[TEENFINITE] Forbidden. Capítulo 16: Sorry.

L.Joe POV

- Puede localizar alguien a Sungjong, por favor? - Sunggyu le gritaba a cualquier persona que se le cruzase por delante, mientras el resto del grupo se tiraba de los pelos y mis compañeros se mordían las uñas.

- Lo intento! Lo intento! - El mánager fundía el teléfono a llamadas, pero el contestador automático saltaba una y otra vez.

- Calmaos, todavía hay tiempo… Podéis subir los presentes al último ensayo en el escenario y tener fe en él, no? - La PD de turno recibió unas doce miradas de odio, ante las que reaccionó bajando la mirada y desapareciendo con un “Pues nada…” suspirado.

- No hay opción. - Dijo Minsoo, acercándose al líder del otro grupo, que del enfado parecía que tenía párkinson. - Vayamos nosotros a hacer el último ensayo y… Que sea lo que Dios quiera.

“Eres ateo, pero bueno.”, pensé, mientras la peluquera terminaba de alisarme el pelo que yo ya tenía de por si liso. En el fondo sentía que todo este embrollo era culpa mía, ayer lo habían mencionado los chicos de Infinite, e incluso los del mío propio en los vestuarios. Era culpa mía, en el fondo y no tan en el fondo, pero ahora ya no era el momento de culparme y torturar a mi conciencia en agonía. Chanhee tomó mi mano desde mi derecha y me miró con dulzura. Normalmente se lo habría agradecido, pero eso solo hizo que mi culpabilidad se pronunciase más.

- No te preocupes. Aparecerá. - Musitó. Fruncí el ceño y bajé la mirada hasta mi móvil, donde notificaciones de Twitter e Instagram aparecían incansablemente.

- Eso espero. -  Susurré, apagándolo y dejándolo sobre la mesa.

Por fin, la peluquera terminó y pude respirar fuera de la nube de laca y productos varios que se había creado a mi alrededor.

- Oiga… - Escuché que la chica se acercaba al mánager de Infinite y le miraba suplicante. - Si ese chico no aparece ya, no nos va a dar tiempo a prepararlo para la hora de la actuación. Tenemos que maquillar a otros dos grupos, y uno es de doce personas!

- Once. Uno lo ha dejado, lo escuché hoy en las noticias. - Dijo la maquilladora, repasándole el eyeliner  a Jonghyun, que por algún motivo miraba con odio a Chanhee a través del espejo.

- Bueno, pues once. - Rectificó la chica, mirando con nerviosismo el reloj de su muñeca. - No quiero que suba al escenario mal y jugarme el puesto, sabe usted?

- Claro… - Le sonrió con sarcasmo el hombre. - Porque yo tengo el puesto asegurado como esto salga mal, no? Aquí nos vamos a hundir todos como ese crío desagradecido no aparezca AHORA por la puerta.

Como caído del cielo, en ese momento la puerta se abrió y Sungjong entró, gafas de sol sobre su rostro, y lanzó la mochila a una esquina, avanzando a paso ligero hasta la silla que yo acababa de dejar vacante, ante las atónitas miradas de todos los allí presentes.

Por el lado de los seis chicos de Infinite, se escuchó un suspiro de alivio, pero su mánager tensó la mandíbula y le miró con furia.

- Dónde estabas, Sungjong? - Le rugió, acercándose a él con los puños en tensión. Éste no contestó, simplemente alcanzó una de las revistas que tenía a su derecha y comenzó a ojearlas mientras la peluquera corría hacia él, plancha y laca en mano.

- Unnie! Ve haciéndole tú el maquillaje mientras yo termino aquí.

- Sí!

La maquilladora le arrancó las gafas del rostro y, a través de su reflejo en el espejo, pude observar con pena el cambio que había pegado su rostro en estas últimas semanas. Unas ojeras pronunciadas bajo sus antes brillantes ojos, y éstos apagados y sin vida. Me quedé helado cuando los movió hacia mí en su reflejo y me transmitió todo su rencor y dolor. Quise morir.

- Madre mía… Pero tú cuánto hace que no duermes, niño? - Preguntó la chica, preocupada y cogiendo la base de maquillaje más fuerte que encontró.

- Demasiado. - Musitó Sungjong, retirando de mí la mirada y bajándola de nuevo a la revista.

- Esto es el colmo. Además de tarde, viene en malas condiciones. - Masculló el mánager, cogiendo de nuevo el móvil para cancelar la búsqueda que había organizado con la CIA.

“Sungjong…”

Verle ahí, emitiendo ese aura oscura y triste, me partía el alma y hacía que me sintiese como un ser miserable, que al fin y al cabo, era lo que yo había hecho de mí.

- Vamos a ir subiendo al escenario, sí? - Musitó Chanhee, acercándose con ojos comprensivos, tomando mi mano de nuevo. Inintencionadamente, se la retiré y él bajó la mirada, suspirando.

- Estarás cansado… Un último esfuerzo. - Me susurró, haciendo que me girase sobre mis propios hombros y apartase la mirada de la nuca de Sungjong. Teen Top avanzó delante de mí, y dejamos a los de Infinite subir de últimos, ya que era un escenario compartido.

