*POV Woohyun*
- Cansado? –
Me acerqué a Sunggyu, con una sonrisa y un vaso de agua en la mano. Los demás
estaban peleándose por ver quién utilizaría la ducha primero.
- Agotado. –
Me robó el vaso de agua y lo liquidó en un trago. – Cómo es posible que tú no
lo estés? – Sonreí con suavidad y me encogí de hombros, sentándome a su lado en
el sofá.
- Tú me das
energía, Hyung. – Puse morritos y él enarcó una ceja, dándome un puñetazo en el
hombro.
- Así que es
culpa tuya que yo me acueste todos los días sintiendo que tengo ochenta años?
Suspiré. No era
eso lo que quería decir… Pero Sunggyu jamás me tomaba en serio, ni a mí ni a
mis sentimientos.
- Sorry. – Rió por mi acento y suspiró, recostándose en el sofá
y cerrando los ojos. Le observé atentamente, no recordaba cuándo había empezado
a sentir esto por él… Era una felicidad extrema de tenerle a mi lado día y
noche, pero al mismo tiempo un dolor punzante de no poder abrazarle hasta
asfixiarle. Vale, miento: Intentaba abrazarle, pero los moratones de mi cuerpo
eran la muestra de que mis mimos no eran bien recibidos por mi líder.
- Hyung… -
Susurré, acercándome a su rostro, mirándole fijamente. – Estás dormido?
Observé sus
labios de cerca. Tan de cerca que sentía su aliento salir de ellos,
entreabiertos.
- Woohyun. –
Abrí los ojos como platos y me quedé de piedra en mi posición, sin atreverme a
realizar movimiento alguno. Giré mis ojos únicamente, hasta encontrarme con los
suyos, que tenían una expresión de furia pura. – Qué diablos estás haciendo?
- Eeeem…
Esto… Yo… - No pude explicarme, la patada que recibí en el costado me impidió
pronunciar palabra alguna durante unos minutos.
Sunggyu
desapareció tras su agresión por el pasillo en dirección a nuestro cuarto, y yo
me quedé en el sofá, suspirando con tristeza y mirando al techo con un puchero
en los labios.
- Estuve tan
cerca… - Susurré, masajeándome el lugar del golpe y poniendo una mueca de
dolor. – Me va a salir un moratón fijo… Qué bruto es.
- Sungjong!
A dónde vas? – Me giré para ver de dónde venían los gritos.
- No te
importa.
- Yah! No puedes seguir desapareciendo así! –
Myungsoo perseguía a Sungjong, que se ponía la cazadora en dirección a la
salida.
- Quién lo
dice? – El maknae se encaró y le miró, desafiante. Yo no perdía ojo desde el
sofá. Mi camuflaje entre cojines era perfecto.
- Yo.
Una mueca de
sorna en la cara aparentemente dulce del más pequeño fue lo último que vi antes
de que saliese de la habitación y se escuchase el ruido del ascensor. Myungsoo
se quedó mirando al vacío, con los puños tensos y la mandíbula apretada.
- Maldita
sea. – Masculló antes de girarse y pegar un portazo en su cuarto. Segundos
después, mi fiel compañero de cotilleos apareció tras la puerta de su cuarto y
se acercó a mí, raudo y veloz.
- Lo has
visto? – Dongwoo sonreía de lado con los ojos brillantes. Asentí con la misma
expresión. – Qué fuerte… Tenemos un triángulo amoroso en el grupo! Si le
vendemos los derechos a la KBS para un dorama, nos jubilamos!
- Ya te
digo! Pero por qué estaba tan enfadado Jonggie?
- Sungjong
entró al cuarto de Myungsoo y se lo encontró… Ejem… Haciendo bebés con
Sungyeol.
- Qué
dices!? – Apenas pude ahogar mi chillido de maruja reprimida. – Qué fuerte…
- Me parece
fatal que Myungsoo ande a dos bandas siempre. Eso está fatal!
-
Exactamente! Yo jamás engañaría a mi GyuGyu. – Dongwoo se echó a reír
escandalosamente mientras yo achuchaba un cojín.
- Venga ya…
Sunggyu pasa de ti, Woohyun! Te digo yo que no le interesan los hombres! – Puse
morros.
- Pero
aunque no le gusten los hombres, puedo gustarle yo. – No me di cuenta de la
tontería que acababa de decir hasta que Dongwoo volvió a reírse como un
histérico.
- Eres
mujer, entonces? Miss Woohyun? – Le pegué con el cojín que antes había mimado
hasta desahogar mi frustración sentimental.
- Por
cierto, qué tal con Hoya?
- Qué le
pasa a Howon? – Respondió, peinándose y subiéndose al sofá de un brinco.
- No te
hagas el tonto. Sabes que te gusta!
