Sunggyu POV
Empezaba a
pensar que el problema que tenía Woohyun en la cabeza era realmente serio. Cómo
se podía ser tan idiota? Para todo hay límites, y él los cruzaba una y otra vez
sin reparo.
A esta
conclusión llegué porque entré a mi cuarto después de la ducha, con la toalla
anudada a la cintura, y él normalmente no haría de eso una cosa desmedida, pero
esta vez, me miró desde la cama con las piernas cruzadas y, sin comerlo ni
beberlo, comenzó a llorar como una magdalena.
-
Surrealista. - Susurré, ignorándole y abriendo el armario para buscar un
chándal. Sungyeol me había llamado por teléfono la noche anterior y me lo había
explicado. No había conseguido ni enfadarme ni ponerme siquiera celoso, porque
la historia era tan ridícula que no hice otra cosa más que reírme como loco al
escucharla. Myungsoo opinaba que debíamos contárselo ya, pero la verdad es que
a mí me hacía ilusión ver hasta dónde era capaz de aguantar Woohyun y su
conciencia. Maltrato psicológico? No… Manipulación? Puede.
Oculté una
sonrisa cuando un ridículo hipido sonó a mis espaldas.
- Woohyun, -
Le llamé, sin girarme hacia él, solamente poniéndome una camiseta. - estás
bien?
Sonreí y
ahogué una carcajada ante el llanto desmedido que soltó.
- Te duele
algo? - Insistí, mordiéndome el labio para no delatarme, pero solamente escuché
un golpe sordo. Extrañado, me giré hacia él y enarqué una ceja al encontrármelo
arrodillado y con la cabeza baja.
- Hyung… -
Lloriqueó, sin dignarse a mirarme, mientras todo su cuerpo temblaba. Yo negué
con la cabeza y sonreí levemente.
- Sí?
- Hyung… -
Repitió, aún más lastimeramente. Madre mía, si esto era por unos cuernos
inexistentes, no quería in saber cómo se pondría si atropellase a alguien por
accidente. Se suicidaría!
- Qué? -
Repetí, poniéndome la ropa interior y los pantalones, aprovechando que no tenía
que quitármelo de encima a patadas.
- Tú me
quieres? - De nuevo, ahogué una carcajada, y él elevó la mirada, observándome
con los ojos enrojecidos y húmedos. Ahí fue cuando empecé a sentirme
ligeramente culpable.
- Yo? Ni de
coña. - Espeté, haciendo que de sus ojos empezasen a brotar lágrimas. Ahí, me
sentí un poquito más culpable que antes. Sí, fui cruel, pero Woohyun ya me
conocía! Yo no era un cursi amante de las declaraciones a todas horas, con
flores, bombones y peluches. Yo buscaba una relación madura y seria, sin
chorradas! Lo malo es que había ido a enamorarme del hombre más inmaduro,
amante de las chorradas e infantil, del mundo.
- Pues yo a
ti sí… - Gimió, sorbiendo por la nariz en un ruido asqueroso. - Y no sabes
cuánto.
Yo suspiré y
me senté enfrente de él, mirándole con frustración.
- Woohyun…
Quieres contarme algo? - Susurré, intentando sonar comprensivo. Recalco lo de
“intenté”, porque parece que no lo conseguí. Woohyun abrió mucho los ojos, sacó
morritos y comenzó a llorar desconsoladamente de nuevo. De nuevo porque llevaba
todo el santo día igual.
- Sí… -
Enarqué una ceja. Iba a confesar? En el fondo, quizás esto no fuese solo una
broma por mi parte, sino una forma de saber si realmente podía confiar en
Woohyun.
- Ha pasado
algo de lo que quieras hablarme? - Sacudió enérgicamente la cabeza, mientras
lloraba y lloraba, sin darle tregua a sus ojos, que debían de estar al borde
del colapso. Madre mía, cómo un ser humano puede tener tanto fluido en el
cuerpo!? Con tantas lágrimas se habría acabado la sequía en un desierto!
- Yo… No te
merezco, Gyugyu… - Sollozó. Fruncí el ceño.
- Primero:
Acordamos que dejarías de llamarme así. Segundo: Puedes contarme lo que sea,
seguro que no es tan malo.
- Sí que lo
es… - De nuevo, sorbió por su nariz y yo hice una mueca de repulsión.
- Has matado
a alguien? - Negó con la cabeza. - Has robado? - Volvió a negar. - Entonces?
