10 de octubre de 2014

[TEENFINITE] Forbidden. Capítulo 12: The Call.


Chunji POV

En cuanto el piloto nos anunció que en una hora aterrizaríamos en Incheon, sentí el miedo y la inseguridad apoderarse de mí. Le propuse a Byunghyun que nos tomásemos unas vacaciones tras la gira, que nos iría bien estar un tiempo a solas los dos, sin los niños alrededor, pero se negó. Teníamos que empezar a prepararnos inmediatamente para el comeback, y además, aunque él no lo dijese, teníamos que reanudar los ensayos junto a los chicos de Infinite. Quizás eso era lo que más me atemorizaba.
- Voy al baño. - Me dijo, liberando su mano de la mía y levantándose de mi lado con una sonrisa. Se la devolví y asentí, pero si su sonrisa ni la mía eran completamente sinceras. Sabía que Byunghyun también estaba pensando en lo que pasaría al volver a ver a Infinite, más concretamente, al volver a ver a Sungjong. Un sofoco me sacudió solamente al imaginarlo.
Llevábamos un par de semanas en América, un par de semanas desde que habíamos decidido darnos una quincuagésima oportunidad, pero ponerle a Sungjong delante ahora mismo a Byunghyun era como ponerle delante un manhattan a un alcohólico en rehabilitación: El resultado podía ser catastrófico.
- Estás despierto? - Changhyun se acercó, con una bolsa de cacahuetes medio vacía en la mano y los labios cubiertos de la sal de los faltantes. Le sonreí suavemente y asentí. - Hyung, estoy preocupado…
- Por? - Pregunté, robándole la bolsa y devorando un par de cacahuetes. En seguida la recuperó; nadie jugaba con la comida de Changhyun.
- Por ti y por Hyung… - Musitó, refiriéndose a Byunghyun. Tragué saliva y suspiré, bajando la mirada hasta los catálogos del asiento de delante. - Sé que tenemos que volver por narices, pero quizás sería mejor cancelar la actuación con Infinite… No?

- Estás loco? Todos están muy emocionados con eso, no podemos cancelarla… - Musité. Negar que esa idea se me había pasado múltiples veces por la cabeza sería mentir. - Solamente tenemos que ser maduros y enfrentarnos a la realidad.
Podía notar los ojos compasivos de Changhyun clavados en mi rostro, y eso solamente me presionaba más.
- Cómo crees que reaccionará Byunghyun Hyung? - Musitó, cerrando la bolsa de snack y metiéndosela en el bolsillo de la sudadera. Le miré con tristeza y negué con la cabeza.
- No saberlo es lo que más me asusta… Sabes? No te voy a mentir, sé de sobra que Byunghyun aceptó volver conmigo por una mezcla entre pena y miedo.
- Miedo?
- Recibió amenazas por sentirse atraído hacia Sungjong. - Changhyun abrió mucho los ojos, sorprendido.
- En serio? - Asentí. - De quién?
- El chico de negro…
- L?  - De nuevo asentí.
- No le dio miedo que le amenazase a él directamente, sino que amenazase al grupo entero… Temió que nos viésemos implicados en un escándalo que acabase con el grupo y la agencia. - La expresión de horror de mi pequeño amigo se mantenía intacta en su rostro. - Entonces, por nosotros, se alejó de Sungjong… Ha sido muy duro para él, por eso estoy intentando alejarlo de todo eso, porque no quiero que le destruyan.
- Byunghyun es más sensible de lo que todos creemos… - Musitó Changhyun, jugando con los cordones de su capucha. - Siempre que estoy en el hospital, él insiste en quedarse a dormir conmigo, y lo mismo con todos nosotros. En el fondo se preocupa mucho por nosotros, aunque no lo deje ver.
Sonreí con dulzura.
- Qué me vas a contar… - Musité. Los recuerdos de Byunghyun junto a mí en los últimos años se apelotonaban unos encima de otros, como un castillo de Lego. Recordé cuando estaba cansado y él me abanicaba, o cuando se quedaba hasta tarde ensayando con alguno de nosotros porque no nos salía tan bien como a los demás. Cuando nos compraba comida y la entregaban bajo un nombre anónimo, cuando metía su regalo de cumpleaños entre los de las fans para que no supiésemos cuál era el suyo, o incluso cuando, sin saber cocinar, intentaba hacer algo para aquel que iba a llegar entrada la noche de una actividad en solitario.
- Tú crees que a Byunghyun le gusta Sungjong de verdad, Hyung? - Le miré, y le sonreí con profunda tristeza. Sus ojos reflejaron mi imagen, hundida.
