26 de mayo de 2014

[EXO TwoShot] Not Alone. Episode 2




- Sehun… Estás bien? – Luhan me miraba desde la puerta con un brillo de terror en sus ojos que no hacía más que encenderme más aún.
- Jamás he estado mejor. – Todas las venas de mi cuerpo palpitaban a un ritmo hipnótico que alimentaba y provocaba a la bestia que rugía en mi interior a aquella criatura indefensa que tenía en mi punto de mira.
- Quieres hablar? – Solté una sonora carcajada y golpeé la puerta justo al lado de su cabeza, aprovechando para ponerle el pestillo y asegurarme de que mi presa no tuviese vía posible de escape. Mi yo más primitivo quería sangre. Las imágenes de Jongin y Kyungsoo en mi cabeza le animaban a gritos.
- Sehunnie… - Esquivó uno de mis brazos con un movimiento rápido, pero acabé atrapándolo en la esquina de al lado de la ventana.
- No me llames así. – Masculle, sujetándole su pequeño rostro con una de mis manos, que parecía exageradamente grande en comparación. Con mi brazo libre le sujeté con fuerza la cintura, tan fuerte que emitió un gemido de dolor. Mis dedos se clavaban en su piel, y sentirle temblar era un lujo exquisito.
- Sehun… Para… Me haces daño… - Sonreí de lado, con sorna. No le estaba haciendo tanto daño si ni siquiera se defendía ni lo más mínimo. Sus ojos reflejaron mi sonrisa, pero en una imagen de mí que me impresionó. Desde cuándo yo era tan macabro? Eso solo me enfureció más. Todo me enfurecía. Yo ya  no era yo… Una bestia se había apoderado de mi alma. El odio y el rencor, la envidia y el despecho, la rabia y el dolor… Eran mis representantes.
- Venga ya, Luhan… Si en el fondo siempre habías deseado esto… Me equivoco? Cuántas veces te me confesaste en la sala de prácticas? Deberías de estar saltando de alegría! – Bajó la mirada, avergonzado, al tiempo que dos lágrimas bañaban sus mejillas, una por cada una. – Me equivoco?
- Yo… No… - Sollozaba. Le sujeté el mentón con fuerza y le obligué a mirarme a los ojos. Su patética imagen no hizo más que enfurecerme.
Tomé sus hombros con todas mis fuerzas y le lancé por los aires hasta aterrizar en su colchón. Su rostro mostraba auténtico terror.
- Me equivoco? – Mascullé, con mi mandíbula tensa, mientras sujetaba sus dos brazos por encima de su cabeza con una sola de mis manos, mientras con la otra le obligaba a continuar mirándome.
- No… - Me sorprendió su sorpresa, y más aún su sonrisa dulcificada. – No, no te equivocas. Yo siempre te he querido… Pero no quiero que esto sea así…
Me quedé inmóvil unos segundos, observándole. Su expresión era de la tristeza más profunda… Y la decepción más grande. Me recordaba tanto a mí…
- Cállate! – Bramé, agarrando su camiseta y rasgándola de un movimiento. Luhan lloraba, asustado, pero no gritaba por ayuda ni se molestaba en revolverse debajo de mí. Estaba inmóvil, temblando como un cervatillo al ver a un cazador. Quizás el símil no fuese tan metafórico… - Hyung, grita si quieres. No voy a parar.
- No lo hagas, Sehun… Sólo conseguirás hacerte más daño.- Sus palabras de nuevo hicieron que algo en mi interior se sintiese mínimamente humano. Desapareció al recordar la sonrisa de Jongin.
- Por qué demonios en estos momentos todavía te preocupas por mí!? Grita por ayuda! Estoy a punto de partirte en dos, Luhan. – Le miré fijamente a los ojos, amenazante, y él sonrió con ternura y liberó una de sus manos para acariciarme el rostro. Tragué saliva.
- Porque te quiero… Y eres lo más importante para mí.