- Yo…
Sungyeol… - Musitó, sentándose con las piernas cruzadas como yo y masajeándolas
disimuladamente. Normal, todo el día de rodillas... Tenía que tener los
músculos entumecidos. Oculté una sonrisa y mantuve mi rostro serio. - Bebimos
mucho y…
No pudo
continuar, porque comenzó a llorar de nuevo como si se le fuese la vida en
ello. Empezaba a preocuparme su hidratación.
- Y?
- Lo peor es
que no recuerdo nada! Ni siquiera tengo algo nítido con lo que torturarme a mí
mismo! - Gritó, con voz temblorosa e hipidos intercalados. Sonreí por fin y
negué con la cabeza, sacando del bolsillo de mi pantalón un pañuelo arrugado y
tendiéndoselo. Él lo tomo y me miró como si acabase de entregarle lo más
valioso del mundo. Le miré con ternura y él hizo una mueca y comenzó a llorar
de nuevo mientras balbuceaba cosas de las cuales solo logré entender un “te
quiero” y un “lo siento mucho”. Suficiente para mí.
- Te has
acostado con Sungyeol? - Otro sollozo, acompañado de un ruidoso gemido, fue mi
respuesta. Y yo sonreí todavía más ampliamente, porque asentía con la cabeza
mientras no usaba el pañuelo, solo lo apretaba entre sus manos. Para él era
demasiado valioso como para usarlo… Siempre hacía lo mismo cuando yo le daba
algo, por tondo que fuese. Tenía el cajón lleno de chocolatinas y barritas
energéticas, la mayoría caducadas, que le había ido dando a lo largo de los
años. El muy idiota se negaba a comérselas! Sonreí ante este pensamiento. Era
un idiota… Pero le quería así. Jamás lo admitiría, pero le quería.
- Pero no lo
recuerdo, Sunggyu! - Protestó, entre lágrimas, mirándome lastimeramente. Dudo
mucho que pudiese ver algo con tantas lágrimas en sus ojos, además de que sus
pestañas se pegaban entre ellas por la humedad, enredándose y haciéndole
difícil abrir los ojos. Se los frotaba como un niño pequeño mientras lloraba en
el suelo, respirando agitadamente e hipando. El espectáculo era cómico, sí,
pero a mí me había garantizado la fidelidad de Woohyun. Puede que los gays no
fuesen tan promiscuos como yo pensaba. Porque yo no era gay, eh? Ni de coña. Yo
estaba enamorado de Woohyun, pero no era gay. Me negaba.
- Sabes por
qué no lo recuerdas? - Me incorporé, sentándome al borde de mi cama, mientras
él se giraba sobre sí mismo, sin levantarse del suelo, y me miraba con los
labios hinchados en una mueca que, aunque me cueste admitirlo, me parecía
adorable.
- Porque soy
un irresponsable, el peor novio del mundo, y que deberían de prohibirme beber
alcohol? - Gimió, hipando entre palabra y palabra. Yo sonreí y negué con la
cabeza suavemente.
- Porque
Sungyeol y tú no hicisteis nada. Te engañó como al idiota que eres. - Woohyun
parpadeó varias veces, y giró la cabeza quince grados, como los cachorros
cuando no entienden algo.
- Eh?
- Que
bebisteis y fuisteis a un hotel, pero no pasó nada. - Reí, al ver cómo sus ojos
y su boca se iban abriendo al mismo ritmo hasta casi desencajarse de su cara.
- Me ha
mentido? - Asentí, y vi como su respiración se ralentizaba y su ceño se iba
frunciendo en una mueca de enfado. - Pues va a morir.
- Era una
broma, exagerado. - Me recosté en la cama y alcancé el móvil para mirar
Twitter. Woohyun resopló a mi lado y se incorporó. Cuando le miré de reojo,
parecía realmente enfadado.
- De verdad
que va a morir. No tienes ni idea de lo mal que lo he pasado! - Protestó,
caminando en círculos por el cuarto, despeinándose con frustración. Tensaba la
mandíbula y suspiraba repetidamente.
- Estás exagerando.
- Me miró furioso, como si acabase de decir la mayor barbaridad del mundo y se
me acercó con los ojos entrecerrados. Tragué saliva y enarqué una ceja. - Qué?
- Puede que
tú estuvieses completamente tranquilo partiéndote de risa con Sungyeol, sabes?
