínalo. ¿Por qué te hiciste policía? ¿Por qué decidiste defender a los
inocentes del mal?
Eunjung
parpadeó, sin entender por dónde iban los tiros.
- ¿Eh?
- Sí,
¡venga! ¡Es muy fácil!
- ¿Te vas
a tatuar el símbolo de la paz o algo así? - Rió ella, haciendo que Jaebum
resoplase y la mirase con frustración.
- No,
boba. La letra china de justicia. - Ella no ocultó su sorpresa.
- ¿En
serio? - Él asintió, completamente emocionado a medida que llegaban al salón de
tatuajes.- ¿Es bonito?
- ¿Qué
más da que sea bonito? Lo importante es el significado. - Espetó, mirándola con
fiereza.- La justicia lo es todo, Eunjung, todo. Y hemos de ayudar a expandir
su palabra y la de Dios.
Eunjung
rió.
- ¡Amén,
Jaebum!
En algún
lugar de Seúl.
Mark cerró
la puerta del cuarto y en ese momento todos gritaron al escuchar al otro lado
de la pared una enorme explosión. Mark se giró, mirando a sus compañeros con
pánico.
- Las bombas
de clavos… - Musitó.
- Youngjae…
- Sollozó Jaebum, sin poder evitar pensar en el cuerpo de su amigo atravesado y
destrozado por miles de objetos puntiagudos de metal. Se dejó caer de nuevo
sobre sus rodillas y gateó hacia una esquina sucia y húmeda para llorar en
silencio.- Youngjae…- Repetía, una y otra vez entre lágrimas y un sentimiento
de culpa que le estaba empezando a superar. Si tan solo hubiese ido él de
último, si tan solo hubiese corrido un poco más rápido… Quizás los siete
todavía estuviesen juntos.
Ninguno se
dio cuenta de que, cinco segundos después de la explosión, una cámara que
estaba sobre Jaebum, encendió una pequeña luz roja y los seis estaban siendo
observados. Tampoco se dieron cuenta de que, sobre la puerta que guiaba a lo
que ellos esperaban que fuese el fin de esa tortura, un reloj exactamente igual
al anterior, se encendió, y veinte minutos iniciaron su cuenta atrás.
Jackson, que
había entrado el penúltimo en el cuarto, yacía en la esquina de al lado de
Jaebum, tirado en el suelo, sintiendo el frío y la humedad atravesar su ropa.
Abrazó sus rodillas y rompió a llorar de nuevo. Odiaba aquello, odiaba haber
dejado su casa, sus amigos, a su madre enferma y todo lo demás atrás para
perseguir un sueño que iba a acabar de una forma tan cruel.
Jinyoung
abrazaba a Mark, que se había quedado de piedra tras escuchar la explosión.
- No podías
saberlo… - Le consolaba, pero Mark no se movía. Ni pestañeaba. El sonido del
metal chocándose contra los azulejos y haciéndolos pedazos rebotaba por su
mente como una espantosa canción de terror y dolor. Además, le era inevitable
pensar en la mirada de miedo que Youngjae les dedicó a todos antes de ser
degollado. Esa mirada jamás se le borraría, no podría volver a dormir nunca,
jamás volvería a sonreír.
Jinyoung,
viendo que su amigo no era capaz de reaccionar, le empujó suavemente hasta
sentarle en el suelo, y entonces buscó con la mirada a los dos pequeños del
grupo.
Bambam
estaba tumbado en el suelo, al igual que Jackson, y Yugyeom temblaba hasta el
punto de tener convulsiones, con los ojos muy abiertos y sin dejar de llorar. Sin
embargo, no sollozaba, no gritaba, no se movía. Estaba en shock debido a la
culpabilidad. Decidió acercarse a él, pero en el momento en el que posó su mano
sobre su hombro, Yugyeom se giró violentamente, saltó y corrió de espaldas
contra la pared que tenía detrás de sí, chocándose contra ella y mirándole con
el miedo en los ojos, empezó a gritar. Jinyoung corrió hacia él, arrodillándose
a su lado, pero eso solo hizo que Yugyeom gritase más y más, bajando la vista
al suelo y tirándose del pelo con desesperación.
- Yugyeom,
por el amor de Dios, ¡cálmate! - Le pedía el mayor, pero el pequeño del grupo
estaba al borde de la locura. Finalmente, Bambam, incorporándose del suelo, se
acercó a Yugyeom y se sentó a su lado, tomándole la mano sin decir palabra, y el
rubio comenzó a bajar el volumen de sus gritos hasta que rompió a llorar,
hundiendo su rostro en sus rodillas, pero sin soltar la mano de Bambam, que
mantenía la mirada perdida, observando una serie de imágenes en su cabeza que
solamente él podía ver.
Jinyoung
optó por alejarse. Se sentía impotente, y claro que él sentía tanto la muerte
de Youngjae como los demás, pero no podía permitirse el lujo de caer en un
estado catatónico como Yugyeom o Mark, sino que tenía que conseguir sacar a sus
amigos de allí. Optó por acercarse entonces a Jackson, que temblaba y lloraba
en silencio.
Caminó
despacio hacia él, y se agachó a su lado, intentando obtener su atención.
- Hey… - Le
acarició la espalda, pero solo obtuvo una mirada de dos segundos antes de que
Jackson decidiese que ese personaje no era merecedor de su atención. El moho de
las esquinas de aquella celda era más interesante.- Jackson, ¿te encuentras
bien?
El aludido
tardó menos de un segundo en incorporarse y mirarle con el odio reflejado en la
mirada. Jinyoung se incorporó también y le miró con tristeza.
- No me
hables. - Siseó, tensando la mandíbula.
- Jackson,
entiendo que soy la última persona con la que quieres hablar, ¡pero míranos! -
Suplicó Jinyoung, señalando a sus cuatro compañeros. - Tenemos que salir de
aquí. Todos.
- Ya no
estamos todos. - Siseó de nuevo.
- Lo sé,
pero para poder vengar la muerte de Youngjae tenemos que salir de aquí. Tenemos
que salir vivos. Todos.
- ¡QUE NO
SOMOS TODOS! - Rugió Jackson, agarrándole del cuello de la sudadera, sucia y
húmeda, y empujándole con fuerza contra la pared. Nadie reaccionó a aquel acto
de violencia, probablemente porque nadie tenía su mente en aquel lugar en ese
momento.
- Jackson… -
Jinyoung intentó razonar de nuevo con él. - Por favor… Cuando salgamos de aquí
pégame todo lo que quieras, no te lo impediré, pero ahora… Tenemos que salvar
esta prueba. Bambam y Yugyeom son críos todavía, y todos los demás tenemos
mucha vida por delante, al igual que la tenía Youngjae. Tenemos que salir de
aquí para poder mandar a alguien a por su cuerpo y lograr que descanse en paz.
