1 de julio de 2013

EXO Collection: Episode 3 [Kray/Taoris]

"De nuevo la misma historia... de verdad que no se cansan nunca?" Pensaba mientras subía con el resto de los chicos las escaleras automáticas y le daba un sorbo a mi granizado, demasiado largo, pues en seguida noté ese dolor punzante en el cerebro alertándome de que se me estaba congelando. Arrugué la frente ante el dolor, causando la risa de XiuMin, que estaba feliz a mi lado mordisqueando la pajita de su café con hielo.



- Frío? - Se burló, sonriendo y dándome una palmadita en la espalda. Asentí y arrugué la frente de nuevo, pero esta vez por la empalagosa imagen que mis ojos estaban apreciando de nuevo. Kris le estaba cargando el equipaje a Lay de nuevo. Qué pasaba? Era minusválido o qué?
- Esos dos están muy raros últimamente... - Escuché a Luhan decir detrás nuestra. Por fin no era yo el único que lo notaba.
- Se llama Fanservice, chicos... Y tú, Luhan, deberías saberlo mejor que nadie... - Replicó Chen, riendo. - Que tú y Sehun os las traéis...
- Lo de Sehun y yo es distinto! - Protestó el aludido, poniéndose colorado como un tomate y apurando su granizado.
- Claro, lo vuestro es amor de verdad. - XiuMin decidió añadir cizaña, pero al final todos estallaron en risas al ver que Luhan no se molestaba en protestar. Todos sabíamos lo del rubio y el maknae de EXO-K, era tan obvio que ya ni se molestaban en disimular, pero Kris? Nuestro líder no tenía esos gustos, verdad? Y Lay... Bueno, Lay era algo sospechoso.

- Tao, qué opinas? - Me preguntó Chen.
- Sobre qué? - Yo estaba en mis pensamientos, ensimismado y dándole vueltas y más vueltas al asunto. Yo no me consideraba precisamente una persona homosexual... Jamás, en mis diecinueve años de vida, me había sentido atraído por un hombre... Salvo por Kris. Desde que le conocí, cuando tenía aquellas pintas de vagabundo y no parecía una copia asiática de Edward Cullen, me había cuidado y habíamos sido muy amigos... Tanto que acabé enamorándome de él. No fue fácil, yo al principio lo confundía con una amistad intensa, demasiado, tanto que llegué a pensar que quizás estaba enfermo, loco, para encerrarme en una celda de estas acolchadas... Pero no, era amor, aunque jamás había abierto la boca, sólo faltaba! Kris nunca dio ningún motivo para pensar que quizás el podía sentir algo hacia otros hombres, o hacia mí, siempre era de los que miraban las piernas a las chicas con discreción a través de las gafas de sol, o de los que intentaban seducir con la mirada a las camareras y azafatas... Hasta hace unos meses, que empezó a hacerse cercano de más a Lay, y ahora en vez de ser un caballero de brillante armadura, parecía el esclavo del chico. Siempre revoloteando a su alrededor, preguntando por él si no está, cuidándole como a nadie si se encuentra mal... a mí, personalmente, no me hacía ninguna gracia. Llamadme celoso, pero yo no veía a Lay digno de Kris.

- Tao! Que contestes! - Sacudí la cabeza y me encontré a mí mismo sentado en el avión, rumbo a alguna ciudad de China que nos dirían cuando llegásemos. - Tao!
- Qué!?- Chillé frustrado a Chen, quien me miraba algo confuso y preocupado. - Lo siento Hyung...
Chen sonrió. Sabía que le encantaba que le llamase Hyung, le recordaba a su idioma natal, que ahora apenas podía usar salvo con XiuMin y Luhan.
- Estás bien? - Me preguntó, susurrando para que no le escuchasen los demás. - Estás muy callado...
- Cansancio... - Sonreí y bostecé para disimular. - Aprovecharé ahora para dormir un poco.
Sin esperar respuesta alguna por parte de mi amigo, me acomodé como pude en el asiento y apoyando la cabeza en la pared del avión, entrecerré los ojos, observando silenciosamente cómo la cabeza de Lay descansaba tranquilamente apoyada en el hombro de Kris, sentados en los asientos de delante, mientras ambos compartían el mismo par de auriculares. Suspiré. "Tampoco es que pueda hacer nada..."