Pero yo no he podido dormir. No podía con mi conciencia, y me moría de miedo
porque solamente pensar en perderte me daba ganas de morir. A ti puede no
importarte, sabes? Pero yo quería morirme. Fue gracioso verme llorar o rogar de rodillas
tu perdón? No sabes que absolutamente todo mi cuerpo y alma son tuyos? Y yo
pensaba que por estar borracho me había entregado a otra persona! Quería
morirme porque yo, desde que era un chaval, solamente he querido que tú fueses
el único, Sunggyu! - Abrí los ojos como platos ante su reprimenda y no supe qué
responder. - Pero ya veo que te importa un cuerno.
Eso decía,
expresaba su enfado, pero no se iba de mi lado. Continuaba en el cuarto, y cada
círculo que daba sobre la moqueta era más cerrado y más próximo a mí. Le miré,
completamente conmovido por sus palabras.
- Lo siento.
- Musité, incorporándome. Pero no me miró, al menos no directamente. Yo suspiré
y tiré el móvil sobre su cama. - No pretendíamos ofenderte, solo era una broma,
y yo supongo que me pasé. Solamente quería probar que confiabas en mí y que,
aunque hubieses hecho una tontería como emborracharte e irte con alguien más,
me lo contarías y estarías dispuesto a hablarlo conmigo en lugar de callártelo.
- Claro que
te lo contaría, joder. - Masculló, parándose enfrente de mí y mirándome
fijamente. Esa mirada lanzada y segura de sí misma… Woohyun estaba realmente
enfadado. - Porque te amo, Sunggyu. Tú puedes tomártelo a cachondeo, pero para
mí esto ahora mismo es lo más grande que tengo. Ni dinero, ni Infinite, ni
nada: Tú.
En esos
momentos… Quería abrazarle. Quería besarle. Quería sentirle cerca de mí, porque
sus palabras me habían llegado de verdad. Woohyun sería un idiota, pero me
quería, y todo lo demás me importaba un bledo.
- No me lo
tomo a cachondeo. - Musité, bajando la mirada. No podía mirarle y sincerarme al
mismo tiempo. Mi orgullo no me lo permitía.
- Qué
mentira. - Espetó. Yo fruncí el ceño y apreté los puños.
- También te
quiero. - Dije, intentando que mi voz sonase segura, pero algún tembleque se me
escapó, quitándome la seriedad. Maldije mis nervios y mi corazón hiperactivo.
No venía a cuento, pero no pude evitar pensar que quizás Dongwoo sentía así su
pecho siempre y por eso no paraba quieto, porque yo en esos momentos quería
trepar por las paredes y huir muy lejos.
Silencio. Mi
única respuesta fue el silencio. Estuvo así unos segundos hasta que elevé la
mirada, con dudas, y me encontré con el rostro boquiabierto de Woohyun. Fruncí
el ceño. Maldito idiota.
- Qué?
- Repítelo.
- Ni de
coña. - Una sonrisa infantil se le dibujó en el rostro.
- Por favor,
repítelo. - Yo puse morros y retiré la mirada, molesto.
- Más
quisieras, idiota. - Espeté, pero escuché pasos acelerados hacia mí y una mano
en mi mentón. Me giré rápidamente, pero el rostro de Woohyun se acercó
sonriente rápidamente al mío y me besó con ansias. No pude reaccionar a tiempo
para apartarle, y Woohyun ya me había empujado sobre el colchón,
inmovilizándome y moviéndose sobre mi boca como si fuese la última acción de su
vida. Al principio me resistí, pero al final me di cuenta: Era él. Era Woohyun,
y yo no quería apartarla, sino sentir esas mariposas adictivas en el estómago,
así que dejé de forcejear, y él también aflojó su agarre.
- Gracias. -
Musitó, separándose de mis labios con la respiración agitada. Yo también abrí
los ojos y le miré, sonrojado. Aparté la mirada inmediatamente: Demasiado
incómodo.
- No… -
Protesté, mirando la pared. Podía sentir mi rostro arder, y eso me enfadaba. -
Gracias a ti.
Woohyun
sonrió y besó mi mejilla con ternura. Fruncí el ceño y mi estómago decidió
volverse del tamaño de un guisante. Estupendo.
- Por qué? -
Preguntó, tumbándose encima de mí en un abrazo de koala que yo podría evitar
con una de mis más que ensayadas llaves, pero decidí no hacerlo. En el fondo,
muy en el fondo, puede que me gustase estar así. Pero solo un poco!
- Por ser
sincero… - Mascullé en voz muy bajita. - Ahora sé que puedo confiar en ti.