- Creo que está enamorándose de él, no importa cuánto yo intente arrancarlo de él. - Susurré, con voz entrecortada.
- Hyung…
- Creo que… - Tragué saliva. - Que podré dejarme la sangre y el sudor en esta pelea, pero acabaré perdiendo.
Bajé la mirada, girando el rostro hasta mirar por la ventana las luces de Seúl, que ya se veían como puntitos luminosos, muy por debajo de nosotros.
- Y entonces… - Susurró Changhyun a mi espalda. - Si sabes que vas a perder, por qué sigues luchando? Por qué no rendirse simplemente?
Sonreí y le miré a través del reflejo, justo cuando una lágrima decidió humedecer mi mejilla. - Porque le quiero… Y aunque me quede por el camino, quiero ayudarle a escapar… Aunque es suponga recibir yo todas las puñaladas en su lugar.
- De qué habláis? - Justo entonces Byunghyun apareció, secándose las manos en los vaqueros, mirándonos con una sonrisa cansada.
- Hyung! - Changhyun le miró, sorprendido, y yo simplemente me sequé los ojos a velocidad de crucero y me giré hacia él, sonriéndole.
- Has tardado. - Le dije.
- Me paré a hablar con Jonghyun por el camino. - Changhyun se tensó y bajó la mirada, con el ceño levemente fruncido. Algo había pasado entre esos dos, y ya lo noté al subirnos en el avión. No se hablaban, no se miraban, y cuando se sentaron juntos casi por obligación, se dieron la espalda el uno al otro de inmediato.
- Sí? Y qué te contó? - Pregunté, sin quitarle el ojo de encima a su reacción.
- Nada, que tenía ganas de llegar a casa, básicamente. - Byunghyun me miró, confuso, y yo negué suavemente justo cuando Changhyun se incorporó de golpe y desapareció en el fondo del avión.
- Su primera crisis… - Sonreí y suspiré. Byunghyun ocupó el asiento de al lado.
- Ha pasado algo?
- Creo que se han peleado…
- Por? - Me encogí de hombros. - Ahora que lo mencionas, Jonghyun sí que parecía algo más arisco de lo normal… Se ponía a la defensiva a la mínima.
- Sí? - Asintió.
- También me sorprendió que me dijese que lo primero que quería hacer al llegar a casa era ir a un club. - Abrí los ojos como platos.
- Jonghyun? - Asintió y suspiré.
- No mencionó a Changhyun en ningún momento?
- De hecho, le mencioné yo y, bueno, ya sabes cómo suele reaccionar, no?
- Sí, posesivo. Como si por preguntarle dónde está Changhyun ya significase que le ibas a violar o algo así.
- Exactamente. - Miró a su alrededor y se acercó a mí. - Pues esta vez… Lo ignoró completamente.
- Qué!?
- Lo que escuchas. - Asintió enérgicamente con la cabeza. - Como si no lo hubiese mencionado. Como si su cabeza hubiese censurado automáticamente su nombre.
- Caray…
- Sí… La verdad es que me sorprendió bastante.
- Me pregunto por qué habrán peleado… - Musité, subiendo las piernas al asiento, abrazando mis rodillas.
- Son niños. - Respondió Byunghyun, apoyando su cabeza en mi hombro. - Están en la edad ahora de pelear por todo… Lo importante es que sepan que una pelea es solo una pelea, no tiene que romper las bases de lo que sienten.
Le miré de reojo y le sonreí con ternura. Él me devolvió la sonrisa y cerró los ojos. Cuando nos dimos cuenta, esperábamos nuestro equipaje en la cinta transportadora.
Byunghyun se mantenía pegado a mí, a veces abrazándome la cintura o tomándome la mano, pero eso no calmaba mi ansiedad. Veía el rostro de Sungjong por todas partes y temía por nosotros, sobre todo por Byunghyun.
- Estás bien? Te encuentras mal? - Me preguntó. Parpadeé varias veces, despertando de mi limbo personal.
- Eh?
- Es la tercera vez que tu maleta pasa girando frente a ti y ni la has mirado. - Rió, corriendo un poco para cogérmela y pasármela.
- Gracias. - Le sonreí y tomé mi equipaje, sintiendo un grueso nudo en el estómago.
- Despistado… - Musitó, dándome un beso en la mejilla. Le sonreí, y seguimos al mánager, que nos guió a los seis a aduanas.
Todo iba bien, las fans esperaban fuera, como de costumbre, y yo comenzaba a tranquilizarme hasta que, justo en la puerta de la salida VIP, le vi. Y no fui el único.
Byunghyun frenó en seco al visualizar la delgada figura de Sungjong, apoyado contra la pared, con las manos en los bolsillos y la cabeza baja.