Los ojos de
Jackson se humedecieron de nuevo, al tiempo que su fuerza disminuía, y entonces
Mark se acercó de la nada, separándolos con facilidad sin pronunciar palabra.
Jackson retrocedió dos pasos, mirando a Mark con una expresión destrozada, y el
alto también sintió sus ojos humedecerse.
- Ya está
bien… Jinyoung tiene razón. Tenemos que salir de aquí para poder volver a por
Youngjae.
- O lo que
quede de él. - Siseó Jackson, de nuevo sintiéndose furioso. En su campo visual
solamente entraban Mark y Jinyoung, y solamente aquello ya le daba ganas de ser
él la siguiente víctima de ese juego macabro.
- No digas
eso. - Mark le acarició una mejilla, y Jinyoung salió de detrás de él para
apartar su brazo del rostro de Jackson, haciendo que ambos le mirasen, uno
confuso y el otro furioso.
- Jinyoung…
- Ya está
bien, Mark. Es suficiente. - Espetó, con el ceño fruncido. Mark bajó la mirada
y Jackson se giró, resoplando.
- Jinyoung
tiene razón, ya está bien.
- ¿Por
qué eres tan hermoso? - Susurró Jackson con una sonrisa, acariciando el rostro
de Mark. Ambos yacían medio desnudos en la cama del nombrado, abrazados, tan
pegados el uno al otro que sentían sus corazones chocarse y sus alientos
abrazarse.
-
Cállate… - Protestó Mark, bajando la mirada con vergüenza y sonriendo de una
forma que a Jackson no le pareció nada más que adorable. Tomó el mentón del
pelirrojo y levantó su rostro hasta que ambos se miraron a los ojos. Las
mejillas de los dos amigos, o lo que quiera que fuesen, se tornaron carmesí, y
suspiraron al mismo tiempo que compartían un beso lento y tímido.
- Te
quiero… - Dijo Jackson, mordiendo suavemente el labio inferior de Mark, que
gimió en bajito, cerrando los ojos y dejando paso a un suspiro que salió de sus
labios para entrar en los del moreno.
-
Hagámoslo. - Dijo Mark, abriendo los ojos y mirándole con dulzura. Jackson
entonces se sentó en la cama, mirándole con sorpresa.
- ¿Estás
seguro? - Mark asintió, todavía tumbado, y estiró los brazos hasta alcanzar el
cuello de Jackson, enredando las manos en su pelo y tirando suavemente de él
hasta que se colocó encima. Jackson apoyó sus brazos a ambos lados del delgado
y pálido cuerpo del que era su primer amor, y le observó durante unos segundos
preciosos, hasta que el otro rió, avergonzado.
- ¿No
quieres?
- Me
muero por ello… Pero es que me da miedo hacerte daño… - Susurró, acariciando su
mejilla, más suave que el terciopelo. ¿Cuándo se había convertido el gran
atleta en un idiota enamorado? Probablemente desde el momento en el que había
conocido a aquel ángel sin alas y el destino decidió por capricho que
compartiesen cuarto.
- No lo
harás… Confío en ti. - Mark se incorporó un poco hasta alcanzar sus labios y
ambos se taparon con la manta hasta los hombros, apagando la luz.
Lentamente,
con cuidado, con cariño… Así se acariciaban el uno al otro, protestando porque
el rozar de sus mantas no era el de las manos del otro. Dejándose llevar por un
deseo que les volvía locos y envolvía como el más dulce de los perfumes.
Mark,
normalmente callado y tímido, tiró suavemente del elástico de la ropa interior
negra de Jackson, forcejeando con ella hasta que el más joven le ayudó a
liberarse de ella. Ambos se sonrieron, todo estaba bien, todo iba como la seda,
así que Jackson también tiró suavemente de la ropa interior blanca de Mark, que
deslizó entre sus piernas con facilidad.
- Has
sido la primera persona a la que le he dicho que le quiero, ¿sabes? - Susurró
Jackson en el oído de Mark, antes de lamerlo y morderlo con delicadeza,
haciendo protestar y gemir al mayor, cuya cadera se movió involuntariamente
contra la del más joven, haciendo que ambos soltasen un gemido al unísono.
- No
hables… - Susurró Mark, sonriéndole con dulzura y hundiéndose en sus labios de
nuevo.
Justo
cuando Jackson lamía sus dedos, preparándose para hacer la tarea seria bajo la
atenta y excitada mirada de su compañero, el móvil de uno de ellos empezó a
sonar. Se miraron, completamente fríos por el inesperado corte.
- ¿Es el
tuyo? - Mark asintió y Jackson suspiró, frustrado.- ¿Quién es?
Mark le
empujó suavemente de encima y bajó la mirada.
- Es el
tono de Jinyoung. - Jackson iba a decir algo, pero el repentino enfado que
sintió decidió que quizás no era el mejor momento. - Debería responder…
El teléfono
continuó sonando durante unos segundos, pero cuando Mark gateó hacia él, dejó
de hacerlo. Lo tomó de todas formas en su mano, y miró a Jackson con expresión
arrepentida.
- No
entiendo por qué te llama… ¿No le has dicho que estás conmigo? ¿Que debe de
dejar de insistir?
Mark bajó
la mirada, sin responder, desbloqueando la pantalla y tecleando un mensaje para
Jinyoung. Jackson enarcó una ceja y se incorporó de la cama, poniéndose su ropa
interior y mirándole con los brazos cruzados.
- No lo
has hecho, ¿verdad?
- No
encontré el momento…
- Ya…
Seguro que no. - Ironizó. Se iría de la habitación, pero era la misma que la de
Mark, así que simplemente se fue a su cama, tumbándose sobre ella y mirando al
techo con frustración.
El
teléfono sonó de nuevo.
- Oh, ¡Jinyoung!-
Cerró los ojos ante el tono dulce de Mark.- Estaba… Durmiendo. - Los abrió como
platos, incorporándose y mirándole, incrédulo. Mark le aguantó la mirada menos
de un segundo, antes de incorporarse, ponerse también su ropa interior y
sentarse al borde de la cama.- Estoy bien, no tienes que venir. Jackson está
conmigo.- Mark rió suavemente. - Qué bobo eres… Ven entonces, pero es una
tontería. Ya no tengo fiebre… Está bien. Hasta ahora.
- No se
lo vas a contar, ¿verdad? - Dijo Jackson, observando a Mark vestirse
apresuradamente. Éste le miró, tras peinarse.
- No es
el momento… - Musitó, antes de salir del cuarto.
- Dejaos de
chorradas y espabilad. - Jaebum en ese momento se incorporó, furioso, y su voz
resonó por la sala de azulejos.- No pienso dejar que ninguno más se quede por
el camino, ¿está claro? Así que, vosotros tres, dejaos de telenovelas
estúpidas, y vosotros dos, - Dijo, señalando a Bambam, que le miraba con
cansancio, y a Yugyeom, que había dejado de temblar tanto y solamente lloraba
involuntariamente.- espabilad, levantaos, y poneos a aportar ideas. ¡Venga!