Woohyun
acarició mi mejilla y giró mi rostro con delicadeza hasta que me encontré con
su mirada. Entonces, me sentí muy pequeño, pero no era del todo desagradable.
- Hyung… -
Susurró, mirándome con ternura a los ojos. Yo quería apartar la mirada, pero
estaba congelado. - Puedo… Acostarme contigo?
Abrí los
ojos como platos y entonces sí, recobré mi movimiento y le saqué volando de la
cama con una llave de judo. Woohyun aterrizó en la alfombra con un gesto de
dolor.
- Ay! Eso ha
dolido!
- No te
acerques a mí! - Chillé, amenazándole con la primera revista que encontré. Como
cuando se educa a un pastor alemán.
- Hyung… -
Me miró desde el suelo con ojos de cordero degollado y algo de dolor, pero no
físico. Me sentí mal. - Por favor… No tienes ni idea de lo mal que lo he pasado
pensando que había tirado nuestra primera vez a la basura. - Fruncí el ceño. -
Por favor…
- Y a ti
quién te ha dicho que sería mi primera vez, chico virgen? - Protesté, claramente
ofendido. Él me miró, dolido.
- No lo
sería? - Mi inseguridad me delató, y él lo notó, porque su expresión se
endulzó. - Hyung…
- No!
- Por favor…
- Woohyun se incorporó y se acercó despacito a la cama. Por qué no me estaba
defendiendo? Por qué!? Espera, que me contesto a mí mismo: Porque yo también me
había convertido en un idiota. La osmosis, me imagino.
- No… - Mi
voz ya no sonaba tan autoritaria, y cuando Woohyun me quitó la revista con
facilidad y se sentó a mi lado, me quedé mudo.
- Te quiero.
- Susurró, tomando mi mentón y besándome de nuevo. No sabía si estaba más
enfadado o más avergonzado, o ambas. Mi interior era un popurrí de
sentimientos.
- Argh… -
Resoplé, apartándole un segundo y poniendo expresión resignada. A quién
pretendía engañar? Tarde o temprano tendría que pasar, así que… - Está bien.
Si Woohyun
hubiese tenido cola, como los perros, ahora mismo se le desencajaría de tanto
moverla. Sin malinterpretar mis palabras con pensamientos sucios! Me refiero a
que estaba realmente animado, su rostro se iluminó con mis palabras.
- Hyung…
- Pero con
unas normas! - Dije, poniéndole la mano en la frente de forma autoritaria
cuando se disponía a besarme de nuevo. Frunció el ceño.
- Normas?
- Normas.
Suspiró. -
Qué normas?
Carraspeé y
me incorporé, bajando la persiana de la habitación y cerrando la puerta con
pestillo.
- Luz
apagada, solo manos, nada de forzarme a algo que yo no quiera hacer… - Woohyun
me miraba, incrédulo.
- No me
puedo creer que estés organizando nuestra primera vez. - Musitó, claramente
frustrado. Yo me encogí de hombros.
- Es lo que
hay: Lo tomas o lo dejas?
- Lo tomo. -
Respondió inmediatamente. Asentí, orgulloso al ver los resultados de un
entrenamiento de años.
- Bueno… -
Me senté de nuevo en la cama y suspiré profundamente, intentando mirar lo menos
posible a Woohyun. Aquello no era incómodo, era un nivel superior. Woohyun se
acercó inmediatamente y me acarició el pelo, apoyando su mentón en mi hombro.
Sentir su respiración en mi cuello me hizo suspirar… Por qué mi piel estaba tan
sensible ahora? Antes no era así! Iría al dermatólogo después de… Lo que fuese
a pasar aquí.
Woohyun
depositó entonces un beso suave en mi cuello que me hizo cerrar los ojos y
repartir un escalofrío por mi espalda. Él lo notó y sonrió, depositando otro al
borde de mi mandíbula mientras me empujaba suavemente sobre la cama. Me dejé, y
él se recostó a mi lado, estirando la mano y apagando la luz, cumpliendo mi
deseo. Aun así, la habitación no estaba tan oscura como para no vernos, pero
era suficiente como para que yo me sintiese algo más seguro de mí mismo.
- Hyung, voy
a quitarme la camiseta. - Susurró de repente sobre mi oído, haciendo que mi
pecho diese un respingo. Asentí lentamente y él se irguió sobre sus rodillas,
quitándose la prenda y mirándome con curiosidad. Pretendía que yo hiciese lo
mismo? Miré sus abdominales, marcados, y su pecho, con forma y volumen. “Ni de
broma.” Por qué nuestros cuerpos eran tan distintos? Qué injusto era el mundo.
