24 de noviembre de 2014

[GOT7] [사랑] I Wish to be With You until Death: Capítulo 0


- ¿Quién es la víctima? - El inspector Donghwan entró en aquella nave abandonada, cercada por una cinta policial de color amarillo chillón.
- Creo que le reconocerás en cuanto le veas. - Dijo el forense, torciendo el gesto y cerrando su maletín. El inspector enarcó una ceja y se acercó al cuerpo, cubierto con una manta blanca pero que estaba completamente empapada en sangre. - Aunque has de tener un estómago en condiciones.
- ¿Tan mal está? - Preguntó, mirando con reparo el cadáver, del cual solo se asomaban los pies bajo la tela.
- Los policías que lo encontraron están ahora mismo recibiendo atención psicológica, y el resto han vomitado. - Respondió el doctor, abrochándose el abrigo y mirando al inspector con seriedad. - No sé si deberías verlo, al fin y al cabo acabas de reincorporarte al trabajo…

- Estoy bien. - Espetó el policía, agarrando con decisión la sábana y levantándola, quedándose de piedra al ver la carnicería que se exponía ante sus ojos.
- Yo le avisé. - Musitó el forense, saliendo de la nave tras abrir su paraguas. Hacía casi dos semanas que no había parado de llover ni un segundo.
- Twitter va a arder después de esto. - El policía se giró y se encontró con su compañero de comisaría, Changmin, que se acercó y le dio una amistosa palmada en el hombro. - Sabes quién es, ¿no?
El inspector se esforzó por reconocer la cara del cadáver, pero ningún nombre se le venía a la cabeza.
- Sabes que no suelo ver la televisión.
- Es un cantante y actor, ídolo adolescente. No te suena Kim Hyunjoong?
- Para nada. - Changmin suspiró y destapó completamente el cuerpo, para poder observarlo en condiciones. - De todas formas me da igual que fuese actor, lo que me importa es quién ha podido hacer esto.
Ante ellos, el cuerpo de la antigua estrella yacía medio deshecho. Tenía el estómago completamente abierto, y parte de sus intestinos sobresalían entre sus carnes. Un corte que prácticamente le había cortado a la mitad. Además, tenía marcas de cortes y pinchazos en ambas muñecas y tobillos, como si hubiese sido esposado con armas de tortura de la inquisición.
Su rostro estaba sucio de sangre seca, su pelo completamente desordenado, y sus músculos hinchados y con moratones, probablemente por el esfuerzo que había hecho para intentar liberarse.
- ¿Se sabe el arma del crimen?
- Dudo que fuese solo una. - Murmuró Changmin, caminando tranquilamente alrededor del cuerpo, esquivando trozos de órganos y carne del muchacho. Más tarde vendrían a buscarlos todos los pedazos. - Además, la policía ya ha encontrado en un vertedero cercano una camilla de hospital ensangrentada con un péndulo cortante y grilletes.
- Entonces ya tenemos con qué lo mataron, ahora solo falta saber quién y por qué. - Musitó Donghwan, agachándose y recorriendo una y otra vez con la vista el cuerpo destrozado. Estaba completamente desnudo.
- Podría haber sido cualquiera. - Donghwan levantó la mirada hacia su compañero, que le miraba con indiferencia.
- Cualquiera no abre en canal a una persona, Changmin.
- Este chaval estaba recibiendo un montón de odio recientemente, y si vieses la televisión lo sabrías.
- ¿Qué pasó?
- Fue llevado a los tribunales por maltrato doméstico. Le pegó una paliza a su novia, rompiéndole incluso un par de costillas.
Donghwan llevó entonces la mirada al torso del cantante, apreciando un pequeño dibujo hecho con cortes en la zona lateral, justo encima de las costillas quinta y sexta.
- ¿Fue declarado inocente?
- No, la chica retiró la denuncia. - Donghwan resopló.
- Probablemente fue amenazada. - Musitó, acercándose al dibujo y abriendo mucho los ojos al reconocerlo.
- ¿Qué ocurre? - Donghwan miró a Changmin con pánico en los ojos. - ¿Qué has visto?
- Mira esto. - Changmin se acercó, mirando a donde Donghwan señalaba. - Es el carácter chino de justicia. El mismo que llevaba tatuado en el cuello mi acosador.
Changmin fijó la vista en el conjunto de heridas que su compañero le señalaba, sin expresión.
- Donghwan… - Murmuró, girando lentamente la vista hacia él. - De verdad que deberías plantearte lo de continuar con la baja.
Donghwan resopló, frustrado, y se incorporó de inmediato.
- ¿A qué viene eso ahora?
- Es normal que veas referencias a él en todas partes. Fue una experiencia muy dura.
- Estoy bien.
- No lo estás.
- El examen psicológico alegó que estaba en mis cabales como para volver a trabajar.
- Sí, a firmar órdenes de arresto y beber café, pero no para observar cuerpos en trozos.
- Venga ya… - Changmin se incorporó y le miró con comprensión.
- Escucha, es normal, ¿vale?
- No lo es. Que ese maldito hijo de puta me metiese la cabeza en un tanque de agua, encadenándome el cuello al fondo para que no pudiese salir, no quiere decir que no lo haya superado.
- Sigo diciendo que es increíble que pudieses sobrevivir sin más. - Musitó Changmin.
- Dios existe, tío. - Espetó Donghwan, mirándole con rabia. - Tú deberías saberlo mejor que nadie, que lograste salir consciente y sin heridas de tercer grado. Los demás no lo consiguieron.
- Pura suerte. - Respondió Changmin, metiendo las manos en los bolsillos y volviéndose a girar al cuerpo, suspiró. - Oye… Le voy a pedir a la jefa que te retire del caso. Estoy convencido de que tiene que ser demasiado para ti.
- ¿¡Y para ti qué!?
- Yo no lo pasé tan mal como tú, tío. - Dijo tranquilamente Changmin, colocándose el cuello del abrigo largo y negro. - Volvamos al cuartel.
- No pienso dejar el caso. - Changmin negó lentamente en silencio mientras tapaba el cuerpo y salía caminando junto a Donghwan de la nave, dejando pasar entonces al equipo de forenses, que venían a recoger al chico y sus trozos.
- Odio la lluvia. - Susurró Donghwan en cuanto el agua comenzó a empaparle lenta pero continuamente.