“Mierda…”
- Jong… - Musitó. Le miré de reojo y no pude sentir otra cosa más que mi miedo convirtiéndose en enfado rápidamente, más aún cuando su mano se despegó de la mía, dejando caer el brazo contra su cuerpo a causa de la sorpresa.
Miré de nuevo a Sungjong, que ya se había percatado de nuestra presencia y miraba a Byunghyun con los ojos brillantes, cual cachorro. Me dio ganas de vomitar.
Antes de que pudiese darme cuenta, avancé hacia él a grandes zancadas, dejando atrás a Byunghyun.
- Chunji… - Musitó, saludándome con una reverencia leve. No pude ocultar mi expresión de desprecio.
- Qué estás haciendo aquí? - Mascullé, provocando que me mirase con confusión.
- Yo… Me enteré que llegabais hoy y…
- Y has venido a terminar lo que empezaste? A destrozarlo todo?
- Eh? - Parecía completamente fuera de lugar, y que se iba a echar a llorar de un momento a otro, pero no me importaba. “Le protegeré. Cueste lo que cueste.”- No! Yo….
- No has hecho ya bastante? - Mascullé, sintiendo mis ganas de gritar palpitando en mis cuerdas vocales. Sungjong bajó la mirada hasta el suelo, moviendo las manos con nerviosismo.
- Tienes razón… - Su voz se rompió y sus hombros temblaron un poco. Estaba llorando? No tuve la oportunidad de averiguarlo, porque ni él levantaba el rostro, ni Byunghyun le dejó levantarlo.
- Hola, Jong. - Su cuerpo se tensó completamente al escuchar su voz, y yo le miré, a mi derecha, con el rostro serio y ojos temblorosos. Sungjong se quedó estático, como una roca.
- Hola… - Susurró.
- Has venido?
- Sí…
- Oh…
- Yo… - Cogió aire y, finalmente, levantó la mirada. Tenía los ojos húmedos y una expresión de terror. - Vine porque quería a hablar contigo…
Pude sentir el cuerpo de Byunghyun tensarse a mi lado.
- A solas. - Musitó, mirándome de reojo durante unos segundos. Enarqué una ceja y crucé los brazos, dando a entender que no tenía intención alguna de moverme.
- Sungjong… - Iba a replicarle, pero Byunghyun deshizo el nudo de mis brazos con un gesto y tomó mi mano firmemente bajo la atenta mirada del chico. Le miré, sin poder ocultar mi sorpresa.
- Lo siento, Sungjong, - Dijo Byunghyun, entrelazando nuestros dedos y tirando de mí hacia él. Sungjong le miró, completamente descolocado. - pero eso no va a poder ser posible.
- … - El chico bajó su mirada hasta nuestras manos y la congeló ahí durante al menos veinte segundos de silencio incómodo. Finalmente, volvió a levantarla e interrogó a Byunghyun con la mirada.
- Chanhee y yo hemos decidido darnos otra oportunidad. - Explicó, mientras yo le taladraba el rostro con la mirada. De verdad que estaba preparado y mentalizado para lo peor, pero no para esto. No sabía quién estaba más descolocado, si Sungjong o yo.
- Pero… - Sungjong no sabía qué decir, ni qué hacer, ni nada. Parecía completamente desorientado.- Tú… Yo… No lo entiendo…
- Lo que hay entre nosotros es algo demasiado especial como para dejarlo morir así. - Respondió. Parecía tener alguna clase de discurso preparado, pero sonaba tan artificial que no me lo estaba creyendo ni yo, aquel que tenía los sentimientos a flor de piel y tendencia a dejarse llevar por sus emociones.- Lo que tengo con Chanhee es algo construido sobre amor de verdad, no una relación nacida del despecho, por eso me disculpo si en algún momento te di a entender otra cosa, o que había algo entre nosotros.
Sungjong abrió tanto los ojos que parecía que iban a salir rodando por las baldosas del aeropuerto.
- Me dijiste que te gustaba. - Musitó. Parecía hacerse pequeño por segundos, y entonces, fue cuando comencé a sentir algo de compasión por él.
- No. - Replicó rápidamente Byunghyun, recibiendo tanto mi mirada como la de Sungjong, ambas confusas. - Te dije que qué pasaría si eso pasase… Y ahora ya lo sé. Nada.
- Pero…
- Tenemos que irnos. - Byunghyun dio por terminada la conversación y tiró de mí hacia la puerta de cristal opaco, pero yo me deshice de su agarre y le indiqué que fuese sin mí. Por algún motivo, sentía la necesidad de darle una explicación a Sungjong.