Aterrizamos tres horas después, y enseguida, tras recoger el equipaje, nos mandaron a cambiarnos a una furgoneta y rumbo al festival donde teníamos que actuar. Yo me sentía agotado, aunque no físicamente. La parejita de oro se sentó en los asientos de atrás de la furgoneta y tuve que tragarme todo el rato los cumplidos que Lay le dedicaba a los raps que Kris había compuesto no hace mucho. Recuerdo una entrevista en la que Lay comentó que le gustaba mucho componer, y Kris que a él le gustaba escribir... En ese momento, aquel encantador presentador se convirtió en el receptor de todo mi odio al pronunciar aquella espantosa frase: "Oh! Si a ti te gusta componer y a ti escribir... Estáis hechos para ser uno!"
Apreté los puños nada más recordarlo y resoplé. Me esperaba un día bonito...

Íbamos a pasar una semana en aquella ciudad, por lo que en lugar de ir a un hotel, nos habían avisado de que viviríamos en un apartamento de la empresa durante ese tiempo.  XiuMin se tiró en la cama de la habitación que ambos compartíamos, sin desvestirse siquiera, en cuanto cruzamos el umbral.
- Hyung... Ponte el pijama, anda... - Le abrí su maleta, tirándole el pijama a la cara y escuchándole protestar.
- Gracias... - Murmuró con los ojos ya cerrados. - Estoy agotado! Cómo es posible que volar canse tanto si no nos tenemos que mover?
- La adrenalina. - Reí ante mi propia tontería. Habíamos volado tantas veces que ahora la única subida de adrenalina que vivíamos era en el momento de saber si nos habían perdido el equipaje o no.  - Voy a la cocina a por agua, te traigo algo?
Un farfullo inentendible fue la única respuesta que obtuve, así que me encogí de hombros, me até la bata que siempre usaba para estar en casa, y caminé a oscuras por el pasillo hasta llegar al salón, donde el piso tenía una cocina americana muy cómoda. Salté la encimera para no tener que rodearla, asustando a Kris, que estaba allí, camuflado entre las sombras.

- Hey! No hagas eso! - Puso una mano en su pecho mientras respiraba agitadamente. - Me has dado un susto de muerte, pequeñajo!
Me quedé mirándole mientras se acercaba al interruptor y encendía solamente la mitad de las luces, para no iluminar demasiado la zona de los dormitorios.
- Estás cansado? - Me preguntó. Seguramente notaba mi expresión de desaliento. Era verle y animarme, pero enseguida venían todas las imágenes de él con Lay y mi lívido desaparecía completamente.
- Bastante... - Sonreí sin ganas y me acerqué a la nevera para sacar la jarra del agua. Kris me pasó un vaso. - Estaremos aquí una semana, verdad? Tantos eventos tenemos?
- Eso parece... - Se encogió de hombros mientras toqueteaba una taza de leche. - Creo que la mayoría son programas de televisión y grabaciones... No creo que tengamos más actividades en directo por el momento.
Asentí en silencio y entonces me percaté de la taza. - Tomas leche caliente antes de dormir? - Reí. El maduro y serio líder tomaba leche con azúcar antes de dormir? Él también se echó a reír.
- Qué va... Es para Lay, que no puede conciliar bien el sueño... Ya sabes que lo de volar le deja un poquito traspuesto. - Sonrió con timidez y bajó la mirada hacia la taza. En ese instante mi sonrisa se borró. Jamás le había visto sonreír así, con esa expresión dulcificada.