- Inspector Kim? - Lee Eunjung llamó discretamente a la puerta de su despacho, mientras ojeaba una carpeta con la ficha del policía.
- ¿Sí? - Donghwan la miró, extrañado. Ella se acercó, haciendo resonar sus tacones en la madera, y dejó los papeles sobre la mesa, mirando fijamente al policía.
- Me llamo Lee Eunjung, y soy la nueva jefa de comisaría. - Dijo, alisándose la falda y sentándose en la butaca al otro lado de la mesa. Donghwan enarcó una ceja.
- Encantado, señora Lee.
- Llámame Eunjung simplemente. - Comentó la mujer, retomando la carpeta y pasando unas hojas, frunció el ceño. - Verá, he venido porque he recibido una sugerencia de un compañero suyo que me pedía que le alentase a retirarse del caso de Kim Hyunjoong.
Donghwan resopló, frustrado.
- He visto que usted pasó hace quince días por una experiencia especialmente traumática junto a otros seis miembros del equipo.
- De los cuales cinco resultaron muertos a manos del mismo asesino que se ha cargado al actor. - Masculló, mirándola con dureza. Ella elevó la mirada con tranquilidad.
- Eso no lo sabemos.
- Yo lo sé.
- La demanda interpuesta expresaba que usted manifestaba una especial ansiedad y obsesión hacia este asesino, culpándole a pesar de la ausencia de pruebas.
- No hay ausencia de pruebas, señora. El que usase artilugios de tortura prueba que es él, y además de que siempre firma sus cuerpos con el carácter de justicia.
- Los forenses admitieron que los utensilios hallados estaban impregnados con la sangre de la víctima, pero no vieron relación de la firma que usted aclama. Lo descartaron como arañazos casuales. No parece haber sido hecha a propósito.
- Venga ya… Eso es una gilipollez. - Masculló el inspector, poniendo los ojos en blanco. Las casualidades en este trabajo no existen.
- Puedo discrepar, inspector Kim.
- Llámeme simplemente Donghwan.
- Paso.
La mujer cerró la carpeta con fuerza y la dejó sobre la mesa, mirando fijamente al hombre, que le devolvía la mirada.
Kim Donghwan era famoso por no perder la paciencia bajo ninguna situación, además de ser un hombre bastante callado y discreto. Por esas cualidades, ahora no estaba montando un cristo tremendo, pese a que ganas no le faltaban: Le estaban llamando perturbado.
- Queda usted excluido del caso, inspector Kim. Recoja sus cosas y váyase, le avisaremos cuando se haya resuelto.
El aludido abrió mucho los ojos y la miró como si estuviese loca. Ella sacó de debajo de la carpeta una revista y se apoyó en la mesa tras incorporarse.
- No puede hacerme esto. ¡Me he involucrado como nadie en este caso! ¿Por qué yo he de dejarlo y Kang Changmin no?
- El examen psicológico del Inspector Kang no muestra ninguna anomalía, mientras que el suyo sí.
- Pero eso no tiene ningún sentido. ¡Él pasó por las mismas torturas que yo! - Ella se encogió de hombros, mirando la portada de su revista con detenimiento.
- No es culpa mía que tenga más fortaleza mental que usted, inspector.
Donghwan resopló, frustrado, pero obediente. En seguida comenzó a apilar los papeles unos encima de otros, y cerró las pestañas de casos anteriores que tenía abiertas en el ordenador.
- No puedo comprender que alguien que haya estado bajo el riesgo de perder su vida a manos de un loco esté tan tranquilo. - Murmuró, visiblemente enfadado.
La mujer dejó la revista sobre la mesa y le miró, comprensiva.
- Inspector, quiero que sepa que esto lo hacemos por usted. Es un caso excepcional, y lo hemos tenido en cuenta porque usted pidió reincorporarse al cuerpo en vez de cumplir su baja completa.
- Porque me encontraba bien.
- Entiendo que haya sido traumático para usted. - Continuó, rodeando la mesa y apoyándose en la pared, al lado de la silla desde donde el inspector la miraba con el ceño fruncido.- Pero he estudiado el caso, créame, y opino que un descanso no le vendrá mal. Nosotros nos encargaremos de ese animal, le meteremos entre rejas y entonces le dejaremos volver a nuestro equipo. Le puedo asegurar que le estaremos esperando con los brazos abiertos. - Eunjung sonrió suavemente, y Donghwan simplemente retiró la mirada. Le importaba un bledo cómo le recibiesen, simplemente porque no quería irse.

