6 de octubre de 2014

[TEENFINITE] Forbidden. Capítulo 11: Second Chances.

Dongwoo POV

Sungjong se había convertido en una especie de máquina dispensadora de pañuelos, pero yo los liquidaba a velocidad de crucero, tal y como demostraba el Kilimanjaro de papel y mocos de mi derecha.
- Dongwoo… No es por meterte prisa… Pero podrías hablar y llorar al mismo tiempo o algo? Es que llevamos sentados aquí dos horas y no has dicho nada… - Musitó, mirando el reloj de la pared. Lo miré también y sollocé, tomando el que decidí que sería mi último pañuelo esa noche y me soné por milésima vez.
- Perdona… Te estoy molestando, verdad? - La voz me temblaba y sonaba inusualmente suave. Yo, que era la alegría de la huerta, ahora era un personaje de Tim Burton, pero con un tono de piel más saludable.
- En absoluto! No quiero que pienses eso! - Se defendió, acercándose a mi lado y acariciándome la espalda. Le miré y me esforcé por sonreír.
- Gracias por quedarte conmigo… Si quieres ir con Myungsoo, puedes ir. No te voy a culpar ni nada… - Negó enérgicamente con la cabeza y frunció el ceño.
- Sea lo que sea que le ha pasado, fijo que él se lo ha ido buscando. Ni que no le conociésemos…
- Yo creo que Myungsoo en el fondo no es tan malo, solo está completamente perdido. En cuanto vuelva a encontrar el camino, volverá a ser aquel chico piña.
Sungjong me miró, sin entender.
- Piña?
- Frío y duro por fuera, pero dulce y tierno por dentro. - Expliqué. Él parpadeó, y después sonrió alegremente.
- Hyung, si ya dices tus típicas tonterías es que estás mejor, o no?
Sonreí también mientras el hipo decidía que era el momento de hacer su entrada. Sungjong sonrió y me tendió una botella de agua de su mochila.
- Bebe siete tragos sin respirar.
- Quieres matarme?
- No vas a tardar una hora en beber siete tragos, por favor! - Suspiró, frustrado, poniéndome la botella en la mano. - Bebe y empieza a hablar.
Asentí, bebiendo nueve tragos para que no tuviese nada que reprocharme y abrí los ojos con sorpresa al ver que mi hipo parecía haber desaparecido.
- Cómo aprendiste esto!? Es magia… - Musité, mirando la etiqueta del agua, por si era de algún sitio especial o del comité anti-hipo.
- Cultura general. - Rió, quitándome la botella y volviendo a meterla en su bolsa. - A ver, qué ha pasado con Howon?
En cuanto su nombre llegó a mis tímpanos, sentí mi corazón volverse de tamaño de un guisante en cuestión de un segundo. Las lágrimas volvieron a inundar mis ojos y le miré en un puchero que deduzco por su expresión que no debió de ser demasiado atractivo.
- Que soy un idiota, eso ha pasado…
- Menuda novedad. - Le miré, dolido. - Pero en el buen sentido!
- Hay un buen sentido en la palabra idiota!?
- Sí! Idiotamente atractivo, idiotamente arrebatador, idiotamente encantador, idiotamente adorable, idiotamente…
- Vale, sí. Corta. - Suspiré, arrastrándome lentamente hasta el sofá y acostándome sobre él, boca arriba.
- Tiene algo que ver con Inguk? Os habéis peleado y Howon se ha enfadado contigo por eso?
- No estaba saliendo con Inguk. Era todo mentira. - Musité, sintiendo entonces también algo de enfado.
- Ah, sí? - Le miré, torciendo la cabeza, y escudriñé su expresión.
- No pareces demasiado sorprendido. - Parpadeó y negó con la cabeza, acercándose a mí.
- Da igual, mis reacciones hoy son de todo menos apropiadas. Continúa.
- Tú lo sabías, Sungjong? - Musité. Algo en sus ojos me decía que ahí había gato encerrado.
- Yo? En absoluto. Yo nunca me entero de nada!
Torcí el gesto, no muy convencido, pero levanté las piernas para que el pudiese sentarse, y entonces las apoyé en su regazo.
- Está bien… - Mejor cambiar de tema. Aunque lo supiese, solamente conseguiría que también me enfadase con él, y no quería eso… El ignorante siempre es más feliz que el que lo sabe todo. Eso sí que es cultura general.
- Entonces no tiene que ver con Seo Inguk?