- Alguien sabe qué le pasa a Woohyun? - Preguntó Niel, observándole llorar en una esquina mientras la maquilladora le chillaba porque el eyeliner  se había destrozado.

- No lo sé, lleva así todo el día. - Respondió Chanhee, dándole un trago a su botellín de agua.

- Además de que no para de salir corriendo cuando Sunggyu se acerca a hablar… Se habrán peleado? - Musitó Niel de nuevo, preocupado. Yo enarqué una ceja ante el patético espectáculo, pero lo que realmente captaba mi atención en su totalidad era Sungjong, que estaba en una esquina, completamente solo, con las gafas de sol de nuevo en su cara y los auriculares a tanto volumen que podía escuchar la guitarra de Eric Clapton desde donde yo me encontraba, al otro lado del camerino. Además, para añadirle emoción al asunto, Myungsoo me observaba con cara de desprecio desde su asiento, y Sungyeol, sentado a su lado con las piernas cruzadas, con odio. Todo era hermoso y bello.

- Byunghyun, - Me llamó Chanhee, acercándose desde detrás de mí. - lo he estado pensando y creo que debería de ir a hablar con él. No podemos dejar que esto afecte a las relaciones de nuestras empresas.

Cerré los ojos, armándome de paciencia.

- Qué relaciones, Chanhee? Déjate de chorradas. - Él bajó la cabeza, mordiéndose el labio, y se acuclilló al lado de mi asiento.

- Da igual. Pero debería de hablar con él, no? Al fin y al cabo todo esto es culpa mía.

- TE HE DICHO QUE NO, JODER. - Rugí, incorporándome con tanta fuerza que la silla calló para atrás, sorprendiendo a Chanhee, que se apartó justo a tiempo para que no le golpease. Me miró, dolido, al igual que el resto de la sala. Todos, incluyéndole a él. - Joder…

- Yo… No sé… Lo siento… - Murmuró Chanhee, bajando la mirada y metiendo las manos en los bolsillos de una forma que encontré triste y patética, pero pronto me corregí. Esto no era culpa de Chanhee; era exclusivamente culpa mía.

En ese momento, Sungjong se levantó con fuerza, haciendo chirriar la silla y haciendo que todos se girasen hacia él. Miró a su alrededor, avergonzado por la repentina atención, y salió prácticamente corriendo por la puerta tras dedicarme una mirada que no pude interpretar por culpa de las gafas.

“Maldita sea…”

Mis piernas se movieron automáticamente para seguir su camino, desesperado por no perderle de vista y no saber dónde se encontraba, pero Chanhee agarró con firmeza la manga de mi cazadora. Me giré, mirándole con desesperación, pero él me miraba con súplica.

- No vayas. - Susurró, claramente avergonzado al ver que todos estaban observando el espectáculo.

- Pero…

- No. - Me interrumpió, y observé sus ojos humedecerse. Yo sentía una ansiedad en el pecho que me estaba volviendo loco. Mi corazón me rogaba inhumanamente que, por favor, siguiese a Sungjong. Le siguiese y aunque no pudiese decirle nada que me excusase, le mirase a los ojos una vez más. Solo una vez más. - Byunghyun, te dejaría ir si supiese que vas a volver… Pero es que te conozco mejor que tú mismo.

- No lo entiendes… - Supliqué, sintiendo mi corazón a punto del colapso. - Necesito…

- Necesitas qué? - Me espetó, cambiando su húmeda mirada de una triste a una cruda y ruda. Él también suplicaba, pero a su manera. - Estar con él?

- No! No es eso! Yo… - “Sí, sí es eso.”, corrigió mi mente. Chanhee cerró los ojos en un gesto de dolor y soltó mi manga lentamente.

- Haz lo que quieras. - Susurró, girándose y volviendo a su asiento. - Me rindo.

Dudé. Dudé entre quedarme y hacer lo que era correcto o seguir mis impulsos y poner patas arriba la MBC en busca de Sungjong, pero al final, no pude evitarlo. Corrí como si se me fuese la vida en ello, lejos de mi camerino, buscándole con desesperación. Por algún motivo, sabía perfectamente a dónde debía ir. Lo sabía, y me lo repetía a mí mismo una y otra vez mientras subía las escaleras de dos en dos.

Finalmente, logré llegar a la azotea del edificio, y me encontré rodeado de antenas y cemento pulido. Miré a mi alrededor, con mis gemelos protestando por el esfuerzo al que no estaban en absoluto acostumbrados y mis pulmones pidiéndome clemencia, pero finalmente le encontré: Acuclillado detrás de una salida de aire, protegiéndose únicamente con sus brazos del frío. Mis piernas, de nuevo, se movieron por sí mismas y cuando quise darme cuenta, estaba delante y él me observaba con los ojos como platos y el maquillaje corrido. La maquilladora le mataría, pero ese no era el momento de criticar que lo llamado waterproof quizás no lo era tanto.

- Hola. - Me merecía un aplauso por el inicio de conversación tan brillante, y lo sabía, pero él no reaccionó. - Qué tal? - Y ovaciones.