- Kris... - Alzó la mirada hacia mí. - Te gusta Lay? - Abrió mucho los ojos al escucharme y rió nervioso.
- Por qué lo dices?
- Curiosidad.
Se hizo un silencio incómodo que Kris aprovechó para volver a meter la taza en el microondas. Se giró, se sentó en la encimera y me invitó a hacer lo mismo.
- Verás... No es que me guste... - Se toqueteaba las manos nervioso. Yo jamás le había visto así. - Es que tenemos muchas cosas en común, nos llevamos bien y nos lo pasamos bien juntos... - Tragué saliva.
- Estáis saliendo? Sois pareja? - Volvió a reír, nervioso por lo directas que estaban siendo mis palabras.
- Bueno... más o menos.
- Entonces te gusta. Por qué lo niegas? - Mi tono empezaba a parecer enfadado. Kris pareció notarlo por su expresión, pero de verdad que enfadarme y que él se sintiese mal no era mi intención.
- Sí que me gusta... Pero a ver... No es nada serio... Simplemente nos lo pasamos bien juntos... Estamos a gusto... No sé, ya veremos qué pasa. - Sonrió de nuevo con aquella odiosa expresión de ternura y, entonces, la campanita del microondas sonó. - Voy a llevarle esto a ver si se duerme... - Puso la taza en un plato y rodeó la encimera para salir. - Descansa Tao.
- Descansa. - Intenté ser lo más escueto posible. Estaba completamente hundido por dentro.
- Ah! Tao! - Me giré al escucharle llamarme.
- Sí?
- No digas nada de esto a nadie, vale? Es un secreto... Solamente te lo he contado a ti porque eres de mis mejores amigos! - Me sonrió y desapareció en el pasillo.
- Mejores amigos dice... - Una sonrisa triste salió de mi boca, tragándose a continuación el vaso entero de agua y con ganas de más. Desahogar mi rabia a base de hincharme a agua no era la mejor idea, pero me daba igual... - Que es un secreto, dice? Pues podríais intentar disimular un poquito...
Suspiré y salté la encimera de nuevo para irme a mi cuarto. XiuMin ya estaba dormido en su cama, pero se removió al escucharme entrar en la habitación.

- Tao? - Se levantó, frotándose los ojos como un niño pequeño. Me sacó una sonrisa. - Dónde estabas?
- Fui a por agua, ya te lo dije. - Me desvestí rápidamente, esquivando su mirada todo lo posible y me metí en la cama.
- Estás bien? - Hundí la cara en la almohada y me tapé con las sábanas hasta las orejas. No quería hablar con nadie, solamente quería despertarme mañana por la mañana y que todo hubiese sido un mal sueño. - Tao... - Su voz sonaba muy suave, muy reconfortante... - Necesitas un abrazo, verdad?
Inconscientemente asentí con la cabeza y enseguida noté cómo mi compañero se hacía espacio a mi lado en la cama. Me giré lentamente y en menos de dos segundos, los brazos de mi amigo me reconfortaban, acariciándome la espalda mientras yo hundía más y más mi cara en su pecho. Solía ser al revés... XiuMin muchas veces extrañaba su casa y a su familia, su país y a sus amigos... Y entonces yo solía dormir con él para que no se sintiese tan solo... Me gustaba que mi Hyung supiese devolverme parte del cariño que yo le daba.
- Ya pasó, pequeño... Está bien... - Susurró en mi oído en cuanto empecé a llorar. Estaba muy cansado y triste. Haber escuchado al que había sido mi primer amor hablar con esa dulzura de alguien que no era yo me había hecho más daño del que jamás hubiera esperado. Así, entre lágrimas y consuelos, me dormí. Al día siguiente amanecí entre los brazos de XiuMin, que aún tenía la camiseta húmeda por mi culpa. Me libré con cuidado de sus brazos para no despertarle y fui a la cocina a desayunar.