- Sí y no. - Me miró con confusión y yo suspiré, me sentía sumamente triste, pero mis ganas de llorar habían desaparecido. - Howon me dijo que no estaban juntos esta tarde, pero hoy por la mañana fui a llevarle a la lectura del guión, ya lo sabes, no? - Asintió.
- Sí, teniendo en cuenta que yo también fui, pues me acuerdo.- Ni le recordaba en los estudios de televisión, pero supongo que era parte de los efectos secundarios del estrés.
- Pues ese payaso ya estaba allí, y cuando vi cómo le trataba… Bueno, cuando me dijo que salían no me importó mucho, pero cuando les vi (aunque luego supe que era falso) como que toda la idea y concepto de pareja se me estrelló en la cara… Y comencé a enfadarme mucho. Pero mucho! Y ya sabes que yo nunca me enfado.
- Doy fe.
- Pues eso, y claro… - Tragué saliva. Me costaba bastante hablar de ese día de mierda que estaba teniendo. - Cuando les vi sonreírse, abrazarse, decirse que se habían extrañado y todas esas chorradas… Me sentí muy triste.
Sungjong asentía a mis palabras, mientras escuchaba atentamente.
- Hyung, pero te sentiste triste porque…
- Porque me he enamorado de Howon.
- Ah, bueno. Tú por lo menos ya lo sabes… Estuve antes tres horas para conseguir que Sunggyu dijese la frasecita. - Sonreí y él sonrió también, tranquilizándome.
- Pero a ver… Aunque yo esté enamorado de él, no quiere decir que él lo esté de mí. - Sungjong me miró con incredulidad. - Qué?
- Cómo podéis estar los de este grupo tan agilipollados!? Dejad de beber agua del grifo pero ya!
- … Qué?
- Hyung! - Pataleó, frustrado. - Por favor… Bueno, primero acaba de contarme la historia y luego ya te lanzo los dados de la obviedad.
Le miré, confuso, pero asentí.
- Bueno, que eso, que estaban muy acaramelados y tal… Y luego la cosa empeoró porque llegó Bomi.
- Bomi?
- La chica de A-Pink con la que tuve un par de citas.
- Oh, sí, ya me acuerdo de ella.
- Y cuando Howon fue con el payaso y Eunji a leer el guión, yo estuve hablando con ella mientras tú hablabas con Naeun.
- Esa tipa es insoportable… Cómo puede ser tan cursi? No entiendo por qué las chicas actúan como si tuviesen cinco años…
- No estamos hablando de eso!
- Perdón, perdón, es que me enervo. - Se disculpó con un gesto de manos y me invitó a continuar.
- Eso, que fuimos a hablar, y ella me pidió otra cita… Me dijo que podía intentarlo una tercera vez, pero yo estaba solamente pensando en lo de Howon e Inguk, así que ella se enfadó.
- Se enfadó?
- Sí, me dijo que con quién quería estar yo, si con ella o con Howon, y al ver que no supe qué responderle, se puso hecha un basilisco….
Sungjong rió y le miré.
- Perdona, es que me he imaginado la cara de Bomi en un basilisco y es gracioso… Pero sí, he entendido el símil.
Suspiré y cerré los ojos. La conversación podía estar pareciendo de coña, pero la verdad es que me sentía profundamente deprimido… Howon… Le extrañaba, normalmente cuando estaba triste, él se encargaba de animarme. Jugábamos a algo, o nos íbamos los dos solos de paseo a charlar y desahogarnos, pero ahora… Estaba completamente solo. Bueno, tenía al maknae insensible a mi lado, pero eso era todo.
- Hasta ella se dio cuenta de mis sentimientos por Howon antes que yo mismo… Realmente debo de ser un idiota. - Musité.
- A qué te refieres?
- Ella me dijo que en nuestra primera cita solamente le presté atención a Howon, a ella ni caso. Solamente le miraba a él junto a Eunji, y cuando salimos a solas, que fue unos días después de que Howon me confesase que no le interesaban las mujeres, solamente había hablado de él durante toda la tarde. Con razón parecía tan molesta…
- Vaya…
- Lo peor de todo? - Sonreí con tristeza y reprimí las ganas de volver a llorar. - Que yo ni me daba cuenta de eso… Hablar de Howon, que él fuese el centro de mi existencia, era lo más normal del mundo para mí… Llevamos juntos demasiado tiempo.
Sungjong sonrió con dulzura.
