Dongwoo POV
“Socorro”,
era lo único que se repetía en mi cabeza una y otra vez, como un disco rayado,
a medida que el contador del taxi subía y subía. No estaba en condiciones de
coger mi propio coche, y me arrepentía, porque huir me saldría más barato.
- Hemos
llegado. - Me anunció el taxista, al inicio de una calle peatonal que estaba
anormalmente vacía. - Efectivo o tarjeta?
Tragué
saliva mientras miraba a través de los cristales tintados. No veía a Howon por
ninguna parte, así que supuse que, o había decidido huir él, o ya estaba
esperándome en la cafetería.
- Tarjeta. -
Suspiré, sacándola de la cartera y tendiéndosela.
- Quiere que
le imprima ticket?
- Para qué?
- Estaba a punto de romper a llorar, lo que menos me importaba era que el
taxista me hubiese timado.
Salí del
coche y miré la calle con desesperación. Nadie que quisiese secuestrarme? A
Myungsoo le habían dejado inconsciente… Yo me ofrecía voluntario para pasar por
lo mismo si eso significaba que podía librarme de ir ahí.
- Maldito
Sungjong… - Siseé, colocándome la gorra tan baja que mi campo se visión se
redujo a lo mínimo. - Cómo pudiste convencerme para que viniese?
La cosa
no había sido así, y yo lo sabía… Pero
no quería que mi joven amigo perdiese una oportunidad tan merecida de ser feliz,
aún si eso significaba que yo tenía que venir a hacer el ridículo más espantoso
frente a Howon.
- Recuerda,
Dongwoo, - Me dije, mirándome en un escaparate de zapatillas deportivas. - Qué
has aprendido de Frozen? Elsa decía:
Ocúltalo, no sientas, no des un paso en falso o todos lo sabrán. - Aunque
parezca increíble, la filosofía de Disney me dio el impulso necesario para,
cuando quise darme cuenta, estar frente a las escaleras que llevaban a esa
cafetería donde Howon me esperaba.