- Sehun…
Estás bien? – Luhan me miraba desde la puerta con un brillo de terror en sus
ojos que no hacía más que encenderme más aún.
- Jamás he
estado mejor. – Todas las venas de mi cuerpo palpitaban a un ritmo hipnótico
que alimentaba y provocaba a la bestia que rugía en mi interior a aquella
criatura indefensa que tenía en mi punto de mira.
- Quieres hablar?
– Solté una sonora carcajada y golpeé la puerta justo al lado de su cabeza,
aprovechando para ponerle el pestillo y asegurarme de que mi presa no tuviese
vía posible de escape. Mi yo más primitivo quería sangre. Las imágenes de
Jongin y Kyungsoo en mi cabeza le animaban a gritos.
- Sehunnie…
- Esquivó uno de mis brazos con un movimiento rápido, pero acabé atrapándolo en
la esquina de al lado de la ventana.
- No me
llames así. – Masculle, sujetándole su pequeño rostro con una de mis manos, que
parecía exageradamente grande en comparación. Con mi brazo libre le sujeté con
fuerza la cintura, tan fuerte que emitió un gemido de dolor. Mis dedos se
clavaban en su piel, y sentirle temblar era un lujo exquisito.
- Sehun…
Para… Me haces daño… - Sonreí de lado, con sorna. No le estaba haciendo tanto
daño si ni siquiera se defendía ni lo más mínimo. Sus ojos reflejaron mi
sonrisa, pero en una imagen de mí que me impresionó. Desde cuándo yo era tan
macabro? Eso solo me enfureció más. Todo me enfurecía. Yo ya no era yo… Una bestia se había apoderado de
mi alma. El odio y el rencor, la envidia y el despecho, la rabia y el dolor…
Eran mis representantes.
- Venga ya,
Luhan… Si en el fondo siempre habías deseado esto… Me equivoco? Cuántas veces te
me confesaste en la sala de prácticas? Deberías de estar saltando de alegría! –
Bajó la mirada, avergonzado, al tiempo que dos lágrimas bañaban sus mejillas,
una por cada una. – Me equivoco?
- Yo… No… -
Sollozaba. Le sujeté el mentón con fuerza y le obligué a mirarme a los ojos. Su
patética imagen no hizo más que enfurecerme.
Tomé sus
hombros con todas mis fuerzas y le lancé por los aires hasta aterrizar en su
colchón. Su rostro mostraba auténtico terror.
- Me
equivoco? – Mascullé, con mi mandíbula tensa, mientras sujetaba sus dos brazos
por encima de su cabeza con una sola de mis manos, mientras con la otra le
obligaba a continuar mirándome.
- No… - Me
sorprendió su sorpresa, y más aún su sonrisa dulcificada. – No, no te
equivocas. Yo siempre te he querido… Pero no quiero que esto sea así…
Me quedé inmóvil
unos segundos, observándole. Su expresión era de la tristeza más profunda… Y la
decepción más grande. Me recordaba tanto a mí…
- Cállate! –
Bramé, agarrando su camiseta y rasgándola de un movimiento. Luhan lloraba,
asustado, pero no gritaba por ayuda ni se molestaba en revolverse debajo de mí.
Estaba inmóvil, temblando como un cervatillo al ver a un cazador. Quizás el
símil no fuese tan metafórico… - Hyung, grita si quieres. No voy a parar.
- No lo
hagas, Sehun… Sólo conseguirás hacerte más daño.- Sus palabras de nuevo
hicieron que algo en mi interior se sintiese mínimamente humano. Desapareció al
recordar la sonrisa de Jongin.
- Por qué
demonios en estos momentos todavía te preocupas por mí!? Grita por ayuda! Estoy a punto de partirte en dos, Luhan. – Le miré fijamente a los ojos,
amenazante, y él sonrió con ternura y liberó una de sus manos para acariciarme
el rostro. Tragué saliva.
- Porque te
quiero… Y eres lo más importante para mí.