- Hyung, eso es normal… Desde el debut ninguno de nosotros ha tenido oportunidad de vivir algo más que no estuviese relacionado con Infinite, y hemos pasado por mucho todos juntos como grupo… Por eso no somos solo hermanos, nuestro vínculo es aún más fuerte, solo que siempre hay alguien con quien se conecta más que con otros. En mi caso fue Myungsoo, no fue la mejor elección de mi vida, pero ahora ya es tarde. Para Sunggyu Hyung fue Woohyun, y para ti, pues Howon. Es normal. El roce hace el cariño, y son muchos años juntos.
- Ya… Pero es que cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que llevo enamorado de él demasiado tiempo, lo que pasa es que no me enteré porque sentir eso por él era lo normal para mí.
- Claro… Hasta que tuviste el estímulo de Inguk, el peligro de que esa sensación pudiera cambiar, no te diste cuenta.
- Exacto.
Nos quedamos en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos, pero los rompí con una risa suave y corta.
- Qué pasa?
- El dinosaurio… - Me miró, sin entender, y yo sonreí con tristeza y ternura. - Ya se lo dije a Howon en la azotea…
- Un dinosaurio?
- Hace un año, cuando fue a la compra, encontró una funda infantil para cepillos de dientes con forma de dinosaurio verde… Se acordó de mí y me la regaló. Me hizo tanta ilusión que no quería perderla bajo ningún concepto, así que la guardé en mi neceser, pero como solemos compartir neceser, acabó en su cepillo morado. Lo vi hoy.
La expresión de confusión de Sungjong no cambió.
- El cepillo de Howon llevaba tu funda para niños? - Asentí, con una expresión de ternura. - Y?
- Es una especie de señal… Éramos tan cercanos que lo que era de uno, acababa siendo del otro sin necesidad de palabras. Todo lo que me rodea está cargado de recuerdos de ambos… Incluso esta camiseta.
Miré mi camiseta, negra con letras verdes.
- Qué le pasa?
- La compramos la primera vez que fuimos a Japón. Él la tiene en violeta. - Sonreí, repasando con las puntas de los dedos las letras que rezaban “FEEL”. Sungjong también sonrió.
- Hyung.. Si vieses la cara de bobo que tienes ahora… - No respondí. Estaba demasiado ocupado recordando lo emocionado que estábamos los dos de nuestra primera compra en el extranjero.
- Pero esa no es la razón por la que no quieres volver a casa, verdad? - Musitó, haciendo que mi mano se paralizase y mi sonrisa se borrase. Asentí. - Hyung, qué pasó después de que yo me fuese?
Resoplé. - Bueno… Primero casi me pego con Inguk, luego quise abandonar a Howon a su suerte, y cuando me siguió a mí en lugar de quedarse con él me sentí feliz, pero no era capaz de sonreír… Creí volverme loco, Sungjong, y acudí al único sitio al que siempre me acaban conduciendo mis pasos…
- La agencia… - Musitó. Yo asentí y me incorporé, hasta sentarme con las piernas cruzadas, mirando por la enorme cristalera de la pared que permitía ver un parque cercano, levemente iluminado por las farolas que lo rodeaban.
- Subí a la azotea…
- Todos subimos siempre a la azotea… No sé por qué. - Sonrió con tristeza y asentí.
- Entonces, Howon subió detrás de mí. Pero yo no quería que lo hiciese, necesitaba tiempo para pensar en nosotros, en mí, en lo que sentía y en cómo expresarlo.
- Lo entiendo. Es lógico.
- Pero no le eché. No le pedí que no me siguiese, porque simplemente pensar que pudiese alejarse de mí y volver a donde Inguk me quemaba por dentro. - Musité, mirando esta vez mi propio reflejo en la ventana. Estaba observando a un yo desconocido, a un yo que jamás creí tener dentro de mí.
- Discutisteis? - Negué suavemente.
- Él… No dijo nada. Pero yo, como soy tan listo, comencé a pensar en voz alta, como si él pudiese solucionar lo que me ocurría. - Mis ojos se humedecieron y bajé la mirada, incapaz de ver una imagen de mí tan patética. Sollocé, hundiendo el rostro entre mis manos, mientras Sungjong me alcanzaba de nuevo esa caja de pañuelos de papel, ya casi vacía.
- Qué le dijiste?
- Un montón de cosas… Me vacié completamente delante de él. - Musité, secándome el rostro con rabia. - Supongo que en el fondo… Quería que me abrazase, como siempre, y me dijese que todo iba a ir bien. Que no pasaba nada.
