Mientras
miraba por la ventanilla del autobús los reflejos de las farolas en los
charcos, recordaba sus palabras una y otra vez. Cada vez dolía más que la
anterior.
- Muchacho,
podrías cerrar la ventana? Es que está empezando a llover...- Una señora me
habló, y yo asentí sin mirarla siquiera, levantando el brazo para cerrar de
forma desganada la ventanilla.
- Gracias.-
la señora me sonrió dulcemente.
- No hay que
darlas.- dirigí mi mirada a las gotas de agua que empezaban a chocarse contra
el cristal de nuevo, dejando un rastro de forma abstracta y dibujando paisajes
sin forma en la ventana. "Llueve de nuevo... parece que el cielo lo hace
para darle dramatismo a la cosa..." suspiré y me levanté cogiendo mi mochila;
ya había llegado a la parada del colegio.
- Joven, ya
puedes correr si no quieres mojarte... Está a punto de caer una buena... - me
dijo el conductor señalando al cielo en el cual se podían empezar a distinguir
en el norte los primeros rayos. Asentí y bajé arrastrando los pies. Ni siquiera
lloraba, en aquellos momentos podría partirme un rayo que dolería menos.
El camino
hacia el colegio estaba bastante oscuro, parecía que la luz se había ido porque
ninguno de los focos que rodean el paseo de piedra hacia el edificio de los
dormitorios estaba encendido. "Genial, mojado y a oscuras... una velada
preciosa."
Mientras
caminaba sobre los charcos con mis pensamientos irónicos en la cabeza, acabé
llegando al colegio, entrando y sacándome la chaqueta azul marino que se pegaba
a mi piel. La llevé a rastras hacia mi habitación, dejando tras de mí un rastro
de agua. No pensaba en nada, ya no. No sentía nada, ni miraba a nada, ni
siquiera mis movimientos eran premeditados, de hecho, juraría que ya nada
podría afectarme más después de aquel día. Kyuhyun había conseguido con sus
palabras, hundir todas mis esperanzas en lo más oscuro entre lo oscuro, mis
sueños e ilusiones, todo lo relacionado con mis sentimientos por él, todo lo
había destruido con su voz grave y monótona.
Abrí la
puerta, tirando la empapada chaqueta en una esquina y dirigiendo mi mirada al
baño al escuchar el sonido de la ducha. Miré a la cama de Zhoumi, estaba vacía,
así que supuse que estaría tomando una ducha, aunque me sorprendió por la hora
que era...
Me quité los
zapatos, llevándolos hacia el alféizar de la ventana y dándoles la vuelta,
viendo como soltaban un chorro de agua cada uno.
- Menos mal
que no llevé las sandalias...- susurré mientras los colocaba en una posición de
forma que la lluvia no les alcanzase aunque hiciese viento y dirigiéndome a
continuación a mi cama, para quitarme el resto de mi ropa que ya era más
porcentaje de agua que de algodón.
Sentí como
se apagaba la ducha mientras me quitaba los pantalones, era más difícil de lo
que suena, porque estaban pegados a mis piernas como si fuesen una segunda piel
y era realmente incómodo. Empecé a dar saltos por toda la habitación,
intentando por todos los medios arrancarme los vaqueros.
- Malditos
pantalones del demonio... DEJADME VIV....- Me quedé paralizado al mirar la
puerta de la ducha. Kyuhyun? No... Kyuhyun con sólo una toalla? Qué estaba
pasando? Estaba alucinando? Parpadeé varias veces, igual que Kyuhyun, que me
miraba con una cara de desconcierto y que él intentaba convertir en una de
póker.
Miré a la
cama de Zhoumi, observando con detenimiento la ropa que estaba encima de ésta,
y reconociendo en ese momento los vaqueros oscuros y la chaqueta negra de Kyuhyun.
Miré repetidas veces a Kyuhyun, y luego a su ropa, pero estaba demasiado
enfadado como para avergonzarme de que me hubiese visto maldiciendo a mis
vaqueros, así que simplemente me los subí de nuevo (cosa que me dolió, porque
fue como rendirme ante mi propia prenda de vestir) y le miré fijamente sin
pronunciar palabra. En la habitación reinó el silencio durante los minutos que
nos miramos.
- Esto...-
el primero en hablar fue él.- En mi cuarto no había agua, debe de ser por la
tormenta o algo... Y entonces... Bueno...- Retiré la mirada y le di la espalda,
cogí de mi mesa una toalla y me empecé a secar el pelo ignorando todo lo posible
lo que estaba diciendo.- Me voy en seguida, no te preocupes.
Estallé.-Acaso
te he preguntado algo? Que no me preocupe? YO? Vete a la mierda Kyuhyun, así te
lo digo, VETE A LA MIERDA! Me la suda de una manera soberana que no tengas
agua, me da igual, es tu problema, como si te das un baño en un charco, es tu
vida, y ya no quiero tener nada que ver con ella, me oyes? - cómo no iba a
oírme? Estaba gritándole tan alto que seguramente desperté a todo el alumnado.-
Largo de mi cuarto, te prohíbo que estés aquí, no quiero que pises el mismo
suelo que yo... ME DAS ASCO! - decir aquello me dolió posiblemente más a mí que
a él, pero no quería que él estuviese allí justo ahora, necesitaba no verle, lo
necesitaba!