Byunghyun desapareció tras la puerta automática y yo miré a Sungjong, que mantenía la mirada perdida. Suspiré.
- Oye… Lo siento… - Parpadeó y clavó sus ojos en los míos. No vi ni rastro de enfado, ni de reproche, y eso solo hizo que me sintiese peor. - Byunghyun estuvo muy mal por lo que pasó entre vosotros… Estaba confuso… Por eso ha vuelto a mí.
- No fue culpa mía. - Musitó. Pareció casi un sollozo, pero no parecía del tipo que lloraba tan fácilmente delante de otras personas.
- Lo sé… Lo sé todo. - Me peiné con las manos, nervioso.- Pero… He de decirte que, aunque lo sienta, y sienta por lo que debes de estar pasando, no puedo dejarle ir de mi lado.
- No puedes o no quieres, Chunji?
- Chanhee. - Corregí. Mi nombre artístico me molestaba en esos momentos tan personales.
- Chanhee. - Repitió.
- Y… Ambos. Ni quiero ni soy capaz de dejarle ir de mi lado. Le quiero demasiado.
Sungjong sonrió cansado y asintió, bajando la mirada.
- Ya… - Musitó, recogiendo su mochila del suelo y cargándosela sobre un hombro. - Es una persona muy fácil de querer.
No se despidió de mí, simplemente caminó sin mirar atrás a través de una salida para personal del aeropuerto, y desapareció en la fila de taxis.
Suspiré y esperé a perder de vista el vehículo en el que se había subido antes de entrar en la sala con el resto de mis compañeros.
- Has tardado. - Byunghyun me recibió con una sonrisa suave y me senté a su lado en el sofá, analizando su rostro seriamente.
- Estás bien? - Musité, acariciándole una mejilla. Él asintió lentamente y me besó con suavidad. Sentí ganas de llorar. - Te quiero…
- Y yo a ti. - Musitó, para volver a centrar su atención en el teléfono móvil que sostenía entre las manos. Le miré, y supe que mentía. Que todo era mentira. No es que no lo supiese antes, Byunghyun nunca había sabido mentir, pero dolía aferrarse a algo que quemaba como el fuego. Byunghyun estaba enamorado de Sungjong, y yo era el idiota que sabía mejor que nadie que desenamorarse, por mucho que lo intentes, no es algo tan sencillo.

Sunggyu POV

Me bajé del taxi intentando mentalizarme de que la catástrofe era inminente, y que no tenía por qué ser para tanto, pero mi poder mental se redujo a cenizas una vez me hube bajado del coche y miré la puerta del hospital. Sentía temblar mis piernas y mi estómago era del tamaño de un tomate cherry con enanismo.
- Ahora no es momento para esto. - Dije, mirándome a los ojos en una barandilla de metal. Mi reflejo deformado era divertido, pero la situación no lo era en absoluto.- No estás aquí por Woohyun, olvida todo lo relacionado con él! Estás aquí porque eres el líder de este equipo y es tu deber estar en los momentos malos, erguido y fuerte. - Fruncí el ceño y asentí, antes de girarme y encontrarme a un par de enfermeras que me miraban con preocupación. - Esto… No estaba hablando solo… - Parpadearon y retrocedieron un paso cuando yo lo avancé. - Era el manos libres!
Asintieron y se fueron cuchicheando cosas de las cuales solo pude entender un “loco”. Suspiré, entrando con la cabeza baja y arrastrando los pies en el centro hospitalario.
- Disculpe, - Todo el personal parecía realmente ocupado, así que me acerqué a recepción y esperé pacientemente a que una señora se dignase a hacerme caso. - vengo porque me han llamado por un paciente que tienen en urgencias. Kim Myungsoo.
La señora no respondió, simplemente tecleó algo y asintió, señalando a su derecha mientras continuaba rellenando papeles.
- Gracias. - “Creo.”
Fui por el pasillo que me había indicado hasta ver una señal verde que indicaba “observación”, y supuse que ahí sería. Supuse bien. En cuanto entré, en la primera cama que vi, estaba Myungsoo dormido, con Sungyeol a un lado, sollozando, y Woohyun al otro, con una clara expresión de socorro.
El primero que me vio fue Woohyun, y no pudo ocultar su expresión. Se levantó de inmediato, y entonces también me vio Sungyeol. Me acerqué a ellos, intentando que no me afectase que Woohyun no me quitaba los ojos de encima.
- Qué ha pasado?
- Le han pegado, Hyung… - Sollozo Sungyeol, que temblaba como un flan. - Y si se muere?
- Tan grave es?