Los niños
obedecieron, incorporándose sobre sus piernas con esfuerzo por mantener el
equilibrio después de todo, y Jackson, Mark y Jinyoung simplemente asintieron
en silencio.
- Mark, tú
entendiste más o menos como funcionaba la… prueba anterior. ¿Tienes idea de
cómo puede ir esta? - Mark mantenía baja la mirada y negó suavemente.
- Yo sí. -
Dijo Jackson, que había aprovechado la discusión con Jinyoung para despejarse y
darse un par de vueltas por la habitación. Desde el fondo de ésta, levantó el
brazo y señaló un reloj del cual nadie se había percatado hasta el momento.-
Aquí hay un temporizador al que ahora le quedan diez minutos. Probablemente
eran veinte o así cuando entramos, por lo que debió de activarse cuando se
cerró la puerta.
Mark cerró
los ojos con fuerza, escuchando en su cabeza de nuevo la explosión.
- De
acuerdo, tenemos diez minutos, pero aquí no hay televisión, por lo que no
parece que vayamos a recibir ningún tipo de instrucciones esta vez. Tenemos que
buscarnos la vida.- Añadió Jinyoung, recibiendo una mirada de odio por
parte de Jackson que decidió ignorar.
- Por lo que
puedo ver, - Continuó Jackson.- hay siete tarros colgados del techo, ¿no?
Todos
elevaron la mirada ante la observación, y efectivamente, había siete tarros
enormes de cristal colgados del techo, llenos de clavos.
- Creo que
en los tarros hay llaves.
- ¿Cómo
sabes que no son bombas? - Preguntó Jaebum, acercándose a donde él estaba.
- Porque no
están conectados a cables, y en este de aquí logro ver una llave entre los
clavos. Probablemente haya una en cada uno.
- ¿Y para
qué son las llaves? - Preguntó esta vez Jinyoung. Jackson ni le miró, pero
decidió responder por los demás.
- Antes no
entendía la función de las enormes tuberías que hay a los lados… - Todos
dirigieron esta vez la mirada a las tuberías que había a ambos lados de la
pared. En una había tres tubos enormes, cerrados con una verja y un candado, y
en la otra había dos. Justo debajo de una, habían estado sentados Bambam y
Yugyeom. - Son para que, cuando el temporizador acabe, nos podemos esconder
dentro y salir vivos.
- Pero solo
hay cinco tuberías, y somos seis. - Musitó Yugyeom, con voz débil.
- Bambam
puede entrar conmigo. - Dijo Mark, acercándose a los dos niños, que miraban
todo, confusos. - Yo ocupo muy poco por volumen, y él también por altura. No
llenaremos ni una.
- Las bombas
están en las cuatro esquinas de la habitación, - Añadió Jackson, señalándolas
una a una.- Así que si explotan y todos estamos dentro de nuestra tubería, no
nos harán daño.
- ¿Y cómo
rompemos los frascos de cristal? Están muy altos. - Protestó Jinyoung. Jaebum
entonces caminó apresuradamente a la esquina donde antes había estado a punto
de perder la cordura, y cogió una barra de metal, similar a un bate de béisbol.
- Antes
tampoco entendí su función, pero ahora tiene sentido.
- ¿Sólo hay
una? - Preguntó Bambam, buscando rápidamente alrededor de la sala. - Sí, solo
hay una.
- Tendremos
que turnarnos entonces. - Dijo Jaebum. Todos sintieron ese pequeño miedo,
cuando el reloj marcó que solo quedaban seis minutos para que los clavos
arrasasen con todo ser vivo que no estuviese en su refugio. Los turnos y la
organización del tiempo la última vez no habían salido bien.
- Esta vez
que vayan antes los pequeños. - Musitó el líder, acercándose a Yugyeom y
tendiéndosela. Nadie protestó, eran los que más nerviosos estaban y los que más
tardarían, así que si iban ellos primero, estarían más tranquilos al tener un
margen de tiempo. Pequeño, pero un margen al fin y al cabo.
Yugyeom miró
a Bambam y le tendió la vara.
- Ve
primero. - Susurró. Bambam asintió, con la mirada baja y la tomó. No tenía
fuerzas, se sentía muy débil, y tan solo quedaban cinco minutos.
Por fin,
levantó con esfuerzo el pesado trozo de metal y golpeo con todas sus fuerzas,
pero el objeto rebotó ruidosamente contra el suelo, haciendo que el nerviosismo
creciese entre sus compañeros. Miró hacia arriba confuso, dándose cuenta
entonces de que la altura del frasco era más alta de lo que él creía.
- No le
llegas… - Susurró Jinyoung.
- ¡BAMBAM,
JODER! - Rugió Jackson, cogiendo la barra del suelo, pero Jaebum se la quitó y
se la tendió al pequeño de nuevo.- ¿QUÉ COÑO HACES? ¡TENEMOS PRISA! ¡NO TENEMOS
TIEMPO PARA ESTO!
- No grites.
- Le amenazó el líder, mientras Bambam la cogía, tembloroso y nervioso por
culpa de Jackson. Ahora se sentía más presionado.
- Yo lo haré
por ti… Estás muy cansado. - Yugyeom se acercó, quitándole la barra de las
manos, pero Bambam le empujó, no una, sino dos veces, echándole con todas sus
fuerzas contra la pared.
- PUEDO
SOLO. ¡PUEDO SOLO! - Le chilló. Yugyeom le miró, sorprendido, pero entonces
resopló y le miró con enfado.
- Haz lo que
te dé la gana. Si hasta en estos momentos tienes que renegar de mí.- Siseó,
tirándola con rabia contra el suelo y caminando hasta el fondo de la sala.
- ¿Qué haces
ahí? - Le preguntó Mark.
Yugyeom miró
fijamente a Bambam, que lloraba, histérico, y se le caía la barra de las manos.
- Colocarme
al lado de las bombas. Iré de último, así si no queda tiempo, moriré pronto y
no sufriré. Algo es algo.
- No digas
tonterías, Yugyeom. - Le reprendió Jinyoung, pero Yugyeom no le escuchó,
simplemente clavó su mirada en Bambam, al que Jaebum intentaba tranquilizar.
- ¿Dónde
estabas? ¡Llegas tarde! - Yugyeom vio a Bambam llegar corriendo, seguido de
Jackson. Frunció el ceño. No se consideraba alguien celoso, pero que su novio,
su mejor amigo, se pasase la vida pegado a Jackson era algo que le llevaba por
el camino de la amargura.
Bambam
entró en el autobús, sentándose al fondo, seguido de Yugyeom que se colocó a su
lado.
- Fui a
buscar un café con Jackson. - Se excusó Bambam al ver que Yugyeom no paraba de
mirarle con recelo.
- ¿No
podías habérmelo pedido a mí?