Kyuhyun bajó
la mirada y avanzó en silencio hasta la cama de Zhoumi, cogiendo su ropa
interior y poniéndosela por debajo de la toalla, dándome la espalda. Yo
suspiré, aquello me parecía increíble.
- Estás
sordo, verdad? - giró la cabeza, mirándome con un aspecto confuso y serio.
- Qué pasa?
Me estoy vistiendo.
- De verdad
lo estás... Te acabo de decir que te largues! Que parte de el verbo largar no
entiendes? FUERA! - grité señalando la puerta. - Coge tu apestosa y carísima ropa y lárgate!
Lárgate de mi vida, de mi cuarto, de mi...- "de mi corazón!" eso me
hubiese gustado gritarle, pero si lo hubiese hecho, mis sentimientos se habrían
vuelto a apoderar de mí, y eso no iba a volver a ocurrir, nunca más. No.
Kyuhyun se
giró y me miró fríamente.
- De verdad
que me odias tanto?
Me quedé
unos instantes en silencio, mirándole a los ojos, controlando mi instinto de no
contemplar su cuerpo y fijar mi mirada en sus ojos negros. Por supuesto que no,
no podía odiarle, le amaba con toda mi alma, tanto que dolía, pero no iba a
dejar que él lo supiese y que de nuevo lo utilizase para acabar haciéndome daño
de nuevo.
- Sí.-
Asentí sin mirarle a los ojos. No podría soportar el contacto visual en aquel
momento al decirle eso.
- Lo
entiendo. Yo también me odio.
Una vez
dicho eso y mientras yo contemplaba las gotas que se escurrían por mis oscuros
mechones de pelo, estrellándose contra el parqué, él cogió su ropa y
desapareció tras la puerta, semi-desnudo y llevándose todo mi ser con él. Eso
era lo que él había dejado de mí, los restos, tan sólo un ser en cuerpo y sin
alma.
Me dejé caer
de espaldas sobre mi cama, liberándome lentamente de toda mi ropa y
escondiéndome debajo de las sábanas. La luz se fue mientras yo intentaba huir
de la oscuridad internándome aún más en ella bajo toda la ropa de cama, la
oscuridad me aterrorizaba menos, y el estar solo no ayudaba, pero no pensaba ni
en el miedo, no pensaba en nada, no era dueño de mí mismo.
De verdad me
merecía la pena seguir así? Cada día era más insoportable, el tener que verle
cada día, los constantes rechazos, las subidas y bajadas de ánimo, las
discusiones... era insoportable.
- Sungmin,
duermes?- Zhoumi entró en el cuarto, dónde narices se metía este hombre?-
Vaya... no hay luz? Ahora como observaré tu cuerpo desnudo derrochando
inocencia mientras duermes? - abrí los ojos como platos al escucharle. Siempre
decía esas cosas mientras yo dormía? Que miedo me daba ese tío... Escuchaba el
clic del interruptor una y otra vez, Zhoumi parecía estar empeñado en conseguir
que la luz se encendiera, pero a ese paso lo único que lograría sería hacer
explotar la bombilla, y la tenía justo encima de mi cama, así que la idea poca
ilusión me hacía.- Bueno, me quedaré sin juerga esta noche...- le escuche resoplar
y tras desnudarse, meterse en la cama. "En serio... Deberían hacerles un
test psicológico a la gente antes de entrar en un colegio... son peligrosos!*
Aquella
noche tardé en conciliar el sueño, entre lo de Kyuhyun y los comentarios de mi
compañero de cuarto, no era fácil.
El día
siguiente no mejoró, ni el siguiente, ni el siguiente. Aquello era insufrible,
mis compañeros de clase me notaban raro, la mayoría sospechaban lo que había
ocurrido, y me hacían preguntas sobre ello, pero yo nunca contestaba, no quería
hablar, no quería hacer nada. Era horrible, no hablaba con nadie, no comía
apenas nada, y cada día estaba más débil, pero realmente no me importaba, no me
importaba nada.
Siempre
observaba a Kyuhyun en silencio, sin decir nada, pero él ni una sola vez me
dedicó una mirada, ni siquiera cuando alguien decía mi nombre. Lo que más asco
me daba de aquello era que yo en el fondo sabía que si Kyuhyun en algún momento
me diese la más mínima oportunidad de acercarme de nuevo a él, por poco que
fuese, yo la habría aceptado sin duda alguna, lo sabía, y aquello me repugnaba.
"No
quiero esto, no lo quiero. Yo quiero ser feliz, creo que me lo merezco, no he
hecho nunca nada tan malo como merecer que me traten así..." Pensaba para
mis adentros mientras vaciaba mis cajones encima de la cama."No saco malas
notas... puedo entrar en cualquier colegio que quiera, mejor que este
incluso..." mientras doblaba camisetas, escuché como la puerta se abría.