“Te quiero, Sehun… Sé que sonará raro y que
te gusta Luhan, pero te quiero. “ El flashback de la declaración de Jongin
rebotó en mi cerebro. La recordaba perfectamente: A la salida de una práctica
de baile, todavía acabábamos de debutar… Yo no sabía nada. Sólo sabía que no
quería perder su amistad, así que dejé de andar con Luhan para andar con él. Ni
siquiera sabía lo que era “salir con alguien” en plan serio (ni en plan serio
ni en ninguno), así que empecé a aceptar sus besos casuales, sus caricias
espontáneas, y sus noches de abrazos íntimos. Empecé a aceptarlo todo y a saber
responder a esas muestras de su amor… Y todo había sido en vano. Me enamoré de
Jongin para nada.
- Maldita
sea… - Aparté su mano de un manotazo y la sujeté con fuerza. – Cierra tu
maldita boca de una vez.
- Bien. – De
nuevo, sorpresa. – Está bien, haz lo que quieras conmigo, Sehun. Rómpeme en dos…
Machácame a golpes… No me importa. Al fin y al cabo, soy tuyo. Puedes hacer lo
que quieras conmigo.
Una
incomodidad se instaló en mi interior cuando noté que todo su cuerpo dejaba de
tensarse y cerraba los ojos, sin dejar de derramar lágrimas. Una parte de mi
bestia había sido domada con sus palabras, pero era una parte tan ínfima que no
lograba calmar al resto de mí.
- Bien. – Me
abalancé de nuevo sobre sus labios con fuerza. La herida de antes se abrió,
tiñendo nuestras bocas de rojo e inundando nuestras lenguas con ese sabor
desagradable pero adictivo. Luhan sollozaba, pero no se resistía, al igual que
tampoco me respondía. No me sorprendió. Le arranqué los pantalones de chándal,
llevándome su ropa interior de paso y llevé mi mano a su miembro con violencia.
Gritó de dolor, pero no intentó defenderse en ningún momento, simplemente
lloraba y lloraba. Yo solo quería que me rogase que parase, que me pidiese que
frenase esta tortura… Pero no lo hacía, simplemente lloraba en silencio. Eso me
ponía furioso. – Maldita sea, Luhan. – Gruñí, bajándome mis pantalones y
elevando sus piernas sobre mis hombros para, a continuación, penetrarle con
fuerza de una sola estocada.
Sus gritos
de dolor ya eran desesperados, pero no me pidió parar, nadie acudió a ver qué
estaba pasando… Luhan se dejaba las cuerdas vocales mientras un hilo de sangre
y saliva se escaba de su boca, bajándole por el cuello y empapando su
clavícula. Yo le penetraba salvajemente; una, dos, cien, mil veces, no parecía
suficiente. Luhan lloraba y gritaba afónicamente, pero me daba igual…
Necesitaba que me pidiese parar. No lo hizo, sujetó mi rostro entre mis manos y
me miró entre lágrimas… La mirada más triste que había visto jamás. Aparté sus
manos de mi cara de un zarpazo, girándole entero de otro y dejándole boca abajo
mientras le embestía por detrás sin piedad.
Me corrí con
un gruñido gutural y al salir de su interior, observé que sus muslos también
estaban ensangrentados… Un más que probable desgarro eran los resultados de mi
agresividad. Luhan se puso a cuatro patas, con expresión de dolor, mientras mis
fluidos, manchados de su sangre, le recorrían las piernas, goteando en el
colchón. Miré la almohada, también ensangrentada, y le miré a él, que sollozaba
mientras intentaba moverse de alguna forma que no le doliese. Aparté la mirada
y me subí los pantalones, saliendo de esa habitación sin mirar siquiera atrás.
- Ojos que
no ven, corazón que no siente. – Mascullé, secándome la sangre también de mis
labios.
- Sehun, -
Kris y Suho entraron en mi cuarto, mirándome uno con cara de furia y otro de
decepción. No es muy difícil saber cuál me miraba de qué forma. – me quieres
decir qué demonios has hecho?
