La presentación de la clase fue más breve de lo que me esperaba… La profesora no se enrolló mucho, cosa de agradecer puesto que era el primer día, pero yo no pude centrarme en el breve discurso de la mujer ni en el esquema que dibujó en la pizarra resumiendo brevemente cómo sería el sistema de estudio del nuevo curso.
-Sungmin… sé que estás molesto… pero al menos moléstate en
disimular, no? – Siwon me miraba preocupado, como la inmensa mayoría de los
chicos… Lógico. Al fondo de la clase estaba mi supuesto novio dejándose hacer
mimos por el chaval nuevo.
-Siwon… entre tú y yo… el nuevo… zhou… xae… bah, como se
llame.
-Zhoumi.
-Eso! Bueno, el nuevo, Zhoumi… Tampoco es tan guapo, verdad?
– sí, estaba inseguro… no sabía nada de aquel tipo y estaba celoso. Kyuhyun no
me había dirigido ni una mirada desde que había entrado por la puerta de la
clase… y dolía.
- Hombre… Guapo, lo que se dice guapo…- tuvo que callarse y
responder con silencio por culpa de la mirada inquisitiva de Donghae que
expresaba claramente que como contestase a esa pregunta, habría bronca.
- Bueno chicos… alguna pregunta? – la nueva tutora había
terminado y nos preguntaba por nuestras dudas.
- Sí, estás soltera? – preguntó Shindong provocando las
risas de los demás.
- Pues no, lo siento.- contestó con una sonrisa de
superioridad y haciéndolos callar rápidamente.
La escenita era muy cómica, pero mientras todos miraban las
curvas de la profesora, yo observaba de reojo cómo el tipejo de nombre
impronunciable frotaba suavemente su mejilla contra el hombro de Kyuhyun, que
sin expresión alguna simplemente se dejaba hacer.
- Bueno chicos, entonces si no tenéis más preguntas, nos
vemos dentro de dos días, vale? Tened un buen traslado a vuestras
habitaciones.- nos sonrió con ternura y salió de la estancia, dejándonos solos
en la clase. En seguida se agruparon todos en tropel a mi alrededor.
- Sungmin… estás bien? – preguntó Leeteuk.
- Habías visto alguna vez al nuevo? – continuó Ryeowook.
- Ese no tiene pinta de ser coreano, eh? – añadió Shindong.
- No ya… ni pinta, ni nombre! – rió entre dientes Eunhyuk.
- Habría que decirles algo, no? Por educación…- comentó
Hangeng.
- Yo! Yo! Yo! – Heechul en seguida se motivó el solo y salió
disparado hacia los dos que estaban al fondo de la clase, mientras nosotros
simplemente observábamos atentamente.
- Hola Kyuhyun!– canturreó Heechul.– Qué guapo te veo… has
adelgazado, verdad?-“Antes no estaba gordo, idiota.” pensé.- Bueno, bueno! Y a quién tenemos aquí? Es tu
primo? – Todos alucinamos al oír a nuestro amigo preguntar semejante estupidez.
- No, es… un amigo.- contestó Kyuhyun con una sonrisa cortés
a modo de saludo.
- Hola. Me llamo Zhoumi. – el nuevo se levantó y se inclinó
levemente hacia Heechul, quién se mostró encantado ante semejante gesto.
- Eso ya lo sé.- rió con exageración.- Cómo es que ya
conocías a nuestro Kyuhyunnie?
- Ah! Es que nuestros padres hacen negocios juntos… verdad?
– se sentó de nuevo a su lado entrelazando sus brazos y sonriéndole con
ternura. Estuve a punto de levantarme y partirle la cara… “Negocios? Y por eso
osas tocarle?”
- Bueno, gente! Vayamos a ver qué cuarto nos han asignado,
vale?- Leeteuk salió de nuestra piña de grupo para impartir calma e intentar
disimular un poco el aura oscura que yo emanaba en ese momento.
Nos pusimos en pie todos, Kyuhyun y Zhoumi también, y nos
dirigimos al tablón de anuncios del centro para comprobar los cuartos a los que
habíamos sido asignados.