Él movió la boca un poquito, pero no emitió sonido alguno. Empezaban a poderme los nervios. - Bien. Aquí. - Musitó finalmente, de una forma casi inaudible a causa del viento. Asentí, tragando saliva y sintiendo cómo mis manos empezaban a sudar a pesar de las bajas temperaturas.

- Oh.

Sungjong bajó la mirada, tragando él también saliva y suspiró, temblando levemente. Tenía frío, normal, llevaba una americana sobre una camisa sin mangas.

- Ten. - Musité, colocándole mi cazadora de cuero sobre sus hombros. Él me miró, pero no dijo nada, simplemente se la sacudió de encima y me retiró la mirada.- Oye… No deberías de resfriarte.

- Qué detalle que te preocupes, L.Joe. - Escuchar mi nombre artístico de sus labios dolió más que cualquier bofetada.

- No quiero que enfermes. - Musité, intentando volver a colocársela por encima, pero su mirada asesina me hizo replanteármelo. - Bueno…

- A qué has subido? - Espetó, finalmente. Iba al grano, y yo me encontraba completamente perdido. Tenía razón… A qué diablos subía? A disculparme? A pedirle que me perdonase? A pedirle que me diese otra oportunidad? No… Porque lo correcto era estar con Chanhee, por el bien de todos. O al menos eso creía, pero el rostro de Sungjong me decía todo lo contrario. Quería abrazarle, era lo único que sabía. 

- No lo sé. - Musité finalmente, acuclillándome a su lado, pero él se levantó y se alejó de mí. “Au.”- Solamente te seguí sin pensar.

- Bueno, pues si no tienes un objetivo claro, puedes bajar a consolar a Chanhee. No tenía muy buena cara.

- Tú tampoco la tienes. Has perdido peso, y ni tú ni yo deberíamos hacerlo.

- Yo no soy nadie para ti, así que no te preocupes por mi peso ideal y baja con tu novio.

“Novio” rebotó en mi mente, e hizo que una puñalada acertase directamente en mi pecho.

- Eso no es exactamente así… - Abrió mucho los ojos y me miró con dureza.

- Cómo que no? - Ironizó. - A mí el recuerdo del aeropuerto aún no se me ha borrado.

- …

- La culpa es mía por ser un imbécil y creer que cuando volvieses de América podríamos hablar las cosas y sincerarnos… - Siseó, con la mandíbula tensa, al igual que el resto de su cuerpo a causa del frío. Pensé en ofrecerle mi chaqueta, pero era capaz de tirarla por el conducto de ventilación, y no era una buena idea perder una prenda patrocinada. - La culpa es toda mía por ilusionarme y enamorarme de un cabrón… De nuevo, me refiero. - Le miré, sorprendido por sus palabras.

- Sungjong…

- Cállate. - Murmuró. Su voz tembló levemente, pero no era a causa del frío, sino de que sus ojos se habían humedecido y tragaba saliva repetidamente. Estaba haciendo llorar a Sungjong. Era un monstruo. - No quiero que estés aquí, vete.

- No. - Me incorporé, acercándome a él lentamente para no espantarle. Él bajó la mirada y sollozó. - No merezco que llores por mí… No te hagas esto.

- Que te calles. Estás sordo? - Gimió, mientras yo observaba lágrimas caer al suelo, ya húmedo por la lluvia de esa mañana. - Eres una persona horrible… No solo dejaste que me hiciese ilusiones, no solo me hiciste creer que todavía tenía la esperanza de volver a ser feliz, no solo me ayudaste a reconstruir mi corazón para después quemarlo vivo, sino que además tratas a Chanhee, que es una de las personas que más te quieren en este mundo, como si fuese escoria.

Me hablaba entre llantos y yo le miraba, recibiendo con los brazos abiertos todas y cada una de sus balas. Porque me las merecía, y Sungjong necesitaba quitarse ese peso de plomo de encima.

- La única escoria que hay aquí eres tú! - Chilló finalmente, mirándome con el rostro descompuesto y mirándome con todo el dolor y el rencor que guardaba en su interior. - No te mereces a alguien como yo! No te mereces que te quiera! No te mereces que esté llorando por ti!

- Sungjong…

- No! No digas mi nombre! - Chillaba, y mi rostro se sintió repentinamente empapado por mis propias lágrimas. Todo eso era culpa mía… Había destrozado a la persona a la que amaba por lo que yo creía que era correcto, y total, para qué? Chanhee no era feliz, yo no era feliz, mis compañeros estaban divididos en una estúpida guerra que no les incumbía, Sungjong estaba destrozado por mi culpa, y eso afectaba a su grupo. Había querido lo mejor para todos y al final había estropeado lo que estaba impoluto.