Miré por
entre ellos para ver a Jongin, a Kyungsoo y a Minseok desde la puerta, con la
cabeza gacha y aura de decepción.
- Decídmelo
vosotros, si habéis venido es por algo. – Volví mi mirada de nuevo a mi tomo
cuarenta y dos de One Piece.
- Sehun…
- No seas
impertinente, mocoso. Ya sé que te da igual todo, pero muestra un respeto a tus
mayores.
- Kris… -
Suho le miró, pidiéndole con los ojos que le dejase hablar a él. – Sehun…
Entendemos que estés dolido… - Jongin abandonó la puerta, seguido por Kyungsoo.
– pero entiende que esto es inaceptable. La violencia es lo último.
- Qué
violencia? No he hecho nada que no estuviese consentido. – Kris me agarró por
el cuello de la camiseta y me puso en pie, empujándome contra la pared. Le
mantuve la mirada, y la suya emanaba furia.
- Vamos a
hablar con el jefe, Sehun… Vamos a pedir que te echen de EXO.
- Y agradece
que Luhan no te denuncie y no acabes entre rejas, mocoso. – Masculló Kris,
soltándome en cuanto Suho se lo pidió.
- Sehun no
ha hecho nada! – Los tres miramos en dirección a la puerta. Luhan nos miraba
con los ojos llorosos y los labios hinchados y con heridas. – No ha hecho nada
que yo no le dejase hacer.
- Luhan… -
Kris se acercó con cuidado y le acarició el pelo. – No tienes que defenderle.
Baekhyun les escuchó y nos lo ha contado todo.
- No ha
hecho nada que yo no le dejase hacer. Todo ha sido consentido, así que no
tenéis derecho a estarle diciendo esas cosas! – Kris tragó saliva ante sus gritos
y yo le miré, sorprendido. Prácticamente le había violado, pero él seguía
apoyándome… O era rematadamente estúpido, o yo era el ser humano más horrible
sobre la faz de la tierra.
- Luhan,
mírate. No puedes apenas ni mantenerte en pie! – Minseok le reprendió y Luhan
le miró con odio.
- Pero es
porque no me da la gana, y porque no quise pararle. Te digo yo lo que haces o
dejas de hacer con Chen!? Pues ya está. – Minseok le miró, sorprendido, y bajó
la mirada, asintiendo.
- Pero Luhan…
- Ya está!
Se acabó el tema! Nadie se va a ir de EXO, y Sehun no ha hecho nada malo. Todos
fuera de aquí. – Luhan cuando se ponía serio no era alguien con quien se
pudiese jugar, por eso yo había esperado hasta llegar al límite para que se
impusiese… Pero no lo había hecho. Luhan no se había defendido de mí.
Luhan se
quedó en el marco de la puerta, con la mirada perdida y apoyándose en la pared
para no aguantar todo el peso en su propio cuerpo.
- Luhan… -
Susurré, mirándole. Tenía todo el cuello lleno de marcas rojas y arañazos,
todos obra mía. Y eso era solo en lo visible…
Se giró
hacia mí y sonrió con dulzura y tristeza. Tragué saliva cuando le observé
acercarse a mí, tambaleándose. Puso su mano sobre mi mejilla con suavidad y me
miró a los ojos.
- Está bien.
Sólo espero a que algún día me dediques a mí uno solo de los “te quiero” que le
dijiste a él… Con uno estará bien. Hasta entonces… Sigo siendo tuyo, Sehun.
Se giró
sobre sus pies y se fue antes de que pudiese decir nada. Tanto me quería? Me
quería tanto como para esto? Como para destrozarse a sí mismo física y
mentalmente?
De nuevo, en
esa casa, con once personas, de las cuales diez me odiaban a muerte, me sentí
completamente solo.
- Sehun…
Duermes? – Eran las tres de la madrugada. Jongin entró en el cuarto y me miró
desde su cama. No respondí. – No me puedo creer que le hayas hecho eso a Luhan,
que era tu mejor amigo…
- Mi mejor
amigo eras tú. – Ya sabía que estaba despierto, sino no habría continuado la
conversación. – Lo eras todo para mí, pero claro, yo solo era un iluso. No, ni
eso… Por lo que le dijiste a Kyungsoo, no fui nada.