“Te quiero, Sehun… Sé que sonará raro y que te gusta Luhan, pero te quiero. “ El flashback de la declaración de Jongin rebotó en mi cerebro. La recordaba perfectamente: A la salida de una práctica de baile, todavía acabábamos de debutar… Yo no sabía nada. Sólo sabía que no quería perder su amistad, así que dejé de andar con Luhan para andar con él. Ni siquiera sabía lo que era “salir con alguien” en plan serio (ni en plan serio ni en ninguno), así que empecé a aceptar sus besos casuales, sus caricias espontáneas, y sus noches de abrazos íntimos. Empecé a aceptarlo todo y a saber responder a esas muestras de su amor… Y todo había sido en vano. Me enamoré de Jongin para nada.
- Maldita sea… - Aparté su mano de un manotazo y la sujeté con fuerza. – Cierra tu maldita boca de una vez.
- Bien. – De nuevo, sorpresa. – Está bien, haz lo que quieras conmigo, Sehun. Rómpeme en dos… Machácame a golpes… No me importa. Al fin y al cabo, soy tuyo. Puedes hacer lo que quieras conmigo.
Una incomodidad se instaló en mi interior cuando noté que todo su cuerpo dejaba de tensarse y cerraba los ojos, sin dejar de derramar lágrimas. Una parte de mi bestia había sido domada con sus palabras, pero era una parte tan ínfima que no lograba calmar al resto de mí.
- Bien. – Me abalancé de nuevo sobre sus labios con fuerza. La herida de antes se abrió, tiñendo nuestras bocas de rojo e inundando nuestras lenguas con ese sabor desagradable pero adictivo. Luhan sollozaba, pero no se resistía, al igual que tampoco me respondía. No me sorprendió. Le arranqué los pantalones de chándal, llevándome su ropa interior de paso y llevé mi mano a su miembro con violencia. Gritó de dolor, pero no intentó defenderse en ningún momento, simplemente lloraba y lloraba. Yo solo quería que me rogase que parase, que me pidiese que frenase esta tortura… Pero no lo hacía, simplemente lloraba en silencio. Eso me ponía furioso. – Maldita sea, Luhan. – Gruñí, bajándome mis pantalones y elevando sus piernas sobre mis hombros para, a continuación, penetrarle con fuerza de una sola estocada.
Sus gritos de dolor ya eran desesperados, pero no me pidió parar, nadie acudió a ver qué estaba pasando… Luhan se dejaba las cuerdas vocales mientras un hilo de sangre y saliva se escaba de su boca, bajándole por el cuello y empapando su clavícula. Yo le penetraba salvajemente; una, dos, cien, mil veces, no parecía suficiente. Luhan lloraba y gritaba afónicamente, pero me daba igual… Necesitaba que me pidiese parar. No lo hizo, sujetó mi rostro entre mis manos y me miró entre lágrimas… La mirada más triste que había visto jamás. Aparté sus manos de mi cara de un zarpazo, girándole entero de otro y dejándole boca abajo mientras le embestía por detrás sin piedad.
Me corrí con un gruñido gutural y al salir de su interior, observé que sus muslos también estaban ensangrentados… Un más que probable desgarro eran los resultados de mi agresividad. Luhan se puso a cuatro patas, con expresión de dolor, mientras mis fluidos, manchados de su sangre, le recorrían las piernas, goteando en el colchón. Miré la almohada, también ensangrentada, y le miré a él, que sollozaba mientras intentaba moverse de alguna forma que no le doliese. Aparté la mirada y me subí los pantalones, saliendo de esa habitación sin mirar siquiera atrás.
- Ojos que no ven, corazón que no siente. – Mascullé, secándome la sangre también de mis labios.

- Sehun, - Kris y Suho entraron en mi cuarto, mirándome uno con cara de furia y otro de decepción. No es muy difícil saber cuál me miraba de qué forma. – me quieres decir qué demonios has hecho?