- Estabas
ocupado maquillándote.
- ¿Y no
podías esperar dos minutos?
- Si
quería llegar a tiempo, no. ¿Qué te pasa?
Yugyeom
resopló, hundiéndose en su asiento.
- Déjalo.
Esperaba,
o deseaba más bien, que Bambam le dijese con su voz y ojos adorables que le
perdonase y que estaba bien, pero no hizo nada, simplemente se puso los
auriculares, encendió el iPod y se quedó dormido.
-
Surrealista. - Masculló el más joven, suspirando. Bambam era su primera pareja,
y su primer mejor amigo, y no se esperaba que una relación fuese tan
complicada.
Cuando
bajaron del autobús para la firma de discos, Yugyeom decidió que dejaría el
enfado aparte para disfrutar el evento.
- ¿No me
vas a dar un beso? - Le preguntó a Bambam antes de subir al escenario. Éste le
sonrió con dulzura y se puso de puntillas, apoyándose en sus hombros hasta
darle un suave beso en los labios. Yugyeom no pudo evitarlo, tuvo que rodearle
la cintura y abrazarle en el aire entre risas.
- ¿Cómo
puedes ser tan mono?
- ¡Esto
es abuso! - Protestó Bambam entre risas mientras pataleaba en el aire y Yugyeom
giraba sobre si mismo con el rostro hundido en su cuello.
- ¿Qué
hacéis? - Dijo Jackson, entrando en el camerino con su segundo café del día.
Bambam en cuanto escuchó su voz se liberó inmediatamente del abrazo de Yugyeom
y se echó a reír.
- Es un
abusón, Hyung. Claro, como soy un poco más bajito… - Jackson soltó su risa de
hiena al escucharle.
- ¿Un
poco?
- Yah!
-
Parecíais una parejita. - Dijo Jinyoung, entrando con Mark colgado en su
espalda. Jackson, al verlos, desapareció inmediatamente, pero la pareja por
excelencia del grupo se quedó para meterse un poco más con los más pequeños.
- Hyung,
déjalo, si ya sabes que nosotros… - Yugyeom ya les había contado a Mamá
Jinyoung y Papá Jaebum lo suyo con Bambam, y aunque a ninguno les había
emocionado demasiado, habían accedido siempre y cuando no afectase al grupo.
- ¡Somos
amigos, Hyung! ¿Qué sinsentido estás diciendo?- Bambam rió exageradamente y
Jinyoung miró a Yugyeom, confuso. Bambam no sabía que los demás ya estaban al
corriente.
- Oh… -
Mark y Jinyoung se miraron, compartiendo una mueca de incomodidad al ver la
expresión de decepción de Yugyeom. - Bueno…
- Nosotros
vamos a…
- Sí.
- Vamos.
El koala
pelirrojo y el árbol de JJ Project al que se había aferrado salieron
prácticamente corriendo de la sala.
- ¿A qué
ha venido eso? - Preguntó Yugyeom, mientras Bambam respiraba, aliviado de que
se hubiesen ido y no los hubiesen pillado.
- ¿El
qué?
- Lo de
llamarme “amigo”.
- Lo
eres.
- ¡Soy tu
novio!
-
También. Y no lo digas tan alto, ¡que te va a escuchar alguien!- Eso le sentó a
Yugyeom como una bofetada.
- ¿Por
qué te da tanto miedo que lo sepan? Son los miembros del grupo, no van a decir
nada, y el resto trabajan para la agencia, no puede propagarlo por ahí.
- No es
miedo, es… - Bambam suspiró y bajó la mirada. Yugyeom puso los ojos en blanco.
-
¿Vergüenza?
- ¿¡Qué!?
¡No!
- No es
la primera vez que pasa, Bambam, y llevamos siete meses juntos.
- ¿Ya? -
Yugyeom abrió los ojos como platos. - Es broma, idiota, claro que lo sé.
- Pues
parece como si no te importase en absoluto.
- Claro
que me importas… ¡Me gustas!
- Menos
mal que te gusto… No sé cómo sería si me odiases entonces.
-
¿Discusión de pareja? - Dijo Youngjae, comiéndose un plátano al entrar. Rió al
ver la expresión de sorpresa de Bambam.
- No
digas chorradas, Hyung. - Yugyeom miró a Bambam, de nuevo. Éste prefirió no devolverle
la mirada. - Yo… Voy a irme a buscar a…
-
Jackson. Cómo no. Ve, no vaya a ser que te extrañe tanto que se muera de
tristeza.
Bambam no
levantó la cabeza y comenzó a caminar, lentamente. Youngjae, mientras, también
se sentía terriblemente incómodo.
-
Yugyeom, yo…
- Sí,
vete. Me da igual. - Protestó, tirándose en el sofá y respirando con
frustración. Youngjae no se lo pensó dos veces, desapareciendo por donde había
venido. - Ah, Bambam.
Le llamó,
cuando el rubio ya tenía el picaporte de la puerta trasera en su mano.
- ¿Sí?
- Los
hyungs ya lo saben. - Éste se giró, sorprendido. Yugyeom se incorporó,
sentándose en el respaldo del sofá y mirándole con expresión cansada. - Así que
gracias… Yo se lo dije emocionado cuando cumplimos cinco meses, y a ninguno le
sorprendió porque ya se lo imaginaban. Me encanta saber que a mí es al único al
que le hace ilusión dar cariño en esta relación.
Bambam
tragó saliva, se giró sobre sí mismo y salió de la habitación.
- ¿Tan
malo soy para él? ¿Para su imagen? - Sollozó el más pequeño del grupo,
apretando los dientes con fuerza, pero sin poder evitar que todo su maquillaje
se destruyese, al igual que sus sentimientos.
- Está bien,
Bambam, yo lo romperé por ti. - Dijo Jinyoung, cogiéndole la barra, y Bambam se
dejó hacer. Yugyeom, desde el fondo de la sala, soltó una risa sarcástica.
- ¿Hasta Jinyoung
Hyung puede permitirse apoyarte?
- ¡Cállate!
- Le gritó Bambam entre lágrimas. - ¡Tú no sabes nada! ¡NADA!
- SÉ QUE
ESTÁBAMOS JUNTOS Y YO ERA UN LASTRE PARA TI. ESO ES LO QUE SÉ.
Bambam abrió
mucho los ojos. No era común en Yugyeom gritar o ponerse nervioso. Él siempre
era el razonable y el que estaba tranquilo.
- ¡Chicos,
suficiente! - Se interpuso Jinyoung mientras hacía trizas el primer tarro y le
cedía la barra a Mark para que rompiese el siguiente. Se agachó al lado del
montón de clavos esparcido por el suelo, que se clavaban en sus manos,
ensangrentándolas, pero no podían permitirse perder más tiempo. Mark intentó
levantar la barra, pero no fue capaz. Se había lesionado el brazo antes y le
dolía a horrores. Jackson lo miró y se la quitó, empujándole con suavidad hacia
atrás y rompiendo dos de golpe.