- Cuándo he
dicho yo eso?
- Dijiste
que era la primera vez que te sentías así. – Resopló, rascándose la cabeza y
despeinándose con frustración.
- Nos
escuchaste…
- No, soy
adivino.
- Sehun…
- Déjame en
paz y vete a tirarte a Mamá. Seguro que con delantal te pone un montón.
- Qué asco
das…
Abrí los
ojos en la oscuridad como platos, mirándole.
- No me
mires así, tengo razón. Das asco, eres un enfermo y das pena.
- Cállate.
- Luhan
siempre estuvo a tu lado, aceptó que saliésemos y me pidió que no te hiciese
daño, y ahora que te lo hice, en vez de agradecerle el haber estado siempre
ahí, y aprovechar que sea un amigo tan sincero y constante… No, es mejor
partirle el culo y destrozarle el cuerpo. – Jongin mascullaba, y yo notaba como
mi interior se tensaba. – Sabes qué es lo peor?
- No quiero
saberlo.
- Pero te lo
voy a decir igual. Te aguantas y te enfrentas a la realidad. – Se incorporó y
encendió la luz, mirándome desafiante. – Que después de todo, Luhan sigue
defendiéndote. Me vino a pedir que hablase contigo porque estabas “muy triste”.
MUY TRISTE! EL TÍO QUE LE VIOLÓ! Surrealista… - Rió, frustrado. – Y yo qué se
supone que he de hacer? Corté contigo porque me he enamorado de otra persona!
Tengo veinte años! Tengo derecho a crecer!
- Se suponía
que lo nuestro sería para siempre.
- Eso fue
una paranoia que te creaste tú solito, Sehun. Yo me acerqué a ti porque
admiraba tu trabajo duro y tu personalidad… Y lo sigo haciendo, la diferencia
es que el amor se extinguió. Qué no puedes entender de eso!? Acaso no recuerdas
cuándo yo tenía que acosarte las veinticuatro horas para que dejases de mirar a
Luhan y me hicieses caso?
- No… - Yo
no recordaba las cosas así.
- Tenía que
acoplarme a vuestras citas porque quería que le dejases a él y vinieses
conmigo.
- No eran
citas…
- Oh, venga
ya! - De nuevo esa risa. – Eras un crío
enamorado! De la misma forma de la que yo lo estaba de ti, pero a lo bestia…
Solo hablabas de él, solo le veías a él… Y si no estaba, no hablabas ni
sonreías. – Yo no recordaba nada de eso, pero empezaba a sentirme una auténtica
mierda.
- Yo no
estaba enamorado de Luhan Hyung…
- Sehun,
despierta… Si empezaste a aceptarme fue porque Luhan se fue a China y te
quedaste solo! Y yo fui un capullo y me aproveché de eso, haciendo lo posible
por robar su posición. Al final tenías tanto miedo de que volviese a irse, que
acabaste por aferrarte a mí. No es que no haya sentido antes lo que siendo por
Kyungsoo… Es que la forma es distinta. Contigo era más obsesión, con él es…
Amor.
Tragué
saliva. Estaba recordando demasiadas cosas al mismo tiempo, y me estaban
empezando a entrar ganas de vomitar.
- Pero… No
puede ser…
- Sehun. –
Se sentó a mi lado y me miró a los ojos con seriedad. – Analiza esto… Conmigo
nunca te enfadaste, ni lloraste por mí… Simplemente me seguías a todas partes
porque yo conseguí robarte la ilusión que tenías por Luhan y la hice mía.
Recuerdo que el día que se fue lloraste como si no hubiese un mañana… Y
recuerdo cómo te enfadabas cuando no te cogía el teléfono… Cuántos móviles has
comprado ya? Cinco?
- Siete…
- Exacto. Y
analiza esto también… Por qué le rechazas siempre, hasta para que te sirva un
vaso de agua, pero cuando necesitas algo de verdad sabes que él es el único que
podrá entenderlo?