Pero
Woohyun, como prometió, no me forzó, sino que se acercó a mí lentamente y se
recostó a mi lado, mirándome con un brillo suave en sus ojos. Quise un beso,
pero sin pedírselo, me lo dio, lento y tan suave como su piel, que rozaba
disimuladamente al posar mis temblorosas manos en sus brazos.
Woohyun
entonces posó sus manos en mi cintura por debajo de mi camiseta y mi piel se
erizó a su tacto, pero sus manos también estaban temblorosas, lo que me hizo
darme cuenta de que yo no era el único que estaba asustado ahí. Asustado!?
Bueno… Puede que un poco… Pero poco!
- Voy a
quitarte la camiseta, Hyung. - Musitó sobre mis labios. No podía pensar, ni
responder, ni nada. Estaba catatónico perdido, así que Woohyun se lo tomó como
vía libre y tiró de la tela sobre mis brazos, acariciando por el camino y
haciendo que ahogase un gemido ridículo. Me estaba muriendo de la vergüenza.
Esto iba a ser así siempre? Porque de ser así estaba dispuesto a replantearme
mi relación. No estaba seguro de que fuese a merecer la pena.
Pero de
nuevo, Woohyun me leyó mejor que yo mismo, y extendió la colcha de la cama
sobre nosotros. Abrí los ojos, mirándole, sin entender, y él me sonrió,
acariciándome la nuca y dándome un suave beso en la frente. Parpadeé.
- Así mejor,
verdad? - Susurró. - No quiero que te quede un mal recuerdo… Así que haré lo
que sea necesario para que te sientas más cómodo.
Creo que mi
expresión se convirtió en una completamente estúpida por lo conmovido que me
sentí. Woohyun era… Simplemente idiota. Tan adorablemente idiota…
Yo también
quería tomar la iniciativa, pero no me sentía capaz… Así que simplemente me
moví un poquito más hacia él, hasta que sentí nuestras pieles rozarse, y
escondí mi rostro en su cuello, avergonzado. Woohyun sonrió y me abrazó. Su
piel estaba muy caliente… O puede que fuese la mía. No lo sabía, pero de
repente, sentía calor y mi respiración se iba acelerando con cada beso o cada
caricia.
Woohyun
entonces se recostó encima de mí, cargando su peso sobre sus antebrazos, y
hundió su rostro en mi cuello, besando y lamiendo, mientras yo me retorcía
debajo de su cuerpo. A mí no me engañaba… Este tenía práctica! O eso o yo era
muy fácil de complacer…
Bajaba por
mi cuello, besando mi clavícula, pero entonces se acercó peligrosamente a mi
pecho y le frené, extasiado. Él me miró, sin entender.
- Solo
manos… - Recordé. Él suspiró, frustrado.
- De verdad?
Te has acordado de tus malditas normas ahora? - Protestó, quitándose los
mechones húmedos del rostro. Yo aparté la mirada, avergonzado. En realidad, al
mirar a Woohyun, yo también tenía curiosidad y quería saber cómo era probar su
piel… Pero eso no era algo que yo estuviese dispuesto a expresar. No estaba
preparado… Y prefería ir poco a poco. MUY poco a poco.
- Lo siento…
- Susurré, pero él sonrió, frustrado, y negó con la cabeza.
- Está bien.
Te respetaré, Sunggyu. - Dijo, acercando su sonrisa a mi boca y besándome de
nuevo. Le correspondí, sin poder ocultar mi felicidad. A la mierda mi imagen
neutral y seria… Woohyun no solo me desnudaba físicamente, sino emocionalmente
también. Estaba descubriendo tanto de mí que me daba miedo.
Cuando quise
darme cuenta, estaba esforzándome como nunca por ahogar mis gemidos, por las
caricias de Woohyun, que bajaban por mi abdomen, haciendo que mi cadera se
moviese involuntariamente. Aquello era humillante, pero Woohyun lo hacía
parecer tan natural… Solamente me miraba y me sonreía suavemente, como si
estuviese grabando con sus ojos, atesorando cada minuto. Me sentía… Valioso. Me
trataba con un cuidado desmesurado, y eso hacía que yo quisiese estar así mucho
más rato, pegado a él, entre sus brazos, sintiéndome querido y valioso.