- Soy
hetero, Woohyun. Que tú desprendas orgullo por los poros de tu piel, no
significa que los demás seamos así también. – Sonrió y negó con la cabeza.
- Yo no
desprendo orgullo! Y si no te gusta por qué le tratas así?
- Somos
amigos. Los mejores amigos del mundo. Nos queremos de esa forma y de ninguna
más.
- Y estás
seguro de que él no te ve como a algo más que a un amigo? – Asintió, jugando
con un cojín como si fuese una pelota de vóleibol.
- Solamente
somos amigos. Yo algún día espero casarme y tener hijos. Tendré una esposa
guapísima y una caja inmensa. – Rió y me sonrió. Le sonreí con incomodidad.
Howon acababa de entrar en el salón y sonreía con la cabeza baja desde una
esquina. Hasta yo podía ver cómo le había dolido el comentario de Dongwoo.
Todos en el grupo sabíamos lo que el bailarín sentía por el rapero… Todos menos
el rapero, que no era más imbécil porque no practicaba.
Howon asintió,
soltando un suspiro, y se fue por el camino por el que había venido.
*POV Ricky*
- Yah! En
esta casa no se cena o qué? – Aparecí por el salón, ya duchado, reclamando algo
con lo que calmar mi apetito. – Mi estómago parece un león…
- Acabamos
de llegar! – Protestó Niel, con la cabeza apoyada sobre el regazo de Minsoo. –
Cómo es posible que siempre tengas hambre?
- Estoy en
plena etapa de crecimiento.
- JA. – Me giró,
encontrándome a Jonghyun con el pelo empapado y riéndose con descaro mientras
mira por encima de mi cabeza. – Tú ya no crecerás más y ambos lo sabemos.
Bajo la
mirada para ocultar mi sonrojo y no me atrevo a contestarle. Nunca me atrevo.
Es demasiado brillante para mí.
- Dónde
están Byunghyun y Chanhee? – Pregunta Minsoo.
- En el
dormitorio, discutiendo. Para variar. – Jonghyun resopla y se hace un hueco
entre los peluches del sofá. Yo le sigo y me siento a sus pies, notando como
inmediatamente separa las piernas para hacerme un hueco entre ellas y, de paso,
hacer que me dé una taquicardia de la felicidad. Apoya su mentón en mi cabeza,
quedándose inclinado sobre mí.- La verdad es que yo también tengo hambre…
Pedimos pollo?
Los demás
acceden y Minsoo obliga a Niel a incorporarse para ir a llamar.
- Estarán
bien? – Pregunta Niel. Nosotros le miramos, sin comprender.- Los hyungs.
Últimamente se pelean tanto que me da miedo que el grupo se acabe rompiendo.
Niel miraba
al infinito mientras nosotros le escuchábamos, entendiendo perfectamente lo que
estaba diciendo.
- Si uno de
nosotros se fuese… Ya no sería lo mismo. – Murmuré. – Teen Top ya no existiría.
- Yo creo
que sin estar todos acabaríamos separándonos poco a poco. – Añadió Jonghyun,
rodeándome el cuello con los brazos. Tragué saliva ante su tacto.
- Yo pienso
igual. Somos como una familia… - Nos quedamos en silencio hasta que Minsoo
volvió.
- Quién se
ha muerto? – Rió, sentándose al lado de Niel y dejando que apoyase la cabeza
sobre su hombro.
- Hyung,-
Niel le miró. – crees que esos dos lo arreglarán?
Minsoo
suspiró y se encogió de hombros.
- No lo sé.
Sólo espero que, aunque las cosas vayan mal, se comporten como adultos y no
echen por tierra todo por lo que hemos trabajado tan duro. – Susurró.
Yo levanté
la mirada, observando a Jonghyun, que asentía al vacío. Si Teen Top se separase…
Volvería a verle? No quería ni pensarlo.
- Jonghyun…
- Murmuré desde mi cama. En la suya, él ojeaba twitter. Separó la vista del
teléfono y me miró.
- Dime.
Le observé
unos instantes y, de nuevo, las palabras desaparecieron en mi cerebro. No sólo
las palabras, cualquier rastro de cualquier pensamiento se desvaneció. En
blanco, estaba completamente en blanco.
- Changhyun?
- Eh?
- Eh no. Me
has llamado tú. – Rió. Creo que mis mejillas parecían tomates. Bajé la mirada,
avergonzado.
- Te puedo
preguntar algo? – Se sentó al borde de la cama y asintió.
- Claro.
- Si Teen
Top se separase… Crees que seguiríamos en contacto?
- Mmmm… Pues
la verdad es que… Supongo que no. – Jonghyun torció la cabeza, pensativo. Mi corazón
se rompió completamente.- Supongo que Byunghyun Hyung volvería a América y allí
le perderíamos la pista.
- Me refiero
entre nosotros dos. – Susurré, jugando con los descosidos de mi colcha.