- Pero…-
Demasiadas cosas a la vez para mi cerebro psicológicamente inestable.
- Y… Una
última cosa… Cuando esta mañana cortamos, a la habitación de quién fuiste para
hacer esas animaladas?
- Luhan…
- Exacto. Y,
siendo completamente sincero… Ahora mismo estás pensando en nuestros recuerdos,
o en los que tienes con él.
En esos
momentos mi cerebro recordaba cómo Luhan hacía el equipaje y yo le rogaba que
no se fuese… Que me llevase con él o que huyésemos juntos muy lejos. Seis meses
era demasiado para estar yo solito… Pero él se fue de todas formas, y me dejó
solo y desamparado, con una cama al lado que esa misma noche invadió Jongin.
- En los que
tengo con él…
Jongin
sonrió con dulzura.
- Lo siento
mucho… Por confundir tu interior, y tus sentimientos. Siempre se me ha dado muy
bien manipular, por eso espero que con Kyungsoo sea capaz de hacerlo bien. De no
mentir ni engañar. Él me enseñará…
Analicé su
expresión, dulcificada con solo escuchar su nombre. Yo antes también era así
con Luhan… O eso decía Jongin. Jamás me había parado a mirar el pasado, porque
era demasiado aterrador para eso. Dolía demasiado. Pero… Jongin lo había
abierto para mí y ahora era peor. Había hecho daño, hablando suave, a la única
persona que siempre había estado ahí para mí.
- Jongin… -
Llamaron a la puerta y Kyungsoo asomó la cabeza tímidamente, observándonos con
esos espantosos ojos gigantes. Jongin sonrió, y yo lo analicé. El aura que
emitían… Yo también la quería.- Es tarde…
- Perdona,
me he entretenido mucho?- Se incorporó y se acercó, depositándole un beso en la
frente. – Ve a la cama, iré ahora…
Asintió en
silencio y me miró, sin decirme nada, para a continuación largarse. Mañana no
tendría desayuno y lo sabía.
- Con esto
quiero decirte… - Me miró, desde la puerta, aún con las mejillas coloradas.-
que creo que tus acciones no están justificadas solo porque hayamos roto
nuestra relación. No es excusa. Y creo que si realmente ha hecho eso, justo a
Luhan, es porque algo de lo que yo me esforcé en borrar, aún queda. Puede que
no arrancase la raíz y esté renaciendo… Piénsalo.
Abandonó
nuestro cuarto, dejándome solo en mi cuarto, con una sensación de vacío y
muchas cosas en la cabeza. Demasiadas.
Antes de
darme cuenta, ya estaba caminando hacia el cuarto de Luhan.
- Qué
demonios hago aquí? – Susurré, observando la puerta de madera, cerrada a esas
horas de la madrugada.- Soy un imbécil… - Me giré, pero justo en ese momento,
el sonido de la puerta hizo presencia en la oscuridad del pasillo.
- Sehunnie? –
Me giré, mirando a Luhan, que me miraba sorprendido. – Perdona… Sehun. Qué
haces aquí?
- Pues… No lo
sé. – Susurré, sintiéndome aún peor al verle bajar la mirada, de forma sumisa. –
Y tú?
- Tengo que
ir al baño… Llevo media hora para intentar levantarme. – Rió suavemente,
caminando pegado a la pared, tensando la mandíbula a cada paso que daba.
- Necesitas…
Ayuda? – Susurré. Me miró y sonrió con dulzura, negando con la cabeza.
- No te
preocupes, estoy bien. – Luhan dio un paso en falso, desplomándose en el suelo.
Corrí hacia él, arrodillándome a su lado. Entonces me fijé, que tenía el
pantalón del pijama manchado de sangre… Seguramente al levantarse de la cama la
herida se había abierto.
Intenté
tocarle, pero su cuerpo se tensó en cuanto me acerqué a él. Me alejé,
observando cómo se levantaba con una clara expresión de dolor. – Estoy bien.