Miré por entre ellos para ver a Jongin, a Kyungsoo y a Minseok desde la puerta, con la cabeza gacha y aura de decepción.
- Decídmelo vosotros, si habéis venido es por algo. – Volví mi mirada de nuevo a mi tomo cuarenta y dos de One Piece.
- Sehun…
- No seas impertinente, mocoso. Ya sé que te da igual todo, pero muestra un respeto a tus mayores.
- Kris… - Suho le miró, pidiéndole con los ojos que le dejase hablar a él. – Sehun… Entendemos que estés dolido… - Jongin abandonó la puerta, seguido por Kyungsoo. – pero entiende que esto es inaceptable. La violencia es lo último.
- Qué violencia? No he hecho nada que no estuviese consentido. – Kris me agarró por el cuello de la camiseta y me puso en pie, empujándome contra la pared. Le mantuve la mirada, y la suya emanaba furia.
- Vamos a hablar con el jefe, Sehun… Vamos a pedir que te echen de EXO.
- Y agradece que Luhan no te denuncie y no acabes entre rejas, mocoso. – Masculló Kris, soltándome en cuanto Suho se lo pidió.
- Sehun no ha hecho nada! – Los tres miramos en dirección a la puerta. Luhan nos miraba con los ojos llorosos y los labios hinchados y con heridas. – No ha hecho nada que yo no le dejase hacer.
- Luhan… - Kris se acercó con cuidado y le acarició el pelo. – No tienes que defenderle. Baekhyun les escuchó y nos lo ha contado todo.
- No ha hecho nada que yo no le dejase hacer. Todo ha sido consentido, así que no tenéis derecho a estarle diciendo esas cosas! – Kris tragó saliva ante sus gritos y yo le miré, sorprendido. Prácticamente le había violado, pero él seguía apoyándome… O era rematadamente estúpido, o yo era el ser humano más horrible sobre la faz de la tierra.
- Luhan, mírate. No puedes apenas ni mantenerte en pie! – Minseok le reprendió y Luhan le miró con odio.
- Pero es porque no me da la gana, y porque no quise pararle. Te digo yo lo que haces o dejas de hacer con Chen!? Pues ya está. – Minseok le miró, sorprendido, y bajó la mirada, asintiendo.
- Pero Luhan…
- Ya está! Se acabó el tema! Nadie se va a ir de EXO, y Sehun no ha hecho nada malo. Todos fuera de aquí. – Luhan cuando se ponía serio no era alguien con quien se pudiese jugar, por eso yo había esperado hasta llegar al límite para que se impusiese… Pero no lo había hecho. Luhan no se había defendido de mí.
Luhan se quedó en el marco de la puerta, con la mirada perdida y apoyándose en la pared para no aguantar todo el peso en su propio cuerpo.
- Luhan… - Susurré, mirándole. Tenía todo el cuello lleno de marcas rojas y arañazos, todos obra mía. Y eso era solo en lo visible…
Se giró hacia mí y sonrió con dulzura y tristeza. Tragué saliva cuando le observé acercarse a mí, tambaleándose. Puso su mano sobre mi mejilla con suavidad y me miró a los ojos.
- Está bien. Sólo espero a que algún día me dediques a mí uno solo de los “te quiero” que le dijiste a él… Con uno estará bien. Hasta entonces… Sigo siendo tuyo, Sehun.
Se giró sobre sus pies y se fue antes de que pudiese decir nada. Tanto me quería? Me quería tanto como para esto? Como para destrozarse a sí mismo física y mentalmente?
De nuevo, en esa casa, con once personas, de las cuales diez me odiaban a muerte, me sentí completamente solo.

- Sehun… Duermes? – Eran las tres de la madrugada. Jongin entró en el cuarto y me miró desde su cama. No respondí. – No me puedo creer que le hayas hecho eso a Luhan, que era tu mejor amigo…
- Mi mejor amigo eras tú. – Ya sabía que estaba despierto, sino no habría continuado la conversación. – Lo eras todo para mí, pero claro, yo solo era un iluso. No, ni eso… Por lo que le dijiste a Kyungsoo, no fui nada.
