Abrí los ojos cuando noté el móvil vibrar bajo mi mano. Nos
habíamos quedado dormidos de nuevo? Alcancé el aparato que zumbaba incansable
con un vago gesto y miré la pantalla, incorporándome de inmediato.
- Kyuhyun, despierta! - Chillé sin delicadeza ninguna,
recolocándome el albornoz que tras mi no tan breve siesta mañanera había cogido
una forma un tanto abstracta.
- Qué pasa? - refunfuñó vocalizando mínimamente mientras se
desperezaba y me miraba con un ojo medio abierto.
- Nos hemos dormido! - recorrí la habitación en busca de mis
cosas, que obviamente no encontré. Esa no era mi habitación.
- No me digas... - ironizó estirándose sobre la cama.
- Tengo doce llamadas perdidas de Donghae, y cinco mensajes! Deben
de estar histéricos buscándonos. - le dije mientras entraba en el baño a por la
ropa que Kyuhyun me había dejado la noche anterior y que debía ponerme para ir
a mi cuarto a por una que fuese más... de mi talla.