Se arrastró
hasta al baño y se encerró. Escuché un grifo, y poco después salió, con la cara
húmeda y esa odiosa sonrisa en el rostro. Cómo podía seguir sonriéndome cuando
yo le había hecho esas cosas tan horribles?
- Puedo
pasar? – Susurré, cuando Luhan tomaba el pomo de la puerta de su cuarto. Se
giró, y bajó la mirada, asintiendo. Pasó primero, para dejarme paso. Cerré la
puerta tras de mí y para mi sorpresa, me ofreció que me sentase en la cama. Obedecí y él me miró, de pie.
- Qué?
- Yo… No
puedo hacer mucho… Pero si me dejas puedo encargarme.
- De qué
demonios estás hablando? – Antes de darme cuenta, Luhan se había arrodillado
entre mis piernas y acercaba su boca peligrosamente al borde de mi pijama. Le
puse la mano en la frente, frenándole. – Qué haces?
- No vienes
a eso? Como antes? – Parecía realmente confuso, y me dio mucha pena, que ahora
pensase que solo le quería para fines poco inocentes. Me lo merecía, por ser un
capullo integral.
- No, Luhan.
Levántate. – Bajó la mirada, avergonzado, pero parecía no poder levantarse. Me
levanté yo, le sujeté por debajo de los brazos y le senté en su cama,
sentándome yo en el suelo. Me miró, sorprendido, pero me sonrió con dulzura.
- Gracias…
- No me las
des. No me las merezco. – Susurré, apoyando la espalda en la pared. Luhan me
miraba fijamente, y yo intentaba mantenerle la mirada, pero no era capaz. La
vergüenza me podía.
- Entonces…
Qué quieres que haga? No puedo hacer lo de antes, a no ser que estés dispuesto
a llevarme al hospital después y dar explicaciones. – Rió suavemente. Era obvio
que intentaba quitarle hierro al asunto, pero solo aumentaba mi culpabilidad.
No era capaz de entender cómo no me gritaba y pegaba hasta la saciedad.
- No quiero
que hagas nada, Luhan, ya hice yo bastante…
- No hiciste nada malo…
- Deja de
excusarme! – Dio un pequeño respingo. Yo resoplé y escondí mi cabeza entre mis
rodillas. Quería que me tragase la tierra… Tenía demasiados pensamientos
torturándome el cerebro. – Yo… no sé a qué venía, pero necesitaba verte…
- No hables
así, Sehun. – Levanté la mirada. Ahora era él quien tenía la cabeza gacha. – No
me hagas hacerme ilusiones inútiles. Úsame si quieres, pero abstente de
palabrería bonita.
- Yo no…
- No. En
serio… No me hagas esto. Puedo hacerme el ciego, pero el sordo… Ya no.
- Lo siento…
- Tragué saliva y noté cómo un nudo se formaba en la boca de mi estómago.- Yo…
No quiero que pienses que es palabrería, pero por algún motivo, siempre acabo a
tu lado, Hyung. A la hora de la verdad… Siempre estás ahí para refugiarme.
Sollozó y me
sonrió con ternura.
- Cómo no
iba a estarlo?
- No me lo
merezco… Después de todo, sigues sonriéndome. No te merezco.
- Sehunnie…
Perdón, Sehun. – Se corrigió y negué con la cabeza.
- Sehunnie
está bien… Me recuerda a… Antes. – Sonrió y yo sonreí con suavidad. Las
lágrimas le bañaban las mejillas, de nuevo por mi culpa. – Quizás… Debería
dejar el grupo? No lo sé, no sé qué hacer. Acabo de hablar con Jongin y ya no
sé absolutamente nada.
- No digas
tonterías… Qué te ha dicho? Tengo que ir a reñirle a él también? – Rió con
suavidad y se levantó de la cama,
poniéndose de pie delante de mí. – Ven a sentarte conmigo.
Me
incorporé, tomando la mano que me tendía, y me senté a su lado en la cama. El
colchón aún tenía gotitas de sangre por mi culpa.