- Claro que
nos mantendríamos en contacto! – Levanté la mirada, sorprendido por su
seguridad. – Cómo no lo haríamos? No creo que fuese capaz de dormir sin
escucharte roncar a mi lado, Changhyun. – Se echó a reír y yo le miré con cara
de estúpido. – Te llamaría toooodas las noches para quedarme dormido escuchando
tus estupideces.
Sonreí con
ternura y me incorporé de golpe, señalándole con un dedo acusador. Me sentía
mucho más animado.
- Yo no
ronco, mentiroso! – Changjo me imitó y me señaló de la misma forma.
- Pareces un
tractor, Pitufo!
- Soy más
mayor que tú!
- Pero mides
medio metro menos!
- QUÉ
EXAGERADO ERES!
- Y TÚ QUÉ
POCO REALISTA!
Empezamos a
discutir y acabamos echándonos a reír en una pelea de cosquillas que acabó al
escuchar unos gritos nada parecidos a los nuestros fuera de nuestro cuarto. Nos
quedamos callados, mirándonos, y nos incorporamos rápidamente para asomarnos
por la puerta y encontrarnos a Byunghyun Hyung y a Chanhee Hyung discutiendo en
el salón.
- No vas a
salir por esa puerta, Byunghyun!
- Te crees
que voy a aguantar dormir en la misma habitación que tú después del día que me
has dado!? Estás loco? Deja los alucinógenos, Chanhee.
Byunghyun
Hyung se ponía la cazadora mientras llenaba una mochila de cosas varias que no
lograba ver.
- Qué está
pasando aquí? – Minsoo Hyung apareció entonces para calmar los ánimos.- Chicos,
mañana hay actividades por la mañana y hay que dormir. Id a descansar y mañana
veréis las cosas mucho más claras.
Niel
observaba desde la puerta de enfrente al igual que nosotros.
- Te callas,
Minsoo? – Bramó Chanhee. Minsoo le miró, sorprendido, y nos miró a nosotros
completamente descolocado. Nadie le respetaba mucho como líder, pero de ahí a
gritarle había un abismo. No replicó a Chanhee, simplemente se quedó callado,
observando al igual que el resto de nosotros.
- Me largo. –
Byunghyun cerró la mochila y tomó el pomo de la puerta antes de que Chanhee le
agarrase el otro brazo. Él le miró con odio y tensó la mandíbula. – No me
obligues a soltarme por la fuerza, te lo advierto.
- Como
salgas por esa puerta, Byunghyun, lo nuestro se habrá acabado para siempre. Te
lo advierto. No habrá marcha atrás. – Noté como todo el grupo aguantaba el
aliento ante la tensión del momento. Jonghyun y yo nos miramos, ambos con
expresión preocupada.
Byunghyun
Hyung nos miró a todos nosotros, uno por uno, y finalmente a Chanhee Hyung.
Sostuvo la mirada unos segundos, seguramente pensándoselo, y, por último, se
zafó con un movimiento brusco y salió por la puerta sin mirar atrás.
Chanhee se
quedó en el mismo lugar durante los siguientes minutos, sollozando con la
cabeza gacha. Niel, Jonghyun y yo miramos a Minsoo Hyung, que acabó sintiéndose
obligado a actuar.
- Chanhee… -
Se acercó con cuidado y posó una mano en su hombro. – Estás bien?
Los tres
suspiramos, resignados. Hyung siempre hacía unas preguntas estúpidas no, lo
siguiente.
Chanhee le
miró con furia y con un movimiento brusco, parecido al de Byunghyun, se zafó de
su mano y se encerró de un portazo en su cuarto.
- Esperemos
a mañana. – Nos susurró nuestro líder. – Mañana todo estará más claro.
- A dónde
habrá ido Hyung? – Murmuró Niel con expresión preocupada.
- Vayamos a
dormir. – Resumió Minsoo. Todos aceptamos, pero yo no podía dormir. Saqué el
teléfono móvil y marqué el número de Howon Hyung. Le conocía de un día, pero me
sentía realmente cercano a él.
- Hola?
- Hyung?
- Quién es?
- Soy Ricky
de Teen Top.
- Oh! Hola!
Qué tal?
- Perdona
por llamar a estas horas, Hyung. Pero necesitaba hablar con alguien…
- Está bien,
no te preocupes. No podía dormir de todas formas. Qué ocurre?
- L.Joe se
ha ido de casa. Chunji está encerrado en su cuarto sin querer hablar con nadie
y yo tengo miedo de que el grupo se separe…
- No
fastidies…
- Qué?
- Hoy a
nosotros se nos ha ido Sungjong de casa, L está de morros con todos nosotros y
Sungyeol está llorando en su cuarto, encerrado a cal y canto.
- No tenéis
miedo por el grupo?
- Confiamos
en que sepan actuar como adultos… - Reí ante las similitudes de sus palabras
con las de Minsoo Hyung.