- En absoluto. - Respondió Woohyun, haciendo que le mirase. Nos quedamos mirándonos el uno al otro unos segundos, pero al final carraspeó y apartó la mirada, mirando a Myungsoo. - De hecho, dicen que recobrará la consciencia en unas horas. Todas sus señales vitales están bien y no tiene nada roto.
- Eso lo dicen los médicos! Pero yo no lo tengo tan claro! - Chilló Sungyeol, recibiendo una mirada de reproche de todas las enfermeras del lugar. Se disculpó con un gesto y me miró, con los ojos rotos. - Hyung… Apenas se le reconoce… Está todo magullado!
Miré a Myungsoo y enarqué una ceja. Tenía un corte en la frente, una mejilla morada y un labio roto, pero nada más. Era perfectamente reconocible.
- Qué exagerado eres… - Musitó Woohyun. - Le han pegado, sí, pero no se va a morir, ni a quedar tetrapléjico ni nada!
- No lo sabemos! Dijo el médico que hasta que se despertase no sabríamos si le han quedado secuelas! - Sollozó, aferrando la mano de Myungsoo entre las suyas, besándola con ternura. Los miré, conmovido. En los peores momentos, estaban juntos… Sungyeol le quería de verdad.
- Como le dijiste a Sungjong que el médico no le había reconocido, me esperaba algo mucho peor. - Musité, sentándome a los pies de la cama.
- Probablemente tenga más que ver con que el médico es un señor de unos cincuenta y bastantes años con interés cero en el K-Pop… - Respondió Woohyun en voz lo suficientemente baja para que Sungyeol no pudiese escucharle con sus sollozos.
Sonreí suavemente y le acaricié la cabeza a mi dongsaeng, que levantó la mirada y me miró con una tristeza profunda. Tenía que estarlo pasando realmente mal.
- Yah, - Le dije, intentando calmarle. - vete a casa.
- Qué?
- Ya me has oído. Yo me quedaré con Myungsoo. - Sungyeol negó tan enérgicamente con la cabeza que pareció marearse.
- Hyung, no voy a dejarle solo.
- Voy a ignorar esa falta de respeto hacia mi acto de presencia y explicarte las cosas mejor; - Carraspeé y escuché la risa suave de Woohyun a mis espaldas. Intenté que no me afectase, pero mi corazón se encogió ante ella. - aquí no haces nada útil. Esto es un hospital, hay que estar tranquilo y en silencio, y tú no estás en condiciones de cumplir ninguno de los dos requisitos. Por eso, ve a casa, date una ducha, cena algo, vete a la cama temprano y mañana por la mañana estate aquí a primera hora, antes de que Myungsoo despierte.
- Y si despierta por la noche?
- Estará oscuro, no verá lo que hay a su alrededor.
- Cierto. - Una excusa tan sumamente estúpida había servido para hacer que Sungyeol se replantease la situación. Miró el rostro de Myungsoo y acarició con cuidado su mejilla, sollozando. - Está bien… Me iré… Pero mañana estaré aquí antes de que amanezca.
- Me parece una idea maravillosa. - Le dije, incorporándome y animándole a que él hiciese lo mismo.
- Hyung… No te moverás de su lado, verdad? - Le sonreí y negué.
- Me pegaré a esta cama como si se me fuese la vida en ello, no te preocupes. Ve a casa.
Le alcancé su cazadora y su mochila.
- Y tú, Woohyun? - Entonces recaí en la presencia de Woohyun. Había estado tan anormalmente silencioso que no me había ni acordado de él durante mi persuasión a Sungyeol. Me giré hacia él, que permanecía sentado en una silla, con las piernas cruzadas. Me miró y yo le miré a él, pero bajó la mirada de nuevo y tragó saliva.
- Yo… Me voy a quedar un rato más. - Musitó. A Sungyeol no le afectó en absoluto su respuesta y, sin más, se fue con pasos lentos y dudosos de aquella habitación blanca, que mantenía las camas separadas entre ellas con una cortina verde.
Entonces, me vi a solas con Woohyun y Myungsoo, pero este último contaba más bien poco. Pese a estar de espaldas a él, podía sentir su mirada clavada en mi espalda, cada vez hundiéndose más y más hasta alcanzar mi corazón y estrujarlo. Me costaba respirar.
- Cuánto crees que tardará en despertar? - Preguntó. Parpadeé repetidamente antes de cerrar los ojos y armarme de valor. Me giré, y sin mirarle directamente, me senté en la silla que antes ocupaba Sungyeol.
- No lo sé… Debería de ir a hablar con el médico?
- Dijo que no era nada, solamente un golpe en la cabeza. Es el mismo daño que si un niño se cae de una bicicleta. - Levanté la mirada de la mano inmóvil de Myungsoo hasta el rostro de Woohyun, que me sonreía con suavidad. Creí morir de una taquicardia en ese mismo momento.