- No las
mires. – Me advirtió, haciendo que centrase mi atención en su rostro. No era
mucho mejor… Tenía los labios con feas heridas de color rojo oscuro, marcas
moradas y rojas en el cuello… Y por la holgada camiseta, podía adivinar un mordisco
sangrante en su hombro. – Qué te ha dicho Jongin?
- Demasiado…
Me ha hecho pensar. – Murmuré, abrazando un cojín. Luhan asintió y bajó la
mirada. – Me ha recordado la época en la que casi estuvimos juntos antes de que
te fueses a China…
- Casi? –
Asentí. Él sonrió con ternura al recordarlo también.
- Jamás
llegué a pedírtelo oficialmente…
- No creo
que hiciese falta… A veces las palabras sobran.
- Recordé
cómo me sentí cuando te fuiste…
- Yo
recuerdo cómo me sentí cuando llegué y ni me dirigías la mirada. – Musitó.
- También lo
siento por eso…
- No lo
sientas! Me alegré de que fueses feliz… Estaba preocupado por cómo estarías.
- Era una
felicidad inducida… Al menos esa es mi conclusión.
- A qué te
refieres?
Ambos
apoyamos la espalda contra la pared, suspirando. Entre nosotros se estaba
creando una conexión muy extraña. Creando? No… Quizás, renaciendo.
- Con Jongin
siempre ha sido una relación muy extraña… Yo me dejaba guiar por él, ni opinaba
ni participaba. Me aferraba a una ilusión que acabó por romperse y me descolocó
por completo… Pero, al final, quien me molestaba eras tú, quien me hacía reír
eras tú, quien me hizo lloras fuiste tú, con quien me enfadaba de verdad eras
tú… Aunque intentase evitarlo, siempre estabas presente. Por algún motivo… No
logré librarme de tu presencia tanto como querría…
Miré a
Luhan, que tenía la mirada perdida y asentía suavemente. Tenía los ojos
hinchados de llorar y los labios le temblaban. Alargué la mano y le acaricié la
mejilla, atrayendo sus ojos hacia mí, brillantes y sinceros.
- Sehun… -
Musitó. – Qué me estás intentando decir?
Me revolví
el pelo con frustración y cerré los ojos, echando la cabeza hacia atrás.
- Pues… -
Suspiré. – Primero, que lo siento mucho, y que no espero tu perdón, pero que lo
siento de veras. Lo que te he hecho no tiene excusa. – Sonrió con suavidad. – Y
segundo… No lo sé… Solamente quería sentir que estabas a mi lado… Tu aura me
tranquiliza.
- Y eso… qué
quiere decir? – Susurró. Mirándome a los ojos.
- Pues… Que
yo… Podría ser que te quisiese? No lo sé… Estoy muy confuso respecto a todo.
Solo sé que te necesito a mi lado… Y que si estás conmigo, me siento feliz…
Siempre fui feliz mientras te tuve a mi lado. Mi universo se desmoronó en
cuanto cogiste aquel avión.
Luhan
comenzó a llorar de repente. Le miré, asustado.
- Luhan?
Lloraba y
lloraba. Escondía su rostro entre sus manos y yo no sabía qué hacer. Acaso acababa
de fastidiar las cosas aún más?
- Lu? –
Levantó la mirada y me miró, sonriendo, con el rostro empapado.
- Tienes
idea de cuánto tiempo llevo esperando esto? – Sollozó. Apenas se le entendía
entre hipidos y tartamudeos. – Tanto tiempo… He esperado tanto… Te he querido
siempre…
- Luhan…
- Tanto
tiempo… - Suspiró, secándose el rostro con las mangas. – Aunque ahora no estés
seguro, - continuó, intentando normalizar su respiración. – intentaré que todo
vuelva a ser como antes… Si tú quieres.
Me miró, con
ojos brillantes y esa sonrisa dulce. Sonreí también y asentí, bajando la mirada.
- Hyung… -
Musité. – Por favor, quédate a mi lado.
- Siempre lo
he estado… Aunque no me vieses. – Sonreí y le miré. Me devolvió la sonrisa.