Desabrochó
mis pantalones de chándal, y me miró. Yo en cuanto me encontré con sus ojos,
cerré mis ojos con fuerza, adivinando la sonrisa de su rostro y sintiendo cómo
tomaba mi mano, llevándola al cierre de sus vaqueros. Abrí los ojos y él me
miraba, suplicante. Yo ya había notado que esos pantalones estaban más
apretados de lo normal, y si a mí mi ropa interior me estaba produciendo
dolorosos pinchazos, a él no me lo quería ni imaginar. Intenté relajarme y se
los desabroché, nervioso, bajando también la cremallera y notando
inmediatamente un gran bulto bajo las yemas de mis dedos. Woohyun suspiró,
cerrando los ojos en una expresión de alivio. Tragué saliva. Yo había hecho
eso… Yo también podía hacer que Woohyun disfrutase… Solamente me faltaba el
valor.
Woohyun
abrió los ojos y me miró mientras yo sentía que colaba sus pulgares bajo el
borde de mis pantalones y tiraba hacia abajo, quitándomelos poco a poco. Yo no
podía dejar de mirarle, y él no podía parar de mirarme a mí. Habíamos comenzado
una conexión que iba más allá de las palabras. Sentíamos lo que sentía el otro,
y era maravilloso. Entonces, con solo una mirada, supe que yo también tenía que
hacer algo… Así que imité su gesto y tiré de sus vaqueros. Él cerró los ojos
por el roce de la tela y se terminó de liberar de ellos con pequeñas pataditas
bajo la colcha, que seguía cubriéndonos. Acarició con dulzura mi mejilla y me
besó de nuevo dulcemente, colando una de sus piernas entre las mías y
separándolas ligeramente. Por qué él sabía lo que tenía que hacer mientras yo
no tenía ni idea de nada y me sorprendía cada roce? Me molestaba no estar en
igualdad de condiciones, y me molestaba aún más no saber por qué él sí que
controlaba del tema y yo no.
- Lo he
soñado muchas veces. - Susurró de repente en mi oído. Abrí mucho los ojos. “Me
lee la mente!?” - No te sientas inseguro… No te he mentido. Solamente… He
soñado con este momento demasiadas veces. Por eso he podido imaginar lo que
debería de hacer y lo que no.
Se separó de
mi oído y me miró a los ojos, con una sonrisa suave en la boca. Le miré, serio.
De verdad que habíamos llegado a ese punto en lo que sabíamos lo que pensaba el
otro? Le miré unos segundos más y sonreí también. Sí, sí que lo sabíamos,
porque pude adivinar que Woohyun me pedía un beso, y me incorporé levemente
para dárselo. Sonrió ampliamente y me besó lentamente, pero invadiendo mi boca
sin piedad. Gemí en sus labios cuando rozó su cadera contra la mía
intencionadamente, pero no fui el único, porque suspiró en un beso que se
intensificó al ritmo de las caricias.
Acarició el
interior de mis muslos, abriendo algo más mis piernas, y yo suspiré,
mordiéndome el labio inferior ante su tacto.
- Hyung… -
Susurró Woohyun, haciendo que abriese mis ojos. - No… Voy a meterlo dentro.
Noté mi
rostro arder. Tenía que ser tan gráfico!? Aunque por otro lado… Por qué no? Me
tenía aquí, en una desesperación humillante, para nada? Se había echado atrás?
- Por qué? -
Susurré, finalmente, intentando no sonar ansioso. Mi entrepierna palpitaba, y
quería acabar con esto cuanto antes. O no. No sabía. No sabía nada de nada en
ese momento.
- No quiero
que esta vez te duela… Quiero que la disfrutes para que no tengas miedo la
siguiente. - Susurró, recostándose a mi lado, mirándome directamente a los
ojos, tan cerca su rostro del mío que podía sentir su respiración hacer
cosquillas en mi piel. De nuevo, sus palabras me enternecieron.
- Está bien.
- Musité, cerrando los ojos cuando vi sus labios acercarse a mi mejilla, sobre
la que depositó un pequeño beso, que acabó con él sobre mis labios de nuevo,
acariciando mi torso y bajando su mano hacia el bulto problemático entre mis
piernas.
Abrí los
ojos como platos cuando sentí su mano sobre la fina tela de mis slips.
- No… -
Protesté, cuando acarició lentamente la punta, pero no pude continuar, porque
en mi garganta se formó un nudo. No, no quería que parase. Él respiraba
agitadamente sobre mis labios, excitado, y yo gemía roncamente al ritmo de su
pulgar. Esto no se parecía nada a cuando yo lo hacía por mi cuenta… Era por Woohyun?