- Tienes razón. - Dije con voz temblorosa, mirándole a los ojos mientras mi jersey blanco se estropeaba con manchas grises. - Todo es culpa mía. - Sollocé, mientras él me observaba en un llanto aún más desconsolado que el mío. - Yo escogí la vía cobarde, y en vez de enfrentarme a la situación, opté por huir y pisar sobre seguro sin comprobar siquiera si el otro camino realmente se desmoronaría bajo el peso de mi responsabilidad. En vez de intentarlo, corrí para proteger lo que creía que era lo que más me importaba, pero no me di cuenta de que no estaba completo y que me dejaba una gran pieza detrás. - Sungjong cerró los ojos con fuerza ante mis palabras y apretó los dientes. Yo avancé unos pasos hacia él, y aunque me escuchó, no se apartó. - Las palabras de Myungsoo me asustaron tanto que no fui dueño de mis propias acciones… Y ni le planté cara, al primer ladrido corrí lejos llevándome lo que es mío y siendo un egoísta. - Puse una de mis manos en su mejilla y éste abrió los ojos, mirándome con tristeza, pero siguió sin rechazarme. - Sungjong… No merezco tu perdón, ni que sigas sintiendo algo, por poco que sea, por mí. No merezco ni que me estés mirando en este momento, pero quiero que sepas que pese a todo, yo no he dejado de pensar en ti ni un solo momento y…

No puede continuar, porque sus manos se hundieron rápidamente en mi pelo y me empujó contra él, besándome con necesidad, inundando mi boca con su lengua y haciendo que sintiese el sabor salado de nuestras lágrimas en la mía propia.

“Oh…”, pensé mientras rodeaba su cintura y le pegaba completamente a mí. “Así que era esto lo que necesitaba…”

Nos continuamos besando a pesar de que empezó a llover y sentíamos que el frío nos convertiría en estatuas de hielo, pero éramos completamente incapaces de separarnos el uno del otro. Éramos la fuente de calor el uno del otro, y tras todo lo que habíamos sufrido, solamente necesitábamos eso para poder soportar el dolor. Los sentimientos rebosaban en forma de lágrimas, y nuestro cuerpo emanaba calidez, una calidez que agradecía como si fuese bendita.

- Esto… - Abrí los ojos al momento que escuché a Jonghyun a mi espalda, mirándonos incómodo. - Siento ser aguafiestas, pero tenemos que subir al escenario y…. - Nos miró con una mueca de disgusto. - Me temo que vamos a llegar tarde si tenemos que arreglar eso.- Musitó, mirando nuestros rostros uno a uno. Entonces, sentí el pánico inundarme. Qué estaba haciendo? Había aceptado volver con Chanhee y estaba besando a Sungjong! Me estaba convirtiendo en Myungsoo, y me negaba a que eso pasase.

- Hyung, siento haber interrumpido… Créeme, sé lo que se siente. - Masculló las últimas palabras con ojos ansiosos de sangre, aunque no entendí el motivo.- Pero como miembro de Teen Top, - Miró entonces a Sungjong. - he de decir que esto me parece miserable…

- No es asunto tuyo. - Interferí, al ver que la expresión de Sungjong se tornaba oscura.

- Sí que lo es! - Protestó Jonghyun, mirándome con desesperación. - Hyung, estás jugando con nuestro futuro! Qué pasará ahora con Chanhee?

- Yo… Voy a ir bajando a maquillaje. - Musitó Sungjong, soltando mi mano y volviendo a dejar que su rostro fuese bañado por lágrimas. - Siento mucho esto, no volverá a pasar.

- Qué? - Chillé, intentando seguirle, pero Jonghyun se metió en medio, mirándome fijamente con la preocupación grabada a fuego en su rostro.

- Hyung… Como Chanhee deje el grupo por culpa de esto estamos jodidos, y lo sabes. Cómo puedes ser tan egoísta?

Le miré con la misma desesperación y le agarré el cuello de la camisa, respirando agitadamente y tensando la mandíbula.

- LO SÉ, JODER. LO SÉ! SOY UN EGOÍSTA! PERO YO TAMBIÉN QUIERO SER FELIZ! YO TAMBIÉN QUIERO PODER ESTAR CON LA PERSONA A LA QUE AMO SIN TENER QUE SENTIR QUE TODO MI MUNDO PUEDE DESMORONARSE! POR QUÉ TODOS VOSOTROS PODÉIS Y YO NO? SOY MENOS? ME LO MEREZCO MENOS? QUIERO SER FELIZ! QUIERO AMAR SIN SENTIRME COMO UN MONSTRUO! - Jonghyun cambió su expresión a una de pena y yo comencé a llorar de nuevo, hundiendo mi rostro en su hombro. - Por qué no puedo, Jonghyun?

Sentí unas palmaditas suaves en mi espalda y un abrazo que me reconfortó, pero seguía doliendo como el fuego.

- Hyung… Lo siento mucho… Ojalá pudiese ayudarte. - Susurró.

“Yo también quiero amar… Por qué no puedo?”

Sungyeol POV

Bajamos del escenario y, como era de esperar, Sungjong corrió a cambiarse y desapareció antes de que nos diese tiempo a preguntar dónde estaba. L.Joe, del otro grupo, parecía completamente hundido, y no era difícil imaginar qué había pasado en es azotea, de la cual cada uno bajó con una cara peor que el otro.

- Qué masacre. - Musité, desabotonándome la camisa y tendiéndosela a la coordinadora de vestuario de turno.