- Crees que te volverá a tocar con Kyuhyun? – preguntó Siwon
acercándose a mí.
- No lo sé… espero que sí y que pueda hablar con él…- estaba
terriblemente preocupado por la situación. No quería que fuese como el año
pasado… habíamos tardado mucho y sufrido mucho para conseguir un mínimo de
estabilidad en nuestra pareja… y yo no entendía qué podía haber pasado para que
desapareciese de pronto todo lo que tanto nos habíamos esforzado en construir.
Llegamos al tablón, pero aún no habían colgado nada.
- Chicos, dadnos veinte minutitos… el ordenador está
acabando de organizar las habitaciones.- la secretaria vino a avisarnos de la
tardanza.
- Pero eso se hace por ordenador? Yo creía que se hacía por
sorteo o algo así… - comentó Yesung.
- No seas idiota… estamos en el siglo XXI! Ahora todo va por
ordenador… esto no es el sorteo de navidad! – rió Heechul.
Miré de reojo a Kyuhyun; estaba sentado en las butacas de la
entrada, con su inseparable Zhoumi al lado y ambos hablando muy animadamente.
No me parecía gran cosa hasta que vi que Zhoumi le abrazaba rodeándole el
cuello, algo muy bueno le tenía que haber dicho Kyuhyun…
- No puedo soportar esto…- comenté entre dientes, apretando
los puños con fuerza.
- Cómo ha pasado esto? – Donghae se acercó y los miró para a
continuación mirarme a mí.- De verdad que no os habéis peleado ni nada?
- Qué va! Si hacía muchísimo que no hablábamos! Le intenté
llamar pero no había manera de contactar con él…- bajé la mirada, pero pude ver
la expresión de Donghae, que apretó los labios en señal de confusión.
- Pues lo siento… no sé que decirte.
- No, ya…
- Lo que sí sé es que si yo fuera tú no permitiría que
alguien le hiciese eso a mi novio… si no habéis discutido quiere decir que ni
siquiera habéis cortado, por lo que Kyuhyun sigue siendo tuyo.
Unos segundos fueron todo lo que necesité para reflexionar;
Donghae tenía razón, y su personalidad celosa y posesiva por una vez era útil.
Kyuhyun no había cortado conmigo, por lo que su cuello, su mano, y todo lo que
ese tipo estaba tocando de mi novio era mío… y tengo una regla… lo mío NO se
toca.
Me decidí y enseguida me dí la vuelta bruscamente en su
dirección, haciendo que todas las miradas se centrasen en mí, y me acerqué a
ellos con pasos rápidos y lo más decididos que podía. Ellos no tardaron en
reparar en mi presencia.
- Hola.- saludó alegremente Zhoumi.
- Hola.- contesté sin ni siquiera mirarle, con toda la
sequedad que pude y miré a Kyuhyun, quien mantenía la vista baja.- Hola a ti
también.
- Sí…- esto era alucinante. Ni siquiera me merecía un
maldito “hola”? Ahora sí que me había enfadado. Le agarré del brazo y tiré de
él con todas mis fuerzas, haciendo que se levantara de la butaca y zafándole de
las garras de Zhoumi.
- Qué estás haciendo? – intentó liberarse de mis manos, pero
yo por una vez, tenía más fuerza que él y le arrastraba hacia la cafetería.
Necesitaba hablar con él, quién se creía que era? Me prometió antes del verano
que no me olvidaría… qué clase de promesas hacía?
- Sungmin, que me sueltes! – ya delante de la cafetería
consiguió librarse de mis manos.
- Ah, te acuerdas de mi nombre? – estaba realmente dolido y
enfadado. Tanto que había decidido mandar a tomar por saco mi timidez y mis
modales, los celos dominaban mi cerebro y no me daba la gana de controlarlos.
- Qué?
- No, qué tú!
- … qué?
Tenía razón, eso no había tenido sentido…
- A ver… qué narices está pasando aquí?- levanté la mirada y
le miré a los ojos desafiante, estaba bastante más alto de lo que le recordaba
desde antes del verano por lo que me costaba más no achantarme, pero estaba
decidido.