- Cuándo he dicho yo eso?
- Dijiste que era la primera vez que te sentías así. – Resopló, rascándose la cabeza y despeinándose con frustración.
- Nos escuchaste…
- No, soy adivino.
- Sehun…
- Déjame en paz y vete a tirarte a Mamá. Seguro que con delantal te pone un montón.
- Qué asco das…
Abrí los ojos en la oscuridad como platos, mirándole.
- No me mires así, tengo razón. Das asco, eres un enfermo y das pena.
- Cállate.
- Luhan siempre estuvo a tu lado, aceptó que saliésemos y me pidió que no te hiciese daño, y ahora que te lo hice, en vez de agradecerle el haber estado siempre ahí, y aprovechar que sea un amigo tan sincero y constante… No, es mejor partirle el culo y destrozarle el cuerpo. – Jongin mascullaba, y yo notaba como mi interior se tensaba. – Sabes qué es lo peor?
- No quiero saberlo.
- Pero te lo voy a decir igual. Te aguantas y te enfrentas a la realidad. – Se incorporó y encendió la luz, mirándome desafiante. – Que después de todo, Luhan sigue defendiéndote. Me vino a pedir que hablase contigo porque estabas “muy triste”. MUY TRISTE! EL TÍO QUE LE VIOLÓ! Surrealista… - Rió, frustrado. – Y yo qué se supone que he de hacer? Corté contigo porque me he enamorado de otra persona! Tengo veinte años! Tengo derecho a crecer!
- Se suponía que lo nuestro sería para siempre.
- Eso fue una paranoia que te creaste tú solito, Sehun. Yo me acerqué a ti porque admiraba tu trabajo duro y tu personalidad… Y lo sigo haciendo, la diferencia es que el amor se extinguió. Qué no puedes entender de eso!? Acaso no recuerdas cuándo yo tenía que acosarte las veinticuatro horas para que dejases de mirar a Luhan y me hicieses caso?
- No… - Yo no recordaba las cosas así.
- Tenía que acoplarme a vuestras citas porque quería que le dejases a él y vinieses conmigo.
- No eran citas…
- Oh, venga ya!  - De nuevo esa risa. – Eras un crío enamorado! De la misma forma de la que yo lo estaba de ti, pero a lo bestia… Solo hablabas de él, solo le veías a él… Y si no estaba, no hablabas ni sonreías. – Yo no recordaba nada de eso, pero empezaba a sentirme una auténtica mierda.
- Yo no estaba enamorado de Luhan Hyung…
- Sehun, despierta… Si empezaste a aceptarme fue porque Luhan se fue a China y te quedaste solo! Y yo fui un capullo y me aproveché de eso, haciendo lo posible por robar su posición. Al final tenías tanto miedo de que volviese a irse, que acabaste por aferrarte a mí. No es que no haya sentido antes lo que siendo por Kyungsoo… Es que la forma es distinta. Contigo era más obsesión, con él es… Amor.
Tragué saliva. Estaba recordando demasiadas cosas al mismo tiempo, y me estaban empezando a entrar ganas de vomitar.
- Pero… No puede ser…
- Sehun. – Se sentó a mi lado y me miró a los ojos con seriedad. – Analiza esto… Conmigo nunca te enfadaste, ni lloraste por mí… Simplemente me seguías a todas partes porque yo conseguí robarte la ilusión que tenías por Luhan y la hice mía. Recuerdo que el día que se fue lloraste como si no hubiese un mañana… Y recuerdo cómo te enfadabas cuando no te cogía el teléfono… Cuántos móviles has comprado ya? Cinco?
- Siete…
- Exacto. Y analiza esto también… Por qué le rechazas siempre, hasta para que te sirva un vaso de agua, pero cuando necesitas algo de verdad sabes que él es el único que podrá entenderlo?