- Me estás provocando? - Susurró de repente Myungsoo en mi oído, dándome un lametón en el cuello y haciendo que la pobre mujer nos mirase completamente descolocada, sin saber dónde meterse. Puse los ojos en blanco y le di una palmadita reprendedora en las manos, sacándolas de mi cintura desnuda.

- No, me estoy cambiando. Puedes calmar tu testosterona un ratito? Al menos hasta que lleguemos a casa, por favor? - Él hizo un puchero y se fue por dónde había venido con la cabeza baja. Yo suspiré y miré a la estilista. - Lo siento… Es que… Bueno… Tú no digas nada, vale?

Asintió, bajando la mirada y esperando pacientemente a que le diese los pantalones para, a continuación, colgarlos y salir corriendo a atender a Sunggyu, que se peleaba con el micrófono enredado en la etiqueta.

- La cuestión es dar espectáculo. - Musité, disgustado por las hormonas alteradas de mi novio.

- Sungyeol! - Woohyun corrió hacia mí en ropa interior y su estilista corriendo detrás, desesperada porque le devolviese los accesorios. - No puedo soportarlo más!

Él lloriqueaba mientras la mujer se ponía de puntillas para alcanzarle los pendientes. Finalmente lo consiguió y se fue, con expresión cansada. “Sí, la cuestión es dar espectáculo.”

- Qué? - Refunfuñé, mirándole de reojo la expresión llorosa.

- Cómo puedes mirar a Myungsoo a la cara después de… - Miró a su alrededor y se acercó a mí, susurrando. - Lo que pasó anoche?

Enarqué una ceja y le miré, completamente calmado.

- A qué te refieres? - Él abrió la boca lentamente y pataleó, dando pequeños saltitos ridículos a mi lado.

- Cómo que a qué me refiero? - Lloriqueó, saltando esta vez para subirse los vaqueros, ajustados en exceso. Resaltaban su masculinidad y su pluma al mismo tiempo. Curioso.

- Yo no recuerdo nada. - Dije, sin mirarle siquiera, colándome dentro de mi sudadera con cuidado de no deshacer ese peinado tan bonito que me habían hecho. De eso probablemente se encargaría Myungsoo al volver a casa.

- Cómo puedes ser así? - Protestó, abotonándose la camisa y mirándome con desesperación y lágrimas en los ojos. Resoplé, cansado. - Yo no puedo mirar a mi Gyugyu a la cara!

- Probablemente él a ti tampoco si le llamas así.

- Sabes a lo que me refiero!

Me giré hacia él y le encaré, mirándole con la mandíbula tensa.

- Y? Qué quieres que haga?

Él me escudriñó con ojos brillantes y tomó mis manos, haciendo que frunciese el ceño y le mirase como si estuviese loco.

- Tenemos que confesar. - Solté una carcajada y cogí mi mochila.

- Ni de coña.

- Yo no puedo vivir así! Hablemos primero con Myungsoo, que es menos violento. Podemos ir juntos, para apoyarnos el uno al otro y…

- Myungsoo menos violento? Permítame que me ría.- Intentaba esquivarle, pero Woohyun no me daría esa oportunidad.

- Por favor… - Suplicó, arrodillándose y haciendo que todo el equipo y el resto del grupo nos mirase como si fuésemos alienígenas. Por suerte, Sunggyu estaba ocupado regañando a Dongwoo por tener la habitación sucia y no estaba prestando demasiada atención.

- Hablar conmigo de qué? - Myungsoo, que nació con el don del oportunismo, apareció por mi espalda, abrazando mi cintura y mirando con extrañeza a Woohyun. - Os vais a casar y no me habías dicho nada? Que tendré que comprarme algo bonito para la ocasión?

- No tiene gracia… - Protestó Woohyun incorporándose mientras yo suspiraba, completamente agotado de la situación. Quizás la broma se me estaba yendo demasiado de las manos? Woohyun parecía realmente preocupado.

- No puedo vivir con esta culpa dentro! - Lloró, derrumbándose en el sofá, y yo sonreí. No, aún no había ido demasiado lejos.

- Cielo… - Me giré hacia Myungsoo, colocándole el cuello de la camisa y retocándole el pelo con la punta de los dedos. - Hay algo que Woohyun y yo tenemos que contarte.

Hice un puchero, y me senté al lado de Woohyun, invitando a Myungsoo a sentarse en el otro. Él enarcó una ceja y me miró, extrañado, pero aún más extrañado miró a Woohyun, que le miró con el rostro empapado y moqueando.

- Puaj. - Espetó, él en su delicadeza, tendiéndole un pañuelo. Yo aguanté mis ganas de reír. - A ver, qué está pasando aquí?

- Recuerdas que ayer no fuimos a dormir a casa? - Sollozó, tomando las manos de Myungsoo y mirándole como si estuviese rogando por su vida. Si la situación hubiese sido real, quizás sí que tuviese que hacerlo, pero yo ya estaría muy lejos, en Canadá por lo menos, de haber engañado a Myungsoo.