- Yo es que
si Teen Top se separa, no sé qué haré. Son mi familia…
- Estaréis
bien. Tenéis un buen líder y, aunque ahora las cosas estén caldeadas, al final
todo irá bien. – Sonreí. – Changjo ya duerme? – Me sonrojé.
- Sí, está
roncando en la cama de al lado.
- No se le
escucha roncar…
- Porque no
ronca, solo lo digo para fastidiarle. – Rió.
- Qué monos
sois… No te vas a declarar?
- Estás
loco? La única pareja del grupo se tira los cacharros a la cabeza, como para
empezar otra… Además, Changjo no tiene ni el más mínimo interés en mí más allá
del que se tiene en un amigo.
- Eso lo ha
dicho él?
- No hace
falta. Se le nota.
- A mí hoy
Dongwoo me ha dicho directamente que solamente me ve como a un amigo y que
algún día se casará con una mujer preciosa y tendrá niños. – Rió, pero se le
podía notar el dolor entre carcajadas falsas.
- Te ha
dicho eso?
- A mí no, a
Woohyun, pero bueno, viene a ser lo mismo.
- Lo siento,
Hyung. – Susurré, sintiéndome mal por él.
- Estoy
bien. – Adiviné su sonrisa. Sonreí también. – Pero no te rindas, eh? Yo no
pienso rendirme. A la amistad y al amor los separa un hilo muy finito.
- No lo
haré, Hyung. – Miré a Changjo en la oscuridad y sonreí. – Buenas noches.
- Descansa,
pequeño.
*POV L.Joe*
Vagar por
las calles de Seúl de madrugada, esquivando borrachos con traje y prostitutas
enseñando pierna no era mi plan ideal para pasar la noche.
Caminaba y
caminaba, pero la verdad era que no tenía a dónde ir. El autobús nocturno
acabaría su turno en breves, y apenas había taxis disponibles. Ni siquiera me
había traído la cartera… Con el enfado del momento no la había cogido y no
tenía suficiente dinero en los bolsillos de la chaqueta para pagarme un hotel,
ni una sauna siquiera.
Encontré
milagrosamente un billete en el bolsillo de la mochila. No era suficiente para
pasar la noche en alguna parte, pero vivía en un país en el que el alcohol era
exageradamente barato, así que pensaba beber hasta perder el conocimiento y ya
aparecía en algún lugar al día siguiente.
Caminando y
caminando, llegué a una calle con pubs que se anunciaban con luces de neón y
fotos sugerentes en las puertas. Las mujeres no llamaban mi atención en exceso,
pero al menos estaba abierto a esas horas, así que entré en el primero que me
encontré.
Estaba más
vacío de lo que me esperaba. La mayoría de las barras donde normalmente
bailarían señoritas de palabras fáciles estaban vacías.
Me senté en
un taburete al lado de la barra, cerca de los altavoces que hacían que mis
tímpanos se resintiesen.
-
Bienvenido. – Me saludó una chica con un bikini con transparencias que dejaba
poco a la imaginación. Enarqué una ceja y suspiré. No entendía cómo esto podía
gustarle a alguien. – Qué desea?
- Lo más
fuerte que tengas. – Dejé caer mi mochila sobre la barra de aluminio y ella se
rió.
- Lo más
fuerte soy yo, cielo. Pero quizás soy demasiado para ti… Tequila?
- Perfecto.
Otra cosa
que jamás entendería era por qué las chicas que aparecían en revistas sobre
motos y coches, o incluso estas, que bailaban y servían copas, iban medio
desnudas pero siempre calzadas. Qué lógica tenía? Era absurdo. Los tíos que
salían en las revistas en pelotas iban descalzos. Tenía mucho más sentido.
- Aquí
tienes. – Me sirvió una jarra entera y yo tragué saliva. Mañana iba a estar
destrozado… Si sobrevivía al coma etílico. Pagué y empecé a servirme el
líquido, que abrasaba mis cuerdas vocales y todo mi interior a su paso.
- Vas a
bailar hoy? – Levanté la mirada para, a continuación, quedarme completamente de
piedra. Me habrían echado drogas en el alcohol? El que estaba hablando con la
stripper era Sungjong?
- Sí, no te
importa? Apenas hay clientes y yo quiero desahogarme… - Parpadeé repetidas
veces para asegurarme de que no era una alucinación.
- El
escenario es todo tuyo, cielo.
- Gracias,
Sandy. – Sungjong le sonrió con sinceridad y se quitó una chaqueta para a
continuación subirse a una de esas barras y empezar a contornearse para el
deleite de varios hombres que debido a su ceguera producida por el alcohol, no
parecían darse cuenta de que estaban tirándole billetes y farfullando
obscenidades a un chico de veinte años.