- Qué estás
haciendo? - preguntó Zhoumi acercándose a mí y observando el montón de ropa
sobre mi cama.
- Qué crees
que estoy haciendo? - contesté sin levantar la vista de mi tarea.
- Doblar
ropa...
- Eres un
lince, chaval.- me miró claramente dolido, yo no era así, no solía contestar
así a la gente, pero estaba tan harto de todo que me daba igual lo que pensase,
al fin y al cabo, no iba a volver a verle nunca... Había decidido irme del
colegio.
- Pero por
qué la estás doblando? - Decidió ignorar mi comentario borde y continuar su
interrogatorio.
- Porque me
largo.
- Es
miércoles, no te dan permiso para ver a tus padres hasta el viernes por la
tarde...- Era obvio que había pillado mi comentario perfectamente, pero él
prefirió hacerse el sueco.
- Me voy del
colegio Zhoumi.
El silencio
se adueñó de ese cuarto, últimamente pasaba bastante a menudo.
- Y no se lo
digas a nadie, querrían despedirse de mí y no me apetece.
Zhoumi me
observaba claramente sorprendido, no entendía nada, aunque yo tampoco le
culpaba, ni yo mismo lograba comprenderme.
- Pero...
por qué? Es por Kyuhyun?
Me quedé
inmóvil unos segundos. Aún me costaba acostumbrarme a su nombre, pero lo más
preocupante ahí era cómo se había enterado Zhoumi... Se lo había contado
Kyuhyun? Aunque últimamente tampoco andaban tan unidos como antes...
- No.
- Sí
- No
- Sí, y lo
sabes.
- Joder
Zhoumi!- Le di un golpe a la cama y me giré mirándole desafiante.- Si ya tienes
tu propia teoría por qué coño preguntas? Déjame en paz!
Su sonrisa
apareció en su rostro, pero era una triste, con aspecto cansado... no su sonrisa
de siempre, aquella pervertida y que tanto me asustaba.
- Ya no eres
tú...
Qué? Qué
estaba diciendo?
- Qué dices?
- No
lloras... está claro que tienes que llorar, desahogarte, liberarte del peso que
llevas sobre tus hombros, pero no lo haces, simplemente arremetes contra los
demás y te marginas en tu mundo, ahuyentando a quien intenta acercarse a
ayudarte a ser el Sungmin que eras antes.
Que no
lloro? Quiere decir que mi supuesto yo de antes era un llorica? Sí... por eso
era por lo que Kyuhyun solía odiarme...
- Llora
Sungmin, como aquella vez, llora y grita, pega a la almohada, o a mí, no me
importa, pero vuelve.
Su voz suave
y pausada conseguía llegar directamente a mi corazón, lo acariciaba
delicadamente, intentando que recobrase la confianza y la esperanza que solía
tener, la alegría que lo caracterizaba... todo lo que se llevó Kyuhyun con mis
sentimientos.
Yo le miraba
fijamente, observaba inmóvil como se acercaba a mí, mirándome a los ojos y
caminando lentamente con pasos acompasados a sus palabras. Cuando estuvo
delante de mí, colocó sus manos en mis hombros con firmeza y girando levemente
su cabeza, acercó su rostro al mío, acariciando mis labios con los suyos,
apenas fue un roce, pero hizo que mi corazón se desplomase de nuevo, consiguió
que las lágrimas fluyesen, empapando mi rostro y nublando mi vista. Aquellos
labios que habían hecho estremecerse mi corazón de nuevo no eran los labios de
Kyuhyun, aquel beso no había sido un beso, no para mí... Nadie podría darme un
beso jamás si no era Kyuhyun con sus labios, sus labios suaves y tiernos, que
conocían perfectamente los míos y que encajaban los unos con los otros con la
misma exactitud que dos piezas de un puzzle... Y ese pensamiento fue el que
hizo que rompiese en lágrimas de nuevo. Sentía de nuevo, aunque fuese dolor,
era un sentimiento, y eso me hizo sentirme vivo de nuevo. Alcé la mirada
mirando fijamente a Zhoumi, quien sonreía, aparentemente encantado con la
escena.
- Ya
atardeció Sungmin... -Miré a la ventana, el cielo y su tono naranja marcaban el
aproximamiento de la noche.- Te irás de todas formas?
Miré al
cielo una última vez y asentí con la cabeza, girándome hacia él y mirándole a
los ojos, sonriendo y sin dejar de llorar.
- Sí...
Adiós.
-Fin-
CONTINUACIOOOOOOOOOOON! Por Favoooorr! T_T
ResponderEliminarMuchas gracias por leernos! ^^
EliminarEstamos preparando los nuevos capítulos, en breves serán publicados! :)
Gracias por leernos y esperamos que sigáis atent@s al blog ;D
;///; ¿Cuando seguirá el fic? Llevo leyéndolo en incógnito varios meses y me muero de la angustia con lo que está pasando!
ResponderEliminarLos siguientes capítulos serán publicados en breves, seguid atentas al blog y esperamos que os estén gustando los fanfictions ^^
EliminarUn saludo y gracias por leernos!! ^^