- Sí… - Myungsoo me miró por encima de la cabeza castaña de Woohyun y yo hice una mueca, encogiéndome de hombros, diciéndole que simplemente le siguiese el rollo. Éste frunció el ceño y suspiró.

- Es porque él y yo acabamos en un hotel del amor. - Aclaré, haciendo que enarcase una ceja y yo me mordí la lengua en un intento de no morirme de la risa.

- LO SIENTO MUCHO, MYUNGSOO! - Sollozó Woohyun, arrodillándose de nuevo, esta vez ante él. Myungsoo me miró, sin enterarse absolutamente de nada. “Síguele la corriente!”, le dije con la boca sin emitir sonido alguno.

- Oh… - Dijo él.

- De verdad que no fue a propósito! Fue culpa del alcohol! - Woohyun lloraba sobre los pies de Myungsoo y yo me reía en silencio, cambiando radicalmente mi expresión cuando Woohyun me miraba, buscando apoyo. Mi cara de aguantar el llanto era la mejor… Para que luego dijesen que yo no sabía actuar.

- Nos acostamos, mi amor. - “Sollocé.”

- Oh… - Repitió. Le miré, exasperado. Y él era el que actuaba mejor que yo? Y un cuerno.

- De verdad que lo siento, Myungsoo… Espero que puedas perdonarme algún día.

- Yo…

- No! - Le interrumpió Woohyun, secándose el rostro con las mangas y manchándolas inmediatamente con base de maquillaje. - Sé que estás dolido, pero no eres el único… Nosotros también lo estamos! Yo quería reservarme para el amor de mi vida y lo he malgastado con éste…

- Oye! - Protesté, mirándole con indignación.

- Espero que puedas perdonarme… A ambos. - Me miró y rompió a llorar de nuevo.

- Oh… - Volvió a repetir Myungsoo, haciendo que le mirase con frustración.

- Sí, oh. - Le imité, con tono de burla.

- No lo pagues con él, Sungyeol. - Dijo Woohyun, posando su mano en mi hombro e incorporándose. - Está en shock.

- Qué está pasando aquí? - Preguntó Sunggyu, acercándose con expresión preocupada. Woohyun abrió los ojos como platos al verle, pero no le observó mucho rato, porque salió corriendo a una velocidad pasmosa entre llantos escandalosos.- Pero… Qué?

Nos miró, completamente fuera de lugar.

- Eso mismo es lo que pienso yo. - Musitó Myungsoo, mirándome en busca de una salida a su confusión.

- Sunggyu, ve a buscar a tu novio, anda. - Dije, y él obedeció, saliendo de la sala con calma. No había que ser muy listo para saber que Woohyun ya se habría cogido un taxi y huido a casa.

- Vale, me lo explicas tú o puedo empezar a sacar conclusiones precipitadas. - Dijo Myungsoo, con el ceño fruncido. Yo reí y negué con la cabeza en mi deleite humorístico.

- Nada, que ayer por la noche, como no estabas para calmar mi aburrimiento, salí con este a dar una vuelta y beber un poco.

Myungsoo frunció aún más su ceño.

- Y?

- Pues que nos pasamos de la raya, y decidimos jugar a los atrevimientos.

- Dios mío… Te has tirado al loco de los corazones!?

- WHAT? NO! - La cara de asco que puse seguramente sobraba, pero Myungsoo se estaba alterando y tenía que calmarlo. - Pero le aposté a que no iría a un hotel del amor conmigo, y él me siguió el rollo… Solo era un juego! Pero en cuanto llegamos, de lo borracho que estaba, se desnudó y se quedó frito. Así que yo hice lo mismo, total, a esas horas los taxis están exquisitos y no llevarían a un borracho a su casa.

- Dormisteis desnudos!

- Desnudos completamente no, en ropa interior.

- Claro! Me quedo mucho más tranquilo… - Resopló, hundiéndose en su asiento.

- Escucha… - Me acerqué a él, sonriéndole coquetamente, pero por primera vez, no funcionó. - a la mañana siguiente, él se despertó todo asustado pensando que podría haber pasado algo, y yo pensé que sería divertido seguirle el rollo.

- …

- Qué?

- Eres más siniestro de lo que creía… - La sonrisa que comenzaba a dibujarse en su rostro sí que era siniestra. - Y me gusta. - Dijo, agarrándome de la cintura y pegándome a él. Yo reí cual jovenzuela de película americana de los sesenta al ser cortejada por con un apuesto cowboy.

- Solo es un juego… Cuando la cosa ya se ponga seria, lo desmiento y listo.

- Es algo cruel, no? Has visto cómo estaba Woohyun? Lleva todo el día lloriqueando…

- Lo superará.

- Y Sunggyu?

- Hablaré con él al llegar a casa y le explicaré la broma para que me siga el rollo.

- Piensas liarle a él también? - Asentí, sonriendo con picardía y Myungsoo me besó rápidamente, consciente de donde estábamos, a pesar de que ya solamente quedaba la peluquera, con los cascos puestos, recogiendo sus herramientas de trabajo. - Oye… Y si le mandamos mejor un mensaje?

Le miré, sin entender.

- Es que lo del hotel del amor me ha dado una idea y… - Volvió a besarme y sonrió de lado. Reí y le pegué un manotazo.