- Es guapo,
eh? – La tal Sandy se acercó a matar su aburrimiento conmigo. Asentí. Ni
siquiera sé por qué lo hice. – Le conoces? Es cantante en un grupo, pero aquí
jamás le ha reconocido nadie… Curioso.
Asentí de
nuevo, sin poder quitar los ojos de encima a Sungjong, que giraba, se deslizaba
y parecía que volaba sobre el escenario al ritmo de la música, sin escuchar
nada más.
- Viene
mucho por aquí? – Murmuré, liquidando otro chupito.
- Bastante. Por
algún motivo, bailar le hace desahogarse, y no tiene otro lugar a dónde ir.
Suele dormir en una de las habitaciones. – La miré, sorprendido. Acababa de
solucionar el misterio del maknae que desaparecía de los dormitorios.
- Es…
Hermoso. – Murmuré. Él y sus movimientos hacían imposible que fijases la vista
en otra cosa que no fuese su persona. Impresionante. Realmente parecía una
chica… Incluso se adivinaba una cintura estrecha a través de su holgada
camiseta.
- No lleva
sujetador! – Escuché a uno de los presentes emocionarse mucho al descubrirlo. –
Es plana!
Miré el
rostro de Sungjong, que se esforzaba por eliminar la carcajada que amenazaba
con salir de su boca y yo me reí por él.
- De verdad
que no saben que es un chico?
- Están
demasiado borrachos. Seguro que tú al acabarte la jarra tampoco distinguirás
entre la salida y el retrete. – Sonreí y me encogí de hombros. Continué
bebiendo mientras observaba a Sungjong.
Al final de
su espectáculo yo ya veía cuádruple. Pude ver que varios de los gorilas que
cuidaban que nadie se sobrepasase con las chicas sacaban a los borrachos
inconscientes a la calle y que Sungjong se acercaba a mí con una sonrisa,
secándose el sudor con el cuello de la camiseta.
- A la
próxima invito yo. – Sandy rió.
- No creo
que aguante una próxima. Mírale. – Sungjong me miró con una sonrisa de
superioridad.
- Cuánto
pagarían tus fans si supiesen que su idol está en un burdel, emborrachándose a
tequila barato?
- Cuánto
pagarían las tuyas por saber que te dedicas a robarle el trabajo a estas
amables señoritas sobre una barra americana?
Rió y
asintió.
- Que quede
entre nosotros entonces.- Asentí yo también, sonriéndole.
- Qué haces
aquí? Ahora en serio. – Me dijo, quitándome de la mano el chupito que me
disponía a liquidar y bebiéndoselo él.
- Olvidar. –
Suspiré, esforzándome por pronunciar lo máximo posible. – Mi novio y yo hemos
roto para siempre… Y lo peor es que no estoy triste, estoy dolido, pero no
triste. No hay nada de lo que entristecernos porque ya no había amor, pero
duele saber que no lo hay.
Sungjong
robó mi jarra y se sirvió otro. Rió con la cabeza baja y me miró.
- Tenías
razón con Myungsoo… Aunque ya lo sabía. Él en sí es todo una mentira y una cara
bonita. Más que bonita, pero eso da igual. Miente más que habla.
- Que ha
pasado? – Otro chupito desapareció por la garganta de Sungjong.
- Digamos
que le encontré en una situación comprometida con Sungyeol.
- Oh…
- Diez
minutos después de ducharse conmigo en la ducha.
- Oh.
- Oh. – Me imitó,
apurando el fondo de la jarra, que quedó vacía. – Hemos tenido ambos una noche
preciosa.
- Hermosa. –
Reímos y suspiramos al mismo tiempo.
- No piensas
volver al dormitorio? Las strippers también duermen, sabes? – Miré a Sandy, que
me miraba con los ojos entrecerrados, y reí.
- No voy a
volver al dormitorio… Pero iré a compartir algún cajero automático con algún
mendigo. – Sungjong me miró, extrañado. – No tengo dónde quedarme. No tengo
dinero tampoco.
- Yo te lo
presto si te largas ya. – Sandy se puso un jersey y la imagen me resultó de lo
más divertida.
- No, no te
preocupes, no es necesario. – Respondió Sungjong. – Puedes quedarte conmigo
esta noche. La cama es demasiado grande para uno solo… Está pensada para una
orgía o algo.
La chica
rubia rió.
- No sabes
lo que es una King Size!?
Aigoo… - Sandy cogió un bolso de debajo de la barra y desapareció por una
puerta que rezaba “sólo personal”.
- Está bien?
No me conoces de nada. – Le dije, mientras él se ponía su cazadora y cogía mi
mochila. Se lo agradecí, yo estaba demasiado borracho como para cargar el más
mínimo peso.
- Me vas a
violar? – Rió, mientras desaparecía por esa misma puerta y me hacía una seña
para que le siguiese. Lo hice, y atravesé una cocina, una despensa, y di a una
estrecha calle que dirigía a unas escaleras de incendios.