- Pero…- Demasiadas cosas a la vez para mi cerebro psicológicamente inestable.
- Y… Una última cosa… Cuando esta mañana cortamos, a la habitación de quién fuiste para hacer esas animaladas?
- Luhan…
- Exacto. Y, siendo completamente sincero… Ahora mismo estás pensando en nuestros recuerdos, o en los que tienes con él.
En esos momentos mi cerebro recordaba cómo Luhan hacía el equipaje y yo le rogaba que no se fuese… Que me llevase con él o que huyésemos juntos muy lejos. Seis meses era demasiado para estar yo solito… Pero él se fue de todas formas, y me dejó solo y desamparado, con una cama al lado que esa misma noche invadió Jongin.
- En los que tengo con él…
Jongin sonrió con dulzura.
- Lo siento mucho… Por confundir tu interior, y tus sentimientos. Siempre se me ha dado muy bien manipular, por eso espero que con Kyungsoo sea capaz de hacerlo bien. De no mentir ni engañar. Él me enseñará…
Analicé su expresión, dulcificada con solo escuchar su nombre. Yo antes también era así con Luhan… O eso decía Jongin. Jamás me había parado a mirar el pasado, porque era demasiado aterrador para eso. Dolía demasiado. Pero… Jongin lo había abierto para mí y ahora era peor. Había hecho daño, hablando suave, a la única persona que siempre había estado ahí para mí.
- Jongin… - Llamaron a la puerta y Kyungsoo asomó la cabeza tímidamente, observándonos con esos espantosos ojos gigantes. Jongin sonrió, y yo lo analicé. El aura que emitían… Yo también la quería.- Es tarde…
- Perdona, me he entretenido mucho?- Se incorporó y se acercó, depositándole un beso en la frente. – Ve a la cama, iré ahora…
Asintió en silencio y me miró, sin decirme nada, para a continuación largarse. Mañana no tendría desayuno y lo sabía.
- Con esto quiero decirte… - Me miró, desde la puerta, aún con las mejillas coloradas.- que creo que tus acciones no están justificadas solo porque hayamos roto nuestra relación. No es excusa. Y creo que si realmente ha hecho eso, justo a Luhan, es porque algo de lo que yo me esforcé en borrar, aún queda. Puede que no arrancase la raíz y esté renaciendo… Piénsalo.
Abandonó nuestro cuarto, dejándome solo en mi cuarto, con una sensación de vacío y muchas cosas en la cabeza. Demasiadas.
Antes de darme cuenta, ya estaba caminando hacia el cuarto de Luhan.

- Qué demonios hago aquí? – Susurré, observando la puerta de madera, cerrada a esas horas de la madrugada.- Soy un imbécil… - Me giré, pero justo en ese momento, el sonido de la puerta hizo presencia en la oscuridad del pasillo.
- Sehunnie? – Me giré, mirando a Luhan, que me miraba sorprendido. – Perdona… Sehun. Qué haces aquí?
- Pues… No lo sé. – Susurré, sintiéndome aún peor al verle bajar la mirada, de forma sumisa. – Y tú?
- Tengo que ir al baño… Llevo media hora para intentar levantarme. – Rió suavemente, caminando pegado a la pared, tensando la mandíbula a cada paso que daba.
- Necesitas… Ayuda? – Susurré. Me miró y sonrió con dulzura, negando con la cabeza.
- No te preocupes, estoy bien. – Luhan dio un paso en falso, desplomándose en el suelo. Corrí hacia él, arrodillándome a su lado. Entonces me fijé, que tenía el pantalón del pijama manchado de sangre… Seguramente al levantarse de la cama la herida se había abierto. 
Intenté tocarle, pero su cuerpo se tensó en cuanto me acerqué a él. Me alejé, observando cómo se levantaba con una clara expresión de dolor. – Estoy bien.