- No sé de qué estás hablando.
- Que no lo sabes!? – reí con ironía.- Kyuhyun, te estás dejando
sobar por ese tal Zhoumi! Pero no sabes lo que pasa, claro… pobrecito de ti.
- Sungmin, no estoy de humor…
- No, no estás de humor conmigo, porque con él bien que te
ríes, y bien que le sonríes, y bien que te dejas coger la mano y dar besitos
asquerosos.- noté como me retiraba la mirada. Esquivaba a mis ojos en todo
momento y se le notaba a la legua la incomodidad que sentía.- Kyuhyun, qué te
pasa? Volvemos a vernos desde hace meses y ni siquiera te dignas a dedicarme
una mirada? Ya no digo una sonrisa… pero ni una mirada? Te has parado a pensar
en cómo me siento? En lo avergonzado que he podido sentirme ante todos? Todos
están con sus parejas, celebrando que vuelven a verse… Por qué tú y yo no?
- Vamos a ver! A ti que más te da!?- había explotado. Había
dejado de esquivarme con la mirada y me observaba fijamente con ojos ardientes.
Su mirada podría haberme apuñalado perfectamente si fuese de acero.
- Cómo que qué más me da..?- bajé mi tono de voz,
suavizándola para intentar que se diese cuenta de cómo me sentía en aquella
situación.- Kyuhyun, eres mi novio! Claro que no me da igual!
- Tu novio dices?...- Bajó la mirada de nuevo y se dio la
vuelta.- No. Yo no te soy nada Sungmin. Nada.
Empezó a caminar en la dirección contraria a la que yo
estaba, es decir, en dirección al colegio, y yo me quedé completamente inmóvil,
mirándole marchar.
Cómo pudo decirme eso? Sentí un pinchazo en el estómago que
me atravesó entero. Había esperado todo el verano para volver a verle… Le había
echado tanto de menos y él decidía que, así porque sí, lo nuestro
desaparecería. Me dejé caer en el banco que tenía al lado, mirando a algún
punto muerto mientras sus palabras, tan frías y duras, resonaban una y otra vez
en mi cabeza, y mi cerebro claramente masoquista recordaba los momentos tan
felices y superponía de repente sus palabras frías de nuevo, amargando los
recuerdos dulces. Tenía unas ganas espantosas de llorar, pero ni las lágrimas
me salían debido al shock.
Alargué mi mano hasta el bolsillo del pantalón, me estaban
llamando por teléfono.
- Hey! Dónde estás? Kyuhyun ha vuelto, pero tú no… Ya están
colgando las listas de dormitorios, date prisa y ven!- era Kibum.
- Voy…- dije desganado y me incorporé en marcha al centro.
En cuanto llegué a la entrada, todos me esperaban fuera,
ansiosos por saber cómo había ido la conversación.
- Cómo te ha ido? – se atrevió por fin a preguntar Leeteuk.
No contesté y guardé silencio, manteniendo mi mirada fija en
los adoquines del suelo.
- Entiendo… - mi silencio había sido suficiente respuesta, y
el líder me entendió de inmediato y me rodeó con el brazo por los hombros.- Lo
siento Sungmin Ah… Pero anímate, vale? Vamos a ver qué habitaciones nos han
tocado!
Él intentaba hablar con un tono alegre, intentando animarme,
y cuando levanté la mirada, todas las sonrisas de mis compañeros me
reconfortaron por dentro, aunque al mismo tiempo notaba la compasión en ellas y
eso hacía que la amargura que tenía en mi corazón se extendiese algo más
rápidamente.
Esperamos a que el grupo de estudiantes nuevos se dispersase
y volviese a la entrada del centro para recoger sus cosas y nos acercamos al
tablón.
La verdad es que el ordenador no parecía tener la puntería
habitual, no al menos con nuestro grupo… Solamente a Siwon y Donghae les había
tocado de nuevo la misma habitación, y en cuento lo vieron, sus intercambios de
miradas y sonrisas juguetonas nos dejaron clarísimo que a los que les tocase la
habitación de al lado, esa noche no dormirían bien.