- Quizás él tampoco se lo esperaba, Hyung… No intento excusarle, pero piensa que los dos os conocéis tan bien que sois prácticamente un mismo ente, puede ser que a él le sorprendiesen tus sentimientos tanto o más que a ti mismo. Igual que tú estabas en shock y fuiste incapaz de expresarte como habrías deseado, a él pudo haberle pasado lo mismo. - Me sonrió con comprensión, tendiéndome ya el tercer pañuelo. - No crees?
- Prácticamente me declaré, pero sin decirlo con claridad, porque me daba miedo… Su reacción y la mía. No sé lo que quiero, Sungjong.
- Sabes que le quieres a él.
- Sí, le quiero, pero no sé si podría estar con él… Al fin y al cabo, cómo sería nuestra relación? Exactamente igual que antes? Vivimos en un mismo cuarto, sin espacio suficiente para dos camas a no ser que sean literas. Cómo sería nuestro día a día? Qué podría aportar yo a lo nuestro que no aportase ya antes? Qué clase de pareja seríamos? No podríamos ser una normal… No podríamos seguir los pasos que siguen todas… Cómo saldríamos a citas? Cómo nos sorprenderíamos? Cómo nos diríamos “te he extrañado” si nos vemos a diario y a todas horas?
Me miró y pude ver en sus ojos que él en su día también se había preguntado lo mismo.
- Es verdad que para nosotros es imposible la idea de una relación “normal”, pero más allá de lo “normal”, hay opciones. Sí, es verdad que vivimos todos juntos, Hyung, pero por eso hay que esforzarse más. Hay que pensar la suerte que tenemos.
- En qué sentido?
- Mientras los demás tienen que arriesgarse a no tener nada de privacidad en la calle, nosotros solamente tenemos que ir al salón. Mientras que los demás pueden tener que estar semanas sin verse y conformarse con mensajes, nosotros podemos darnos los “buenos días” con una sonrisa nada más abrir los ojos. Mientras a otros la distancia puede superarles y romper su amor, nosotros siempre encontraremos un momento para pasar juntos. Sé que es duro y que da miedo, y mi ejemplo no es bueno porque no he tenido la mejor de las experiencias, pero… Sabes lo que puedes aportar a la relación que no puede aportar nadie más? - Escuchaba atentamente sus palabras, mientras su mirada se clavaba en la mía, haciendo que sus palabras atravesasen el mar de lágrimas que caía incesante y llegasen directamente a mi corazón. - A ti mismo. Nadie más puede ser tú, Hyung. Y eso es lo único que necesita una pareja; el uno del otro.
- Pero… Y si yo no soy lo que Howon necesita? - Musité, con la voz entrecortada. Sungjong sonrió con ternura, tendiéndome el octavo pañuelo.
- Tú mismo has dicho que la vida que ambos conocéis no existiría sin el otro… Así que si para ti es así, por qué no va a serlo para él? - Susurró.
- Tengo miedo…
- Y es normal. - Sungjong se acercó a mí y me abrazó, acariciándome la espalda de forma maternal. - Pero Hyung, descubrirse a uno mismo siempre da miedo, porque no se sabe qué te vas a encontrar. De ti depende que ese miedo se quede sin apaciguar, o encontrar su cura.
- Su cura…
- Sabes quién puede curar ese miedo mejor que nadie. - Se separó de mí y me despeinó con una sonrisa alegre. - Verdad?
Asentí levemente, bajando la mirada y jugando con los cordones del pantalón de chándal.
- Dongwoo… Entiende que esto no tiene que ser ahora mismo… Puedes ir paso a paso. Primero, afrontando lo que tú sientes, acostumbrándote a ello, y después, puedes hablar con él. No te digo que tengas que ir ahora y pedirle que se case contigo, ni nada por el estilo, pero pasito a pasito, igual que él debe de estar asimilando tus palabras ahora mismo, asimílalas tú también.
- No creo que jamás llegue a sentir por mí lo que yo siento por él. - Sungjong resopló y se mordió el labio inferior, frunciendo el ceño.
- Escucha… - Parecía armarse de paciencia, pero mi optimismo usual había sido declarado como extinto, exactamente igual que mis adorados dinosaurios. - Quieres hacer el favor de hacerme caso?
La paciencia del más joven del grupo tampoco era sobrada, pero yo estaba jugando con ella involuntariamente.
- Yo creo que si sintiese algo por mí, aunque solo fuese sospechar, en la azotea me habría dicho algo…
Apretó los puños con fuerza y se lamió los labios para, a continuación, resoplar de nuevo.