- Lo dices de verdad o estás intentando tranquilizarme? - Susurré. Su sonrisa se amplió y bajó la mirada.
- Ambas.
Sonreí entonces yo. Woohyun siempre era así… Cuando notaba que el peso sobre mis hombros era tanto que amenazaba con hundirme, él tomaba la mitad sin miramientos, y me ayudaba a continuar con la carga y la marcha.
El silencio reinó en la habitación durante unos minutos que, sorprendentemente, no fueron incómodos en absoluto. Yo estaba pensando en qué hacer, cómo comportarme y cómo reaccionar, pero estaba casi seguro de que él también. Entonces, un par de enfermeros se acercaron a la cama con una carpeta y papeles.
- Sois familiares? - Preguntó, señalándonos con el bolígrafo. Asentimos los dos a la vez; no era del todo mentira. - Bueno, a ver…
Ojeó los folios varias veces en unos segundos que a mí me parecieron horas.
- Myungsoo no tiene nada mal, nada roto, los reflejos están intactos pese a estar inconsciente y no tendría por qué tener ninguna secuela… De hecho, vamos a subirle a planta. Vais a pasar la noche con él? Los dos? - De nuevo, asentimos, y yo le miré sorprendido. Íbamos a pasar la noche juntos? No podía evitar sentir arcadas con solo imaginarlo, no por asco, sino por puros nervios. - Está bien… Os aviso que no os tenéis que asustar si veis que no se despierta o algo a lo largo de la noche… Es común que los pacientes que han recibido un golpe o que están inconscientes por unas horas, salgan del estado de inconsciente y entren directamente en el del sueño.
- Comprendido. - Dije.
- Está bien… Necesito a uno de ustedes que me firme aquí y me ponga sus datos, por si acaso pasase algo.
Me acerqué y rellené el impreso que me tendía. El enfermero se alejó tras despedirse y el otro nos pidió que nos apartásemos de la camilla, mientras la movía y la sacaba de esa sala.
- Una vez instalado, podréis subir. - Anunció.
Y así, nos quedamos Woohyun y yo completamente solos en la sala de espera. Ahora sí que era incómodo.
- Qué tal la cita con Kibum? - No sé cómo logré preguntar eso. Me costó un esfuerzo terrible, y Woohyun simplemente bajó la cabeza y suspiró.
- Bien… - Suspiró. Asentí y apreté los puños. - Y tú con tus amigos?
El recuerdo de mi persona tocando el piano completamente solo en una nube de pesimismo y patetismo vino a mí y torcí el gesto.
- Muy bien… Divertido.
- Oh… Genial entonces.
- Sí… Lo mismo digo. Parecéis felices.
- Lo somos.
- Genial.
- Sí.
Silencio. Y probablemente la conversación más estúpida y falsa jamás escuchada. Cómo podía felicitarle con sinceridad? Ojalá pudiese, pero mis sentimientos, mis celos y mi furia me lo impedían.
- Hyung… - Musitó. Abrí los ojos como platos. “Hyung!?”
- Mh?
- La cita no fue bien… - Susurró, hundiendo el rostro en sus manos. Le miré, sin entender. - De hecho, fue la peor cita de la historia…
- Por? - Musité. Sería mala persona, pero sí, sentí una inmensa satisfacción al escucharle decir eso.
- Kibum se fue en cuanto tú te fuiste. - Traté de ahogar una sonrisa.
- Oh… Lo siento…
- No lo sientas… Me alivió. Me sentía presionado. - La tapé con la mano, porque era tan grande que me llegaba de oreja a oreja.
- Os peleasteis?
- No… No sé. - Suspiró, hundiéndose en su asiento. Yo asentí, mirándole de reojo a él, que mantenía la mirada fija en la pared. Parecía estar callándose algo… Le conocía demasiado bien, pero supuse que sería que realmente sí que se habían peleado.
- En realidad… - Carraspeé y aclaré mi garganta. No quería que Woohyun fuese el único que se sincerase, aunque solo fuese un poco. - Mi cita con mis amigos también fue apestosa.
Me miró, sorprendido, y yo aparté la mirada, rápidamente.
- Pasó algo? - Me encogí de hombros y resoplé.
- Mi amigo el piano estaba desafinado, mi amiga la banqueta cojeaba, y mi amiga la calefacción me dio plantón. - Abrió mucho los ojos y sonrió con tristeza.
- Yah… Te fuiste tú solo a la sala de prácticas? - Asentí y rió con suavidad, mirando al techo y suspirando.- Un día genial para los dos, entonces… No?