Se arrastró hasta al baño y se encerró. Escuché un grifo, y poco después salió, con la cara húmeda y esa odiosa sonrisa en el rostro. Cómo podía seguir sonriéndome cuando yo le había hecho esas cosas tan horribles?
- Puedo pasar? – Susurré, cuando Luhan tomaba el pomo de la puerta de su cuarto. Se giró, y bajó la mirada, asintiendo. Pasó primero, para dejarme paso. Cerré la puerta tras de mí y para mi sorpresa, me ofreció que me sentase en la cama.  Obedecí y él me miró, de pie.
- Qué?
- Yo… No puedo hacer mucho… Pero si me dejas puedo encargarme.
- De qué demonios estás hablando? – Antes de darme cuenta, Luhan se había arrodillado entre mis piernas y acercaba su boca peligrosamente al borde de mi pijama. Le puse la mano en la frente, frenándole. – Qué haces?
- No vienes a eso? Como antes? – Parecía realmente confuso, y me dio mucha pena, que ahora pensase que solo le quería para fines poco inocentes. Me lo merecía, por ser un capullo integral.
- No, Luhan. Levántate. – Bajó la mirada, avergonzado, pero parecía no poder levantarse. Me levanté yo, le sujeté por debajo de los brazos y le senté en su cama, sentándome yo en el suelo. Me miró, sorprendido, pero me sonrió con dulzura.
- Gracias…
- No me las des. No me las merezco. – Susurré, apoyando la espalda en la pared. Luhan me miraba fijamente, y yo intentaba mantenerle la mirada, pero no era capaz. La vergüenza me podía.
- Entonces… Qué quieres que haga? No puedo hacer lo de antes, a no ser que estés dispuesto a llevarme al hospital después y dar explicaciones. – Rió suavemente. Era obvio que intentaba quitarle hierro al asunto, pero solo aumentaba mi culpabilidad. No era capaz de entender cómo no me gritaba y pegaba hasta la saciedad.
- No quiero que hagas nada, Luhan, ya hice yo bastante…
-  No hiciste nada malo…
- Deja de excusarme! – Dio un pequeño respingo. Yo resoplé y escondí mi cabeza entre mis rodillas. Quería que me tragase la tierra… Tenía demasiados pensamientos torturándome el cerebro. – Yo… no sé a qué venía, pero necesitaba verte…
- No hables así, Sehun. – Levanté la mirada. Ahora era él quien tenía la cabeza gacha. – No me hagas hacerme ilusiones inútiles. Úsame si quieres, pero abstente de palabrería bonita.
- Yo no…
- No. En serio… No me hagas esto. Puedo hacerme el ciego, pero el sordo… Ya no.
- Lo siento… - Tragué saliva y noté cómo un nudo se formaba en la boca de mi estómago.- Yo… No quiero que pienses que es palabrería, pero por algún motivo, siempre acabo a tu lado, Hyung. A la hora de la verdad… Siempre estás ahí para refugiarme.
Sollozó y me sonrió con ternura.
- Cómo no iba a estarlo?
- No me lo merezco… Después de todo, sigues sonriéndome. No te merezco.
- Sehunnie… Perdón, Sehun. – Se corrigió y negué con la cabeza.
- Sehunnie está bien… Me recuerda a… Antes. – Sonrió y yo sonreí con suavidad. Las lágrimas le bañaban las mejillas, de nuevo por mi culpa. – Quizás… Debería dejar el grupo? No lo sé, no sé qué hacer. Acabo de hablar con Jongin y ya no sé absolutamente nada.
- No digas tonterías… Qué te ha dicho? Tengo que ir a reñirle a él también? – Rió con suavidad  y se levantó de la cama, poniéndose de pie delante de mí. – Ven a sentarte conmigo.
Me incorporé, tomando la mano que me tendía, y me senté a su lado en la cama. El colchón aún tenía gotitas de sangre por mi culpa.