Por la situación? No lo sabía, pero estaba clavando mis uñas en su cuello
mientras compartíamos besos cortos, interrumpidos por suspiros y gruñidos.
- Hyung… -
Susurró, mordiendo suavemente mi labio inferior. Gemí y resoplé, centrándome
únicamente en la sensación que inundaba mi cuerpo poco a poco a lentas oleadas.
- Tócame también…
Abrí los
ojos, encontrándome con sus ojos desesperados y suplicantes. Claro… Estaba
siendo un egoísta. Tragué saliva y, armándome de valor, deslicé mi mano de su
cuello por su torso, sin romper el contacto visual. Su piel ardía y se erizaba
a mi paso, al igual que la expresión de Woohyun se transformaba cuanto más
abajo llegaba. Finalmente, llegué a su ropa interior, y sacando fuerzas de
flaqueza, colé mi mano directamente por debajo, haciendo que cerrase los ojos
con fuerza y arquease su espalda ante el primer roce, que no fue más que una
caricia con la yema de mis dedos. Eso me excitó… Yo tenía ese poder sobre él?
Sí, pero no era el único.
- Joder,
Sunggyu… - Gruñó, mirándome con fiereza y lanzándose sobre mis labios con
ansias. Le recibí encantado, porque yo también lo necesitaba. Nos besábamos al
ritmo de nuestras manos, que competían por ver cuál era capaz de complacer
mejor al otro. Yo me esforzaba mucho, pero dudaba que Woohyun pudiese estar
sintiendo lo que yo… Este nivel de placer me sobrepasaba. Nublaba mi mente, mi
cuerpo se tensaba y relajaba constantemente bajo el poder de sus dedos, que
jugaban conmigo como querían; acariciando, apretando, tirando y dejándome al borde
de la locura. Como se le ocurriese parar en ese momento, le mataría sin piedad
alguna.
Woohyun
también parecía estar disfrutándolo, ya que me zafaba hacia él con posesividad,
besándome con violencia y gimiendo en mi boca. Eso solamente hacía que las oleadas
se intensificasen.
Creía que no
lograría correrme jamás… Las manos de Woohyun me ralentizaban, probablemente
intentando que llegásemos juntos, pero al final él lo consiguió antes, acabando
en mi mano, lo que me desató a mí. Mi entrepierna palpitaba y protestaba de
dolor y placer. Quería más, pero no creía soportarlo.
- Te quiero.
- Dijo, extasiado, respirando agitadamente sobre mi boca. Yo no podía
contestar, ni quería. Estaba mareado, confuso, y ahora que la cosa había
acabado, me quería esconder en alguna cueva de la Conchinchina y no salir
jamás. Qué vergüenza!
Woohyun me
había hecho gemir, chillar y me había visto desnudo! Quería morirme. Qué clase
de líder sería para él ahora!?
- Te quiero…
- Repitió, con los ojos cerrados, rodeando mi cintura y abrazándome con fuerza,
pegándome a su cuerpo. Yo apoyé mi cabeza en su pecho sin responder de nuevo.
Allí me sentía a salvo… Y en calma. Sus brazos me protegían, y su pecho me
acunaba en un vaivén que se ralentizaba poco a poco, a medida que él recuperaba
el aliento.
Que si me
había gustado? Sí. Pero jamás lo admitiría al público, ni a él. Mi orgullo ya
había soportado bastante por una sola noche. Y él quería una próxima? Bueno… Me
lo pensaría. Pero pronto ni hablar!
- Hyung… -
Resoplé. No se pensaba callar? - Gracias… De verdad. No necesito que me digas
nada, porque con esto ya me has demostrado que soy alguien para ti.
- Por
supuesto que lo eres, imbécil. - Dije, molesto. - Quién te crees que soy?
Piensas que dejaría que cualquiera viese lo que has visto tú hoy?
Pude sentir
su sonrisa cuando depositó un beso en mi cabeza, hundiendo su nariz en mi pelo
y aspirando. Fruncí el ceño, pero podía sentir mis mejillas arder. Me sentía
feliz… Feliz y enfadado. Por qué tenía que avergonzarme así?
- Lo sé… -
Susurró, besando de nuevo mi cabello. - Me ha hecho muy feliz.
- Pues vale.
