5 de mayo de 2014

[TEENFINITE] Forbidden. Capítulo 2: Neon Lights.

*POV Woohyun*
- Cansado? – Me acerqué a Sunggyu, con una sonrisa y un vaso de agua en la mano. Los demás estaban peleándose por ver quién utilizaría la ducha primero.
- Agotado. – Me robó el vaso de agua y lo liquidó en un trago. – Cómo es posible que tú no lo estés? – Sonreí con suavidad y me encogí de hombros, sentándome a su lado en el sofá.
- Tú me das energía, Hyung. – Puse morritos y él enarcó una ceja, dándome un puñetazo en el hombro.
- Así que es culpa tuya que yo me acueste todos los días sintiendo que tengo ochenta años?
Suspiré. No era eso lo que quería decir… Pero Sunggyu jamás me tomaba en serio, ni a mí ni a mis sentimientos.
- Sorry. – Rió por mi acento y suspiró, recostándose en el sofá y cerrando los ojos. Le observé atentamente, no recordaba cuándo había empezado a sentir esto por él… Era una felicidad extrema de tenerle a mi lado día y noche, pero al mismo tiempo un dolor punzante de no poder abrazarle hasta asfixiarle. Vale, miento: Intentaba abrazarle, pero los moratones de mi cuerpo eran la muestra de que mis mimos no eran bien recibidos por mi líder.
- Hyung… - Susurré, acercándome a su rostro, mirándole fijamente. – Estás dormido?
Observé sus labios de cerca. Tan de cerca que sentía su aliento salir de ellos, entreabiertos.
- Woohyun. – Abrí los ojos como platos y me quedé de piedra en mi posición, sin atreverme a realizar movimiento alguno. Giré mis ojos únicamente, hasta encontrarme con los suyos, que tenían una expresión de furia pura. – Qué diablos estás haciendo?
- Eeeem… Esto… Yo… - No pude explicarme, la patada que recibí en el costado me impidió pronunciar palabra alguna durante unos minutos.
Sunggyu desapareció tras su agresión por el pasillo en dirección a nuestro cuarto, y yo me quedé en el sofá, suspirando con tristeza y mirando al techo con un puchero en los labios.
- Estuve tan cerca… - Susurré, masajeándome el lugar del golpe y poniendo una mueca de dolor. – Me va a salir un moratón fijo… Qué bruto es.
- Sungjong! A dónde vas? – Me giré para ver de dónde venían los gritos.
- No te importa.
-  Yah! No puedes seguir desapareciendo así! – Myungsoo perseguía a Sungjong, que se ponía la cazadora en dirección a la salida.
- Quién lo dice? – El maknae se encaró y le miró, desafiante. Yo no perdía ojo desde el sofá. Mi camuflaje entre cojines era perfecto.
- Yo.
Una mueca de sorna en la cara aparentemente dulce del más pequeño fue lo último que vi antes de que saliese de la habitación y se escuchase el ruido del ascensor. Myungsoo se quedó mirando al vacío, con los puños tensos y la mandíbula apretada.
- Maldita sea. – Masculló antes de girarse y pegar un portazo en su cuarto. Segundos después, mi fiel compañero de cotilleos apareció tras la puerta de su cuarto y se acercó a mí, raudo y veloz.
- Lo has visto? – Dongwoo sonreía de lado con los ojos brillantes. Asentí con la misma expresión. – Qué fuerte… Tenemos un triángulo amoroso en el grupo! Si le vendemos los derechos a la KBS para un dorama, nos jubilamos!
- Ya te digo! Pero por qué estaba tan enfadado Jonggie?
- Sungjong entró al cuarto de Myungsoo y se lo encontró… Ejem… Haciendo bebés con Sungyeol.
- Qué dices!? – Apenas pude ahogar mi chillido de maruja reprimida. – Qué fuerte…
- Me parece fatal que Myungsoo ande a dos bandas siempre. Eso está fatal!
- Exactamente! Yo jamás engañaría a mi GyuGyu. – Dongwoo se echó a reír escandalosamente mientras yo achuchaba un cojín.
- Venga ya… Sunggyu pasa de ti, Woohyun! Te digo yo que no le interesan los hombres! – Puse morros.
- Pero aunque no le gusten los hombres, puedo gustarle yo. – No me di cuenta de la tontería que acababa de decir hasta que Dongwoo volvió a reírse como un histérico.
- Eres mujer, entonces? Miss Woohyun? – Le pegué con el cojín que antes había mimado hasta desahogar mi frustración sentimental.
- Por cierto, qué tal con Hoya?
- Qué le pasa a Howon? – Respondió, peinándose y subiéndose al sofá de un brinco.
- No te hagas el tonto. Sabes que te gusta!