- Gracias… -
Susurró Mark, pero Jackson no le respondió, simplemente se agachó delante de su
montón, hiriéndose al igual que Jinyoung, hasta encontrar una pequeña llave
dorada.
- Toma. - Le
dijo, tendiéndosela. Mark le miró, con los ojos humedecidos. Jackson le dedicó
una suave caricia en el rostro antes de girarse y ponerse a buscar la suya. -
Corre a meterte en la tubería.
- Jackson,
yo…
- QUE
CORRAS. - Le rugió, y Mark obedeció de inmediato.
Cuando tan
solo quedaban tres minutos hasta la explosión, Jinyoung por fin consiguió
encontrar su llave y corrió hacia la tubería al lado de Mark.
- ¡BAMBAM! -
Llamó Mark, cuando el pequeño consiguió romper uno de los frascos de un salto,
y tras encontrar la llave, se la dio a Jaebum, que no lograba encontrar una.
- Corre con
Mark, anda. - Le sonrió con cansancio el líder. Éste asintió y estaba ya
entrando en la tubería cuando Yugyeom rompió el suyo. Dos minutos.
- ¡No hay
llave en todos los frascos! - Gritó Jackson, que había roto ya uno y en el
segundo la había encontrado. Ya estaba a salvo, enfrente de Mark. Mark le
miraba, la distancia que les dividía no era solamente física, y eso le dolía
más que cualquier corte y herida que tuviese en el cuerpo.
- No la
encuentro…- Gimió Yugyeom, con las manos ensangrentadas, buscando sin parar.
Mark miró de reojo a Bambam, cuyos ojos se humedecían ante la imagen.
- Bambam, ni
se te ocurra… - No pudo acabar, el pequeño había saltado fuera del refugio,
cayendo al suelo y clavándose distintos clavos, pero a pesar del dolor, tensó
la mandíbula y se arrastró hasta la barra bajo la atónita mirada de Yugyeom.
- ¿Qué estás
haciendo? - Le gritó, afónico. Bambam no escuchó, saltando con todas sus
fuerzas para romper el último frasco que quedaba entero. Un minuto.
- ¡BAMBAM,
VEN AQUÍ! - Le gritó Jackson en inglés.
- YUGYEOM,
AQUÍ ENTRAMOS LOS DOS. ¡VEN! ¡CORRE! - Jaebum llamaba al más joven, mientras
Mark y Jackson le chillaban cosas en inglés al otro.
- ¡AQUÍ
TAMBIÉN CABES, YUGYEOM! ¡VEN! ¡DATE PRISA! ¡LEVANTA! - Jinyoung se desgañitaba
a gritos junto a Jaebum, pero los dos pequeños se habían quedado petrificados
al ver el reloj descender lentamente: Diecisiete, dieciséis, quince…
Bambam,
entonces, se giró lentamente hacia Yugyeom, que le miró con el pánico en la
mirada. Tenía las piernas agujereadas por clavos, y sangraba sin parar, pero
aun así le acarició la mejilla y le sonrió con dulzura.
- Lo siento
muchísimo, Yugyeom… Es culpa mía…
Catorce,
trece, doce…
Yugyeom
entonces dedicó una fugaz mirada al reloj, volvió a mirar a Bambam y le tomó
las manos, sonriendo y llorando.
- Te quiero…
Te quiero muchísimo.
- Jackson
solo era amigo mío.
- Lo sé.
- Y siempre
he estado orgulloso de ti… Siempre te he querido.
Nueve, ocho,
siete…
- ¡BAMBAM!
YUGYEOM! - Jackson les llamaba, desesperado.
- ¿SOIS
IDIOTAS? ¡CORRED! ¡CORRED! - Les chillaban los demás, dejándose la garganta y
los pulmones en intentar que los niños reaccionasen, pero todos en aquella sala
sabían que era demasiado tarde.
Cinco,
cuatro, tres…
- Te amo,
Bambam.
- Y yo a ti.
Con una
coordinación perfecta, en el momento en el que ambos juntaron sus labios, las
puertas de los refugios de todos los demás se anclaron, el reloj llegó a cero,
y un sonido ensordecedor acompañado de una nube de humo y gritos desesperados
de los miembros a salvo, inundaron la sala.
Lo que duró
nada más que unos seis segundos, fue para Jackson, Mark, Jaebum y Jinyoung una
eternidad en la que les dio tiempo a llorar, gritar, maldecir e insultar a sus
dos estúpidos jóvenes amigos.
Tardaron
otros diez segundos en conseguir reaccionar, destaparse los oídos y girarse
cada uno en su tubería, lentamente, para mirar fuera.
- No… -
Escucharon la voz de Jaebum. - ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO, JODER, NO! ¡BAMBAM!
¡YUGYEOM! - De un golpe, abrió la puerta de su tubería, que cayó al suelo con
un ruido ensordecedor y creando una nueva nube de polvo. Mark y Jackson,
enfrente el uno del otro, pero sin atreverse a salir por lo que pudiesen ver,
vieron pasar a Jaebum a toda velocidad delante de ellos.
-¡DIOS MÍO!
¡YUGYEOM! ¡BAMBAM! - Tras el golpe de otra puerta, la voz desesperada de
Jinyoung rebotó en los azulejos justo en el momento en el que la puerta que
estaba bajo el contador se abría. Sin embargo, ninguno le hizo el más mínimo
caso. Jaebum y Jinyoung se arrodillaban al lado de los cuerpos de los más
pequeños, que sangraban lenta pero incesablemente, tirados el uno al lado del
otro.
- No puede
ser… - Lloró Jaebum, cogiendo a Bambam y poniéndole la cabeza en sus rodillas,
acariciando su pelo, sucio por el polvo y pegajoso por la sangre. Tenía los
ojos cerrados y los labios entreabiertos.- Eras tan pequeño… ¿Por qué? ¿Por
qué? Maldito hijo de puta…
Jinyoung,
mientras, no era capaz de decir nada mientras giraba el cuerpo de Yugyeom y
lloraba mientras le acariciaba el rostro sin vida. Lloraba en silencio mientras
rogaba en silencio que se levantase, que volviese a caminar para poder
despertarle como siempre entre quejidos y protestas, que no quisiese desayunar
y le tuviesen que obligar, o que volviese a meterse con ellos en el camerino
solo para que jugasen con él y no descansasen.
- ¿Cómo le
voy a decir a tu madre que no he podido protegerte? - Le susurró, peinándole
con cariño, pero sin dejar de llorar. Mientras, Jaebum gritaba de dolor sin
soltar el cuerpo de Bambam.
Jackson
entonces abrió su puerta y se deslizó lentamente fuera, acercándose con el
rostro descompuesto y arrastrando los pies hasta los cuerpos sin vida de sus
amigos.
- ¿Bambam…?