- Buenos días. - Me saludó Kris en cuanto entré por la puerta. - Qué madrugador!
- Y tú? - Aún estaba de mal humor por lo de la noche anterior, y de mañana mis dotes de actor aún no estaban encendidos, así que no me molesté ni en disimular.
- Reunión con el mánager. - Le dio un sorbo a su café. - Estás bien? Te noto raro...
- Soy raro. - Me limité a responder. - Soy un kung-fu panda romántico al que le gusta pasear solo por la playa, recuerdas?
Kris rió. - Vale Tao... Ambos sabemos que eso te lo inventaste por las fans, y que en realidad si paseases solo por la playa te daría miedo y te pondrías a llorar.
- Diciéndolo así parezco un crío miedoso.
- Lo eres.
Le miré con odio. - Gracias. Es lo más bonito que me puedes decir de mañana.
- En serio Tao... Estás bien? Puedes hablarlo conmigo! Hace cuánto que nos conocemos? Somos amigos!
- Ya, creo que ahí está el problema. - Mi enfado iba en aumento, y no acababa de entender por qué.
- Perdón?
- Que tú me ves como a un niño miedoso, o como a un amigo si lo valoramos por lo alto, pero yo Kris, hace mucho que dejé de verte como a un simple amigo.
Kris me miraba confuso desde uno de los taburetes que estaban por detrás de la encimera.
- No te entiendo.
- Maldita sea, Kris! Estoy enamorado de ti! Joder, se supone que eres el más espabilado y el más listo! Por eso eres el líder!
Silencio incómodo, lo odiaba.
- Vas a decir algo? - Le pregunté mientras calentaba la leche en el microondas. Para mi sorpresa, Kris sonrió y se acercó a abrazarme.
- Eres un cielo! Cómo se puede ser tan tierno? - Le miré con una ceja enarcada mientras él estiraba uno de mis mofletes, como hacen las abuelas con sus nietos. - Que está enamorado dice... Yo también te quiero, pequeñajo!
- Creo que no me has entendido... - En ese momento decidí que jamás me teñiría de rubio. Debían de ser ciertos los rumores de que eso atonta las neuronas, porque si no era así, no podía entender cómo Kris había podido malinterpretar una confesión tan clara.
- Claro que lo he hecho, enano! - Me revolvió el pelo y me sonrió con ternura. - Lay! - Me giré en cuanto llamó a mi despeinado compañero, que se acercaba a nosotros lentamente y con los ojos medio cerrados. - Lay, Tao me ha dicho que me quiere, no es un amor?
Lay rió y robó el café de Kris, ignorando sus protestas.
- En serio? No sé que le ves... Es desordenado, caprichoso, engreído, ronca... - Le sacó la lengua al líder, que ya me había abandonado y estaba sentado a su lado, mirándole con un brillo en los ojos que yo jamás había visto.
- Yo no ronco!
- No... Claro que no... Son truenos, verdad?
- Cállate! Que tú hablas!
- Mentiroso...
- Es verdad!
Me sentía completamente fuera de lugar. Que no iba en serio la cosa? Parecían ellos más un matrimonio que mis padres. Saqué el tazón del microondas, cogí los cereales y me situé en el extremo opuesto de la cocina. "Soy un crío... Para él no soy más que un niño, ni siquiera se tomó en serio mi confesión..." Pensé mientras me aguantaba las ganas de llorar y devoraba mis cereales.

"El peor día de mi vida... definitivamente." Entré en mi habitación después de ocho horas de rodaje y me dejé caer en la cama. "Soy un maldito idiota..."
Durante todo el rodaje, Kris no había parado de hacerme caso, únicamente a mí. Las fans chillaban como locas cada vez que él me rodeaba con un brazo o se acercaba a mi oído para decirme algo. Lo peor era que yo me sentía estúpidamente feliz de que, por una vez, no le tenía que compartir con Lay. Ese día solamente me había mirado a mí. Incluso mi agudo oído ya había empezado a escuchar rumores entre las fans de Taoris.
"Taoris..." Pensé. "Si vosotras supierais..."
Pero, algo tenía que joder mi felicidad, claro está. Cuando terminamos el programa, salimos a saludar a todas las fans que no habían podido entrar a plató. Entonces, una se acercó a Kris con un paquete y le dijo que era un regalo. Hasta aquí nada raro, esto pasaba a diario, pero en el coche, Kris abrió el paquetito rosa y se encontró dentro con una oveja rara de peluche.