- Soy hetero, Woohyun. Que tú desprendas orgullo por los poros de tu piel, no significa que los demás seamos así también. – Sonrió y negó con la cabeza.
- Yo no desprendo orgullo! Y si no te gusta por qué le tratas así?
- Somos amigos. Los mejores amigos del mundo. Nos queremos de esa forma y de ninguna más.
- Y estás seguro de que él no te ve como a algo más que a un amigo? – Asintió, jugando con un cojín como si fuese una pelota de vóleibol.
- Solamente somos amigos. Yo algún día espero casarme y tener hijos. Tendré una esposa guapísima y una caja inmensa. – Rió y me sonrió. Le sonreí con incomodidad. Howon acababa de entrar en el salón y sonreía con la cabeza baja desde una esquina. Hasta yo podía ver cómo le había dolido el comentario de Dongwoo. Todos en el grupo sabíamos lo que el bailarín sentía por el rapero… Todos menos el rapero, que no era más imbécil porque no practicaba.
Howon asintió, soltando un suspiro, y se fue por el camino por el que había venido.

*POV Ricky*

- Yah! En esta casa no se cena o qué? – Aparecí por el salón, ya duchado, reclamando algo con lo que calmar mi apetito. – Mi estómago parece un león…
- Acabamos de llegar! – Protestó Niel, con la cabeza apoyada sobre el regazo de Minsoo. – Cómo es posible que siempre tengas hambre?
- Estoy en plena etapa de crecimiento.
- JA. – Me giró, encontrándome a Jonghyun con el pelo empapado y riéndose con descaro mientras mira por encima de mi cabeza. – Tú ya no crecerás más y ambos lo sabemos.
Bajo la mirada para ocultar mi sonrojo y no me atrevo a contestarle. Nunca me atrevo. Es demasiado brillante para mí.
- Dónde están Byunghyun y Chanhee? – Pregunta Minsoo.
- En el dormitorio, discutiendo. Para variar. – Jonghyun resopla y se hace un hueco entre los peluches del sofá. Yo le sigo y me siento a sus pies, notando como inmediatamente separa las piernas para hacerme un hueco entre ellas y, de paso, hacer que me dé una taquicardia de la felicidad. Apoya su mentón en mi cabeza, quedándose inclinado sobre mí.- La verdad es que yo también tengo hambre… Pedimos pollo?
Los demás acceden y Minsoo obliga a Niel a incorporarse para ir a llamar.
- Estarán bien? – Pregunta Niel. Nosotros le miramos, sin comprender.- Los hyungs. Últimamente se pelean tanto que me da miedo que el grupo se acabe rompiendo.
Niel miraba al infinito mientras nosotros le escuchábamos, entendiendo perfectamente lo que estaba diciendo.
- Si uno de nosotros se fuese… Ya no sería lo mismo. – Murmuré. – Teen Top ya no existiría.
- Yo creo que sin estar todos acabaríamos separándonos poco a poco. – Añadió Jonghyun, rodeándome el cuello con los brazos. Tragué saliva ante su tacto.
- Yo pienso igual. Somos como una familia… - Nos quedamos en silencio hasta que Minsoo volvió.
- Quién se ha muerto? – Rió, sentándose al lado de Niel y dejando que apoyase la cabeza sobre su hombro.
- Hyung,- Niel le miró. – crees que esos dos lo arreglarán?
Minsoo suspiró y se encogió de hombros.
- No lo sé. Sólo espero que, aunque las cosas vayan mal, se comporten como adultos y no echen por tierra todo por lo que hemos trabajado tan duro. – Susurró.
Yo levanté la mirada, observando a Jonghyun, que asentía al vacío. Si Teen Top se separase… Volvería a verle? No quería ni pensarlo.

- Jonghyun… - Murmuré desde mi cama. En la suya, él ojeaba twitter. Separó la vista del teléfono y me miró.
- Dime.
Le observé unos instantes y, de nuevo, las palabras desaparecieron en mi cerebro. No sólo las palabras, cualquier rastro de cualquier pensamiento se desvaneció. En blanco, estaba completamente en blanco.
- Changhyun?
- Eh?
- Eh no. Me has llamado tú. – Rió. Creo que mis mejillas parecían tomates. Bajé la mirada, avergonzado.
- Te puedo preguntar algo? – Se sentó al borde de la cama y asintió.
- Claro.
- Si Teen Top se separase… Crees que seguiríamos en contacto?
- Mmmm… Pues la verdad es que… Supongo que no. – Jonghyun torció la cabeza, pensativo. Mi corazón se rompió completamente.- Supongo que Byunghyun Hyung volvería a América y allí le perderíamos la pista.