- Esto es un
laberinto. – Murmuré, esforzándome por no descalabrarme por ellas.
- Venga,
anda.- Sungjong tomó mi mano, para ayudarme a mantener el equilibrio. Le miré y
observé su sonrisa con un rostro serio. Era realmente hermoso.
Entrelacé
mis dedos con los suyos y, para mi sorpresa, no mostró rechazo. Me sonrió con
ternura y tiró de mí con suavidad hasta que logramos pasar el obstáculo de las
escaleras y entramos en algo parecido a un hotel de clase media.
- Seguro que
estarás bien? – Murmuré. – No quiero que te sientas incómodo.
Rió y negó.
- Por algún
motivo, me siento cercano a ti, Hyung.
- No soy tu
Hyung. – Me miró. – Somos del mismo año.
- En serio!?
Pareces mucho mayor que yo!
- Una forma
preciosa de llamarme viejo…
- Mayor no
significa viejo. Te echaba la misma edad que a… - Calló, ahogando su expresión
triste en una sonrisa forzada. – Olvídalo.
Abrió la
puerta y entró primero. Yo ya sabía el nombre de quién intentaba borrar de su
mente, y le entendía perfectamente.
Pasé a esa
habitación y, efectivamente, era la típica habitación que se te viene a la
mente cuando piensas en un burdel, solo que algo más hortera y con la cama
mucho más grande.
- El
servicio está ahí, por si lo necesitas. – Señaló una puerta a sus espaldas y
asentí, tomando una bolsita de mi mochila y entré.
Me miré al
espejo y me lavé la cara con agua helada. Necesitaba despejarme un poco, no
quería parecer un idiota delante de Sungjong. Me lavé los dientes y me
refresqué además el cuello, la espalda y el torso para bajar el alcohol.
Cuando
conseguí ver las cosas con la suficiente nitidez, salí del cuarto de baño,
encontrándome ante mis ojos con la imagen más hermosa que jamás había visto:
Sungjong se paseaba en ropa interior por la habitación, buscando en los
cajones.
- Se han
llevado mi pijama. – Susurró, cerrando uno. – Te molesta que duerma así?
Tragué
saliva e intenté tener autocontrol sobre mis ojos y me imaginación. El alcohol
en esta situación no ayudaba.
- En
absoluto. – Farfullé. Él asintió y se acercó a mí despacito, con pasos muy
lentos, y colocó sus manos sobre mi pecho.
- De verdad?
Nada de nada? – Tragué saliva de nuevo y mantuve mi vista fijada en la pared. “Autocontrol.
Esa es la clave.”- Yo… - Paseó uno de sus largos dedos por mi cuello,
definiendo mi nuez y luego mi clavícula. – Pensaba que querías acostarte
conmigo, L.Joe.
Me
sorprendió que me llamase por mi nombre, ya que era la primera vez que lo
pronunciaba.
- Te
equivocabas. – Susurré. Tomando sus muñecas y mirándole a los ojos.
- No te
gusto? A ti tampoco? Sungyeol es mucho mejor, verdad? Es más guapo, más alto, y
tiene más musculatura que yo, que soy un simple chico normal y corriente, y lo
de chico todos lo ponen en duda. – Le miré, preocupado por sus palabras. Él me
miraba desafiante, con ojos humedecidos y mandíbula tensa. Le solté y Sungjong
se abalanzó sobre mis labios. No reaccioné, simplemente dejé que llorase sobre
ellos mientras respiraba agitadamente y se apartaba unos segundos después.
- Por qué?
Por qué él y no yo? – Lloró, lloró mucho, y yo le abracé con fuerza, dejando
que descargase toda su frustración conmigo. – Qué tengo de malo? Tan repugnante
soy?
- Escúchame.
– Le aparté un poco y le miré a los ojos. – Eres el ser más hermoso que he
visto jamás. Además, tienes talento, cantas y bailas bien. Tocas el piano, lo
veo en tus manos, y tienes un rostro y un cuerpo que envidiaría cualquiera. El
que no es bueno es él, Sungjong.
Esa noche,
dormí a su lado, prestándole mi torso para que llorase lo que quisiera, para
que se desahogase y lograse liberar un poco ese nudo que atosigaba su corazón.
Me pasé toda la noche acariciándole el pelo, calmándole cuando los llantos
sobrepasaban los decibelios básicos, y dándole palmaditas en la espalda para
que su respiración se normalizase.
Cuando me
desperté a la mañana siguiente, me desperté completamente solo en esa cama
inmensa. Había una nota en la mesa que decía:
Gracias por esta noche maravillosa, Hyung.
Espero que haya una próxima, pero esta vez que no sea de la
misma manera.
Perdona por el beso, espero que no te cause problemas.
Sungjong.