- Llamó en un susurro. - ¿Bebé? - Mark cerró los ojos en un gesto de dolor al
escucharle llamarle así. La broma que se traían del bebé y el hermano mayor no
podría ser jugada nunca más. Jaebum, al escuchar a Jackson, gruñó en un
sollozo, apretando el cadáver del niño contra su propio cuerpo con todas sus
fuerzas y meciéndole, como si eso fuese a arreglar las cosas.
- ¿Yugyeom?
- Susurró entonces Jackson, con la voz temblorosa. - Déjate de tonterías…
Levanta y vamos a por chocolate, ¿sí? - Jinyoung levantó la mirada, también con
la expresión descompuesta, y Jackson le miró, rogándole con los ojos que le
dijese que todo era una broma, pero Jinyoung le entendió, y negó lentamente con
la cabeza, mientras bajaba la mirada y seguía peinando al que él siempre había
considerado su pequeño. Un hijo al que cuidar, un hermano al que amar, y un
amigo con el que jugar.
Entonces fue
cuando el cuerpo de Jackson no pudo soportarlo más y colapsó, cayendo
inconsciente al suelo, afortunadamente alejado de la zona con más clavos.
- ¡Jackson!
- Rugió Mark, saliendo solo entonces de su tubo y corriendo hacia él,
intentando reanimarle. Lo más descorazonador de la escena es que de la misma
manera que Mark intentaba reanimar a Jackson, el líder del grupo y el que
siempre ejercía de madre para todos hacían lo mismo con los pequeños. ¿Qué no
darían porque estuviesen bien? Sus vidas. Pero era tarde.
Jinyoung
reaccionó antes que Jaebum, que cargó el cuerpecito de Bambam al lado del de
Yugyeom y les hablaba a los dos, intentando despertarles de lo que él estaba
convencido en su delirio de que era un desmayo. Jinyoung le miró con tristeza,
pero se alejó para ayudar a Jackson y a Mark.
- No puedo
moverle… El brazo… - Sollozó Mark, mirándole con desesperación.
- Te
ayudaré. Llevémosle a la siguiente sala, ¿sí? - Mark asintió, tembloroso.
- No estará…
Jinyoung le
tomó el pulso desde el cuello y negó suavemente.
- ¿Muerto?
No, solamente se ha desmayado… Es demasiado para él.
- Lo es para
todos. - Susurró Mark, mirando la expresión inconsciente de Jackson con
dulzura. Jinyoung decidió ignorarlo y se acercó a donde Mark estaba.
- Cógele tú
las piernas, que solo tienes un brazo. Yo puedo usar los dos. - El más alto
asintió, y entre los dos cargaron a Jackson hasta la siguiente sala.
- Me quedaré
con él. - Dijo Mark, apoyando la cabeza de Jackson sobre sus rodillas.- Si se
despierta, estará muy nervioso.
- Sí… Y creo
que es mejor que no veas de cerca lo de ahí fuera. - Musitó Jinyoung, cerrando
los ojos con fuerza solo por recordarlo. Escuchaban de fondo a Jaebum animando
a los pequeños a levantarse.
- Entiendo
que estéis cansados, ¡pero ya queda poco! ¿Qué os digo siempre? Que la
recompensa viene después del esfuerzo… - Jinyoung miró con el corazón roto a
Jaebum, que se las había apañado para apoyar sobre su cuerpo a los dos
pequeños, uno a cada lado, de forma que parecían sentados.
- Jaebum…
Vámonos. - Le susurró, acercándose, pero éste le dedicó una mirada de odio.
- No me voy
a ir sin ellos. - Le siseó, con sus ojos humedeciéndose de nuevo. Jinyoung
lloró al verle caer en la locura más absoluta, pero lo entendía. Jaebum siempre
se había sentido responsable de todo el equipo, y ahora había perdido a tres,
uno de ellos del cual estaba enamorado.
- Jaebum…
Tenemos que dejarlos. No se van a levantar.
- Solo están
descansando, son más jóvenes pero como son unos vagos… - Sonrió, con la mirada
rota. - ¿Verdad? ¿Eh?
- Jaebum…
- Yugyeom,
tienes algo ahí… - Le dijo, alargando la mano hasta el brazo del pequeño y arrancándole
uno de los clavos que tenía incrustado en la carne. Jinyoung cerró los ojos
ante la imagen, pero Jaebum continuó haciéndolo con todos los clavos del brazo,
pero cuando se disponía a ir a por el otro, el cuerpo de Bambam perdió el
equilibrio que le había conseguido Jaebum y se resbaló sin vida, estrellándose
contra las baldosas y los clavos.
- Jaebum… -
Jinyoung le llamó con dulzura al ver la expresión de horror de Jaebum. -
Vámonos, ¿sí? Luego volveremos a por ellos y a por Youngjae.
- ¿Youngjae?
- El rostro de Jaebum empezó a desmoronarse lentamente, al igual que su
felicidad basada en la locura post-traumática.
- Sí,
vámonos. - Le dijo, rodeando el cuerpo de Bambam, intentando mirarle lo menos
posible, y agachándose al lado de Jaebum, le obligó a rodearle los hombros con
un brazo, cargando con su peso y arrastrándole hasta la siguiente habitación
entre balbuceos.
- Chicos…
Bambam… Yugyeom… Youngjae…
- ¿Dónde
estoy? - Jackson abrió los ojos lentamente justo cuando Jaebum era depositado
en el suelo y rompía en un llanto desconsolado que Jinyoung intentaba calmar
por todos los medios pero en el que acabó cayendo.
Como lo
primero que vio al abrirlos fue a Mark, una sonrisa estúpida se dibujó en su
rostro.
- ¿Sabes? He
tenido un sueño horrible… Soñé que estábamos en… - Se calló porque Mark cerró
los ojos, comenzando a llorar y a empapar el rostro de Jackson. Entonces, éste
se incorporó, mirándole con confusión y mirando a su alrededor.
- No ha sido
un sueño, ¿verdad? - Susurró, observando a Jinyoung llorar en silencio, a
Jaebum dejarse las cuerdas vocales en gritos y maldiciones entre lágrimas y
Mark mirarle con los ojos rotos, negando con la cabeza. - ¿Dónde están Bambam y
Yugyeom? - Susurró entonces, y Mark volvió a cerrar los ojos. - No… ¡NO! -
Intentó correr a la puerta, hacia los cuerpos de sus amigos, pero Mark se
abalanzó sobre él, frenándole.
- No debes
verlo. Créeme, no quieres recordarles así. - Jackson le miró con los ojos como
platos y su rostro comenzó a empaparse con sus propias lágrimas.
- Esto es un
infierno…
- Esto es el
infierno. - Corrigió Mark, abrazándole.
Comisaría
central de Policía. Seúl.
La jefa Lee,
acompañada de Donghwan, se dirigían en el coche a dar el perfil a los
trabajadores de la agencia a la que pertenecían los muchachos.