- Me refiero entre nosotros dos. – Susurré, jugando con los descosidos de mi colcha.
- Claro que nos mantendríamos en contacto! – Levanté la mirada, sorprendido por su seguridad. – Cómo no lo haríamos? No creo que fuese capaz de dormir sin escucharte roncar a mi lado, Changhyun. – Se echó a reír y yo le miré con cara de estúpido. – Te llamaría toooodas las noches para quedarme dormido escuchando tus estupideces.  
Sonreí con ternura y me incorporé de golpe, señalándole con un dedo acusador. Me sentía mucho más animado.
- Yo no ronco, mentiroso! – Changjo me imitó y me señaló de la misma forma.
- Pareces un tractor, Pitufo!
- Soy más mayor que tú!
- Pero mides medio metro menos!
- QUÉ EXAGERADO ERES!
- Y TÚ QUÉ POCO REALISTA!
Empezamos a discutir y acabamos echándonos a reír en una pelea de cosquillas que acabó al escuchar unos gritos nada parecidos a los nuestros fuera de nuestro cuarto. Nos quedamos callados, mirándonos, y nos incorporamos rápidamente para asomarnos por la puerta y encontrarnos a Byunghyun Hyung y a Chanhee Hyung discutiendo en el salón.
- No vas a salir por esa puerta, Byunghyun!
- Te crees que voy a aguantar dormir en la misma habitación que tú después del día que me has dado!? Estás loco? Deja los alucinógenos, Chanhee.
Byunghyun Hyung se ponía la cazadora mientras llenaba una mochila de cosas varias que no lograba ver.
- Qué está pasando aquí? – Minsoo Hyung apareció entonces para calmar los ánimos.- Chicos, mañana hay actividades por la mañana y hay que dormir. Id a descansar y mañana veréis las cosas mucho más claras.
Niel observaba desde la puerta de enfrente al igual que nosotros.
- Te callas, Minsoo? – Bramó Chanhee. Minsoo le miró, sorprendido, y nos miró a nosotros completamente descolocado. Nadie le respetaba mucho como líder, pero de ahí a gritarle había un abismo. No replicó a Chanhee, simplemente se quedó callado, observando al igual que el resto de nosotros.
- Me largo. – Byunghyun cerró la mochila y tomó el pomo de la puerta antes de que Chanhee le agarrase el otro brazo. Él le miró con odio y tensó la mandíbula. – No me obligues a soltarme por la fuerza, te lo advierto.
- Como salgas por esa puerta, Byunghyun, lo nuestro se habrá acabado para siempre. Te lo advierto. No habrá marcha atrás. – Noté como todo el grupo aguantaba el aliento ante la tensión del momento. Jonghyun y yo nos miramos, ambos con expresión preocupada.
Byunghyun Hyung nos miró a todos nosotros, uno por uno, y finalmente a Chanhee Hyung. Sostuvo la mirada unos segundos, seguramente pensándoselo, y, por último, se zafó con un movimiento brusco y salió por la puerta sin mirar atrás.
Chanhee se quedó en el mismo lugar durante los siguientes minutos, sollozando con la cabeza gacha. Niel, Jonghyun y yo miramos a Minsoo Hyung, que acabó sintiéndose obligado a actuar.
- Chanhee… - Se acercó con cuidado y posó una mano en su hombro. – Estás bien?
Los tres suspiramos, resignados. Hyung siempre hacía unas preguntas estúpidas no, lo siguiente.
Chanhee le miró con furia y con un movimiento brusco, parecido al de Byunghyun, se zafó de su mano y se encerró de un portazo en su cuarto.
- Esperemos a mañana. – Nos susurró nuestro líder. – Mañana todo estará más claro.
- A dónde habrá ido Hyung? – Murmuró Niel con expresión preocupada.
- Vayamos a dormir. – Resumió Minsoo. Todos aceptamos, pero yo no podía dormir. Saqué el teléfono móvil y marqué el número de Howon Hyung. Le conocía de un día, pero me sentía realmente cercano a él.
- Hola?
- Hyung?
- Quién es?
- Soy Ricky de Teen Top.
- Oh! Hola! Qué tal?
- Perdona por llamar a estas horas, Hyung. Pero necesitaba hablar con alguien…
- Está bien, no te preocupes. No podía dormir de todas formas. Qué ocurre?
- L.Joe se ha ido de casa. Chunji está encerrado en su cuarto sin querer hablar con nadie y yo tengo miedo de que el grupo se separe…
- No fastidies…
- Qué?
- Hoy a nosotros se nos ha ido Sungjong de casa, L está de morros con todos nosotros y Sungyeol está llorando en su cuarto, encerrado a cal y canto.
- No tenéis miedo por el grupo?