- Dongwoo… - Masculló. - Haz el favor de hacerme caso, quieres? Tú simplemente hazlo y deja de comerte esa cabeza hueca que tienes.
-Además… Cuando me confesó que le gustaban los chicos, no le importó que fuese a salir con Bomi de nuevo. Él lo sabía, y se comportó como siempre hacia mí.
- DONGWOO! - Rugió, incorporándose de un salto sobre el sofá y posando un pie sobre mi frente con una delicadeza de dudosa intención, me empujó hacia atrás y me miró con la mandíbula tensa. - LEE ENTRE LÍNEAS! HABLA CON HOWON. TE LO DIGO YO. QUE SÉ LO QUE DIGO. TÚ SIMPLEMENTE HAZLO!
Parpadeé varias veces, sin comprender.
- Empiezo a creer que intentas decirme algo… - Musité, mirándole con una clara expresión de confusión. El rostro de Sungjong se descompuso en una mueca de desesperación y se derrumbó sobre sus rodillas.
- Esto es imposible… - Susurró, con la cabeza baja.
- Eh?
Me asesinó con la mirada, pero no dijo nada porque mi teléfono comenzó a cantar “Stupid like this” de Daniel Powter, y Sungjong soltó una carcajada histérica.
- Qué apropiado.
- Me llaman. - Anuncié. Él me miró, con exasperación.
- Lo puedo ver, gracias.
Me incorporé a coger el teléfono, pero en cuanto vi el nombre del llamante, me quedé helado.
- No vas a contestar? - Preguntó Sungjong, a mi espalda. Le miré, con el teléfono en la mano.
- Es Howon. - Abrió mucho los ojos y saltó de su sitio, hasta ponerse a mi lado.
- Pero contesta! - Chilló, histérico. Negué, también histérico. - Aish!
Me arrancó el teléfono de las manos y descolgó, justo antes de que me diese tiempo a gritarle que no lo hiciese.
- Hyung! - Dijo, sonriendo con emoción, mientras yo me desplomaba sobre el suelo y me encogía sobre mí mismo, cual cochinilla. Daría lo que fuese por ser una en ese momento, más aún cuando Sungjong puso el altavoz y escuché la voz de Howon. Cómo podía echarla tanto de menos si solo habían pasado unas horas? “Las más largas de mi vida.”
- Jong? Qué haces con el teléfono de Dongwoo?
- Ah, estuve haciendo de psicólogo de Sunggyu.
- Oh… Y Dongwoo?
- Buena pregunta… - Musitó Sungjong, mirándome mientras mi estado de pánico rozaba los límites del estado catatónico. - Espera, que te lo paso.
Le dio exactamente lo mismo que negase como un loco o que le susurrase “no” un billón de veces por segundo, en seguida tuve mi móvil en la mano.
- Hola?
Hice recopilación de todo el valor que pude encontrar y tragué saliva tantas veces que acabé atragantándome.
- Hola… - Musité.
- Qué tal? - El tono de Howon se suavizó cinco tonos, y me entraron ganas de llorar, porque era el tono que usaba siempre que me deprimía por algún motivo… Ya fuese porque alguien se había comido mi pudding, o porque habían borrado del disco duro de la televisión mi capítulo nuevo de mi dorama histórico. Él sabía que estaba triste a pesar de estar separados.
- Bueno… - Mi voz se hizo tan pequeña que parecía un susurro. Hoya suspiró al otro lado del teléfono y me pareció poder apreciar un sollozo. - Y tú?
- Bueno… - Pude adivinar que estaba sonriendo con tristeza al otro lado de la línea e hice lo mismo. - Has cenado?
Cerré los ojos y dos lágrimas bañaron mi rostro, pero mi sonrisa no se borró. Esa calidez en el pecho era completamente desconocida y al mismo tiempo familiar para mí.
- No… Y tú tampoco.
- Ya…
Sungjong se sentó en el sofá, mientras ojeaba el móvil y escuchaba.
- Yo te llamaba porque… Bueno… Me quedé preocupado… - Sollocé y él lo notó, porque suspiró. Pero conocía bien su voz de llorar y sabía que él también lo estaba haciendo.
- No tienes que preocuparte por mí…
- No digas tonterías.
Sonreí y él sollozó entonces.
- Quieres… Ir a tomar un café? - Un pinchazo en mi estómago me hizo retorcerme en mi posición fetal.
- …
- Dongwoo… Tenemos que hablar esto…
Una patada en mi espalda me hizo rodar hasta el otro lado del salón y Sungjong se apoderó del aparato.