- ¿Quiere que le ayude? - Preguntó Eunjung, ofreciéndole un par de cajas en las que vaciar las escasas pertenencias que el inspector tenía sobre la mesa.
- No será necesario, muchas gracias. - Respondió calmadamente Donghwan, metiendo los archivos de su caso y el de sus compañeros fallecidos, todos en pruebas similares en crueldad a la que había sufrido la estrella.
- Mañana el asesinato de Kim Hyunjoong saldrá en todas las portadas. - Resopló ella, con agotamiento, apoyada esta vez en la ventana, al lado del ordenador de sobremesa del inspector. - Tenemos que averiguar quién es el soplón de la policía, porque solamente estamos alimentando el ego del asesino.
- Por muchos miembros que hayamos excluido, la prensa sigue enterándose de los detalles. Creo que son un equipo de topos. - Respondió, guardando su lapicero también en la caja.
- Les encontraré, sean cuantos sean. - Masculló la mujer, fijando de nuevo la vista en la portada de su revista. - Hoy en día debutan diez grupos al día… Pero solamente 1 de cada cincuenta llegan a ser alguien. Es triste. Tantos chavales tirando sus estudios a la basura para bailar sobre un escenario.
El inspector no respondió, simplemente se sobresaltó cuando la mujer le puso la revista en las narices y le señaló a un chico moreno y visiblemente joven que sonreía alegremente junto a otros seis.
- ¿Cuántos años tendrá este? ¿Doce? A esas edades deberían de estar en la escuela.
- ¿Bam Bam? - Leyó Donghwan, frunciendo el ceño ante el curioso nombre. - No sé… No escucho pop adolescente.
- Yo tampoco, pero me fastidia. - Musitó Eunjung, depositando de nuevo la revista sobre la ya vacía mesa. El inspector no le hizo caso y se incorporó de su silla, cogiendo la chaqueta de su traje del respaldo de la silla y poniéndosela.
Donghwan pensó que en cuanto llegase a casa, se tomaría una aspirina. La cabeza le dolía muchísimo, siempre le pasaba cuando llovía, pero los sonidos permanentes de teléfonos sonando incansables de fondo, el ajetreo por culpa del caso, la prensa gritando desde la calle… Nada ayudaba a que se calmase esa dolorosa tensión en su frente.
- Me marcho. - Anunció, colocándose bien la corbata y cargando la caja. Su jefa asintió, colocándose recta y haciendo una formal reverencia.
- Prometo que le llamaremos pronto, inspector Kim. - Eunjung sonrió cordialmente y se disponía a acompañar al inspector Kim a la puerta, pero un zumbido a sus espaldas hizo que ambos se detuviesen de repente.
Donghwan se giró, curioso, y la mujer le imitó. El ruido provenía del ordenador, pero ambos habían visto cómo éste había sido apagado anteriormente.
- ¿Qué es eso? - Preguntó la inspectora, acercándose lentamente al ver una imagen borrosa que parpadeaba en la pantalla. En inspector, al contrario, no se movió de su sitio. Mantenía una mirada seria pero preocupada en el rostro. Esa imagen traía consigo muchos sentimientos, y ninguno bueno. - Dios mío…
- ¿Qué?
- ¡Son niños! ¡Alguien tiene a niños encerrados!
En la imagen se podía apreciar con una calidad bastante decadente a siete chicos jóvenes encadenados a una especie de taquillas. En blanco y negro, y con una definición de imagen tan escasa, no se podía decir mucho más.
- ¿Están muertos?
- No lo sé… No sé siquiera si es algún tipo de broma de mal gusto. - Añadió la policía, esforzándose por sacar detalles de la imagen. Se disponía a sacar el teléfono del bolsillo y avisar a los laboratorios de imagen y sonido para que viniesen a por el ordenador, pero Donghwan soltó un respingo que hizo que ella se girase a mirarle.
- ¿Qué?
- El símbolo… Sobre la tercera taquilla de la derecha. - La mujer abrió los ojos como platos al reconocer el ideograma de “justicia” perfectamente trazado. - Lo sabía. Es él. Siempre es él.
La policía calló sobre sus rodillas, mirando la imagen con desesperación. Eran siete niños, y de repente eran responsabilidad suya. Entonces, llevó la mirada a la séptima taquilla, y sintió su corazón detenerse.
- Inspector Kim… - Donghwan la miró cuando se giró hacia él, y no pudo evitar asustarse al ver la reacción de la mujer a algo que él no alcanzaba a ver.
- ¿Qué?
- No es una fotografía. - Susurró Eunjung, mirándole con expresión de pánico. Donghwan dejó la caja en la mesa y se apresuró hacia ella, mirando la pantalla con suma atención. - Es un vídeo. Los niños están ahí ahora mismo…
Donghwan reconoció las agujas del reloj moverse, y le arrebató el móvil a la mujer, llamando rápidamente al laboratorio.
- Por favor, vengan a la comisaría 74 Sur de inmediato. Necesitamos que nos ayuden con un vídeo que está siendo proyectado en mi ordenador a tiempo real. Es cuestión de vida o muerte.
- ¡Jefa! - Changmin apareció en ese momento, empapado en sudor y visiblemente nervioso, en la puerta. Ambos se giraron hacia él. - Hay un vídeo de unos prisioneros siendo proyectado en todos los equipos electrónicos del edificio… Creemos que se trata del asesino lanzándonos un reto de nuevo.
- Rectifico: - Dijo Donghwan, alzando el tono de voz al compañero del teléfono. - NO VENGAN DE INMEDIATO, ¡ESTÉN AQUÍ YA!