- Confiamos en que sepan actuar como adultos… - Reí ante las similitudes de sus palabras con las de Minsoo Hyung.
- Yo es que si Teen Top se separa, no sé qué haré. Son mi familia…
- Estaréis bien. Tenéis un buen líder y, aunque ahora las cosas estén caldeadas, al final todo irá bien. – Sonreí. – Changjo ya duerme? – Me sonrojé.
- Sí, está roncando en la cama de al lado.
- No se le escucha roncar…
- Porque no ronca, solo lo digo para fastidiarle. – Rió.
- Qué monos sois… No te vas a declarar?
- Estás loco? La única pareja del grupo se tira los cacharros a la cabeza, como para empezar otra… Además, Changjo no tiene ni el más mínimo interés en mí más allá del que se tiene en un amigo.
- Eso lo ha dicho él?
- No hace falta. Se le nota.
- A mí hoy Dongwoo me ha dicho directamente que solamente me ve como a un amigo y que algún día se casará con una mujer preciosa y tendrá niños. – Rió, pero se le podía notar el dolor entre carcajadas falsas.
- Te ha dicho eso?
- A mí no, a Woohyun, pero bueno, viene a ser lo mismo.
- Lo siento, Hyung. – Susurré, sintiéndome mal por él.
- Estoy bien. – Adiviné su sonrisa. Sonreí también. – Pero no te rindas, eh? Yo no pienso rendirme. A la amistad y al amor los separa un hilo muy finito.
- No lo haré, Hyung. – Miré a Changjo en la oscuridad y sonreí. – Buenas noches.
- Descansa, pequeño.

*POV L.Joe*

Vagar por las calles de Seúl de madrugada, esquivando borrachos con traje y prostitutas enseñando pierna no era mi plan ideal para pasar la noche.
Caminaba y caminaba, pero la verdad era que no tenía a dónde ir. El autobús nocturno acabaría su turno en breves, y apenas había taxis disponibles. Ni siquiera me había traído la cartera… Con el enfado del momento no la había cogido y no tenía suficiente dinero en los bolsillos de la chaqueta para pagarme un hotel, ni una sauna siquiera.
Encontré milagrosamente un billete en el bolsillo de la mochila. No era suficiente para pasar la noche en alguna parte, pero vivía en un país en el que el alcohol era exageradamente barato, así que pensaba beber hasta perder el conocimiento y ya aparecía en algún lugar al día siguiente.
Caminando y caminando, llegué a una calle con pubs que se anunciaban con luces de neón y fotos sugerentes en las puertas. Las mujeres no llamaban mi atención en exceso, pero al menos estaba abierto a esas horas, así que entré en el primero que me encontré.
Estaba más vacío de lo que me esperaba. La mayoría de las barras donde normalmente bailarían señoritas de palabras fáciles estaban vacías.
Me senté en un taburete al lado de la barra, cerca de los altavoces que hacían que mis tímpanos se resintiesen.
- Bienvenido. – Me saludó una chica con un bikini con transparencias que dejaba poco a la imaginación. Enarqué una ceja y suspiré. No entendía cómo esto podía gustarle a alguien. – Qué desea?
- Lo más fuerte que tengas. – Dejé caer mi mochila sobre la barra de aluminio y ella se rió.
- Lo más fuerte soy yo, cielo. Pero quizás soy demasiado para ti… Tequila?
- Perfecto.
Otra cosa que jamás entendería era por qué las chicas que aparecían en revistas sobre motos y coches, o incluso estas, que bailaban y servían copas, iban medio desnudas pero siempre calzadas. Qué lógica tenía? Era absurdo. Los tíos que salían en las revistas en pelotas iban descalzos. Tenía mucho más sentido.
- Aquí tienes. – Me sirvió una jarra entera y yo tragué saliva. Mañana iba a estar destrozado… Si sobrevivía al coma etílico. Pagué y empecé a servirme el líquido, que abrasaba mis cuerdas vocales y todo mi interior a su paso.
- Vas a bailar hoy? – Levanté la mirada para, a continuación, quedarme completamente de piedra. Me habrían echado drogas en el alcohol? El que estaba hablando con la stripper era Sungjong?
- Sí, no te importa? Apenas hay clientes y yo quiero desahogarme… - Parpadeé repetidas veces para asegurarme de que no era una alucinación.
- El escenario es todo tuyo, cielo.
- Gracias, Sandy. – Sungjong le sonrió con sinceridad y se quitó una chaqueta para a continuación subirse a una de esas barras y empezar a contornearse para el deleite de varios hombres que debido a su ceguera producida por el alcohol, no parecían darse cuenta de que estaban tirándole billetes y farfullando obscenidades a un chico de veinte años.