- Claro que irá! Yo me encargo, Hyung, solamente mándame la dirección y la hora.
- Oye! - Protesté, masajeándome la zona agredida. - La violencia era completamente innecesaria.
- Está bien… - Musitó Hoya al otro lado de la línea. - Te lo mando ahora.
- Perfecto, Hyung.
- Hasta luego.
- Adiós!
- Adiós… - Murmuré, planeando una forma de asesinar a Sungjong y librarme de su cuerpo sin dejar rastro. Estaba muy delgado, no sería difícil disolverlo en la bañera.
- No voy a ir. - Espeté, poniéndome de repente de pie y calculando mi atrincheramiento en un piso que ni siquiera era mío.
- Hombre que no. - Dijo, dejándose caer de nuevo en el sofá, recuperando su posición anterior.
- No estoy preparado!
- Nadie está preparado nunca para estas cosas.
- Pero tú dijiste antes…
- Mentí. Ve vistiéndote. - Musitó, sin apartar la mirada del teléfono.
Le miré, completamente desolado. De qué carajo iba este niño?
Iba a protestar y montar un cristo solamente visto en novelas, pero la expresión de Sungjong se transformó en una décima de segundo.
- Oh… - Musitó, con una clara expresión de pánico en el rostro.
- Qué? - Me acerqué a él y le quité el móvil de las manos, pero ni se inmutó. Hasta yo me sorprendí de lo que leí. - Teen Top llega esta noche a Incheon? - Asintió suavemente con la cabeza y pude notar su respiración entrecortarse. Sungjong estaba nervioso. - Pero no estaban en Estados Unidos? - Asintió de nuevo.
- Vuelven ya… - Musitó. - No estoy preparado.
En una situación normal me metería con él hasta que me rompiese las costillas, pero esta vez no iba a ser así, porque yo sabía perfectamente que mi maknae no había tenido una vida amorosa precisamente fácil, y que el rapero de Teen Top parecía gustarle de verdad y que le iba a ayudar a olvidar a Myungsoo… Pero no estaba muy al corriente de qué había pasado y por qué se habían enfadado.
- Jong… - Levantó la mirada, observándome con una expresión vacía. No pude evitar sorprenderme, y me intrigaba lo que le estaría pasando por la cabeza. - Vamos a hacer una cosa…
Me arrodillé delante de él, tendiéndole el teléfono, y lo tomó lentamente, pero sin mirarlo. Parecía estar observando una pantalla que solamente él podía ver. Un recuerdo, me imagino.
- Yo iré a ver a Howon. -  Parpadeó y fijo sus ojos en los míos. - Pero, tú irás al aeropuerto a buscar a ese rubio y hablarás con él.
- Hablar… Con él? - Asentí e intenté transmitirle con mi mirada una seguridad de la que yo mismo carecía.
- Yo iré si vas tú. De esa forma tenemos ambos un escalón en el que apoyarnos… No? - Dudó unos momentos, pero finalmente asintió lentamente y le abracé.
- Vamos a ser valientes, vale? Tanto tú como yo. Ahora es mi turno de comportarme como el mayor… No? - Le sonreí con ternura y de repente vi a Sungjong como un niño asustado. Su seguridad adulta había quedado apartada ante la noticia… Y no sabía qué había pasado entre ellos, pero ya lo averiguaría.
- Vamos pues. Voy a cambiarme. - Me incorporé y me dirigí a la habitación del dueño del piso, la cual yo había colonizado sin pensármelo dos veces.
- Hyung… - Escuché a mi espalda cuando ya iba a entrar. Me giré para mirarle y realmente parecía que iba a romper a llorar de un momento a otro.
- Sí?
- Estaremos bien, verdad? - Parecía más un ruego que una pregunta. Me rogaba que, como mayor, le dijese que iba a estar bien. Que no iba a ser herido de nuevo. Tragué saliva y le sonreí.
- Estaremos bien. - Cual padre se lo dice a su hijo cuando cae por primera vez de una bicicleta y le aterra volverse a subir, intenté que Sungjong encontrase en mí ese apoyo emocional.
“Estaremos bien, Sungjong. Vamos a estar bien.”

Changjo POV

- Cuánto falta para que salga el vuelo? - Preguntó Changhyun, quedándose dormido sobre mis rodillas. Yo acariciaba su recién teñido pelo negro, mientras él cerraba los ojos y los abría cada dos por tres, sobresaltado. No podía evitar reírme.
- Una hora… No entiendo por qué no duermes, tienes tiempo de sobra.