- Bueeeeeeno, vaaaale. Le llamamos después, cuando estés más tranquilito, vale?

- Lo primero es lo primero. - Dijo, incorporándose rápidamente y tomando mi mano, saliendo corriendo de allí, arrastrándome con él.

Niel POV

- Hyung, estás bien? - Pregunté a Chanhee al llegar a casa, que estaba con rostro muerto en la esquina de la cocina. No reaccionó y miré con desesperación a Changhyun, que me miró con tristeza.

- Quizás sería mejor que fueses a hablar con Byunghyun. - Musitó Jonghyun, entrando en la cocina a servirse un bol de arroz. Changhyun bajó la mirada y se puso rojo, pero no pregunté por el motivo. - Solo lo digo, no significa nada, eh?

Se iba a ir, pero entonces volvió a entrar en la cocina y le señaló con un dedo acusador.

- Aunque que conste que podría cobrar mi venganza con esto, eh? PODRÍA! Pero no voy a hacerlo porque soy un buen amigo!

Chanhee entonces parpadeó y le miró, con la expresión rota.

- No necesito que me digas nada más… Con eso ya sé más que suficiente. - Musitó, con la voz ronca.

Jonghyun miró a Changhyun, pero este le retiró la mirada, así que simplemente tensó la mandíbula y se fue de la cocina.

- Quizás deberías de comer algo…- Musitó Changhyun.

- No tengo hambre. - Respondió automáticamente Chanhee.

- Y un vasito de leche? - Insistió, pero Chanhee negó suavemente con la cabeza.

- Chanhee. - Byunghyun se asomó entonces por la encimera de la cocina, donde Chanhee estaba sentado. Éste no reaccionó a su llamada, así que Byunghyun suspiró e insistió. - Chanhee, tenemos que hablar. Ven un momento por favor.

- No… - Dijo suavemente. Byunghyun nos miró y señaló la puerta. Lo pillamos y tanto Changhyun como yo nos incorporamos inmediatamente y abandonamos la cocina, no sin preocupación.

- Crees que se pelearán? - Musitó Changhyun, sentándose a mi lado en el sofá. Asentí con tristeza.

- Sabes? No quiero culpar a Sungjong, porque no es culpa suya, pero quizás hubiera sido mejor que no se hubiesen conocido nunca él y Hyung.

- Crees que a Hyung le gusta de verdad? - Hice una mueca y asentí de nuevo.

- Quizás entonces éstos tenían razón sobre las segundas oportunidades? - Musité, colocando un cojín sobre mi vientre y abrazándolo. Changhyun se encogió de hombros.

- Quizás teníamos todos razón y solamente depende de las personas…

- Puede…

En ese momento, Chanhee y Byunghyun salieron de la cocina y se encaminaron hacia su cuarto bajo nuestras miradas cargadas de miedo y preocupación.

- Byunghyun dejará a Chanhee? - Musité, preocupado.

- No lo sé…

- Y si lo hace, qué haremos nosotros? - Le miré, desesperado. Changhyun me miró, sin entender.

- Eh?

- Chanhee podría dejar el grupo… Van demasiados golpes.- Musité.

- Yo creo que lo dejará antes Byunghyun Hyung que Chanhee. - Dijo Jonghyun, apareciendo por el pasillo con su bol vacío.

- Por qué lo dices? - Preguntó Changhyun, con voz ofendida. Él le miró con tristeza y se encogió de hombros.

- Solo lo digo, supongo. Por opinar…

- Qué sabes?

- Yo? Nada.

- Cuándo aprenderás a mentir? - Protesté, mirándole acusatoriamente.

- Dejadme en paz los dos! - Se defendió, saltando la encimera de la cocina.

- Yah! Usa la puerta! - Le reprendió Minsoo, apareciendo entonces en la sala de estar, aunque bajando su personalidad de líder al ver la mirada de desprecio que le lancé. - Hola…

- Hola, Hyung. - Saludó Changhyun con timidez.

- Habéis cenado? - Preguntó, sentándose a mi lado en el sofá. Le ignoré.

- No… Y tengo hambre! - Protestó Changhyun.

- Tú siempre tienes hambre. Ve a la cocina y hazte unos cereales o algo! - Le espetó, a lo que Changhyun hizo un puchero y cruzó los brazos a modo de protesta.

- Yo también tengo hambre… - Musité, no intencionadamente, sino porque mis tripas hablaron por si solas y obligaron a mi voz a traducir su mensaje.

- Sí? - Minsoo me miró. - Qué quieres cenar? Pizza? Pollo? Pasta? Llamo a un chino? Quieres hamburguesa?

Changhyun se incorporó con un bufido y se fue de la sala.

- Maldito favoritismo… - Masculló antes de desaparecer por la puerta de su cuarto.

- Eh? Qué te apetece? - Dijo, rogándome con la mirada que le respondiese. Mi yo interno estaba en cierto modo sintiéndose triunfal al verle arrastrarse a mi lado. - Niel, por favor, dime algo…

- Piérdete. - Espeté. Él resopló, pero no se movió de mi lado.