- Es guapo, eh? – La tal Sandy se acercó a matar su aburrimiento conmigo. Asentí. Ni siquiera sé por qué lo hice. – Le conoces? Es cantante en un grupo, pero aquí jamás le ha reconocido nadie… Curioso.
Asentí de nuevo, sin poder quitar los ojos de encima a Sungjong, que giraba, se deslizaba y parecía que volaba sobre el escenario al ritmo de la música, sin escuchar nada más.
- Viene mucho por aquí? – Murmuré, liquidando otro chupito.
- Bastante. Por algún motivo, bailar le hace desahogarse, y no tiene otro lugar a dónde ir. Suele dormir en una de las habitaciones. – La miré, sorprendido. Acababa de solucionar el misterio del maknae que desaparecía de los dormitorios.
- Es… Hermoso. – Murmuré. Él y sus movimientos hacían imposible que fijases la vista en otra cosa que no fuese su persona. Impresionante. Realmente parecía una chica… Incluso se adivinaba una cintura estrecha a través de su holgada camiseta.
- No lleva sujetador! – Escuché a uno de los presentes emocionarse mucho al descubrirlo. – Es plana!
Miré el rostro de Sungjong, que se esforzaba por eliminar la carcajada que amenazaba con salir de su boca y yo me reí por él.
- De verdad que no saben que es un chico?
- Están demasiado borrachos. Seguro que tú al acabarte la jarra tampoco distinguirás entre la salida y el retrete. – Sonreí y me encogí de hombros. Continué bebiendo mientras observaba a Sungjong.
Al final de su espectáculo yo ya veía cuádruple. Pude ver que varios de los gorilas que cuidaban que nadie se sobrepasase con las chicas sacaban a los borrachos inconscientes a la calle y que Sungjong se acercaba a mí con una sonrisa, secándose el sudor con el cuello de la camiseta.
- A la próxima invito yo. – Sandy rió.
- No creo que aguante una próxima. Mírale. – Sungjong me miró con una sonrisa de superioridad.
- Cuánto pagarían tus fans si supiesen que su idol está en un burdel, emborrachándose a tequila barato?
- Cuánto pagarían las tuyas por saber que te dedicas a robarle el trabajo a estas amables señoritas sobre una barra americana?
Rió y asintió.
- Que quede entre nosotros entonces.- Asentí yo también, sonriéndole.
- Qué haces aquí? Ahora en serio. – Me dijo, quitándome de la mano el chupito que me disponía a liquidar y bebiéndoselo él.
- Olvidar. – Suspiré, esforzándome por pronunciar lo máximo posible. – Mi novio y yo hemos roto para siempre… Y lo peor es que no estoy triste, estoy dolido, pero no triste. No hay nada de lo que entristecernos porque ya no había amor, pero duele saber que no lo hay.
Sungjong robó mi jarra y se sirvió otro. Rió con la cabeza baja y me miró.
- Tenías razón con Myungsoo… Aunque ya lo sabía. Él en sí es todo una mentira y una cara bonita. Más que bonita, pero eso da igual. Miente más que habla.
- Que ha pasado? – Otro chupito desapareció por la garganta de Sungjong.
- Digamos que le encontré en una situación comprometida con Sungyeol.
- Oh…
- Diez minutos después de ducharse conmigo en la ducha.
- Oh.
- Oh. – Me imitó, apurando el fondo de la jarra, que quedó vacía. – Hemos tenido ambos una noche preciosa.
- Hermosa. – Reímos y suspiramos al mismo tiempo.
- No piensas volver al dormitorio? Las strippers también duermen, sabes? – Miré a Sandy, que me miraba con los ojos entrecerrados, y reí.
- No voy a volver al dormitorio… Pero iré a compartir algún cajero automático con algún mendigo. – Sungjong me miró, extrañado. – No tengo dónde quedarme. No tengo dinero tampoco.
- Yo te lo presto si te largas ya. – Sandy se puso un jersey y la imagen me resultó de lo más divertida.
- No, no te preocupes, no es necesario. – Respondió Sungjong. – Puedes quedarte conmigo esta noche. La cama es demasiado grande para uno solo… Está pensada para una orgía o algo.
La chica rubia rió.
- No sabes lo que es una King Size!? Aigoo… - Sandy cogió un bolso de debajo de la barra y desapareció por una puerta que rezaba “sólo personal”.
- Está bien? No me conoces de nada. – Le dije, mientras él se ponía su cazadora y cogía mi mochila. Se lo agradecí, yo estaba demasiado borracho como para cargar el más mínimo peso.
- Me vas a violar? – Rió, mientras desaparecía por esa misma puerta y me hacía una seña para que le siguiese. Lo hice, y atravesé una cocina, una despensa, y di a una estrecha calle que dirigía a unas escaleras de incendios.