- Quiero dormir en el avión.
- No eres quisquilloso con esas cosas… Tanto tú como yo sabemos que si duermes aquí, también dormirás en el avión.
- Quizás me desvele. - Protestó, arrugando la nariz, la cual besé rápidamente, recibiendo automáticamente un empujón por su parte.
- Yah!
- En público no! - Iba a enfadarme, pero su mirada avergonzada y el sonrojo de sus mejillas me lo impidió. Simplemente resoplé, frustrado.
- Sabes? - Opté por cambiar de tema. Él volvió a centrar su atención en mí. - No te queda mal el negro… Pero prefería el azul.
- Parecía más infantil con el azul… El negro me hace parecer adulto. - Contuve una carcajada.
- Nada te hace parecer adulto, Changhyun. - Me miró, indignado.
- Tengo diecinueve años! - Sonreí con ternura.
- Y? Aparentas cinco.
- Por qué siempre te metes conmigo? - Lloriqueó, incorporándose de mi regazo y sentándose a mi lado con los brazos cruzados y el ceño fruncido. Ni así era capaz de tomármelo en serio.
- Porque estás adorable cuando te enfadas. - Dije, apoyando mi mentón en su hombro y acercando peligrosamente mis labios a su mejilla, la cual en seguida, al notarlo, se puso carmesí.
- Jonghyun, sé que tú no me ves así, pero soy un hombre adulto! - Me dijo, mirándome a los ojos. Parecía serio esta vez, así que enarqué una ceja y asentí lentamente.
- No lo dudo.
- Pues parece que sí.
Retiró la mirada de mí, parecía enfadado. Aparté mi rostro del suyo y me senté recto, también con los brazos cruzados. Changhyun parecía molesto porque le tratase como a un bebé? No se supone que las parejas se tratan así entre ellos? En los doramas el chico siempre trata a la chica así, de una forma infantil y tierna… Por qué a Changhyun no le gustaba?
“Oh.”, en mi cabeza una bombillita LED se iluminó. Miré a mi novio de reojo, que mantenía una expresión de enfado y de tristeza en el rostro. “Quizás el problema sea que Changhyun no es una chica…”.
Parecía tener razón, ya que él me había pronunciado muy claramente el “Soy un hombre adulto.”, y podría haberse sentido ofendido por eso? Resoplé y me hundí en mi incómodo asiento de plástico duro. Ser pareja era demasiado complicado para mí.
- Sabes? - Opté por cambiar de tema y que este incómodo momento quedase en el olvido. Changhyun me miró, sin variar su expresión. - Me gustaría saber qué ha pasado en el dormitorio de Chanhee y Byunghyun para que hayan decidido volver juntos.
- Yo creo que simplemente no han dejado de quererse… - Musitó Changhyun, mirándolos en los asientos de enfrente, ambos mirando algún video en el teléfono.
- Menuda chorrada. - Enarcó una ceja y se giró lentamente hacia mí.
- Eh?
- Se estuvieron peleando mucho tiempo, y pelearse de verdad, no discusiones tontas. Dos personas que se quieren no se hacen eso la una a la otra.
- A lo mejor simplemente fueron malentendidos. - Defendió Changhyun. Debí de haber apagado la mecha cuando fue prendida, pero no, mi estúpido orgullo me dijo que tenía que ganar la discusión y probar si la dinamita explotaba o no.
- Malentendidos? Y un cuerno. Cuando el amor se acaba, se acabó. - El rostro de Changhyun era un poema. Parecía que hablábamos en idiomas distintos.
- Las segundas oportunidades existen.
- Claro que existen; lo que no existe es su utilidad.
- Estás diciendo una sarta de crueldades, Jonghyun… - Musitó, negando con la cabeza y soltando un suspiro.
- Las verdades son crueles.
- Yo creo que es bonito que vuelvan a darse una oportunidad… Todas las parejas pasan por altibajos, lo que no quiere decir que dejen de quererse.
- Estos no pasan por altibajos, pasan por agujeros negros.
Nota mental: Aprender cuándo he de callarme.
- Eres increíble… - Masculló, buscando los auriculares en su mochila.
- Tengo razón!
- No, no siempre tienes razón, Jonghyun! - Espetó, mirándome a los ojos, desafiante. - Esos dos se han querido durante años! Antes de que tú y que yo nos hiciésemos amigos, ellos ya estaban juntos! Chanhee Hyung ayudó y apoyó a Byunghyun cuando llegó de Estados Unidos y se encontraba solo, sin saber siquiera el idioma. La conexión que esos dos tienen es algo que nosotros jamás llegaremos a tener!