- No las mires. – Me advirtió, haciendo que centrase mi atención en su rostro. No era mucho mejor… Tenía los labios con feas heridas de color rojo oscuro, marcas moradas y rojas en el cuello… Y por la holgada camiseta, podía adivinar un mordisco sangrante en su hombro. – Qué te ha dicho Jongin?
- Demasiado… Me ha hecho pensar. – Murmuré, abrazando un cojín. Luhan asintió y bajó la mirada. – Me ha recordado la época en la que casi estuvimos juntos antes de que te fueses a China…
- Casi? – Asentí. Él sonrió con ternura al recordarlo también.
- Jamás llegué a pedírtelo oficialmente…
- No creo que hiciese falta… A veces las palabras sobran.
- Recordé cómo me sentí cuando te fuiste…
- Yo recuerdo cómo me sentí cuando llegué y ni me dirigías la mirada. – Musitó.
- También lo siento por eso…
- No lo sientas! Me alegré de que fueses feliz… Estaba preocupado por cómo estarías.
- Era una felicidad inducida… Al menos esa es mi conclusión.
- A qué te refieres?
Ambos apoyamos la espalda contra la pared, suspirando. Entre nosotros se estaba creando una conexión muy extraña. Creando? No… Quizás, renaciendo.
- Con Jongin siempre ha sido una relación muy extraña… Yo me dejaba guiar por él, ni opinaba ni participaba. Me aferraba a una ilusión que acabó por romperse y me descolocó por completo… Pero, al final, quien me molestaba eras tú, quien me hacía reír eras tú, quien me hizo lloras fuiste tú, con quien me enfadaba de verdad eras tú… Aunque intentase evitarlo, siempre estabas presente. Por algún motivo… No logré librarme de tu presencia tanto como querría…
Miré a Luhan, que tenía la mirada perdida y asentía suavemente. Tenía los ojos hinchados de llorar y los labios le temblaban. Alargué la mano y le acaricié la mejilla, atrayendo sus ojos hacia mí, brillantes y sinceros.  
- Sehun… - Musitó. – Qué me estás intentando decir?
Me revolví el pelo con frustración y cerré los ojos, echando la cabeza hacia atrás.
- Pues… - Suspiré. – Primero, que lo siento mucho, y que no espero tu perdón, pero que lo siento de veras. Lo que te he hecho no tiene excusa. – Sonrió con suavidad. – Y segundo… No lo sé… Solamente quería sentir que estabas a mi lado… Tu aura me tranquiliza.
- Y eso… qué quiere decir? – Susurró. Mirándome a los ojos.
- Pues… Que yo… Podría ser que te quisiese? No lo sé… Estoy muy confuso respecto a todo. Solo sé que te necesito a mi lado… Y que si estás conmigo, me siento feliz… Siempre fui feliz mientras te tuve a mi lado. Mi universo se desmoronó en cuanto cogiste aquel avión.
Luhan comenzó a llorar de repente. Le miré, asustado.
- Luhan?
Lloraba y lloraba. Escondía su rostro entre sus manos y yo no sabía qué hacer. Acaso acababa de fastidiar las cosas aún más?
- Lu? – Levantó la mirada y me miró, sonriendo, con el rostro empapado.
- Tienes idea de cuánto tiempo llevo esperando esto? – Sollozó. Apenas se le entendía entre hipidos y tartamudeos. – Tanto tiempo… He esperado tanto… Te he querido siempre…
- Luhan…
- Tanto tiempo… - Suspiró, secándose el rostro con las mangas. – Aunque ahora no estés seguro, - continuó, intentando normalizar su respiración. – intentaré que todo vuelva a ser como antes… Si tú quieres.
Me miró, con ojos brillantes y esa sonrisa dulce. Sonreí también y asentí, bajando la mirada.
- Hyung… - Musité. – Por favor, quédate a mi lado.
- Siempre lo he estado… Aunque no me vieses. – Sonreí y le miré. Me devolvió la sonrisa.