- Esto es un laberinto. – Murmuré, esforzándome por no descalabrarme por ellas.
- Venga, anda.- Sungjong tomó mi mano, para ayudarme a mantener el equilibrio. Le miré y observé su sonrisa con un rostro serio. Era realmente hermoso.
Entrelacé mis dedos con los suyos y, para mi sorpresa, no mostró rechazo. Me sonrió con ternura y tiró de mí con suavidad hasta que logramos pasar el obstáculo de las escaleras y entramos en algo parecido a un hotel de clase media.
- Seguro que estarás bien? – Murmuré. – No quiero que te sientas incómodo.
Rió y negó.
- Por algún motivo, me siento cercano a ti, Hyung.
- No soy tu Hyung. – Me miró. – Somos del mismo año.
- En serio!? Pareces mucho mayor que yo!
- Una forma preciosa de llamarme viejo…
- Mayor no significa viejo. Te echaba la misma edad que a… - Calló, ahogando su expresión triste en una sonrisa forzada. – Olvídalo.
Abrió la puerta y entró primero. Yo ya sabía el nombre de quién intentaba borrar de su mente, y le entendía perfectamente.
Pasé a esa habitación y, efectivamente, era la típica habitación que se te viene a la mente cuando piensas en un burdel, solo que algo más hortera y con la cama mucho más grande.
- El servicio está ahí, por si lo necesitas. – Señaló una puerta a sus espaldas y asentí, tomando una bolsita de mi mochila y entré.
Me miré al espejo y me lavé la cara con agua helada. Necesitaba despejarme un poco, no quería parecer un idiota delante de Sungjong. Me lavé los dientes y me refresqué además el cuello, la espalda y el torso para bajar el alcohol.
Cuando conseguí ver las cosas con la suficiente nitidez, salí del cuarto de baño, encontrándome ante mis ojos con la imagen más hermosa que jamás había visto: Sungjong se paseaba en ropa interior por la habitación, buscando en los cajones.
- Se han llevado mi pijama. – Susurró, cerrando uno. – Te molesta que duerma así?
Tragué saliva e intenté tener autocontrol sobre mis ojos y me imaginación. El alcohol en esta situación no ayudaba.
- En absoluto. – Farfullé. Él asintió y se acercó a mí despacito, con pasos muy lentos, y colocó sus manos sobre mi pecho.
- De verdad? Nada de nada? – Tragué saliva de nuevo y mantuve mi vista fijada en la pared. “Autocontrol. Esa es la clave.”- Yo… - Paseó uno de sus largos dedos por mi cuello, definiendo mi nuez y luego mi clavícula. – Pensaba que querías acostarte conmigo, L.Joe.
Me sorprendió que me llamase por mi nombre, ya que era la primera vez que lo pronunciaba.
- Te equivocabas. – Susurré. Tomando sus muñecas y mirándole a los ojos.
- No te gusto? A ti tampoco? Sungyeol es mucho mejor, verdad? Es más guapo, más alto, y tiene más musculatura que yo, que soy un simple chico normal y corriente, y lo de chico todos lo ponen en duda. – Le miré, preocupado por sus palabras. Él me miraba desafiante, con ojos humedecidos y mandíbula tensa. Le solté y Sungjong se abalanzó sobre mis labios. No reaccioné, simplemente dejé que llorase sobre ellos mientras respiraba agitadamente y se apartaba unos segundos después.
- Por qué? Por qué él y no yo? – Lloró, lloró mucho, y yo le abracé con fuerza, dejando que descargase toda su frustración conmigo. – Qué tengo de malo? Tan repugnante soy?
- Escúchame. – Le aparté un poco y le miré a los ojos. – Eres el ser más hermoso que he visto jamás. Además, tienes talento, cantas y bailas bien. Tocas el piano, lo veo en tus manos, y tienes un rostro y un cuerpo que envidiaría cualquiera. El que no es bueno es él, Sungjong.
Esa noche, dormí a su lado, prestándole mi torso para que llorase lo que quisiera, para que se desahogase y lograse liberar un poco ese nudo que atosigaba su corazón. Me pasé toda la noche acariciándole el pelo, calmándole cuando los llantos sobrepasaban los decibelios básicos, y dándole palmaditas en la espalda para que su respiración se normalizase.
Cuando me desperté a la mañana siguiente, me desperté completamente solo en esa cama inmensa. Había una nota en la mesa que decía:
Gracias por esta noche maravillosa, Hyung.
Espero que haya una próxima, pero esta vez que no sea de la misma manera.
Perdona por el beso, espero que no te cause problemas.
Sungjong.