A Leeteuk no le hizo mucha gracia que le tocase con Kangin,
igual que a su inseparable Ryeowook que le tocó con Yesung.
A Shindong y a Kibum los colocaron juntos, y de repente, en
medio de los saludos de estos dos, un grito desgarrador rompió la alegría del
momento.
- Noooooooooooooooooooooo!- era Eunhyuk, arrodillado
melodramáticamente delante del tablón, acababa de ver su nombre, y le había
tocado en la habitación triple con… ojeé rápidamente la lista buscando su
nombre y no pude evitar olvidar mis penas a un lado y empezar a reír junto a
mis compañeros… le había tocado con Heechul y Hangeng. – Por qué a mí? Soy un
buen hombre!
Heechul reía como el que más.
- A ver qué tal duermes junto a nosotros dos… yo que tú
compraría tapones de oídos… los vas a necesitar.- volvió a reír y para añadirle
credibilidad a su “amenaza” se acercó meloso a Hangeng y le dio un beso en el
cuello que hizo que al pobre se le desencajase la expresión completamente,
aunque no más que a Eunhyuk, quien veía venir el curso más amargo de su vida.
De pronto recordé que yo aún no había visto mi habitación.
Quedaban solamente Kyuhyun y Zhoumi, a los cuales no veía por allí, así que con
suerte me había tocado la individual. Coloqué un dedo en lo alto de la lista y
lo arrastré por ella, repasando los nombres en busca del mío. Allí estaba, de
penúltimo, me había tocado con… Zhoumi. Mi cara debía de parecer un poema de la
Grecia antigua, porque enseguida se acercaron los demás a investigar el porqué
de mi reacción.
- Joder… qué suerte la tuya Sungminnie…- Siwon resopló al
ver mi nombre y el de mi acompañante.
- Por qué Dios me odia? – Pregunté para mí mismo.
- Por qué me odia a mí? – A mi lado estaba Eunhyuk, con una
cara de traumatizado que posiblemente tampoco tenía nada que envidiar a la mía.
Después de recibir todo tipo de consuelos de mis compañeros,
decidimos ir a por nuestras cosas.
- Hey, dónde están Kyuhyun y el nuevo?- Preguntó Kangin,
acordándose de repente.
- Deberíamos empezar a llamarle por su nombre… no? – comentó
Ryeowook.- Aunque tiene telita la pronunciación… Se ofenderá si lo decimos con
acento coreano? Es que es más fácil…
- El mío no os costó tanto…- replicó Hangeng.
- Tú no cuentas cariño.- respondió irónico, Heechul.
- Ah, no? Y eso por qué?
- Por que yo te quise nada más verte.- Heechul se lanzó
encima suya y colgándose a lo koala de su espalda, empezó a besarle el cuello
mientras el pobre Hangeng intentaba que no le temblasen demasiado las piernas
para no acabar rodando escaleras abajo.
- Por qué nadie se apiada de mí? – lloriqueó Eunhyuk.- No os
dais cuenta de lo que me va a tocar aguantar?
- Pues imagínate en privado…- Le susurró Leeteuk al oído,
haciendo que Eunhyuk cerrase los ojos con fuerza intentando borrar esa terrible
imagen de su mente.
-No, ahora en serio chicos… Es nuevo, es extranjero… no debe
de ser fácil para él acostumbrarse a esto… seamos simpáticos, vale? – remontó
Ryeowook.
- No es por nada, pero yo muy afectado no le he visto…- dijo
Siwon.
- Es verdad. A mi no me gusta la gente que se apropia de lo
que no es suyo.- añadió con retintín Donghae.
- Quizás él no supiese que Kyuhyun está con Sungmin.- dijo
Yesung antes de recibir múltiples miradas asesinas de todos.- Perdón… estaba…
- No te preocupes Yesung, estoy bien.- sonreí con dulzura a
mi amigo el mete patas, pero la verdad es que ante su corrección verbal, el
corazón si que me había dolido. Ya no es estar, es estaba… Kyu y yo ya no
éramos pareja… La persona a la que yo más había querido había decidido por sí
sola y sin explicación alguna, que “lo nuestro” ya no era de dos…
- Sungmin… estás bien? – devolví mis pensamientos a tierra y
alcé la mirada, dándome cuenta de que estaba siendo observado por mis once
compañeros.