Sonreí y
miré a través del balcón un Seúl que empezaba a ser inundado por la luz naranja
del amanecer. Me acaricié los labios, recordando el agresivo y necesitado beso
de Sungjong de la noche anterior, y sentí cómo mi corazón se aceleraba. Su
sonrisa, su voz, su respiración, su llanto, sus suspiros… Todas esas nuevas
imágenes que había visto de él se arremolinaban en mi cerebro, haciendo que mi
espantoso dolor de cabeza quedase en un segundo plano.
- Yo también
espero que haya una próxima…
*POV Niel*
Abrí los
ojos y me quedé mirando su rostro dormido. No pude evitar echarme a reír. No
parecía en absoluto un idol, aunque claro, tendría que verme yo… Con los labios
hinchados, los ojos entreabiertos y el pelo en perfecto estado para ser la
vivienda de una familia de amables golondrinas.
- Tan guapo
soy? – Minsoo abrió un ojo y yo me eché a reír y retiré la mirada.
- En
absoluto. Al contrario, pensaba en lo feo que estás por las mañanas.
- Gracias.
Eres un encanto. – Farfulló mientras se frotaba los ojos y me miraba con una
sonrisa.- Estás más tranquilo? Anoche parecías especialmente preocupado por lo
de esos dos.
- Lo que no
entiendo es que tú estés tan tranquilo.
- Confío
plenamente en ellos. – Me sorprendió su respuesta. – Sé que harán lo correcto.
- Estás
seguro? – Asintió y me miró, ampliando su sonrisa.
- Sabes? Tú
estás realmente espantoso… Cómo reaccionarían las fotos ante una foto tuya en
este estado?
Le pegué en
el brazo y él se rió, incorporándose y buscando una camiseta a su alrededor
para ponerse.
- Hyung… -
Dije, bajándome la mía, que me llegaba por los costados. Él me miró, peinándose
torpemente con la mano. – Cuál fue tu primera impresión de mí al entrar en el
grupo?
Se
sorprendió al escucharme y se sentó en la esquina de la cama que compartíamos.
- A qué
viene eso?
- A que nos
hemos hecho muy cercanos y me pregunto cómo empezó… Antes no nos llevábamos tan
bien.
- Antes eras
un bebé caprichoso y llorica con pelo de caniche, ahora eres más normal.-
Recibió un cojinazo por mi parte y una expresión de mala leche. – Es broma,
hombre.
- Odiaba ese
peinado. – Mascullé, estrangulando el cojín que me había lanzado de vuelta con
mucha más suavidad. Rió.
- Pensé que…
Me iba a tocar hacer de niñera. Cuando estábamos a punto de debutar tú,
Jonghyun y Changhyun erais muy pequeños… Cuántos años tenías? Quince?
Reí. –
Dieciséis.
- Pues eso.
Yo… Jamás imaginé que me tocaría tener miembros tan jóvenes… Pero resultó no
ser tan malo. Erais responsables y se podía hablar y razonar con vosotros. Y
contigo en concreto... – Escuchaba atentamente sus palabras, sin poder ocultar
una sonrisa suave. Él me sonreía de la misma forma.- Eras muy mono. Tan pequeño
pero te esforzabas tanto en todo… Me llamabas mucho la atención.
Rió y yo
reí.
- De verdad?
– Asintió. – Pues yo pensaba que tú dabas mucho miedo… Tenías un tatuaje!
Seguro que habías estado en alguna mafia o algo… Tenías pinta de ser amigo de
los que me robaban la merienda en el recreo.
- Te robaron
la merienda alguna vez?
- Eso es
otra historia. – Rió. – Pero… Luego descubrí que eras el más manso de todos
nosotros… Y aunque seguías dando miedo porque eras muy raro, conseguiste
demostrar que eras un gran líder, y lo sigues siendo.
- Calla, que
voy a llorar. – Hizo un gesto melodramático y reí.- A qué viene esto?
- Quiero que
sepas que confío en ti, y que si tú dices que vamos a estar bien, te creo. –
Sonrió de nuevo y asintió.
- Gracias…
Es bueno saber que no todo lo que hago es un desastre. – Reí.
- Casi todo
lo es, por eso me encargo de informarte cuando algo no lo es. – Puso expresión
de indignación y bufó.
- Con lo
bonito que estaba quedando el momento…
- Sorry. – Me recosté de nuevo en la cama y él se recostó a mi
lado, mirándome fijamente a los ojos. Mi corazón se aceleró levemente, pero no
me pregunté el por qué. Últimamente me pasaba mucho… Ya había asumido que tenía
algún tipo de reacción cuando Hyung me miraba o se acercaba mucho a mí, pero lo
había pensado demasiado y prefería no llegar a conclusiones extrañas, más aún
después de ver cómo estaban yendo las cosas entre Byunghyun Hyung y Chanhee
Hyung.