- Por favor… Habla conmigo. Esto se nos ha ido de las manos! No podemos seguir así, vivimos bajo un mismo techo!

- Como si eso hiciese que yo te importase más… - Protesté, sintiendo su frustración aumentar de nivel, pero seguía sin moverse de mi lado. Me hacía sentir poderoso… Pero seguía enfadado!

- Llamaré a ese restaurante americano que tanto te gusta… Sí? - Se giró hacia mí, sentándose con las piernas cruzadas y ligeramente inclinado hacia adelante, rogando por una sola de mis miradas. Mentiría si dijese que no me estaban entrando ganas de sonreír, pero no podía, porque mi enfado se iría al garete. - Sé que adoras sus hamburguesas dobles con queso y beicon…

- Sin lechuga…

- Ni tomate.- Terminó mi frase involuntaria y me desmoroné. La comida… Esa maldita debilidad mía! Le miré y él me sonrió suavemente. - Con patatas grandes y cola.

- Esta es tu forma de disculparte, Minsoo? - Espeté, enarcando una ceja y preguntándome por qué no estaba llamando aún. Maldita sea… Tenía hambre!

- Si hace que estés un poquito menos enfadado conmigo, sí. - Musitó, mirándome directamente a los ojos, y yo sentía que ya no solo quería una de esas jugosas y calóricas hamburguesas, sino también uno de sus jugosos y cálidos abrazos.

- Te has portado muy mal conmigo… Dijiste cosas muy crueles.

- Bueno… No fui el único que… - Enarqué una ceja y tensé la mandíbula. Él tragó saliva. - Tienes razón. Me pasé mucho… Pero tenemos que aprender a respetar el punto de vista del otro y saber que, además de nosotros dos, existe un mundo al que tenemos que pertenecer. Al que elegimos pertenecer.

- Hablas del grupo? - Asintió y fruncí el morro, sabiendo que tenía razón.

- Teen Top es nuestra familia, Niel, y te guste o no… Debo protegerla al igual que te protejo a ti. No me malinterpretes, eres muy especial, eres lo más especial que tengo en mi vida ahora mismo, pero yo no soy solo Minsoo… Tengo la responsabilidad de ser también C.A.P. Entiendes a lo que me refiero?

Asentí con la mirada baja y suspiré.

- Entonces… Me perdonas?

- Supongo…

Sonrió y me dio un beso en la frente que me sacó una sonrisa a mí también.

- Pero me tienes que comprar la hamburguesa de todas formas! - Asintió, peinándome con una sonrisa dulce y yo puse cara de satisfacción.

- Llama a Changhyun y dile que hay que cenar. - Dijo, acercándose a mí y dándome un breve beso en los labios. - Hoy invito yo.

Asentí sonriendo y me incorporé para obedecer, pero entonces, Chanhee salió de su cuarto con el rostro empapado en lágrimas y se puso el abrigo bajo nuestra atónita mirada.

- Chanhee, a dónde vas a estas horas? - Preguntó Minsoo, incorporándose y acercándose a él con expresión preocupada. Yo suspiré, y Changhyun, que salió en ese momento de su habitación ante el repentino llanto de nuestro amigo, también. Nos miramos con una mirada de resignación en el rostro.

- Ahora entiendes por lo que dije que podría vengarme? - Dijo Jonghyun desde la cocina, haciendo que Chanhee llorase lastimeramente a un volumen que hizo que Minsoo se acercase a abrazarle. Changhyun le miró con enfado y Jonghyun tragó su bocado de sándwich y se escondió tras la encimera.

Chanhee se libró del abrazo de Minsoo y se puso un gorro, calzándose sin molestarse siquiera en abrocharse los cordones, y salió del apartamento bajo nuestras tres miradas. Minsoo se giró y me miró, sin saber qué hacer. Yo me acerqué a él y tomé su mano, apoyando mi cabeza en su hombro.

- Jonghyun, ven aquí ahora mismo y cuéntanos todo lo que sepas! - Chilló Changhyun, acercándose a la cocina y abriendo la puerta de una patada, sacó a rastras a Jonghyun por la capucha, que mantenía firmemente sujeto su sándwich.

- Que no podrá cenar tranquilo uno… - Protestó, intentando zafarse de Changhyun, pero se calmó al ver la mirada de Minsoo y la mía. Tragó saliva y se sentó en el sofá, suspirando profundamente y mirándonos con cansancio y frustración.

- Byunghyun Hyung y Sungjong de Infinite estaban besándose en la azotea.

- QUÉ? - Exclamó Changhyun.

- Voy a fingir que me sorprende… - Susurró Minsoo, en un sarcasmo mientras bajaba la mirada con disgusto.

- Pobre Chanhee Hyung… - Musité.

- Y a dónde habrá ido? - Preguntó Changhyun. Jonghyun se encogió de hombros e invitó a Changhyun a sentarse a su lado, pero éste fingió no notarlo y Jonghyun se puso de morros.

- No lo sé… Pero esto me da muy malas vibraciones. - Dijo Minsoo. Torcí el gesto y suspiré con tristeza.

“Hyung…”