*Flashback*
- Eso es una cabra? - Le preguntó Chen, mirando confuso el extraño peluche.
- Es una oveja! - Le replicó XiuMin.
- Ignorantes... No veis documentales? - Les recriminó Luhan. - Es una alpaca! 
- ... - El silencio se hizo en el coche mientras todos observábamos el animalito de peluche, que nos miraba con sus ojos de cristal negros y su sonrisa de bondad.
- Alpaca? - Preguntó por fin Kris, rompiendo el silencio.
- Son parecidas a las llamas, pero estas son más bonitas. - Rió Luhan robándole el peluche a Kris y observándolo. - Hombre.... El regalo es original de narices, eh? Es la primera vez que nos regalan una alpaca... A mí lo más raro que me han regalado es un pingüino.
- Hey! Tú! - Kris recuperó su alpaca con un movimiento rápido. - Como que "nos"!? Me la han regalado a mí! Es MI alpaca! - La abrazó posesivo y en mi interior ya nacieron celos del animalito de peluche.
- A mí me parece bonita... - Susurró Lay, sentado a su lado, acariciando la cabecita del bicho inanimado.
- Pues tú serás su mamá. - Le dijo Kris. Todos los miramos extrañados, sobre todo porque la cara de Lay era un poema. - Y este es nuestro bebé, Ace.
- Ace? - Pregunté con sorna.
- Sí, Ace. No te gusta? - Me replicó Kris, dándole el peluche a su nueva mamá, que lo tomó en brazos como si de verdad fuese un bebé.
- Yo no digo nada... - Me giré, alucinando con lo que mis ojos estaban viendo y mis oídos escuchando.
- Normal... Tampoco es que se pueda decir mucho de lo que está pasando... Si contamos esto, nos toman por locos. - Me dijo XiuMin, riendo.
Asentí con una sonrisa fingida a mi Hyung, y por el retrovisor observé a la recién formada familia. Kris rodeaba a Lay por los hombros, quien cargaba a Ace con cuidado y ambos sonreían mientras observaban a esa maldita alpaca. "Claro... Disimular... Claro..." La ironía resonaba en mi mente mientras yo subía el volumen de los cascos hasta que los tímpanos me dolían. Mejor. El dolor era una forma de olvidarme del infierno que estaba viviendo.
*Fin del Flashback*

Me perdí entre las sábanas cuando XiuMin apareció.
- Un día duro, verdad? - No respondí. No estaba de humor. Él lo sabía, pero decidió seguir hablando. - Te gustó el sitio donde cenamos? Me encantan esos sitios donde te sirven muchos tipos de carne y la puedes asar tú mismo en el hornillo de la mesa... Me recuerdan mucho a mi casa, a Corea, sabes? En mi barrio había uno que tenía una carne deliciosa! Cuando era un estudiante iba muchísimo por ahí, porque además era bastante barato, y engordé cinco kilos! Cinco! Entonces ya era trainee y me caían unas broncas de parte de los entrenadores que no te lo puedes ni imaginar...
- XiuMin. - Le interrumpí. Sabía perfectamente que estaba hablando sin parar para que yo me abriese a él y le contase qué me estaba pasando estos días. - Te puedes callar?
- Ah! No te había comido la lengua un gato? Yo creía que sí... - Su voz socarrona me crispó los nervios, pero sabía que XiuMin no lo hacía con maldad. No podía descargar en él mi furia contenida.  - Me vas a contar qué te pasa?
- No creo.
- Por qué? Tan grave es?
- Define grave...
- Pues que no te vaya a poder volver a mirar a cara, o que jamás vuelva a secar tus lágrimas, o a arroparte, o a mirar debajo de la cama cuando tengas miedo... De verdad has hecho algo tan malo como para que yo vaya a dejar de hacer eso?
- Yo no he hecho nada malo, Hyung... - Mi voz empezaba a sonar más como un puchero que como una defensa... "Llanto inminente..."
- Claro que no, Tao. Si eres un pedazo de pan, qué mal ibas a poder hacer tú? - Noté su mano acariciar mi espalda, y por mucho que me mordí el labio, no pude aguantar las lágrimas. - Cuéntale a Hyung qué ocurre, sí?
- Me he enamorado de Kris... Pero él está con Lay y tienen una alpaca bebé! - Confesé al mismo tiempo que rompí a llorar como nunca. Hacía años que no lloraba de aquella forma, la almohada ahogaba mis gritos de dolor y absorbía las lágrimas que caían  y caían a un ritmo perfecto e incesante.
- Tao... No pasa nada... Nadie tiene la culpa de quién se enamora, las cosas simplemente ocurren... Y supongo que al ser tu primer amor dolerá más, pero poco a poco estarás mejor y le olvidarás, ya verás... Tienes que aceptar que está con Lay, pero quién sabe? A lo mejor mañana ya no están juntos... El destino es muy cabrón, Tao, pero si hace las cosas es por algo... Vale?
Escuché atentamente el consejo de XiuMin y asentí. Tenía razón. Si Kris estaba con otro yo tenía que superarlo y seguir mi camino, era la única opción.
- Gracias Hyung... - Dije entre sollozos. - Iré a la cocina a por algo de beber.
Me incorporé sin mirarle y me sequé la cara con la camiseta. No quería que nadie del grupo me viese así.