Asentí de nuevo e imité su pose. Por algún motivo, ninguno de los dos podía dejar de sonreír.
- Yah… - Le llamé, y giró levemente su rostro hacia mí. Me armé de valor e hice lo mismo, mirándole a los ojos. Jamás había visto a Woohyun como un ser “adorable”, pero en ese momento… Me dieron ganas de abrazarle. - Siento lo de tu cita…
- Tranquilo, era falsa. - Retiró la mirada y volvió a fijarla en el techo. Mientras, yo me quedé helado, mirando fijamente su perfil.
- … - “Qué?” - QUÉ!?
Salió más ruidoso de lo esperado de mi garganta. Woohyun hizo una mueca y se hundió un poco en el sofá de poli-piel.
- Kibum quiso hacer creer a todo el mundo que estábamos saliendo juntos. - Resopló y se quitó el gorro, peinándose automáticamente el pelo largo y castaño. En ese momento una mezcla de felicidad y furia infinita se peleaban en mi interior por el control de mi siguiente acción.
- Por qué haría eso? - Pregunté, intentando controlar mi volumen y mis ganas de lanzarme a su cuello.
- No sé… A veces su mente me asusta… - Musitó, frunciendo el ceño y mirándome de reojo. Me sonrió con dulzura, y yo me sonrojé. Intenté disimularlo, pero fue inútil.
- La pregunta aquí es… - Susurré. De repente, mi voz se había vuelto débil. - Por qué participarías tú en eso?
Giró el rostro de nuevo hacia mí, mirándome fijamente a los ojos, llegando al mismo corazón que hacía un rato había estrujado con la mirada. Ahora lo acunaba y abrazaba para calmarlo.
- Por qué crees que ha sido? - Susurró, también. Mi corazón estaba de todo menos calmado, al contrario, si me tomasen el pulso, se les quemaría el pulsímetro. Tragué saliva e intenté que saliese algo racional de mi boca.
- Yo he preguntado antes. - Por supuesto, mi orgullo siempre ahí, pico y pala. Woohyun rió y se sentó con las piernas cruzadas, completamente girado hacia mí.
- Creo que ya te lo he dicho antes… En numerosas ocasiones, además. - Le miré fijamente, serio, y entonces él abrió la boca y deletreó unas palabras, pero sin hacer ningún ruido. Esas palabras que sacudieron mi corazón e hicieron que miles de recuerdos volasen del olvido a mi mente. “Te quiero”, siempre: En los vestuarios, en el dormitorio, en la cocina, en el salón, en medio de una película, al acabar un concierto, o incluso sobre el escenario, en los ensayos, en el predebut, en las reuniones, a la hora de comer, o como sustituto de un “Buenos días”. “Incluso en twitter…”, pensé, sin poder ocultar una sonrisa al recordarlo. Dos años después de esa confesión pública en la red, yo por fin podía sonreírle en lugar de darle un puñetazo y gritarle que se callase.
- Eres un idiota. - Ahí, orgulloso hasta la tumba, Kim Sunggyu.
Sonrió con tristeza y suspiró.
- Cada día más, además. - Musitó, bajando la cabeza y despeinándose. - Pensar que podrías ponerte celoso por verme con Kibum… Solo un idiota creía que ese plan saldría adelante.
- Llama a Kibum. - Espeté, haciendo que Woohyun levantase la mirada y me observase, sin comprender. - Llámale ahora mismo, venga.
Woohyun frunció el ceño en una expresión confusa. Resoplé y metí la mano en el bolsillo de su pantalón,  sin pensármelo dos veces, arrebatando su teléfono ante su mirada de no saber qué hacer.
Desbloqueé su teléfono tras meter como pin nuestra fecha de debut y marqué el número que, aunque me revolvía las tripas, rezaba “My Bum”. “Asqueroso.”, mascullé mentalmente, antes de que el primer tono de llamada sonase.
- My Hyun! - Chilló su repugnante voz al otro lado de la línea. No oculté mi mueca de asco, que le sacó a Woohyun una sonrisa.
- No, soy Sunggyu. - Espeté, con el tono más borde posible.
- Oh! Líder! - No parecía sorprendido por mi llamada, para mi sorpresa. - Qué haces con el móvil de mi novio?
- Deja ya de fingir, Kibum, que ya lo sé todo.
- Qué!? - Su tono se transformó de delicado y femenino a basto y enfadado. - Woohyun! Yah! Eres idiota!?
- Cierra el pico. - Espeté de nuevo. Kibum se calló en el acto, probablemente sorprendido por mi mala educación. - No te enfades, al contrario, yo de ti sería muy feliz y empezaría a pavonearme.