4 comentarios:

  1. Nooooo me digas que son mis nenes!!!!ahhhhh conti pronto Unnie!

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    1. Pues tiene pinta... Pero tendrás que esperar al teaser ^^

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  2. O.O

    Haber, haber, haber......... ¡¿Estas insinuando que ese tío pirado torturador tiene a los chicos?! Vale... si leyendo y después viendo el teaser, pues se sabia >-< pero me quedé en blanco al ver a ese chico asesinado de esa forma, espero que no sea tan... tan... ¿Brusco? ¿Hard? XD no lo sé, solo espero no ver a ninguno de los chicos con las tripas fuera, aunque soporto mucho más el Gore que las escenas tristes, soy especial (?)

    Moló como describiste todo, muy detalladamente
    Preveo que este fic me gustará mucho, como los demás *-* Aunque si, seguramente estaré tensa, triste y enfadada la mayoría de las veces xD pero me gustará:3

    Gracias! esperaré el próximo capítulo! <3

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    1. :B
      No lo insinúo, lo dejo caer (?) xDDDDD Va, que sí, que los tiene él. Al grano.
      Yo también llevo mucho mejor el gore que la tragedia. Somos muy poca empatizadoras(?) xDDDDD
      Aquí habra de todo, don't worry :3
      Espero que te guste!! ^^

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