Sonreí y miré a través del balcón un Seúl que empezaba a ser inundado por la luz naranja del amanecer. Me acaricié los labios, recordando el agresivo y necesitado beso de Sungjong de la noche anterior, y sentí cómo mi corazón se aceleraba. Su sonrisa, su voz, su respiración, su llanto, sus suspiros… Todas esas nuevas imágenes que había visto de él se arremolinaban en mi cerebro, haciendo que mi espantoso dolor de cabeza quedase en un segundo plano.
- Yo también espero que haya una próxima…

 *POV Niel*

Abrí los ojos y me quedé mirando su rostro dormido. No pude evitar echarme a reír. No parecía en absoluto un idol, aunque claro, tendría que verme yo… Con los labios hinchados, los ojos entreabiertos y el pelo en perfecto estado para ser la vivienda de una familia de amables golondrinas.
- Tan guapo soy? – Minsoo abrió un ojo y yo me eché a reír y retiré la mirada.
- En absoluto. Al contrario, pensaba en lo feo que estás por las mañanas.
- Gracias. Eres un encanto. – Farfulló mientras se frotaba los ojos y me miraba con una sonrisa.- Estás más tranquilo? Anoche parecías especialmente preocupado por lo de esos dos.
- Lo que no entiendo es que tú estés tan tranquilo.
- Confío plenamente en ellos. – Me sorprendió su respuesta. – Sé que harán lo correcto.
- Estás seguro? – Asintió y me miró, ampliando su sonrisa.
- Sabes? Tú estás realmente espantoso… Cómo reaccionarían las fotos ante una foto tuya en este estado?
Le pegué en el brazo y él se rió, incorporándose y buscando una camiseta a su alrededor para ponerse.
- Hyung… - Dije, bajándome la mía, que me llegaba por los costados. Él me miró, peinándose torpemente con la mano. – Cuál fue tu primera impresión de mí al entrar en el grupo?
Se sorprendió al escucharme y se sentó en la esquina de la cama que compartíamos.
- A qué viene eso?
- A que nos hemos hecho muy cercanos y me pregunto cómo empezó… Antes no nos llevábamos tan bien.
- Antes eras un bebé caprichoso y llorica con pelo de caniche, ahora eres más normal.- Recibió un cojinazo por mi parte y una expresión de mala leche. – Es broma, hombre.
- Odiaba ese peinado. – Mascullé, estrangulando el cojín que me había lanzado de vuelta con mucha más suavidad. Rió.
- Pensé que… Me iba a tocar hacer de niñera. Cuando estábamos a punto de debutar tú, Jonghyun y Changhyun erais muy pequeños… Cuántos años tenías? Quince?
Reí. – Dieciséis.
- Pues eso. Yo… Jamás imaginé que me tocaría tener miembros tan jóvenes… Pero resultó no ser tan malo. Erais responsables y se podía hablar y razonar con vosotros. Y contigo en concreto... – Escuchaba atentamente sus palabras, sin poder ocultar una sonrisa suave. Él me sonreía de la misma forma.- Eras muy mono. Tan pequeño pero te esforzabas tanto en todo… Me llamabas mucho la atención.
Rió y yo reí.
- De verdad? – Asintió. – Pues yo pensaba que tú dabas mucho miedo… Tenías un tatuaje! Seguro que habías estado en alguna mafia o algo… Tenías pinta de ser amigo de los que me robaban la merienda en el recreo.
- Te robaron la merienda alguna vez?
- Eso es otra historia. – Rió. – Pero… Luego descubrí que eras el más manso de todos nosotros… Y aunque seguías dando miedo porque eras muy raro, conseguiste demostrar que eras un gran líder, y lo sigues siendo.
- Calla, que voy a llorar. – Hizo un gesto melodramático y reí.- A qué viene esto?
- Quiero que sepas que confío en ti, y que si tú dices que vamos a estar bien, te creo. – Sonrió de nuevo y asintió.
- Gracias… Es bueno saber que no todo lo que hago es un desastre. – Reí.
- Casi todo lo es, por eso me encargo de informarte cuando algo no lo es. – Puso expresión de indignación y bufó.
- Con lo bonito que estaba quedando el momento…
- Sorry. – Me recosté de nuevo en la cama y él se recostó a mi lado, mirándome fijamente a los ojos. Mi corazón se aceleró levemente, pero no me pregunté el por qué. Últimamente me pasaba mucho… Ya había asumido que tenía algún tipo de reacción cuando Hyung me miraba o se acercaba mucho a mí, pero lo había pensado demasiado y prefería no llegar a conclusiones extrañas, más aún después de ver cómo estaban yendo las cosas entre Byunghyun Hyung y Chanhee Hyung.