Woohyun abrió mucho los ojos, probablemente empezando a ver el camino que yo estaba trazando.
- Perdón?
- Porque tu estúpido y primario plan ha funcionado. - Clavé mis ojos en los de Woohyun y sonreí suavemente. - Me he enamorado de ese estúpido idiota.
Woohyun pasó de alto completamente los insultos y su rostro se iluminó al tiempo que abría la boca de par en par, formando una perfecta “O”.
- Qué? Tan pronto? - Le colgué sin despedirme siquiera y dejé el teléfono sobre el sofá, mirando a Woohyun con una sonrisa que era incapaz de borrar. Él no reaccionaba.
- Yah… - Reí. - Voy a tener que llamar al enfermero para decirles que a lo mejor las secuelas de Myungsoo las tienes tú?
- Sunggyu Ssi… Lo siento mucho… - Murmuró, con una vocalización inexistente. - Pero creo que estoy borracho… He debido de respirar la anestesia de algún paciente o me he pinchado morfina sin darme cuenta… Porque me ha parecido escucharle a usted decir algo muy impropio de su persona…
Reí y negué con la cabeza.
- Eres un completo idiota, Woohyun, de verdad que sí. Qué voy a hacer contigo?
Su “O” se transformó en una radiante sonrisa y se abalanzó sobre mí, al igual que llevaba haciendo desde que nos conocíamos, pero por primera vez en mi vida, no le hice una llave que le dejase en el suelo retorciéndose de dolor, sino que me dejé abrazar y estrujar entre risas, al menos hasta que sentí su espalda temblar.
- …
- Woohyun?
- …
- Yah… - Retiré sus brazos de alrededor de mi cuello y él bajó el rostro rápidamente, impidiéndome verle. Sonreí y le pegué un puñetazo suave en el hombro. - YAH! ESTÁS LLORANDO!?
Un “snif” me confirmó mi teoría y no pude hacer otra cosa más que reír y sentirme inmensamente feliz.
- Esto es surrealista… Llevas toda tu carrera esperando por esto y te pones a llorar!?
- Pues sí! - Replicó, entre sollozos, pero sin soltar una de mis manos. Se aferraba a ella como si se le fuese la vida en ello y, de nuevo, fui capaz de ser ese lado tierno de Woohyun. - Tú mismo lo has dicho! He esperado por esto durante años!
Levantó la mirada y me observó, le sonreí y volvió a llorar, y yo a reír.
- Eres demasiado, de verdad… - Le pasé un pañuelo y le despeiné el pelo, como a los niños.
- Sunggyu Ssi… - Dijo, balbuceando. Enarqué una ceja, sin poder borrar mi sonrisa.
- Dime.
- Ahora ya sabes que no te puedes echar atrás, no? - Me miró, secándose el rostro con el pañuelo y sonriéndome, con esa expresión traviesa y juguetona. Suspiré y suspiré, fingiendo cansancio.
- Qué remedio… Te tendré que aguantar entonces…
Se abalanzó sobre mi cuello de nuevo, apretujándome contra él, pero le pegué un rodillazo en las costillas. Woohyun se quedó mirándome, confuso y con expresión dolida, no dolorida, desde el sofá. Me incorporé y le miré con el ceño fruncido.
- Yah! Que te haya dicho que me gustas no significa que puedas sobarme todo lo que quieras! Quién te crees que soy!? - Caminé hasta el umbral de la puerta y le miré de reojo, con las cejas elevadas. - No vienes? - Sonrió alegremente y asintió, incorporándose sin pensárselo dos veces y siguiendo mis pasos hasta el ascensor. Mi sonrisa no podía borrarse, y la de Woohyun, a mi espalda, con esa mirada cálida y cariñosa clavada en mi cuello, tampoco.

Fin


4 comentarios:

  1. hay que lindo unnie me gusto mucho lo que paso entre woohyun y sunggyu son unos babos los dos los amo :) ;lo único que no me gusto y que me hizo llorar mucho fue cundo llego l.joe y chunji al aeropuerto no puedo creerlo todavía, me duele ver a l.joe mentir tanto y para colmo saber que chunji lo conoce bien, me duele que los dos sufran tanto y llore mucho :(, y ahora que se supone que pasara con changjo y ricky si no es una pareja es la otra ottoke unnie ?????(siempre genial como siempre unnie, sigue asi :) )

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    1. Woogyu Forevah! ^^
      No puede haber alegrías sin dramas! Ya veremos qué pasa :3
      Gracias por leer y comentar~ <3

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    2. en eso tienes razón unnie sin dramas no hay felicidad:)

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