El viaje era
silencioso e incómodo, porque Donghwan quería contarle a Eunjung todo lo de las
pruebas perdidas y los datos falseados, pero al mismo tiempo sentía que ella
ocultaba algo y que no era seguro.
Eunjung
mientras, observaba con la mirada perdida por la ventana, sumida en sus
pensamientos.
Entonces, un
aviso llegó al navegador del coche. Ambos lo miraron al mismo tiempo y cerraron
los ojos ante las malas noticias.
- Se ha
cargado a otros dos…
- Según lo
que dicen, de diecisiete años los dos.
- Por dios,
¡son críos! ¿Por qué ir contra ellos después de ir contra adultos como yo? -
Masculló Donghwan. Eunjung negó con la cabeza, cerrando los ojos.
- Se nos
acaba el tiempo… Los matará a todos como no le pillemos ya.
- Ya hemos
llegado. Demos el perfil y esperemos que alguien nos pueda dar un nombre.
Salieron del
coche, y al presentar las placas en recepción, subieron a un ascensor que les
llevó a un inmenso despacho en lo más alto del edificio.
- ¿Tienen
noticias? - Park Jinyoung, el presidente de la compañía, corrió hacia ellos en
cuanto pisaron la alfombra.
- Lamentamos
decirle que solamente podemos ofrecerle un perfil. Con suerte, usted podrá
darnos un nombre.- Le dijo Eunjung, tomando asiento tal y como el señor Park
les ofrecía.
- Conozco a
todos los empleados de la JYP, espero que alguno coincida. Bueno, espero que
no, pero… Bueno, me han entendido.
- Sí, no se
preocupe. - Respondió Donghwan, sacando el bloc de notas donde había tomado
nota de todo lo que le habían dicho los analistas del gobierno.
- Buscamos a
un hombre joven, que ande sobre sus veinte tardíos o muy recientes treinta, que
quiera llamar la atención, religioso, que hable mucho de justicia, que tenga un
puesto en la agencia por el cual interactúe indirectamente con el público.
- ¿A qué se
refiere exactamente con eso?
- Podría
trabajar en el estudio, compositor, coreógrafo o incluso bailarín. - Aclaró
Eunjung.
- Además, es
probable que creciese en el extranjero aunque lleve ya una temporada en Corea.
- Park
Jaebum. - Espetó de repente el presidente. Eunjung cerró los ojos en un gesto
de decepción que no pasó inadvertido para Donghwan. - Era un coreógrafo que
trabajaba ocasionalmente para mí. No se encargaba de las coreografías
principales, sino cuando había que hacer algún especial o algún intro, o
incluso entrenando a los nuevos bailarines.
- ¿Era
religioso?
- Mucho.
Algunos de nuestros artistas se quejaban de que intentaba convertirlos al
cristianismo, y respecto a lo de la justicia, se había hecho un nuevo tatuaje
con la letra china de la palabra. Tenía muchos, así que tampoco se notaba
demasiado, pero me fije en una cena de empresa.
- ¿Está
ahora mismo aquí?
- No, le
despedí hace algo menos de un año porque amenazaba a mis artistas con ir al
infierno y cosas así… No se equivoquen conmigo, soy creyente, pero respeto que
algunos de mis artistas sean ateos o de otra religión y se sientan incómodos en
lo que ir al infierno se refiere.
- Muchas
gracias por su tiempo. ¿Podría facilitarnos los datos de Park Jaebum?
- Por
supuesto. Abajo se los tendrán ya preparados en recepción.
- Gracias.
Ambos
salieron casi corriendo del despacho y tras recoger la carpeta que les prometió
Park Jinyoung, salieron del edificio a toda prisa.
- ¿Crees que
puede ser él? - Preguntó Eunjung, al entrar en el coche.
- Me cuadra.
Cuando todos estábamos pasando por las pruebas, nos decíamos los unos a los
otros que aquello era un infierno.
- ¿Y si
amenazó a los chicos…?
- ¿…Y lo
cumplió?
Se
intercambiaron una mirada y cuando Donghwan se disponía a llamar, Eunjung salió
del coche.
- ¿A dónde
vas?
- Tengo que
ir a un sitio antes. Tú ve a la comisaría, no llames todavía, te veré allí. ¡No
digas nada hasta que yo llegue! - Eunjung salió corriendo todo lo rápido que
sus piernas le permitían, mientras Donghwan la observaba irse por el
retrovisor. Había algo muy raro en aquel caso, y él iba a descubrirlo.
Tía dame un flashback 2jae por favor, que me muero.
ResponderEliminarACTUALIZA POR FAVOR ESTÁ MUY PADRE.
Tendrás que esperar un poquitín para que eso pase... Y cómo sabes que va a haber 2Jae!? o___O SPOILER
EliminarJajajaja, gracias por leer y comentar <3
oh dios! Hacer un Saw (Juegos macabros) con GOT7 me ha hecho la noche... la verdad no hay muchos fics de GOT7 y ademas que sean bienos, dios, Llore en serio... YoungJae es mi bias y ver que fue el primero en morir me oprimio el kokoro y llore a moco tendido... y con el Beso de Bambam y Yugeom deoj.. volvi a llorar..... No soy fanatica de los fics con mucha sangre, pero te felicito. has sabido describir perfectamente las emocioned y ni que decir de las escenas. creo que no podre dormir....
ResponderEliminarel fanfic esta genial. En serio, te has ganado una nueva seguidora :3
y estare edperando la actualización.
Que tengas un bonito DiaTardeNocheMadrugada
Yo también amodoro a Youngjae, y matarle me costó mucho TT__TT
EliminarMuchísimas gracias!! No es fácil escribir algo así, al menos para mí no lo es, así que aprecio un montón tu comentario, y me hace mucha ilusión lograr transmitir todas esas emociones :3 Aunque no sean buenas. xD
Oyoyoyoy <3 Welcome to the family! ^^
Actualizaré pronto :D
Gracias por leer y comentar!
OMG! Esto parece gore xD
ResponderEliminar:'( porque maatste a Bam Bam, eso si me hizo llorar </3
Esta muy buena la tama e historia, me gustaría que la continuases. Me encanta *-*
Aunque presiento que lloraré mientras lo leo T.T
Actualiza pronto please ~
SALUDOS :D ♥
ES Gore xD
EliminarPorque... Si no muriese nadie no sería gore xD La tragedia es la tragedia.
Claro que continuaré! ^^ Pronto actualizaré :3
Saludos, y gracias por leer y comentar! <3
Aiigoooo estoy muy conmovida :3 el flashback de Markson y la muerte de YugBam <3 me facino!!!!
ResponderEliminarMe alegro! Aunque no sé cómo tomármelo... xD
Eliminar¡Mujer, me encató lo que he leído!