- Espeté, acurrucándome sobre su pecho, cerrando los ojos y escuchando los
latidos de su corazón. Eso me calmaba.
-
Tortolitos! - Pegué un respingo cuando Howon llamó a la puerta. - Dongwoo y yo
salimos, vale? Que nos ha llamado Chunji y tenemos que ir en una misión secreta
en busca del maknae.
Abrí mis
ojos como platos y miré con desesperación a Woohyun.
- No hemos
llamado antes para no molestar… - Añadió Dongwoo con tono burlón.
“Mierda.” En
ese momento fue cuando decidí que la eutanasia era lo que yo más deseaba en la
vida. Paradójico, verdad?
- Idiotas! -
Rugí, desde la cama, apartando a Woohyun a patadas de mi lado. - SI DECÍS A LO
QUE VÁIS YA NO ES UNA MISIÓN SECRETA!
- Es verdad,
Howon! - Protestó Dongwoo. Podía imaginarme su expresión de decepción. Ese tipo
tenía cinco años mentales. - Y ahora qué?
- Ahora nos
vamos, que ya nos hemos encargado de arruinarles el ambiente post-sexo. - Rió.
- Adiós, cualquier cosa que necesitéis, llevo móvil!
- Largaos
ya! - Gritó Woohyun, luchando desesperadamente por volver a tumbarse a mi lado,
pero no estaba en absoluto dispuesto a permitirlo.- Hyung!
- Callaos
todos! - Chillé, completamente frustrado, levantándome de la cama y poniéndome
mi ropa bajo la mirada triste de Woohyun. - Vosotros iros a jugar con Chunji o
con quién os dé la gana y DEJADNOS EN PAZ!
- Hyung… -
Woohyun intentó gatear hasta mi sitio en la cama, pero le miré con expresión
sangrienta en la cara y se quedó helado.
- Ni se te
ocurra. - Mascullé, señalando la colchoneta de la esquina del cuarto. - Fuera
de mi cama.
- Hyung… -
Lloriqueó, suplicante, pero yo era impasible. Ya me habían amargado el momento,
con lo que me había costado sentirme mínimamente cómodo.
- He dicho fuera.
- Siseé, con la mandíbula tensa y sintiendo la sangre hervir en mi cuerpo.
“Los mataré
a todos. A todos y cada uno de ellos.”
Wooo que capitulo tan... Grrr (?)
ResponderEliminarOh, vamos, Sunggyu no engaña a nadie, diciendo que no le gusta, ni siquiera a si mismo XD
Me encantaron, tan cariñosos y adorables, ambos, y Woohyun, pese a su comportamiento totalmente de Uke (?) le fue estupendamente haciendo lo que tenía que hacer (????) ...Lo siento, se me da mal comentar Lemon, me avergüenzo demasiado rápido D: ¡Pero eso no quiere decir que no me haya gustado! ¡Me encantó! ¡Clavaste totalmente la personalidad del Líder! :3 y la de Woohyun, fue tan atento y dulce, ¡que tierno! >//<
Me pregunto que irán a hacer en la misión secreta ya-no-tan-secreta con Chunji...... ¿Preocupada? ¡No que va!, ni lo más mínimo... ;^;
Muchas gracias, como siempre, me gustó mucho >////< y perdón por este comentario raro XD
Bye~ <3
Buena definición xD Me la apunto xD
EliminarJusto cuando tú comentas, yo publico el capítulo siguiente... No nos coordinamos D:
Espero que te guste el siguiente <3
:) pobre de woohyun, se la ha pasado llorando todo el capitulo pasado y el principio de este seguramente ver a sunggyu con solo la toalla debió de ser una tortura para el :) es gracioso. pero creo que el líder tiene mucha razón como es posible que sea tan tonto el no podría engañarlo ni dormido por lo visto :).
ResponderEliminarme dio mucha ternura el woogyu son tan nobles, se quieren tanto me gusto la confianza que tiene sunggyu en woohyun que el espera a que le comente sobre lo que paso haaaaaaaaaa! eso es amor puro, los amo tanto :), ¿porque últimamente hay interrupciones en las muestras de afecto? eso es lo que mas me pregunto( es el cache (el trama) de la historia verdad) pero en fin muy bueno fue tan perfecta la manera en que los describes a los dos :)
Hay interrupciones porque es divertido interrumpirlos xD Pero bueno, por lo menos estos lograron terminar "eso" jajajaja
EliminarWoohyun es un llorón, y WooGyu is real! ^^
Gracias por leer y comentar <3