Alargó su
mano hasta mi rostro y me retiró el pelo de la cara, sonriéndome con dulzura.
Le devolví la sonrisa y sentí un deseo irrefrenable de acercarme a él y
abrazarle, pero tampoco me iba a plantear el porqué de eso. Ni hablar. No iba a
haber más sentimientos indecentes en el grupo.
- No eres tan
feo una vez se te han deshinchado las salchichas que tienes por labios… - Ya se
había cargado el momento. Y se lo agradecí, porque mi corazón ya no se
aceleraba levemente, ya era desmesurado.
- PUES EL
OTRO DÍA DIJISTE QUE ERAN BONITOS! – Chillé, incorporándome y saliendo por la
puerta.
- Así da
gusto despertarse… - Masculló Jonghyun con cara de mala leche desde la puerta
de enfrente, abrazando a Changhyun con un brazo, el cual parecía que se estaba
quedando frito de pie. – Es necesario gritar a las seis de la mañana?
- Perdón. –
Sonreí y cerró la puerta, arrastrando al pequeño dormilón con él al interior. A
veces esos dos parecían ser uno. No eran hermanos, pero casi. Tenían más
conexión que muchos de los que conocía.
En esos momentos,
unos brazos fuertes me rodearon por detrás y me pegaron a su cuerpo. Sonreí al
reconocerlos.
- Me
perdonas?- Susurró en mi oído. Cerré los ojos instintivamente, pero al darme cuenta,
los abrí y me alejé de él.
- Sí, pero
estate quieto. – Me miró, sin entender.
- Eh?
- No me
gusta tu skinship. – Enarcó una ceja.
- Ayer me
rogaste que te llevase a dormir en brazos porque te daba pereza caminar.
CAMINAR.
- Ya… Pero
hoy es un nuevo día. – Me di la vuelta y me dirigí al salón, donde me senté en
el sofá y escuché un alarido debajo de mi trasero.
- YAH! QUÉ
DEMONIOS ESTÁS HACIENDO!? MIRA ANTES DE SENTARTE!!! – Me incorporé
inmediatamente, muerto del susto que me había dado Byunghyun Hyung.
- Lo siento
mucho, Hyung! No pensé que estuvieses…
- Debajo de
tu culo!? Pues sí, hijo, mi posición en el grupo es así de baja. – Masculló,
masajeándose la cara sobre la que me acababa de sentar.
- Oh!?
Cuándo has llegado? – Minsoo Hyung entró en el salón, esquivándome la mirada y
centrándose en el rapero.
- Hace una
media hora…
- Y dónde
has dormido? – El rostro de Hyung se puso colorado y negó.
- Eso no
importa. El caso es que ahora necesito una siesta, así que si no os importa…
- Ve a
nuestro cuarto si quieres. – Le dijo Minsoo. Byunghyun aceptó encantado y se
arrastró, literalmente, hasta nuestra habitación. Entonces, una vez solos,
Minsoo centró su atención en mí y me miró con expresión de enfado.
- Qué?
- Cómo que
qué? Por qué demonios de repente no me dejas abrazarte?
- Porque es
incómodo.
- En serio?
Lleva sin serlo dos años y lo es ahora? – Asentí y él suspiró, frustrado. –
Está bien, como quieras. Me da igual.
Se sentó en
el sofá, lo más alejado de mí como le fue posible y encendió la tele. Le miré,
con expresión triste. Era mejor así… Yo no estaba seguro de mis sentimientos, y
no entendía muchas cosas que me estaban pasando últimamente… No es que no las
entendiese, es que no entendía por qué me pasaban cuando pensaba en Minsoo
Hyung o cuando le tenía cerca. No quería aceptar una realidad que llamaba a mi
puerta sin parar por miedo a recibirla, a ella y a sus consecuencias.
-Fin-
Cabe decirte que mi parejas favoritas son el woogyu y el yadong, y como no conozco a lo de Teentop pues no tengo problrmas con las parejas... ahora hablando del fic...
ResponderEliminarWooo Muyngsoo es muuuy malo!!! Como juega asi con Sungyeol y Sungjoong, x mi q ninguno de los dos lo perdonara!! Pero bueno ellos tomaran sus decisiones... Estar en la situación de Woo, Hoya y Ricky siempre es complicado es q eso de enamorarse del mejor amigo es un sufrimiento :( espero q los despistados de sus respectivos amoren no los vayan a hacer sufrir mucho ^_^ Yo creo q Cap esta enamorado de Niel, no sé me da esa impresion y pues ojala Niel no se demore mucho dandose cuante de sus sentimiento... en fiiin me encanta muuucho tu fic espero actualices pronto!! ^_^
L es mala gente (?), aunque en realidad le adoro xD
EliminarTienes buen olfato para los líos amorosos... Me gusta e.e
Jajajaja, gracias por leer y comentar! <3