Alargó su mano hasta mi rostro y me retiró el pelo de la cara, sonriéndome con dulzura. Le devolví la sonrisa y sentí un deseo irrefrenable de acercarme a él y abrazarle, pero tampoco me iba a plantear el porqué de eso. Ni hablar. No iba a haber más sentimientos indecentes en el grupo.
- No eres tan feo una vez se te han deshinchado las salchichas que tienes por labios… - Ya se había cargado el momento. Y se lo agradecí, porque mi corazón ya no se aceleraba levemente, ya era desmesurado.
- PUES EL OTRO DÍA DIJISTE QUE ERAN BONITOS! – Chillé, incorporándome y saliendo por la puerta.
- Así da gusto despertarse… - Masculló Jonghyun con cara de mala leche desde la puerta de enfrente, abrazando a Changhyun con un brazo, el cual parecía que se estaba quedando frito de pie. – Es necesario gritar a las seis de la mañana?
- Perdón. – Sonreí y cerró la puerta, arrastrando al pequeño dormilón con él al interior. A veces esos dos parecían ser uno. No eran hermanos, pero casi. Tenían más conexión que muchos de los que conocía.
En esos momentos, unos brazos fuertes me rodearon por detrás y me pegaron a su cuerpo. Sonreí al reconocerlos.
- Me perdonas?- Susurró en mi oído. Cerré los ojos instintivamente, pero al darme cuenta, los abrí y me alejé de él.
- Sí, pero estate quieto. – Me miró, sin entender.
- Eh?
- No me gusta tu skinship. – Enarcó una ceja.
- Ayer me rogaste que te llevase a dormir en brazos porque te daba pereza caminar. CAMINAR.
- Ya… Pero hoy es un nuevo día. – Me di la vuelta y me dirigí al salón, donde me senté en el sofá y escuché un alarido debajo de mi trasero.
- YAH! QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO!? MIRA ANTES DE SENTARTE!!! – Me incorporé inmediatamente, muerto del susto que me había dado Byunghyun Hyung.
- Lo siento mucho, Hyung! No pensé que estuvieses…
- Debajo de tu culo!? Pues sí, hijo, mi posición en el grupo es así de baja. – Masculló, masajeándose la cara sobre la que me acababa de sentar.
- Oh!? Cuándo has llegado? – Minsoo Hyung entró en el salón, esquivándome la mirada y centrándose en el rapero.
- Hace una media hora…
- Y dónde has dormido? – El rostro de Hyung se puso colorado y negó.
- Eso no importa. El caso es que ahora necesito una siesta, así que si no os importa…
- Ve a nuestro cuarto si quieres. – Le dijo Minsoo. Byunghyun aceptó encantado y se arrastró, literalmente, hasta nuestra habitación. Entonces, una vez solos, Minsoo centró su atención en mí y me miró con expresión de enfado.
- Qué?
- Cómo que qué? Por qué demonios de repente no me dejas abrazarte?
- Porque es incómodo.
- En serio? Lleva sin serlo dos años y lo es ahora? – Asentí y él suspiró, frustrado. – Está bien, como quieras. Me da igual.
Se sentó en el sofá, lo más alejado de mí como le fue posible y encendió la tele. Le miré, con expresión triste. Era mejor así… Yo no estaba seguro de mis sentimientos, y no entendía muchas cosas que me estaban pasando últimamente… No es que no las entendiese, es que no entendía por qué me pasaban cuando pensaba en Minsoo Hyung o cuando le tenía cerca. No quería aceptar una realidad que llamaba a mi puerta sin parar por miedo a recibirla, a ella y a sus consecuencias.

-Fin-



2 comentarios:

  1. Cabe decirte que mi parejas favoritas son el woogyu y el yadong, y como no conozco a lo de Teentop pues no tengo problrmas con las parejas... ahora hablando del fic...
    Wooo Muyngsoo es muuuy malo!!! Como juega asi con Sungyeol y Sungjoong, x mi q ninguno de los dos lo perdonara!! Pero bueno ellos tomaran sus decisiones... Estar en la situación de Woo, Hoya y Ricky siempre es complicado es q eso de enamorarse del mejor amigo es un sufrimiento :( espero q los despistados de sus respectivos amoren no los vayan a hacer sufrir mucho ^_^ Yo creo q Cap esta enamorado de Niel, no sé me da esa impresion y pues ojala Niel no se demore mucho dandose cuante de sus sentimiento... en fiiin me encanta muuucho tu fic espero actualices pronto!! ^_^

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    1. L es mala gente (?), aunque en realidad le adoro xD
      Tienes buen olfato para los líos amorosos... Me gusta e.e
      Jajajaja, gracias por leer y comentar! <3

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