Inconscientemente, de camino a la cocina, me paré delante del cuarto que estos dos compartían. La curiosidad pudo conmigo, así que pegué el oído a la puerta y, tras sentarme en el suelo para estar más cómodo, empecé a escuchar.
- Conque quieres hacerme madre tan pronto? Quién te crees que eres? - Lay reñía a Kris entre risas.
- No, si ahora me dirás que no te hizo ilusión, no? Tú que siempre quieres decirle al mundo cuánto nos queremos y todas esas cursiladas! - Kris rió. Pude escuchar ruidos en una de las camas, por lo que supuse que Kris se acababa de sentar en la cama de Lay.
- No son cursiladas! Es la verdad! O es que acaso no me quieres?
- Ya sabes que no te quiero, que lo mío va más allá del querer, Lay... Me tienes obsesionado.
- Eres un maldito cursilón, Kris.
El silencio se hizo en el cuarto, y yo no tardé en empezar a escuchar sonidos que no me gustaban nada... Primero fueron los suspiros y los sonidos de besos, las respiraciones agitadas... y después no era difícil interpretar el resto de los sonidos: la ropa caía al suelo, los muelles se resentían y las respiraciones de ambos parecía que iban a explotar de un momento a otro. Yo tensé la mandíbula para intentar no llorar de nuevo y me alejé de esa puerta que me llevaba por el camino de la amargura.

- Tao? - Cuando llegaba al final del pasillo, la voz en un susurro de Kris me frenó. Cuánto tiempo había estado pegado a esa puerta? Le eché un vistazo rápido a mi reloj de muñeca. Una hora y media. "Increíble... "
- Sí? - No me giré para responder. Simplemente me quedé muy quieto, esperando a que me confundiese con la oscuridad y me dejase continuar mi camino.
- A dónde vas? Es tarde... - Kris se puso a mi lado, haciendo que mi corazón fuese a mil por hora al verle únicamente con los slips y una camiseta.
- A por agua... Tengo la garganta seca...
- Debe de ser los cambios de temperatura que estamos sufriendo... Chen también me comentó que le dolía un poco la garganta, y todos andamos algo roncos últimamente.
- Será. - Me puse tieso como un palo cuando noté su mano en mi hombro. Todos mis músculos en tensión simplemente con el roce de su mano.
- Estás bien, Tao? Te noto raro...
- Otra vez? Ya hablamos de ello ayer.
- No... Ayer hablé yo, eso es lo que recuerdo... Y...
- Kris? - La voz suave y calmada de Lay a nuestras espaldas nos interrumpió. En seguida retiró su mano de mi hombro y abrió los brazos para recibir a su pareja, que se acomodó entre ellos de inmediato. - Me asusté al no verte en la cama. - Entonces se percató de mi presencia. - Oh, interrumpo algo? Estabais hablando?
Hizo ademán de irse, pero Kris le retuvo entre sus brazos.
- Qué va! Solamente estaba hablando con Tao, que le noto algo raro últimamente.
- Es cierto... - añadió el bailarín. - Últimamente estás mucho más callado, Tao. Estás enfermo o algo? Podemos decirle al mánager que mañana te acerque a un hospital... No te habrás hecho daño mientras practicabas artes marciales, verdad?