Zas. En todo el pecho. Le miré, dolido, e incluso Changhyun se dio cuenta de lo que acababa de decir.
- Yo… No…
- No. Déjalo. - Espeté, sintiendo la furia brotar de la herida. - Pues yo creo que son un par de idiotas patéticos que no saben qué sienten y por eso se dan una segunda oportunidad, que es lo más patético que un hombre puede hacer.
- Y dale… - Susurró, negando con expresión frustrada.
- Tengo razón. Un hombre de verdad no se arrastra por el pasado!
- Sabes lo que hace un hombre de verdad, Jonghyun? - Me miró directamente a los ojos, congelándome por unos segundos. - Lucha por lo que de verdad quiere. Y ellos demuestran nada más que puro valor al volver a poner sus corazones sobre la mesa, dispuestos a volver a ser heridos una vez más si eso les devuelve el amor que un día sintieron.
Solté una carcajada que se reflejó en sus ojos. Eso le había dolido a él.
- No demuestran nada más que patetismo. Las segundas oportunidades son para perdedores que no consiguieron hacerlo a la primera. Es como dispararse dos veces con la misma pistola.
Changhyun tenía los ojos húmedos y se movía, nervioso y frustrado. Probablemente quería llorar y no se atrevía porque estábamos en medio de un aeropuerto.
- Entonces… - Masculló, levantándose y colocándose delante de mí, con el rostro rojo por contenerse las lágrimas y la mandíbula tensa de rabia. He de admitir que verle así me hizo sentir algo culpable. - Me estás diciendo que si yo ahora cojo y me voy, no vas a intentar detenerme? Ni volverías a mí?
Abrí mucho los ojos. Qué diablos estaba diciendo?
- No es lo mismo… - Musité. Mi “orgullo de macho” se había reducido a cenizas al ver que esto era de todo menos.
- Ah, no? - Masculló, cogiendo y cerrando su mochila. - Entonces para mí no eres un hombre de verdad, Jonghyun.
Changhyun cogió, se giró, y se alejó de mí a pasos acelerados. No fui capaz de moverme, ni de agarrarle y mantenerle a mi lado, simplemente observé con la boca abierta cómo desaparecía en el Duty Free, sin mirar atrás ni una vez.
- Pero… Pero… Qué cojones acaba de pasar!? - Exclamé, pateando mi mochila y lanzándola al otro extremo de la sala de espera, donde Niel y Minsoo me miraron, confusos.

-Fin-






2 comentarios:

  1. muy lindo como siempre unnie, que bueno que dongwoo ya haya aceptado lo que siente por hoya eso ya es un alivio para mi por que así por lo menos ya podrán arreglar todo entre ellos (bueno eso creo porque cada sorpresa que medas unnie es inolvidable jajajajaj)tengo miedo, me siento mal pr sungjong como se supone que va a estar bien con esto hubiera deseado que teen top no vuelva porque si sungjong enserio se enamoro de l.joe y ve esto llorare y llorare mucho, haaaaaaaaaaa estoy muy nerviosa; enserio que pasara cuando sungjong vea que chungji y l.joe volvieron sinceramente a pesar de que amo y super defiendo el chunjoe, no estoy de acuerdo esta ves con esta relación lo de ellos ya fue y estoy casi de acuerdo con changjo y su forma de pensar, pero también ricky tiene razón en algunas cosas así que no puedo opinar bien sobre eso (jajajaja),y changjo la regó muy feo con ricky y para mas se desquita con su mochila como si ella tuviera la culpa de sus toterias. haaaaa, tengo tantos sentimientos encontrados ahora mismo que no se que hacer.
    sigue así unnie, felicidades todo lo que hay en la pagina es muy genial y te sacan una que otra lagrima pero lo que no falta y lo mas importante una sonrisa sincera y que te ayuda a olvídate de lo demás, bueno yo sien to que eso hace porque pasa muy seguido con migo(jajajajajajaj), gracias y no te preocupes si no puedes subir tus fics muy seguido ten por seguro que siempre los esperaremos con ansias :)( ja, ya te puse de seguro todo un testamento ).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Mariana ^^
      Puse la diferencia de opinión entre Changjo y Ricky para que todos pudiesen identificarse, ya fuese de un lado o del otro xD
      De verdad, gracias por tu comentario, y no te preocupes, me gustan los comentarios largos :3 Besitos <3

      Eliminar