- Debería
irme… - Llevábamos un tiempo en silencio, simplemente mirándonos y dejando
renacer los recuerdos, desde los más memorables hasta los más insignificantes. –
Es tarde y debes descansar. – Me incorporé y él me sujetó la sudadera.- Luhan?
- Quédate… A
dormir. Conmigo. – Le miré y él bajó la mirada, sonrojado en la oscuridad.
Sonreí y asentí, volviendo a mi sitio.- Recuerdas… - Susurró, mirándome de
reojo. – Aquella noche en la sala de prácticas? – Sonreí. Claro que la
recordaba.- Recuerdas nuestro primer beso?
Asiento y él
ríe con suavidad.
- Fue muy
raro…
- Era tu
primer beso, me dijiste. – Ambos susurrábamos, ninguno sabíamos el por qué.
- Lo fue. –
Le miré y ambos nos sonreímos con complicidad.
- Cómo fue
tu primer beso con Jongin? – Me sorprendió su pregunta. Parecía molestarle de
verdad el tema, y me hacía gracia el hecho de que jamás hubiese mostrado su
desagrado antes.
- Robado. –
Me miró. – Me lo robó. Yo no quería besarle… Porque no quería olvidarme de cómo
eran los nuestros.
- Qué bobo…
- Rió y yo reí con él. Recordaba cómo Jongin me había sujetado en mi cama y me
había plantado aquel beso de la nada. Me había enfadado un montón…
- Lo peor es
que realmente lo olvidé. – Musité, acariciándome los labios, inconscientemente.
Entonces, Luhan me miró, yo le miré, el tiempo se detuvo, la lluvia cedió, la
luna nos iluminó únicamente a nosotros… Y nos dimos la mano, sintiendo una
corriente eléctrica atravesarnos a los dos. Nos acercamos, muy despacio,
respirando el aire del otro y compartiendo alientos.
- Sehun… -
Susurró. Levanté la mirada de sus labios y la fijé en sus ojos. – Este beso no
lo olvides jamás.
- Lo
prometo. – Le devolví el susurro antes de que nuestros labios se juntasen con
una suavidad que ni la misma seda podría igualar. Dolía porque ambos teníamos
los labios rotos, pero nuestra saliva era anestésica. Nos besábamos lentamente,
disfrutando de los recuerdos de aquella madrugada cómplice en una de las salas
de la agencia… Había sido exactamente igual.
- Te quiero.
– Susurró, sobre mis labios. – Y no me respondas… Quiero que estés seguro
cuando lo hagas. Te aseguro que conseguiré que me dediques uno.
Sonreí y
asentí, volviendo a sus labios. Aquella noche, nuestros alientos nacieron como
uno, nuestras manos entrelazadas y frente junto a frente.
- Gracias
por salvarme… - Susurré, cuando ya dormía. – Gracias por salvarme de mí mismo.
-Fin-
lkdñlsakdsñalkdlñsa es hermoso!!!!!!
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado!! ^^
EliminarAy <////3
ResponderEliminarCada vez me encanta más como escribes ♥
Este fic fue tan jodidamente hermoso, pero se sintió como una tortura al mismo tiempo ;-;
Llegué a realmente enfadarme con Sehun. Es decir, tu novio te deja y tú te vas a violar a tu "ex" sólo porque sí? Duhhh
En cierto modo lo entiendo, sin embargo(?).
Después sí que comprendí todo~ Aunque claro, con quien terminé enfadada fue con Kai :__D Creo que no puedo terminar un fic sin guardarle rencor a algún personaje, lol.
Y, ay, realmente espero que escribas más del Hunhan ;3; Cada historia de ellos que publicas es un tesoro para mí;;;;;
Sin duda he disfrutado de la lectura~ Muchísimas gracias^^♡
Ay, Icía <3 Jajajaja Me alegro mucho de que te gustase :3
EliminarLa cuestión es enfadarse con alguien, si no el fic no se da por válido.
Muchas gracias a ti por leer y comentar <3