- Debería irme… - Llevábamos un tiempo en silencio, simplemente mirándonos y dejando renacer los recuerdos, desde los más memorables hasta los más insignificantes. – Es tarde y debes descansar. – Me incorporé y él me sujetó la sudadera.- Luhan?
- Quédate… A dormir. Conmigo. – Le miré y él bajó la mirada, sonrojado en la oscuridad. Sonreí y asentí, volviendo a mi sitio.- Recuerdas… - Susurró, mirándome de reojo. – Aquella noche en la sala de prácticas? – Sonreí. Claro que la recordaba.- Recuerdas nuestro primer beso?
Asiento y él ríe con suavidad.
- Fue muy raro…
- Era tu primer beso, me dijiste. – Ambos susurrábamos, ninguno sabíamos el por qué.
- Lo fue. – Le miré y ambos nos sonreímos con complicidad.
- Cómo fue tu primer beso con Jongin? – Me sorprendió su pregunta. Parecía molestarle de verdad el tema, y me hacía gracia el hecho de que jamás hubiese mostrado su desagrado antes.
- Robado. – Me miró. – Me lo robó. Yo no quería besarle… Porque no quería olvidarme de cómo eran los nuestros.
- Qué bobo… - Rió y yo reí con él. Recordaba cómo Jongin me había sujetado en mi cama y me había plantado aquel beso de la nada. Me había enfadado un montón…
- Lo peor es que realmente lo olvidé. – Musité, acariciándome los labios, inconscientemente. Entonces, Luhan me miró, yo le miré, el tiempo se detuvo, la lluvia cedió, la luna nos iluminó únicamente a nosotros… Y nos dimos la mano, sintiendo una corriente eléctrica atravesarnos a los dos. Nos acercamos, muy despacio, respirando el aire del otro y compartiendo alientos.
- Sehun… - Susurró. Levanté la mirada de sus labios y la fijé en sus ojos. – Este beso no lo olvides jamás.
- Lo prometo. – Le devolví el susurro antes de que nuestros labios se juntasen con una suavidad que ni la misma seda podría igualar. Dolía porque ambos teníamos los labios rotos, pero nuestra saliva era anestésica. Nos besábamos lentamente, disfrutando de los recuerdos de aquella madrugada cómplice en una de las salas de la agencia… Había sido exactamente igual.
- Te quiero. – Susurró, sobre mis labios. – Y no me respondas… Quiero que estés seguro cuando lo hagas. Te aseguro que conseguiré que me dediques uno.
Sonreí y asentí, volviendo a sus labios. Aquella noche, nuestros alientos nacieron como uno, nuestras manos entrelazadas y frente junto a frente.
- Gracias por salvarme… - Susurré, cuando ya dormía. – Gracias por salvarme de mí mismo.


-Fin- 

4 comentarios:

  1. lkdñlsakdsñalkdlñsa es hermoso!!!!!!

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  2. Ay <////3
    Cada vez me encanta más como escribes ♥
    Este fic fue tan jodidamente hermoso, pero se sintió como una tortura al mismo tiempo ;-;
    Llegué a realmente enfadarme con Sehun. Es decir, tu novio te deja y tú te vas a violar a tu "ex" sólo porque sí? Duhhh
    En cierto modo lo entiendo, sin embargo(?).
    Después sí que comprendí todo~ Aunque claro, con quien terminé enfadada fue con Kai :__D Creo que no puedo terminar un fic sin guardarle rencor a algún personaje, lol.
    Y, ay, realmente espero que escribas más del Hunhan ;3; Cada historia de ellos que publicas es un tesoro para mí;;;;;
    Sin duda he disfrutado de la lectura~ Muchísimas gracias^^♡

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    Respuestas
    1. Ay, Icía <3 Jajajaja Me alegro mucho de que te gustase :3
      La cuestión es enfadarse con alguien, si no el fic no se da por válido.
      Muchas gracias a ti por leer y comentar <3

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