Lay se liberó bruscamente de los brazos de Kris, que puso una mueca de desaprobación, y se acercó corriendo a mí. Empezó a palparme los músculos de las piernas y luego los de los brazos.
- Los tienes bien... - Murmuró. - Es la espalda?
Sonreí al ver cómo me observaba con sus ojos pequeños y oscuros. No podía odiar a Lay, era imposible. Era como una madre en las sombras para todos nosotros. Nunca hablaba, nunca opinaba, siempre en silencio y observando... Pero en el fondo se preocupaba de nosotros como si fuésemos su propia familia, y no me extrañaba nada que incluso Kris se hubiese enamorado de él.

- Estoy bien Lay... - Le empujé suavemente cuando se estaba empezando a empezar en quitarme la camiseta para darme un masaje y estirarme la columna.
- Seguro? - Kris había vuelto a atraparle entre sus brazos, pero la mirada preocupada de Lay seguía clavada únicamente en mí.
Sonreí resignado y asentí. - Definitivamente, ahora estoy bien.
Dejé a esos dos volver a su cuarto entre carantoñas y los reproches que Lay le estaba dedicando a nuestro líder por "no cuidar bien del pequeño". Sonreí al escucharle.

Definitivamente yo seguía enamorado de Kris, era inevitable por el momento, pero también quería muchísimo a Lay como compañero y amigo, y si ellos dos decidían que querían empezar algo nuevo juntos, yo los apoyaría. Porque ante todo eran mis amigos, y los quería a los dos.
Mientras me bebía mi litro de agua nocturno, empecé a pensar.

"Kris... Ahora mismo no estoy bien... Me duele muchísimo el pecho, pero es normal, sé que es normal aunque sea algo nuevo para mí. A pesar de esto, sé que mañana quizás aún duela muchísimo, y pasado igual, pero cuando dejemos este piso y volvamos a casa, estaré bien. Cuando bajemos de nuevo del avión ya estaré bien. Podré sonreíros a ti y a Lay, os trataré como antes lo hacía y no volveré a preocuparos. Porque aunque daría lo que fuese por tener las miradas que le dedicas a él, las sonrisas, las caricias y los besos... Ante todo eres mi mejor amigo, el amigo que siempre ha estado a mi lado desde el principio, y te mereces ser feliz. Si él te va a hacer feliz, entonces yo también lo seré... Porque te quiero, y querer es sacrificio... Algún día yo también tendré a alguien que me quiera como tú quieres a Lay... Verdad?"

- Tao? - Salté de la encimera por el susto que me produjo la voz de XiuMin. - Hey! Te llevo esperando dos horas! Estaba preocupado!
Sonreí. - Tan preocupado estabas que esperaste dos horas para venir a buscarme? - XiuMin se sonrojó y puso su cara de enfadado que le hacía parecer un bollo.
- No quería ser pesado... - Murmuró.
Reí y me acerqué a él. - Volvamos a dormir, sí? - Asintió sonriendo y nos fuimos a nuestro cuarto.


"Algún día alguien también me querrá como tú quieres a Lay... "

4 comentarios:

  1. Tao ;_;
    Llore como magdalena... estupido y sensual Duizang. ¿Como es posible que haya sido tan malvado con el pobre Tao? No digo que fuera malvado intencionalmente, pero como actua, no le dio importancia a la confesion de Taozi. Y Lay, es complicado no quererlo, pero... de verdad ;_; me haz hecho sufrir. Panda... si necesitas amor, yo te lo doy(?) o vete con... no espera, si, mejor conmigo ;_;
    Gracias. Me hacia falta angs esta noche.

    ResponderEliminar
  2. aaaaa~~~ soy Kray shipper... pero el Taoris aquí me dio un poco de tristeza... me encanto! ...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también soy Kray shipper ;) KRAY is real!! Jajaja
      Me alegro de que te gustase. Muchísimas gracias por leer y comentar! Un besazo! <3

      Eliminar