- Sí… estoy bien…- volví a sonreír. La verdad es que para
ser el primer día estaba siendo realmente horrible.
Llegamos al lugar donde nuestro equipaje había sido dejado,
y una vez nos lo hubieron entregado, dimos de nuevo marcha atrás en dirección a
los dormitorios.
- Hey, no os parece curioso que este año por primera vez,
estemos todos en la misma ala del dormitorio? – preguntó Kangin rompiendo el
silencio con el que caminábamos, concentrados en que no se nos cayese ninguna
caja.
- Eso es porque este año hay mucho interno nuevo y les han
dado el ala Norte solo para ellos. – respondió Shindong.
- Mejor, así podré huir a vuestros cuartos cuando la
estancia en el mío ya sea inaguantable.- rió Eunhyuk, aunque la verdad es que
en el fondo todos sabíamos la seriedad con la que lo decía.
- A mí no te me acoples, eh? Que si ellos te parecen mala
opción es porque nunca nos has visto a nosotros…- comentó con una sonrisa
maligna Siwon.
- Cállate! – le gritó Donghae entre risas tímidas que a
todos nos provocó alguna que otra náusea.
- Yeobo…- Ryeowook miró con ojitos de cordero degollado a
Leeteuk. – Qué será de mí en mis noches de pesadillas si no te tengo para
calmarme?
- Wookie…- Leeteuk también hizo un puchero y miró con ojos
asesinos a Yesung, quien se asustó al darse cuenta.- Cómo le pongas una mano
encima a mi niño precioso… Morirás entre terribles sufrimientos.
Yesung le miró con pánico y confusión en la mirada.-
Entiendo…
Una vez que entramos en el centro, cada uno de dirigió a su
cuarto, el mío estaba al fondo del pasillo, el número 106, y justo enfrente en
107, el de Kyuhyun.
“Genial… no me llega ya que me toque dormir con el nuevo… si
no que aún encima voy a tener que soportar todo el día a estos dos pegados como
lapas…” Por suerte, y mirando el lado positivo de las cosas, al otro extremo
del pasillo, en la habitación 85, estaba mi pañuelo de lágrimas, Alias Siwon, y
su inseparable Donghae y sus consejos a veces útiles, a veces intimidantes.
Me situé delante de la puerta de madera marrón oscuro y miré
fijamente los números dorados, posé mis cajas en el suelo y colocando mis manos
en mis caderas, cogí aire, preparándome mentalmente para lo que me esperaba.
Me dí la vuelta sobresaltado al escuchar el sonido de la
puerta detrás de mí. Era Kyuhyun.
- Hola. – saludé con timidez, mirándole con una expresión
suave, pero él no se dignó a contestarme, simplemente se agachó para coger dos
cajas de las cuales yo ni me había dado cuenta de que estaban allí. – Parece
que vamos a ser vecinos, eh? – volví a sonreír. Él me miró con sus ojos
oscuros, esos ojos a través de los cuales nunca consigues adivinar nada de lo
que piensa, sus ojos blindados pero al mismo tiempo castaños y dulces cuando
quiere, me miró, pero retiró la mirada y cerró la puerta tras de sí con las
cajas en brazos.
“Vale… Supongo que es lo que hay…” apreté los puños con
fuerza y volví a darme la vuelta, encontrándome de nuevo mirando a la puerta.
“Sungmin, Fighting!”
Cogí las cajas en brazos y abrí, no sin dificultad, la
puerta del que sería mi cuarto ese curso.
- Hola! Bienvenido! Vamos a ser compañeros, eh? Seguro que
nos llevaremos genial. – Zhoumi estaba sentado en la silla del escritorio,
sonriéndome con amplitud.
- Sí… Hola…- “La que me espera…”
-Fin-
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