ResponderEliminarMe ha gustado la forma en la que desarrollas la historia, y cómo caracterizas a cada personaje. Sería bueno que describieras o explicaras más en párrafos, ya que hay más diálogo que párrafos en sí. ¡Pero la tensión que das en el transcurso de los hechos es excelente! También, en cuanto a los diálogos, sería más cómodo que utilizaras el guión largo (que en Word lo haces con «Alt Gr + 3» del teclado numérico).
Sólo eso te digo, porque me da pena hacr reviews largos, lol. Como sea, esta historia teestá quedando genial. ¿Sabes? En un párrafo has dicho que Jaebum estaba enamorado de uno de los chicos que murió... ¡SI ES YOUNGJAE TE PIDO POR FAVOR QUE ME DES UN FLASHBACK 2JAE PORQUE ES MI MAIN OTP EN GOT7!
Ahora, me voy. Porque me pasé de verga con este comentario. Si tienes preguntas sobre edición y así, avisa :DD
¡Sigue escribiendo, que te está quedando genial! Y me has partido mucho el kokoro, te odio.
Wink-wink, Lord.
Muchísimas gracias por tus consejos.
EliminarMe pensaré lo del guión largo, aunque la verdad es que si me tengo que poner a hacer atajos con teclas en cada párrafo, casi que paso xD
2Jae, lo has pillado! No hay muchos que lo hayan hecho xD
Y me alegro un montón de que te guste... Te interesaría un puesto de beta-reader?
Jajajaja
Muchas gracias por leer y comentar!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAy... TT^TT
ResponderEliminarHe tenido que esperar un día (Después de haberlo leído) para poder comentar todo lo coherentemente posible (que no va a ser mucho, tenlo presente XD) Empiezo......
Primero; Eunjung, como de verdad sea su pareja, o lo que sea, ese asesino-serial-psicópata y lo haya ocultado, espero que le aguarde un futuro muy doloroso :) y que sea lento :) recalco lo de "DOLOROSO" (lol) ¡Pero venga ya! ¡Está sufriendo gente! (Yo incluida XD) ¡No debería guardarse ni la más mínima sospecha que tenga! ¡Podría haber evitado algo mucho peor si fuera de verdad ese tío! Por el amor de Dios, ¡Ni siquiera sé que va a pasar ahora con los que sobreviven! Uf, Si de verdad es así y esa tía es la persona más estúpida de este fic, (sin contar con el psicópata rompe-couples) cargaré más de mi munición imaginaria e iré a por ella (?) XD (Mejor trato de tomármelo con humor...... TRATO)
Donghwan... ¡ÉL! ¡Maldita sea, debería informar inmediatamente de lo que sospecha! ¡Puede que Eunjung vaya a avisarle a su novio-psicópata para que huya! ¡no debería permitirlo! ¡Que la atropelle con el coche o algo! (No, no he perdido la paciencia XD)
Segundo; Más tiempo perdido después del shock por perder a Youngjae, no se los reprocho, es más que comprensible, totalmente comprensible, pero eso no quita que lo desperdiciaron, por como terminaron las cosas, si tan solo hubieran empezado antes a buscar las llaves..... O a lo mejor no, a lo mejor no habían más llaves y todo hubiera acabado igual, no lo sabré nunca... T^T
Tercero; Mark, ¿Acaso "estaba" con ambos antes? ¿Con Jackson y Jinyoung? ¿No quería renunciar a ninguno? ¿Es eso, no? Pero, se puede ver que escogió a Jinyoung, o mejor dicho, está más... ¿amigable? la situación entre ellos no está tan tensa como lo está con la de Jackson, dejémoslo así. Pero también siente algo por Jackson...... ¡Qué complicado! ¡Cómo si les hiciera falta tener un lio mayor al que ya tienen!
Cuarto; BAMBAM Y YUGYEOM... juro que tengo unas increíbles ganas de saltarme de comentarte sobre esto, no quiero gastarme tropecientas cajas de pañuelos otra vez TT^TT Pero lo haré, seré valiente y trataré de no comentarte demasiadas chorradas ¿Ok?
Me lo veía venir, Yugyeom no encontraba la llave y Bambam (con lo bonito que fue el flashback) no iba a dejarlo así por así después de haberse dicho aquellas cosas que les dolieron a ambos...
Por cierto, como si no fuera suficientemente triste leer la forma en que... murieron, con el Flashback de Bambam y Yugyeom, lo bordaste, fue como si la tristeza que ya sentía cuando Bambam se bajó de su tubo la multiplicaras por un trillón (?) además apareció Youngjae....
Al menos ambos terminaron sabiendo lo que sentía cada uno…
Cuando todo terminó, la forma en que describiste todo, los sentimientos, las palabras y las reacciones de cada uno de los miembros, fue tan palpable... de verdad era como si pudiera percibir aquel momento claramente...
Basta, paro, que me he puesto rara otra vez XD
En general, un capítulo triste, romántico, impactante y con su dosis de gore justa ¡Un capítulo estupendo! ¡Me gustó mucho! Esperaré el siguiente con ansias, aunque me gaste otras tropecientas cajas de pañuelos TTuTT
Gracias~~ <3
PD: No sé porqué, cada dos de tres de mis comentarios salen mal,(Exagero, sí) Te comenté antes pero se borró (Odio mi ordenador) Espero no haberme olvidado de nada... ;3;
He leido tu comentario con esta cara ><; xD
EliminarMe daba la impresión de que me estabas regañando o algo jajajaja
Mark es tonto, dejémoslo ahí xD
Las llaves... Es muy interesante que lo comentes, pero todo se sabrá más adelante.
Youngjae va a ser el fantasma de los flashbacks, tenlo presente xD
Pásate por el Carrefour, que siempre tienen de oferta pañuelos, proque esto continúa y va a más xD
Besines y espero que no te hayas olvidado de mí después de tanto tiempo :: <3
No te regañaba, sentimientos míos por lo que pasó en el fic XD (Si yo te adoro, por favor XD)
EliminarCreo yo, que acabaría con todas las existencias de pañuelos del Carrefour más cercano, con lo que pasará más adelante ;^;
Hey~~ yo no olvidaría a mi escritora de fanfics favorita *guiño*
love for you~~ <3
xD Yo también te loveo mucho mucho.
EliminarOYOYOY LO QUE ME HA DICHO LOS FEELS QUE ME MUERO MUCHO DE AMOR TANTO QUE SE ME HAN OLVIDADO HASTA LAS COMAS Y ASDFGH. Yo también te quiero ;; <3
Es totalmente cierto, te tengo en un pedestal :D
Eliminar>///< Por dios, que tieeerno, Deja de darme tanto amor, que me vuelvo cursi y melosa, no quieres eso! D: (lol)
<3
Pues qué poco considerada... Y SI ME CAIGO, QUÉ? D:
EliminarJajajaja sí quiero, sí :3
Jaja ¡Que va!, ¡te tengo muy bien asegurada! XDD
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SUPERGLUE
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